Es muy complicado torear con una plaza con pocos espectadores. Y no lo digo sólo por lo gélido del ambiente -incluso en este caluroso agosto- que se transmite del tendido al ruedo y del ruedo al Palco, sino porque cuando una plaza se queda medio vacía -como la Malagueta hoy en la novillada de inicio de Feria- la mayoría de los asistentes son aficionados. Y esto que parecería una ventaja es, en realidad, un handicap, pues el aficionado, el buen aficionado, salvo excepciones y al contrario que el público en general, es poco festivo, más bien adusto y poco propenso a exteriorizar sus emociones, unas emociones que aquilata con avaricia de cuentagotas. Y eso se nota demasiado, a la hora de premiar con justicia la labor de los toreros en la plaza.
Eso fue lo que pasó en Málaga esta tarde, una magnífica tarde de toros que quizás tuvo menos eco en el tendido del que tendría que haber tenido lo que se hizo en el ruedo. Cosas de la Fiesta.
Y también son cosas de la Fiesta, misterios de la Fiesta, el hecho de que, mientras la corrida inaugural de San Sebastián con tres figuras en el cartel y una ganadería de campanillas, Zalduendo, degeneraba en fiasco; la novillada de Málaga con 6 chavales bisoños y la mayoría poco placeados y una ganadería que no lidia demasiado, nos proporcionaba una magnífica tarde de toros. Casi tres horas de un espectáculo cabal y espléndido. Tres horas que se nos fueron en un suspiro.
Y eso que, para empezar, las reses de "Toros de la Plata" (dos con el hierro de "Ordóñez Araujo") aunque novillos por su edad, fueron toros por hechuras y trapío. Lo bueno es que, en general y salvo el 3º, sacaron movilidad y nobleza.
La "novillada" en los corrales. |
Frente a ellos seis novilleros malagueños, todos jugándose muchas cosas a una sóla carta y todos demostrando firmeza, mucha firmeza, y ganas, muchas ganas de funcionar en esta profesión.
No voy a entrar en el análisis detallado de lo que pasó en la plaza. Sólo decir que vimos faenas elegantes y con suave manejo de los engaños, caso de Antonio Santana, alegría y pinturería en Curro Márquez, aromas de vieja lidia en un trasteo de poder a poder con un manso de libro en José Antonio Lavado, oficio y solvencia de buen toreo en Juan Carlos Benítez, que cortó la única y más que merecida oreja que concedió la Presidencia, firmeza y gran precisión técnica en un sorprendente Francisco Morales y aplomo y capacidad de apuesta en Samuel Ortíz.
Quede constancia que, para alguno de ellos, era la primera novillada del año lo que alzaprima el mérito de su actuación.
En resumen, gran tarde de toros gracias al arrojo, firmeza y decisión, a más del buen hacer, de seis novilleros malagueños. Un lujo.
Elegancia y apostura de Antonio Santana |
Alegría y conexión con el público en Curro Márquez |
El poderío, decisión y valor de José Antonio Lavado con un manso de libro. |
La apuesta de Juan Carlos Benítez que hizo además un muy buen toreo de muleta |
Rotundo y perfecto manejo de los engaños de Francisco Morales |
La firmeza y entrega de Samuel Ortíz |
Nota: Aunque las cuadrillas cumplieron no puedo dejar de destacar los dos magníficos puyazos de Manuel Sánchez al cuarto de la tarde. En el primero, echando el palo con contundencia antes de que el toro llegara al caballo. En el segundo, con el toro ya picado, sin apretar y midiendo con estilo de buen caballista. Quede también constancia.
Fotografías de Toros del Mediterráneo
Fotografías de Toros del Mediterráneo
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