lunes, 30 de enero de 2012

El toreo en redondo (II) Tauroteca. Del Guerra a Manolete

  

1918-07-02 Barcelona Las Arenas Joselito natural Medina Garvey 001

Joselito en la plaza de las Arenas de Barcelona el 2 de julio de 1918. A este toro de Medina Garvey le toreó a base de pases naturales en redondo

Veíamos en la anterior entrada del blog como el toreo había evolucionado, a lo largo del tiempo, pasando de un mero encontronazo con una fiera a la faena que hoy conocemos.

Los toreros en su afán por reducir el protagonismo de varilargueros y matadores fueron rizando el rizo de sus propuestas, intentando prolongar al máximo los tiempos de su encuentro con el toro y procurando componer (en ese encuentro) imágenes plásticas lo más atractivas posibles para el espectador.

Me parece muy interesante ilustrar ese complejo e interesante proceso revisando (en nuestra particular y peculiar tauroteca) algunas de las viejas imágenes de cine que han llegado hasta nosotros. 

 

Track 01. Guerrita (El primero que intuyó la necesidad de otro tipo de toro)

 

Esta película es de final del siglo XIX. De los hermanos Lumiére. El que torea de muleta en la plaza de Nimes parece ser que se  trata de Rafael GuerraGuerrita”. Aunque da igual.

En otras imágenes de esta misma película si se distingue claramente a Mazzantini quien era matador antes que torero y cuya fama le vino, en parte, por cuestiones extra-taurinas. Su toreo no tiene relevancia alguna en el proceso que comentamos.

Al contrario que el de Guerrita quien fue el primero que se dio cuenta que hacia falta otro tipo de toro pues el toro antiguo palurdo y cornalón de la época de Lagartijo y Frascuelo les valdría a ellos pero no podía servir en la nueva etapa. Por eso Guerrita empezó a pedir a sus picadores que aumentasen el castigo en la suerte de varas dejando a los toros enganchar a los caballos. Para que el toro llegase a la muleta menos agresivo. Más pastueño.

El Guerra (o quien fuere) torea (¡lástima que, a veces, lo haga fuera de encuadre!) con mucho conocimiento pero al modo que era entonces habitual: Un pase por un lado y el siguiente por el contrario, con el toro siempre por los mismos terrenos (las afueras en este caso).

Un detalle técnico muy interesante es que el torero (torero de línea natural pura y dura) se cambia la muleta de mano en cada pase con lo que consigue evitar el toreo cambiado.

 

Track 02. Bombita (El que mantuvo el tipo)

En este segundo corte vemos a Bombita con un toro manso en Valencia a principios de siglo XX.

Los pases siguen siendo uno por cada lado pero sin cambiar de mano la muleta. La faena tiene enjundia porque aunque el torero se limita a resolver el problema técnico del toro manso y a prepararlo a la muerte, existe en Bombita una cierta intención estética. El Bomba era tildado de torero de clase especialmente en comparación con Machaquito, muy valiente y emocionante matador pero más limitado en su toreo.

Bombita y Machaquito cubrieron el interregno entre el Guerra y la época de Joselito y Belmonte, pero no llegaron a alcanzar la categoría de ellos ni a mandar en el toreo. Por eso, en su época, el toro creció de tamaño, edad y defensas (como se aprecia claramente en el morlaco de las imágenes) en claro ejemplo de la teoría del sube-baja:

“Cuando el torero crece, el toro mengua (Y viceversa)”

Con las imágenes de estas dos películas queda claro (muy claro) como era el toreo a finales del siglo XIX y principios del XX. O mejor dicho, como se construía entonces la faena. Faena que consistía en una sucesión de pases con el fin de ir preparando al toro para la muerte, quitando resabios y corrigiendo defectos e intentando un mínimo lucimiento

 

Track 03. Joselito (El que propuso el nuevo modo de torear)

 

Estas imágenes son muy importantes pues representan un momento clave en la historia del toreo y desmienten muchos de los tópicos acuñados por los escritores taurinos de cuerda belmontista (¡Maldito video, dirán ellos!). 

En ellas vemos a Joselito el Gallo toreando a “Descarado” segundo toro de la tarde de los 7 toros de Martínez en Madrid. Era el 4 de julio de 1914.

Esto lo descubrió Pepe Alameda. No las imágenes, que ya se conocían hace tiempo pues esta película es uno de los mitos del toreo, sino su importancia pues Joselito torea con la izquierda y en redondo. O sea, a un pase con la izquierda sigue otro por el mismo lado. Es la primera tanda documentada de la historia del toreo.

Cossío remacha y dice que José gustaba, casi todas las tardes,  torear al natural en redondo. Un detalle: al principio se ayudaba con el estoque, lo que se le reprochó. Por ello, abandono esa costumbre y ya nunca más lo hizo (la estética empezaba a pesar en el ánimo de los espectadores).

En su ejecución, esta tanda iniciática es un esbozo rudimentario de lo que vendría después, pero está clara la intención del torero de ligar los pases en redondo tendiendo la suerte y, sobre todo, sujetando al toro al final del pase. Para que no se vaya. Para que vuelva.

Estamos en el comienzo del toreo moderno para el que hizo falta un nuevo toro pues como explicaba Fernando Cámara, para hacer esto –para torear en redondo- es necesario un toro bravo. Si no, no es viable.

Joselito puso ambos, pues trajo el nuevo toro y (lo que es más importante) apuntó el nuevo modo de construir las faenas.

 

Track 04. Chicuelo (El que lo hizo)

Track 04 Chicuelo

Track 04. Chicuelo. No hay imágenes. Fundido en negro

 

La faena de Chicuelo a Corchaíto. La faena emblemática del toreo moderno, hecha a base de tandas de naturales, no se grabó en película.

Ni esa, ni (que sepamos) su faena de Figueras, en 1922. O la del toro Dentista, en México en 1925. Tampoco está filmada la faena que este genial diestro hizo en Maracay, el año 1935, a Carpintero de Antonio Pérez de San Fernando. Suma y sigue…

Fundido en negro.

 

Track 05. Manolete (El que lo hizo –casi- todas las tardes)

Manolete puso en práctica el nuevo toreo de Joselito y Chicuelo casi todas las tardes. Con él, por tanto, se cumplía quizás la profecía de Belmonte (“llegará un día un torero que toreará a todos los toros”).

Vemos a Manolete en México el 9 de diciembre de 1945. El nuevo toreo se impone y ya todas las faenas se harán a base de tandas de naturales con la izquierda o con la derecha. Estos últimos habían sido puestos de moda, en los años 30, por el baturro Nicanor Villalta y rebautizados con el horrendo nombre de derechazos.

Algo se perdió en el camino, pues no todos los toros admiten este tipo de toreo. Pero, si no todos, si lo aceptarán casi todos lo que permitirá depurar las suertes y los muletazos hasta límites insospechados en la época del Califa de Córdoba.

Hoy no sé si se torea mejor o peor que ayer (como se preguntaba Luís Miguel López-Rojas en anterior entrada de este blog que aconsejo releer) pero se torea por tandas lo que tiene su mérito y, desde luego, el muletazo  se ha complicado mucho desde el punto de vista técnico (fundamental la aportación de José Tomás) buscando acentuar su estética para captar la atención y el interés de los públicos en un proceso cuyo paso siguiente (¿Cual será?) no se adivina.

(Continuará…)

jueves, 26 de enero de 2012

El toreo en redondo (I) Joselito por naturales

 

Joselito en Madrid

Joselito el Gallo toreando en redondo en la plaza de Madrid. El torero como eje. La muleta va muy atrás para que a este natural le pueda seguir otro.

Del pase al muletazo

Planteaba Fernando Cámara en un fino análisis publicado no ha mucho en este blog, el salto enorme que había entre el toreo antiguo en que el torero se limitaba a hacer pasar al toro (lo que no era poco con aquel toro) y el toreo moderno donde los muletazos (que ya no pases) marcan un trazo que busca continuidad en el siguiente de la tanda.

Antonio Fuentes en la plaza de Madrid (Ruiz Vernacci)

En el toreo antiguo el torero con mayor o menor elegancia (En el caso de Antonio Fuentes, evidentemente, con mucha) se limitaba a hacer pasar al toro.

El comentario de Fernando no tiene desperdicio pero creo además que es de mayor calado del que aparenta pues no solo el matiz que señala es cierto, sino que además pienso que en ese proceso se encuentra la clave de la evolución que ha vivido la fiesta de los toros pues marca la diferencia que va del toro fiero y el toreo lucha a la época actual donde la estética tiene valor primordial.

1905-09-24 (SyS) Bayona. Una vara 001 (2)

A lo largo del siglo XIX y principios del XX, el protagonismo de los varilargueros se fue desplazando paulatinamente hacia los toreros. Todavía en Bayona, en 1905, el público (en parte infantil, por cierto) sigue atentamente los avatares de un espectacular tercio de varas.

1905-09-24 (SyS) Bayona. Una vara 001

Y no es para menos. En la brutalidad del encontronazo se ha tronchado la garrocha del picador quien perdida su defensa va -junto a su caballo- camino del callejón.

Mientras la atención de los espectadores se centraba en la suerte de varas y en la estocada, los dos momentos más aparentes del toreo primigenio, los toreros estaban explorando nuevos caminos y reivindicando para ellos el protagonismo que antes detentaban varilargueros y matadores.

El público acogía alborozado esos experimentos mientras que, por contra la crítica y la afición integrista y dogmática se dedicaba (y ello durante todo el siglo XIX y parte del siguiente) a reprochar esas “monerías” que a nada conducen. O sea, a reprochar todo aquello que les pareciera (a ellos, claro) innecesario y superfluo según los añejos cánones iniciales.

Los toreros mientras tanto iban a lo suyo e intentaban que el toro siguiese el trazo del muletazo (“mandar”) para lo que estarse quieto (“parar”) y acompasar la embestida (“templar”) eran fundamentales.

1905-09-10 (SyS) Burdeos Antonio Montes

En la foto, que me parece sumamente reveladora, se observa con mucha claridad como Antonio Montes, el más inmediato precursor de Juan Belmonte, aunque con estética todavía incipiente, procura “dirigir” la embestida del toro con intención de obligarle a seguir el trazo del muletazo. De aquí al toreo de Juan Belmonte hay (aunque no lo parezca a primera vista) muy poco trecho.

1915 (h.) (HFT) Belmonte Gijon (detalle)

Y esta es la prueba. Muchos han querido negar la influencia de Antonio Montes en el toreo de Juan Belmonte con el argumento de que si Juan no lo vio torear difícilmente pudo coger algo del toreo de su antecesor. Sin embargo, aquí está Juan en Gijón, hacia el año 15, toreando al estilo de Montes. Y es que influencia no significa copia servil. Juan depuraría bastante las formas de su predecesor (por cierto que la “correa de transmisión” aparece en la foto vestido de peón y observando atentamente el toreo del discípulo. Calderón se llama)

Fue Juan Belmonte el torero que mejor representaría esa nueva manera de concebir los muletazos. Por eso, a los preceptos citados, se les denominó “trilogía Belmontista”.

Ello no significa que Belmonteinventara” ese toreo como el mago que saca un conejo de una chistera y como sostienen sus panegiristas (todavía hoy 100 años después en una reciente biografía se le llama curiosamente “el elegido” y se le describe como “el depositario de una verdad revelada”), sino que fue el torero capaz de concretar y perfilar lo que se venía intuyendo antes de él.

Juan Belmonte toreando al natural en Madrid (fotografia de Alfonso)

El mago sacando el conejo de la chistera. Juan Belmonte toreando al natural en Madrid. La estética ha mejorado mucho y el torero está más erguido pero el concepto técnico de este pase es similar al de Antonio Montes. El torero intenta “dirigir” la embestida del toro aunque (al contrario que en el caso de Joselito) lo hace “hacia afuera” pues a este natural le tiene que seguir un pase por el otro pitón.

 

Del muletazo a la tanda

Sin embargo, este nuevo concepto con representar un avance tan primordial no podía satisfacer la sed de toreo de los buenos toreros. Por lo que una vez conseguido alargar el trazo del pase (como veíamos en la foto de Joselito que iniciaba esta entrada del blog) lo siguiente –en pura lógica- era darle continuidad a estos muletazos engarzando unos con otros.

En el toreo más tradicional, eso se hacía combinando los muletazos por un lado con los muletazos por el lado contrario. Así está definido en la tauromaquia de Pepe-Hillo y así se construían las faenas antiguas. Una sucesión de pases que se daban siempre por el mismo terreno (el de afuera si el toro era boyante y el de dentro si el toro era manso) y, por tanto, faenas construidas a base de un pase por un pitón y el siguiente por el pitón contrario.

Los pases se ligaban (toreo ligado era el de Belmonte, sin ir más lejos) pero había que esperar a que el toro volviese sobre sus pasos, por lo que por mucha continuidad que se le diese lo habitual era que el espectador percibiese cada muletazo como algo aislado.

Belmonte en la soledad... Salvador Balil p. 327 001

Página 327 del libro de uno de los últimos panegiristas del trianero, Salvador Balil Forgas (Belmonte en la soledad de dos atardeceres). Como señala su autor la estructura de la faena belmontista se basaba en ir alternando los pases por cada pitón del toro como en el toreo más tradicional. Los muletazos se perciben todavía como algo aislado.

La única opción de darle continuidad real a los muletazos era la de no dejar que el toro abandonase los vuelos de la muleta al final de este y, por tanto que a un natural siguiese otro.

No fue Joselito a quien se le ocurrió, después de un pase con la mano izquierda, dar otro por el mismo lado pues la cosa era tan lógica que venía de antiguo y las viejas crónicas han reseñado intentos decimonónicos de torear ligando series de naturales (Ahí está el hito que marcó Cayetano Sanz en Madrid) y pase en redondo se llamaba al conjunto formado por tres naturales seguidos pues cerraban el circulo en derredor del torero.

Sólo que antiguamente este pase se daba cuando las condiciones del toro eran las adecuadas, cuando el toro lo “pedía”. El torero antiguo en síntesis, se limitaba a esperar a que el toro quisiera volver sobre sus pasos.

Cayetano Sanz (La Lidia) 001

Cayetano Sanz (Lámina de la Lidia). Cayetano marcó un hito histórico en el toreo al natural

A Joselito fue a quien se le ocurrió que, en vez de esperar al toro, se le podía “obligar” haciéndole tomar el camino alrededor del torero que le marcase el propio torero. Y convirtiendo lo que era un “raro acaso” en un sistema aplicable a casi todas las reses.

Sin embargo, este sistema planteaba varios problemas. El primero que había que cambiar los terrenos de un pase a otro (de las afueras a los adentros) y el segundo que el toro aprendería al engañarle varias veces seguidas por el mismo lado.

Por ello y para para que la cosa funcionase había que mandar mucho en el toro, llevándole muy toreado y, sobre todo, sujetándole al final del pase (como me comentaba Xavier González Fischer hace unos días). Y lo más importante (como puntualizaba Fernando Cámara en su artículo) que se necesitaba un toro que lo permitiese. Un toro que se dejase mandar y obedeciese en los engaños. Un toro bravo pero dócil.

Joselito en redondo (Pepe Alameda-Historia verdadera...) p. 80-8 001

Joselito en redondo con la izquierda (Del libro de Pepe Alameda, “Historia verdadera de la evolución del toreo”). Aquí no hay engarce entre dos o más pases distintos sino sucesión de los mismos pases. El espectador percibe las tandas como algo continuo. A un natural, sigue otro y otro y otro y…

Joselito, como decía Cossío, gustaba de torear al natural en redondo con mucha frecuencia. Y llegó a convertir estas series de naturales en el punto fuerte (y obligado de sus faenas). Pero estas tenían muchas más cosas.

Será Chicuelo quien acabará estructurando y dando forma ya (casi) definitiva a la faena moderna al construirla casi exclusivamente a base de tandas de muletazos. El momento (histórico) tiene también fecha (24 de mayo de 1928) y lugar (la plaza de Madrid). Chicuelo toreó a Corchaíto –un toro de almíbar de Graciliano Pérez-Tabernero- a base de tandas de naturales con la izquierda.

Había nacido el toreo actual y se había cumplido una vieja aspiración de todos sus predecesores en la historia del toreo.

1920-04-20 Chicuelo Sevilla Toro de Rincón 001

Chicuelo toreando en redondo el día de su consagración en Sevilla (20 de abril de 1920) con un toro de Rincón. El más aventajado discípulo de Joselito torea al natural como su maestro, rematando el pase atrás. Se cierra el circulo.

(Continuará…)

sábado, 21 de enero de 2012

Así toreaba el Papa Negro (y III) El pase de la muerte

 

1913-06-02-p.-PyP-Bienvenida-pase-de[2]

Bienvenida ejecutando el pase de la muerte (en el fondo un pase estatuario) en Granada el 2 de junio del año 13.

 

El pase de la muerte. Un tema aparte

Si como decíamos, el capote se presta a dejar volar la imaginación, ésta en el caso de Bienvenida era tan grande que alcanzaba también el toreo de muleto. De ahí su pase cambiado a muleta plegada (del que hablaremos más detenidamente cuando comentemos el toreo de su hijo Antonio) y de ahí, el denominado “Pase de la muerte” cuya invención se le atribuye.

Según José María de Cossío, se llama “Pase de la muerte” a una variante del ayudado por alto que se da “cuando el toro viene muy arrancado y no se corren las manos, sino simplemente se levantan verticalmente y pasa la res bajo el engaño sin más mando que la dirección de su viaje”.

 

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El pase de la muerte de Bienvenida en la versión genial de un torero genial, Joselito el Gallo

 

1912-04-20-p.25-SyS-Sevilla-Bienveni[2]

Aquí, por el contrario, Bienvenida ejecuta un pase ayudado por alto. Estamos en la tradicional corrida de Miura de la feria de abril sevillana del año 12. Un toro muy bien puesto de pitones al que Bienvenida trastea sin apreturas y con la lógica precaución.

 

Como hemos dicho, la invención de este pase se le atribuye. Se lo decía Bienvenida al Caballero Audaz, en la entrevista que citábamos más arriba, la mañana de la corrida de Madrid en la que resultó cogido:

Esta tarde, José Mari, voy a dar  en Madrid  un pase que si me sale bien armaré una verdadera revolución en el toreo

Después de la cogida le diría compungido:

“Tengo hecha cisco esta pierna. Ya ves. ¡El “pase de la muerte” que te dije, lo ha sido para mí!

 

1924-Caracas-Papa-Negro-Pase-de-la-m[1]

Genialidad del Papa Negro. En Caracas, muchos años después (1924), Bienvenida realiza una escalofriante versión del pase de la muerte, el pase de su invención, con las manos muy bajas y los codos muy pegados al cuerpo. Impresiona la impasibilidad del torero ante la embestida del toro. Un toro que se frena, se le vence y le busca.

 

Balance final. Siempre en torero

Si bien, en cierto sentido, la cogida del Trespalacios supuso –como él mismo decía- su muerte como torero, el Papa Negro perdura en la memoria de los buenos aficionados y no sólo por ser “el padre de los Bienvenida” sino por su propia torería, por su espléndido concepto del toreo y por su huella en los ruedos que ni siquiera el paso del tiempo consigue borrar.

 

1894-00-00-Manuel-Bienvenida-Canario

Manuel Mejías Rapela. Foto de estudio de 1894, con diez años.

 

Papa-negro-03_thumb_thumb_thumb_thum  El Papa Negro en una foto de estudio muchos años después pero con el mismo aroma de torero. El parecido físico con su hijo Antonio es tremendo.

 

1908-11-15-SyS-Bienvenida-en-Mxico-b

Bienvenida citando a banderillas en México en 1908. Muy en corto para un par de frente. Elegancia y torería.

 

El-Papa-Negro-Arganda-citando-para-b[2]

Muchos años después, hacia 1945, el Papa Negro, casi con 60 años pero con la misma apostura que cuando era joven, cita para banderillear en un festival en Arganda del Rey.

 

Genio y figura de un gran torero

En el Festival Homenaje a Nicanor Villalta que se celebró en Madrid, el Papa Negro intenta poner un par de banderillas. Se lo impidieron. El gesto de resignación que hace no tiene desperdicio.

 

Festival Homenaje a Nicanor Villalta (Septiembre de 1956)

 

Epílogo-homenaje 

Y para rematar, el par (magnífico) que sí puso unos años antes en Arganda.

Festival-Arganda-del-rey-Papa-Negro-[2]

El par de Arganda

lunes, 16 de enero de 2012

La técnica hoy (II) Del pase a la tanda

Por Fernando Cámara

1899-04-09 (p. 10 Sy S) Madrid Guerrita- Adalid 001

En el siglo XIX era frecuente el “toreo por la cara” porque ya sólo conseguir que el toro rebasase (“pasase”) el cuerpo del torero era toda un proeza. En la imagen que abre esta entrada del blog vemos como Rafael GuerraGuerrita” termina un pase (por alto) a un toro de Adalid un 9 de abril de 1899 en la plaza Vieja de Madrid. En aquella época, raramente se planteaban los diestros darle continuidad a los “pases”. Guerrita toreó a ese toro parando y en corto” según el crítico “Sentimientos” (de Sol y Sombra) algo difícil de apreciar en las rudimentarias imágenes fotográficas de entonces. Lo que si resulta evidente es que el diestro está muy erguido y vertical.

Del pase a la tanda

Si hablamos de técnica de torear, no podemos dejar de hacer un breve repaso por las tendencias que los aficionados han adoptado como consecuencia de las proposiciones –que desde antaño- han hecho los toreros.

En el toreo antiguo los aficionados se sorprendían y emocionaban en cada lance o pase, los cuales se contaban por unidades.

El aficionado se manifestaba con ¡olés! cada vez que el toro rebasaba la jurisdicción del torero. Es decir, en el momento en que el toro y el torero toman contacto (el toro inicia el ataque y el torero, con movimientos de piernas y engaño (capote y muleta) burla la embestida del toro). En ese momento en que el publico percibe la sensación de la cogida, es cuando estalla el ¡olé!

Joselito ayudado rodilla en tierra

El emocionante momento en que el toro pasaba. Provocador del olé ante el evidente riesgo del torero.Un torero, en este caso Joselito el Gallo, que está muy tranquilo y que se pasa cerca -muy cerca- los (pavorosos) pitones de un toro de Miura en la plaza Vieja de Madrid. Un torero además que, por si fuera poco, va a ser la pieza clave en el concepto moderno de ligazón de los pases.

La ligazón comienza a percibirse cuando los toreros se encuentran ante toros con casta que desarrollan bravura durante la lidia y que -no separándose de él- repiten varias embestidas. Embestidas que obligan al torero a crear tandas de lances con el único fin de sortearlas. Embestidas, pues que hay que burlar, y además hacerlo con cierta gracia. Concepto que, después y al adoptar posturas estéticas, llamarían "arte".

Cagancho Por alto 001

El concepto de “gracia” es, evidentemente muy anterior pero será en la edad de plata cuando los toreros empiecen a componer descaradamente la figura en pose fotográfica. Consecuentemente, será en esos años cuando se comienza a hablar del “parón” (Un derivado -exagerado- del “parar” de Juan Belmonte quien es origen de esa tendencia). El “parón” es una leve pausa en el pase que facilita al fotógrafo captar el momento. Una pausa pensada pues para la fotografía, técnica que está cobrando en esos años un auge inusitado. En la imagen vemos como compone la figura –en estética imponente y señorial- el genial Joaquín Rodríguez “Cagancho” (también trianero y de familia de toreros y cantaores fragüeros) precisamente uno de los epígonos de Juan Belmonte.

Lo que antes se llamó pase ahora hay que matizarlo como cite continuado y lo que antes era un pase ahora se le llama muletazo.

Es decir, antes se citaba, el toro acometía y pasaba. Ahora se cita y se realiza el muletazo sobre un trazo que marca el torero y se remata en el espacio justo como para iniciar el siguiente. El concepto de pase ha quedado relegado a un momento específico del muletazo.

El pase es el momento o el punto en que el toro rebasa al torero dentro del muletazo.

2007-06-07 Jose_Tomas Barcelona

El “pase” es ahora un momento (el momento en que el toro pasa o rebasa el cuerpo del torero) dentro del muletazo. Otro diestro genial, José Tomás, contemplando como “pasa” (en rigor, como el diestro hace pasar) al toro en Barcelona en 2007.

El espacio que el torero crea con el movimiento de piernas desde que remata al toro con el giro de cintura y muñeca hasta que engancha el siguiente muletazo, le llamaremos la segunda distancia...

jose_tomas_de_salon_vuelve_a_torear

El final del muletazo. A partir de ahí, el torero debe crear –con el adecuado movimiento de piernas- el espacio necesario (“la segunda distancia”) para enganchar el siguiente pase de la “tanda”. En la imagen, José Tomás entrenando antes de su reaparición después de su tremenda cornada en Aguascalientes. Esta fotografía que mostraba la recuperación del diestro supuso una feliz noticia para los aficionados.

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Ligazón entre dos de los pases de una tanda de muletazos con la derecha de José Tomás en Madrid. La imagen central de esta secuencia recoge el momento en que el torero (manteniendo en posición la pierna izquierda y retrasando la derecha) crea el espacio necesario para poder iniciar el siguiente muletazo: La segunda distancia, pues reservamos el nombre de primera distancia para la correspondiente al cite en el primer muletazo de la tanda.

Los cánones

Poco a poco se fueron creando los llamados cánones del toreo, que no son otra cosa que las habilidades que iban exponiendo los toreros y cuyas formas y contenidos eran recogidos en los artículos de los periódicos por cronistas y escritores especializados.

1986 EL toreo puro (Diput Valencia) Rafael Ortega-Angel F Mayo 001

Los cánones no son sólo cosa de viejas tauromaquias sino también cuestión actual. Pues se encuadra en ese concepto cualquier intento de codificación del toreo (de decir lo que debe y no debe hacerse). Otra cosa es que las propuestas que, en ese sentido, se puedan hacer hoy día hoy alcancen o no suficiente consenso. Eso explica la búsqueda, por los autores de este tipo de tratados, de amparo en el nombre de toreros de suficiente y reconocido prestigio  (Desde Pepe-Hillo hasta Rafael Ortega) entre los aficionados.

Con las aportaciones de los mejores toreros surgían estas habilidades, a veces revisadas por otros espadas con la intención de crear conceptos nuevos o mejorar y perfeccionar los ya creados.

Tanto los aficionados, como los cronistas y los propios toreros estaban de acuerdo en la conclusión de que el toreo se basaba en una técnica que recogía una serie de movimientos, comunes para la embestida de todos los toros, y realizados de igual forma por todos los toreros. Por tanto, había que hacer el toreo ¡como mandan los cánones!

paco-ojeda-ecija

Las aportaciones de los mejores toreros crean nuevos conceptos o perfeccionan los existentes. En la foto, Paco Ojeda en un natural muy representativo de su personal concepción del toreo. Concepción personal del toreo que llegó luego a convertirse en canon, como siempre ha ocurrido a lo largo de la historia.

Partiendo de esta base, el toreo, no ha dejado de evolucionar, con lo que las formas y movimientos de antaño ha ido quedando obsoletos y a aquellos movimientos primarios que crearon un concepto, se les ha ido sumando otros movimientos más perfeccionados, más precisos y más estéticos que han hecho el toreo cada vez más complejo.

A esta situación hemos llegado, como antes hemos expuesto, por la aportación de los toreros con el fin de sorprender y captar el interés de los aficionados, en un ejercicio constante de “superación” personal y de "competencia" con otros toreros, con la que los propios protagonistas crearon, a su vez, la rivalidad.

En nuestros días, José Tomás, ha marcado un hito en este sentido. Cuyo objetivo conseguido está obligando a los toreros a expresarse a un nivel profesional muy importante.

 

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¿Personal e intransferible?. Personal, sí. Intransferible, no. El concepto de los grandes toreros (elaborado a partir del de los toreros que le precedieron) se convierte en canon de los que le seguirán.

Hay que reconocer también, que la perfección en los movimientos está restando capacidad de improvisación, y tal vez creación, al arte del toreo. Por ello, las formas estéticas, carismáticas y personales de cada torero, están tomando un gran protagonismo en materia de sugestión, de cara a los públicos que pueblan los tendidos.

Juan Belmonte

Las formas personales de cada torero siempre han sido claves (y hoy más) a la hora de sugestionar al público. En la foto, uno de los toreros sin duda mas sugestionadores de la historia. Juan Belmonte.

Selección y comentarios de fotografías: José Morente

miércoles, 11 de enero de 2012

Así toreaba el Papa Negro (II) Muleta y espada

 

1912-05-30-p.-SyS-Bienvenida-en-port

Bienvenida espera, mientras los peones finalizan de banderillear al toro, para comenzar su faena de muleta (1912).

 

Toreo de muleta

 1903-07-19-p.03-09-03-SyS-Seviila-Bi[2]

El principio de la faena. Un Bienvenida novillero se presenta en Sevilla ante el tercero de la tarde (su segundo toro pues lleva la montera puesta) del 19 de julio de 1903, en un mano a mano con Corchaíto. El toro (que no novillo pues pese a tratarse de una novillada los veterinarios certificaron que las reses de esa tarde tenían edad de cuatreños) es de la ganadería de Miura.

 

1903-07-19 (p.03-09-03 SyS) Seviila cogida Bienvenida 1º 001

Ese día Bienvenida sería cogido sin consecuencias por su primer toro. Aunque no tuvo una tarde redonda, el crítico de Sol y Sombra decía de él que “con la muleta demostró ser un torero de lo poquito que se ve por esas plazas”

 

 Cartel Bienvenida

No sólo los veterinarios (como acabamos de ver) certificaban la edad de cuatreños de los novillos, sino que en algunos casos esta circunstancia se hacía constar incluso en los carteles. Así ocurre en este cartel de seda de la plaza de Sevilla de una novillada (“de 4 años cumplidos” dice el cartel) toreada mano a mano por Bienvenida y Punteret (Copia facilitada por Antonio Pineda)

 

1903-07-26-p.10-09-1903-SyS-Seviila-

Una semana después, también en Sevilla, esta vez con Gallito Chico, Rerre y Campitos, Bienvenida trastea con la mano izquierda al buen primero de la tarde de Pérez de la Concha (ese día cada toro fue de distinta ganadería). Según el crítico de Sol y Sombra, Bienvenida hizo una faena “despegada pero inteligente”.

 

1905-07-25-p.-3-08-SyS-Bienvenida-Pa

Bienvenida citando para pasar de muleta con la derecha a una res de Pérez de la Concha en una novillada en Madrid (Julio de 1905). El toro fue sustituto de uno de Pablo-Romero.

 

1909-05-20-p.-27-Nuevo-Mundo-Bienven[2]

Pase de pecho con la izquierda. Un pase muy comprometido por el terreno en el que se encuentra el diestro. Bienvenida que está en pleno ascenso (estamos ya en 1909), no tiene empacho en torear de muleta valientemente en la misma querencia de toriles.

 

1910-06-02-p.-Nuevo-Mundo-Bienvenida

El pase de pecho con la derecha en tres fechas distintas. Primero en 1910. El torero está erguido pero con el compás abierto, cargando la suerte, aunque no “espatarrado”.

 

 1910-07-10-p.-El-toreo-1910-07-18-Bi[2]

El día de la corrida de los toros de Trespalacios en 1910.  Los toreros buscaron la verticalidad durante muchos años. De ahí ese empinarse sobre las puntas de los pies para conseguirla, cerrando el compás. La búsqueda de verticalidad llegó a su cenit con Manolete. Hoy, sin embargo, el toreo se busca por abajo, no por arriba. 

 

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Un año después de la cogida de Viajero, en 1911, Bienvenida ejecuta el pase por alto cambiado con la derecha (el pase de pecho) con el compás muy abierto, quizás obligado por la condición del toro. Un toro cuyo pitón izquierdo apunta directamente a la pechera del torero. La foto delata el esfuerzo que hace éste para mantener la posición.

 

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Un pase ayudado. Bienvenida torea de muleta, muy ceñido y parado, en la nefasta tarde de los 6 toros de Trespalacios en Madrid. Bienvenida está muy decidido y valiente, atacando al toro. El tercero (Viajero) truncaría su carrera (y cambiaría su vida) para siempre.

 

 1912-05-05-p.9SyS-Madrid-Bienvenida-

Madrid. 5 de mayo de 1912. Dos años después, Bienvenida prepara el toro para la muerte con otro ayudado en un trasteo sobre las piernas, con el compás mucho más abierto, aunque muy cerca del astado.

 

La estocada. Punto final

Bienvenida fue mucho mejor torero que estoqueador pero desde la feria de San Miguel sevillana del año 9, donde ejecutó por primera vez la suerte de recibir con un toro de Miura, convirtió en habitual en su reportorio la estocada recibiendo que estaba en trance de desaparición. Precisamente en la la recuperación que el torero hizo de esta añeja suerte estriba una de las claves de sus éxitos durante el año 10.

1905-06-18-p.27-07-SyS-Valencia-Bien[2]

Preparando a su novillo para la siempre complicada estocada en tablas, Bienvenida intenta que el burel levante la cabeza (Valencia, junio de 1905)

 

 1910-06-09-p.-Nuevo-Mundo-Madrid-Bie

Y aquí también en tablas, cuadrando a un toro en el año de su apogeo, muy enfrontilado (Madrid, junio de 1910)

 

1905-06-01-p.-13-07-Sy-S-Seviila-nov[2]

En Sevilla, citando a un destartalado novillo de Miura, que se descara y le espera con la cara alta, en junio de 1905

 

1910-05-11-p.-Toros-y-Teatro-Cartage[2]

Bienvenida citando para matar en Cartagena en mayo de 1910. El toro al contrario que el anterior, está muy humillado.

 

1910-05-02-El-Toreo-p.-el-3-Bienveni[2]

Bienvenida entrando a matar al quinto toro de la corrida del 2 de mayo de 1910 en Madrid. Un toro con la cabeza a la altura natural. Esa fue una de sus mejores tardes en esa plaza.

 

Muchos  fueron los matices y sutilezas, vertidos en las discusiones doctrinales que se produjeron a finales del siglo XIX, sobre la suerte de recibir, paradójicamente cuando ya ésta se encontraba en desuso y decadencia.

Pese a ello, creo que lo que nos interesa más hoy día es conocer como ejecutaba la suerte el Papa Negro. Nos lo cuenta su hijo Pepote, quien también gustó -en alguna ocasión- de resucitar este tipo de estocada, y que la consideraba la suerte más difícil del toreo.

Dice Pepe Bienvenida que deben adelantarse la muleta y el pie izquierdo en el cite. Una vez embiste el toro y humillado se va trayendo ésta hacia el torero. Cuando se juntan los pies -cargando el peso del cuerpo en el izquierdo “para buscar un punto de apoyo”- es el momento en el “que el estoque se va hundiendo en el morrillo del toro”.

Otra posibilidad es adelantar la muleta sin mover el pie izquierdo.

Pese a que este segundo estilo se consideraba más ortodoxo en el siglo XIX, Pepote consideraba el primero “más difícil y más peligroso” pues “exige una mayor vista y precisión” 

 

1912-04-14-p.18-SyS-Madrid-Bienvenid[2]

Bienvenida ejecutando la suerte de recibir en Madrid. Es el 14 de abril del año 12. La realiza al modo primero de los descritos por Pepote Bienvenida (adelantando el pie izquierdo y la muleta en el cite), el modo que este diestro consideraba “mas difícil y peligroso” (que es, además, el mismo modo que se ve en las fotografías que de padre e hijo publicábamos en la anterior entrada del blog)

 

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En 1911, después de media estocada alta (Bienvenida toreaba esa tarde toros de la Viuda de Pérez Tabernero con Vicente Pastor y Manolete).

 

1905-10-19-p.-2-de-nov-SyS-Zaragoza-

Desplante después de la estocada ante un astado de Concha y Sierra (Zaragoza. Octubre de 1905)

 

1911-05-07-Toreros-p.-dia-14-Bienven[5]

Descabellando (1911)

 

1912-04-19-p.25-SyS-Sevilla-Bienveni

Esperando la muerte del toro, mientras el puntillero se acerca sigiloso por detrás subido al estribo de la barrera. Sevilla, 19 de abril del año 12.

 1912-04-18 (p.25 SyS) Sevilla Bienvenida 2º toro 001

Esperando la puntilla a otro toro, un día antes (18 de abril de 1912). Es de destacar que, en ambos casos, el puntillero se acerca por detrás, no por delante como se estila ahora. Este modo antiguo de apuntillar a los toros tiene más lógica que el actual.

 

1910-07-10-p.-21-Nuevo-Mundo-Bienven[7]

Bienvenida ve morir a su oponente. Era el 10 de julio de 1910 en Madrid.

 

1905-07-09-p.-26-10-SyS-Barcelona-ov[2]

La ovación al torero tras una buena faena (Barcelona, julio de 1905). La fotografía presenta la curiosidad del escenario que ocupa parte del tendido y donde, por cierto, se han ubicado algunos espectadores comodones. Convertir las plazas de toros en espacio polivalente es una necesidad de ayer y hoy para rentabilizar (no sólo económicamente) estos espacios públicos.

(Continuará…)