Por Jose Morente
Antonio Ordoñez toreando a la verónica en el Coliseo de Roma. Puro arte del toreo más puro.
Piensan algunos aficionados que el arte del toreo se puede reducir a una mera cuestión cuantitativa. Que el mérito artístico de un lance o de una faena (como el de un cuadro o el de una poesía o el de una sinfonía) se deben medir por las dificultades vencidas. Piensan que solo es arte lo que se consigue mediante el esfuerzo.
En esta fotografía de Antonio Ordoñez toreando a la verónica, y creando arte, en el Coliseo romano, no hay esfuerzo aparente. Por no haber, ni siquiera hay un enemigo al que vencer. Pero, sin embargo, nadie puede negar o dudar que la foto recoge un momento vibrante, de plástica expresión. Un bello momento.
Y es que, en el toreo de salón y las pruebas cantan, se pueden alcanzar momentos de una belleza inusitada pese a la ausencia del toro que, aunque ausente, se adivina y presiente –se hace presente- gracias al gesto del torero.
En el toreo de arte, el toro no condiciona el toreo aunque sea siempre su premisa necesaria. Al contrario, en el toreo de arte, es el propio toreo, con su belleza inútil, el que determina, condiciona y, a la postre y en cierto modo, crea al toro.
2 comentarios:
Torear, es crear, si esta el toro delante, mejor,pero ya estas creando,inspirado en un senimiento, que va desde el corazón a las plantas de las manos, hasta los pies,como esta foto de uno de los mejores interpretes del toreo,Antonio Ordoñez, sobre todo a la verónica, es una columna más, sin desentonar, con el partenon, Griego.Bonita foto, abrazo, Manuel Vázquez
Manuel Vázquez:
Bonita foto y bonito comentario el suyo.
Un abrazo.
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