domingo, 15 de marzo de 2015

El hilo del toreo (I) Morante en Castellón

Por Jose Morente

 

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Verónica eterna de Morante en Castellón. El día 13 de marzo. Un día antes de “la faena” de Valencia (Fotografía de Cultoro)

 

Aunque el toreo está en continúa reinvención para adaptarse  a las exigencias de los públicos y a las cambiantes condiciones de los toros que se lidian en cada época, existe un hilo invisible que recorre toda su historia de arriba abajo. Es el hilo del toreo del que hablaba ese gran conocedor que se llamó Pepe Alameda.

Un hilo que subyace debajo de formas, modas, épocas, tiempos y modos. Un hilo sutil e invisible, como la técnica de los toreros artistas, pero muy resistente. Tan resistente que nunca se rompe.

Es el hilo que une a Gallito con Chicuelo y a este con Manolete.

Es, también el hilo que parte de Juan Belmonte, pasa por el llorado Gitanillo de Triana y llega, en nuestros días, largo hilo, a Morante de la Puebla.

Un ejemplo de ese hilo son la verónica de la foto que encabeza esta entrada y la verónica de la foto que la cierra. La primera es de Morante de la Puebla, la segunda de Curro Puya.

Impresiona la belleza de ambos lances pero impresiona también la semejanza que existen entre ellos.

Para empezar, ambas verónicas simbolizan el mejor toreo de capa posible. En efecto, cuando se torea a la verónica, alternando pitones y ganando terreno, lo más apropiado es adelantar la pierna de salida, cargando la suerte. Sin desmerecer otras formas torear a la verónica, esa es lo más ortodoxa y, para mí, la más bella.

Así, cargando la suerte, lancean Morante y Puya. Con idéntica posición de las piernas (conviene fijarse en las puntas de las zapatillas y comparar).

Pero torear no es sólo cargar la suerte. Torear es mucho más que eso. Como esos torsos, en giro perfecto y acompasado. O como esos brazos de salida que aseguran el remate y la ligazón. Recogido y más alto el brazo derecho en la verónica de Morante. Más extendido y algo más bajo, el mismo brazo en la verónica de Curro Puya. Varía también la posición de la cabeza de las reses, más humillado y entregado el toro de hoy. Pequeñas diferencias dentro de grandes similitudes.

Existe un hilo invisible que va desde la verónica de Curro Puya hasta la verónica de Morante de la Puebla. Es el hilo del toreo eterno.

 

img_0009 Una veronica de Gitanillo de Triana

La verónica eterna de Curro Puya.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Acertado, como siempre, Jose.
Y nos hace falta un critico como Pepe Alameda, que sabia ver, reconocer, y transmitir lo bueno de las corridas en vez de solo enfocar en lo malo (real e imaginado) como la mayoria de los criticos de hoy.
Jim Verner

Jose Morente dijo...

Jim Verner:

Gracias, Jim. Y puestos a buscar crítico. ¿Porqué no te animas tú mismo?.

Lo harías cumbre

Un abrazo

japolos dijo...

Efectivamente, el hilo del toreo es eterno, se acompasa a los tiempos, las formas, los públicos, los toros... y permite establecer paralelismos y comparaciones entre dos fotografías tomadas -como es el caso- con 85 años de diferencia.

Y a propósito de las fotos. Probablemente el toreo de capa evolucionó antes que el toreo de muleta. No es fácil encontrar similitudes tan profundas entre el toreo de muleta de entonces y el de ahora... aunque estoy seguro de que Jose Morente nos ofrecerá inmediatamente una muestra que desmienta lo dicho (algún natural de Chicuelo en 1928).

japolos dijo...

También estoy de acuerdo con Jim Verner. ¡Pepe Alameda, que además de crítico era poeta!

Dosorejas dijo...

La cuestión es si al genio de La Puebla le daría por tolerar como lo hace Curro Puya a un toro sin entrega, sin humillar....Muchas dificultades veo para tan frágil torero. Soy defensor dl buen toreo y este hombre desde luego que lo sabe hacer, pero lleva consigo todo lo malo de estos tiempos, toros chicos, flojos, exigencias a los demás (véase empresarios) y pocas exigencias por su parte. Lo de no ir a Sevilla e ir una sola tarde a Madrid, es para mosquearse, yo no voy a ir a verle a roquetas de mar que es donde se siente agusto....

Jose Morente dijo...

japolos:

Existe el hilo pero existe sólo para los buenos y apasionados conocedores del toreo.

Por lo que respecta al toreo de capa (raíz Belmonte) evolucionó más rápido (Gitallino y Cagancho) que el toreo de muleta (raíz Joselito). Este no lo hizo hasta Manolete (Gracias a Chicuelo, eso sí)


Muchas gracias y un abrazo

Jose Morente dijo...

Dosorejas:

Por supuesto. Sólo el buen toro (bravo y noble) permite el buen toreo. La verónica de Gitanillo es inmensa como su toreo pero falta el toro.

Hay una película de este diestro, de Curro Puya, que es un verdadero drama para quien se apasiona por el toreo.

En ella, Gitanillo torea de capa. Da un lance y luego otro y cuando quiere dar el siguiente el toro se acobarda y para. No quiere pasar. Puya aguanta (era un diestro valiente) pero el lance no se puede rematar. El toro de la edad de plata no tenía tanta bravura ni casta como nos dicen. Lo que pasa es que le picaba mucho menos.

Como digo, un drama personal. ¿Que hubiéramos visto si el toro hubiera pasado humillando como pasan hoy?

Aunque siempre lamentaré no haber podido ver torear a Francisco Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana, puestos a elegir me quedo con estos tiempos...

He podido ver torear de capote a Morante de la Puebla.

Muchas gracias y un saludo.