viernes, 20 de mayo de 2016

Carta abierta sobre Enrique Ponce

Por Alberto Marcos Morante

La belleza del toreo del más elegante de los toreros. La media verónica del maestro Enrique Ponce (Fotografía Mundotoro)

Mis aspiraciones en el toreo son las de ser un buen aficionado. Disfrutar con el toreo, entender “sus porqués”, conocer las diferentes tauromaquias, así como los grandes toreros de la historia y sus conceptos

El primer torero que entró en mi cabeza se llama Enrique Ponce. El motivo no lo conozco y tampoco me interesa descubrirlo. A Ponce sólo me apetece disfrutarlo y lo llevo haciendo veinticuatro años.

Hoy, hace unas horas, en la corrida celebrada en Madrid, es la enésima vez que lo he paladeado y a fe que el público de Madrid también lo ha hecho. El mismo público que en su día protestaba hasta cuando hacía el paseíllo, hoy se ha olvidado del “pico” del “fuera cacho” del “crúzate” y de más cánones aprendidos de memoria y han dejado expresarse a Enrique Ponce como casi nunca. Con su toreo, con su concepto, que es el mismo que lo ha mantenido arriba durante veinticuatro años, que se dice pronto, pero que no debe de resultar nada fácil lograrlo.

Sólo puedo entender su histórica trayectoria desde la afición, la ilusión, el amor y el respeto a su profesión, valores que se me antojan indispensables en todo aquel que fija su meta en ser figura del toreo. Ese es, desde mi punto de vista, el mensaje de Enrique Ponce la tarde del diecinueve de mayo en la plaza de Las Ventas.

Ayer Madrid trató a Ponce con la categoría y el respeto que Ponce se ha ganado y se merece.(Fotografía Mundotoro)
Ponce es un lujo en el toreo y así lo ha entendido la cátedra madrileña. Es posible que lo hayan “dejado hacer”, que lo hayan “dejado expresarse” porque los enemigos a batir son otros y Ponce en su condición de maestro del toreo, con la solera de toda su trayectoria, se haya liberado ya del peso de la púrpura.

Ponce es mucho Ponce y estará en el toreo lo que le de la gana… 

¡Y nosotros que lo veamos!

Ponce acabó ayer su faena a un complicado toro de Valdefresno, cogiéndole un pitón, tras machetearlo de rodillas ¡Aromas del toreo eterno! (Fotografía Mundotoro)

5 comentarios:

jose alberto dijo...

'que se puede decir sobre lo expresado desde el punto de vista de un aficionado de una manera llana , pero profundamente sentida? Sería algo así como llover sobre mojado

Anónimo dijo...

Muchas gracias, «medio tocayo» por la parte que me toca. No quiero que suene a «peloteria» fácil, pero es un orgullo para mi que José se haya acordado para que hable de Ponce (más desde la admiración, que desde el conocimiento). Sin duda, La Razón Incorporea, es un lujo ( como el MAESTRO Ponce) para los aficionados.

Anónimo dijo...

Soy Alberto Marcos Morante. Perdón. Se me olvidó firmar el comentario

Paco Carmona dijo...

Un artículo magnífico, a la altura del torero que representa. Directo, Fácil, elegante, bonito, y se entiende a la perfección. Enhorabuena a esta nueva pareja de baile (editor y escritor). Deseando leer tu próxima entrada, Alberto.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias. AMIGO. Deseando seguir aprendiendo con vosotros.Alberto M. Morante