domingo, 2 de febrero de 2014

La tauromaquia de Enrique Ponce (I) El comportamiento del toro (1ª parte)

Por Jose Morente

FOTO PONCE NIÑO

Enrique Ponce ha tenido desde novillero una intuición precoz para entender los toros junto a una elegancia innata muy valenciana.

Prólogo

Cuando le vi en Madrid en su debut como novillero, Ponce –literalmente- me deslumbró. No sólo a mí sino a toda la Cátedra de las Ventas, tanto que al domingo siguiente le volvieron a repetir.

Muy niño, muy poca cosa físicamente, pero ya con una cabeza privilegiada y una inagotable capacidad de entender las reses. Muy elegante en las formas. Pese a ello, Ponce no ha sido nunca torero de mi devoción como si lo es –por ejemplo- de mis amigos Paolo y Domingo. Quizás porque entonces el que me entusiasmaba era un muy absorbente Joselito y después, ya fueron otros los diestros que con sus apuestas más radicales  conseguían captar mi atención e interés.

Pero el caso es que, siempre que he ido a verlo, este torero me ha sorprendido grata y favorablemente pues siempre, siempre, nos ha demostrado en la plaza ese conocimiento enciclopédico de las reses y esa elegancia extrema en su toreo que apuntaba de novillero. Lo primero, me fascina aunque tengo que reconocer que lo segundo (la forma sobre el fondo) no tanto.

En cualquier caso, y como no podía ser de otra forma, sus ideas sobre el toreo, sobre la técnica del toreo, son claras, precisas y solventes por lo, más adelante volveremos sobre ellas. Hoy me interesan sus ideas sobre el toro. Sobre el comportamiento de los diferentes encastes.

Y es que Ponce es uno de los pocos toreros punteros de esta época dispuesto a torear reses de todos los encastes aunque, con el reparo (y no es tópico), de hacerlo arriesgando poco (o dando la impresión de arriesgar poco que tanto monta). Vaya lo uno por lo otro.

Cuando el interés de los aficionados (aparte de la reaparición, siquiera sea puntual, de José Miguel Arroyo “Joselito”) se centra estos días en el órdago a la grande de los toreros punteros a la Maestranza de Sevilla, Ponce nos regala estas declaraciones que hizo a José Luis Ramón para 6 toros 6 hace pocas semanas (que ha facilitado mi buen amigo Paolo Mosole y que reproducimos a continuación, en la parte que nos interesa). Unas declaraciones que ponen el contrapunto torero (pues sólo habla de toros y toreo)  a tanto debate.

6 Toros 6 Ponce (Portada)

6 Toros 6 publicó en su último número del año una jugosa entrevista de José Luis Ramón con Enrique Ponce.

 

La salida del toro a la plaza. Hechuras y modo de embestir

La entrevista (una gran entrevista) comienza por donde se debe que es por el principio y en la plaza, el principio está en la salida del toro.

Comenta Ponce que el, en lo primero en lo que se fija de un toro, como no podía ser de otro modo, es en las hechuras y añade:

Y dentro de eso, en si está en el tipo morfológico de la ganadería y del encaste al que pertenece. Por poner un ejemplo, no me preocuparía si un toro del encaste Atanasio es más bien altón, huesudo, grande y veleto de pito­nes. Pensaría “es un toro grande, pero está dentro del encaste”. Y lo mismo con los otros encastes.

Además, trato de recordar algún toro parecido de hechuras que yo haya matado y que me recuerde al que acaba de salir por la puerta de chi­queros. Yo siempre busco la positividad (…) y cuando veo salir un toro, quiero recordar alguno que se parezca y que salió bueno.

28. Enrique Ponce (Puerto de San Lorenzo) - Santander

Ponce en Santander, ante un toro grandón y largo (características morfológicas propias del encaste Atanasio) del Puerto de San Lorenzo (Fotografía de la web del Club Taurino of London)

Sin embargo, para el torero de Chivas, la importancia del toro no está en su tamaño sino en su seriedad que es lo que le da trapío al toro. 

El toro de Santa Coloma chico, de 450 kilos, tie­ne un trapío impresionante. Es un toro que el trapío lo lleva en su mirada y en su gesto.

Fue un error querer sacar de tipo ese toro de Santa Coloma. Y si te das cuenta, las ganaderías que han sobrevivido de ese encaste, como son Ana Romero y La Quinta, por ejemplo, salvo excepciones mantienen el toro bajo y bien hecho. Y prueba de ello es que cuando se lidian en una plaza que no les exige el trapío que a otros encastes que sobrepasan con creces los 500 kilos, cualquier toro de esas ganaderías tiene una gran seriedad en su mirada y en su morfología. Ahora se está empezando a valorar ese toro que a simple vista no parece grande, pero que entraña una gran seriedad.

Puede que los gustos estén cambiando pero me temo que lo que dice Ponce no pasa de ser un deseo suyo que tiene poco que ver con lo que opina la mayoría de la afición actual.

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Carlos Criado 01

Juli y Manzanares en Málaga en agosto de 2011 con toros de la Quinta, Una corrida de escasa romana, que salió muy complicada (salvo un toro que propició el triunfo de Manzanares) y que tuvo mucho interés por el juego y seriedad de los toros y por la disposición de los toreros. Lo malo es que los aficionados conspicuos malagueños no lo entendieron así y denunciaron el (según ellos) escaso trapío de los toros de Santa Coloma. 

Y en segundo lugar, después de las hechuras, para Ponce lo más importante es el tranco:

[En el toro, me fijo] en que llegue al burladero galopando o en que llegue andando. No me gusta que vaya trotando o al paso, sino que prefiero que cuando se arranque vaya con todo. Y luego, cuando llegue al burladero, que eche la cara al suelo y no pegue el cabezazo arriba.

 

27 de mayo de 1996. “Lironcito” de Valdefresno. Un toro emblemático en la carrera de Enrique Ponce, salta al ruedo de las Ventas.

Como dice el comentarista de TVE, Fernando Fernández Román, se trata de un ejemplar de tremenda presencia, muy montado arriba y de considerable altura de agujas. Pesó 574 Kg. lo que, en ese encaste de Lisardo-Atanasio, no llega a ser un dato preocupante. Más preocupante es, en cambio, el detalle de que el toro no llega a rematar en los burladeros y, cuando lo hace, lleva la cara un pelín alta.

La importancia de estos datos previos es sólo relativa pues como dice Ponce:

Son detalles que no te dicen cómo va a ser el toro, pero apuntan cosas. No es lo mismo llegar al burladero y pegar un derrote arriba, que meter el hocico abajo y rematar. Ese es un síntoma bueno. Pero sólo es un síntoma, porque los toros cambian durante la lidia, aprenden y desarrollan. Por eso la lidia es tan im­portante.

(…) Todo lo que se haga a favor del toro, siempre va a ser positivo. El toro no se tiene que orientar nunca de nada. O lo menos posible. Hay toros que son más listos y otros que están más entregados, por eso todo lo que se le haga bien hecho el toro lo va a agradecer luego durante la faena de muleta.

Y es que, como decía Gregorio Corrochano, la lidia se debe orientar a corregir los resabios que traiga el toro (o evitar que los adquiera si nos lo tiene) desde que sale hasta que muere.

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La lidia empieza en el primer capotazo. Ponce ante un toro de Valdefresno, que echa las manos por delante, en Madrid el 28 de mayo de 2008 (Fotografía de Manu de Alba que, como todas las que siguen del mismo autor, pertenecen a su libro “Enrique Ponce-Historia de una temporada” )

El problema del mono-encaste

En la entrevista, Ponce denuncia esa marcha hacia el mono-encaste que se viene produciendo en el tiempo.

Es verdad que los distintos encastes hacen que la lidia y las faenas sean diferentes. Por ese motivo veo positiva la variedad de encastes. Una de las cosas que echo en falta en estos últimos años es la variedad que había cuando yo empezaba, hace veinticinco años, pero es que hace cuarenta años aún había más variedad. Y hace cincuenta. Hoy en día ya no es así, y se nota en la monotonía que pue­de provocar lo que algunos llaman mono-encaste.

Es el propio torero quien explica las razones por las que se produce esa situación:

El encaste Domecq está en un gran momento y es el que mejor ha so­brevivido a la exigencia del toro grande, al toro con volumen y que luego embista. En el caso contrario está Santa Coloma, que sufrió el exceso de volumen.

  2009 Zaragoza Coralito de Ana Romero

“Coralito” de Ana Romero ganador de la Concurso de Zaragoza de 2009. El toro de Santa Coloma es un toro chico al que no se debe sacar de tipo (Del blog de “Josemi toros”). Su poca caja –además de un sentido que se agudiza con la edad- ha perjudicado mucho a las ganaderías de este encaste.

 

El problema de la consaguinidad

Pese a su defensa de la variedad de encastes, el torero no se muestra reacio a los cruces, antes al contrario:

También hay ganaderías que se han ido perdiendo por consanguinidad, por no cruzar, y también tienen un mérito muy grande.

Por ejemplo, Samuel Flores, que nunca ha cruzado con nada, y es muy difícil mantener un encaste tan puro durante tantos años. Y ahí está, manteniéndose con un gran esfuerzo. O Pablo Romero, ahora Partido de Resina, otro ejemplo. Y también ganaderías que recuerdo de cuando empezaba, como son Antonio Pérez, Galache y hasta lo de Murube, que ahora mismo está representado por Capea, por Pepe Murube y por Fermín Bohórquez, que tienen un gran éxito a caballo y a pie echan toros de gran calidad, pero son ganaderías que han sufrido mucho el tema de la consanguinidad. Miura, Victorino, Cuadri… tienen un gran mérito.

Sin embargo. Domecq está muy abierto, van refrescando unas ganaderías con otras y se van dejando los se­mentales.

Ponce en un pase de pecho a un toro de Samuel Flores en Madrid. El problema de la consanguinidad afecta a las ganaderías puras y que no cruzan con otras procedencias.

 

El mono-encaste que no es tan mono.

Al final, tanto cruce da sus frutos pues a fin de cuentas lo que a la postre define una ganadería es el carácter de su ganadero. Por eso, Ponce apunta que esas ganaderías de encaste Domecq “son muy distintas entre sí. Cada ganadero le ha ido dando su perso­nalidad. Siendo lo mismo, Victoriano del Río nada tiene que ver con Juan Pedro. ni Zalduendo con Jandilla, y eso hace que el concepto de mono-encaste no lo sea tanto”.

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“Ebanista” El complicado toro de la ganadería “Toros de Cortés” (Victoriano del Río) que cogió al Juli en Sevilla en abril de 2013. Encaste Domecq.

 Ingrato de Parladé

“Ingrato de Parladé. El nobilísimo toro que indultó Tomás en Nimes en septiembre de 2012. Encaste Domecq

Dos toros del mismo encaste pero radicalmente diferentes por hechuras y comportamiento.

No obstante, si que hay unas características generales comunes a los toros de la rama Domecq , características que Ponce define con precisión:

[El toro de Domecq] es un toro muy compensado. Y tie­ne muchas virtudes: la nobleza, el recorrido. el temple… es un toro que lo tiene todo, aunque a veces no lo tenga en un grado superlativo. Pero lo tiene (…)

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Ponce ante un bravo y encastado toro de Santiago Domecq en Málaga, el 17 de agosto de 2008, el día que reaparecía de la cornada que le propinó en Alicante un toro de Torrestrella (24 cms y 4 costillas rotas). Muy pocos días después se vería las caras de nuevo con los toros de Torrestrella en esa misma feria de Málaga.

 

2008-04-28 Sevilla Zalduendo Ponce

Y en Sevilla, el 28 de abril de 2008, ante un complicado y exigente toro de Zalduendo. Las virtudes del toro de encaste Domecq, bueno o malo, son las que permiten al torero relajarse en los muletazos (Fotografías de Manu de Alba) 

Pero la cualidad más destacable de ese encaste es, para Ponce, la fijeza:

Destacaría también su fijeza. Incluso el toro regular es un toro fi­jo. El malo de otros encastes a veces pier­de la fijeza, deja de estar contigo, y eso es una característica fea (…)  Incluso los que no humillan del todo, a media alturita son capaces de embestirte sesenta veces muy bien. Y de no orientarse. Suele tener nobleza y. por tanto, se entrega al torero. En su conjunto, es un toro que se acerca mucho a todas las virtudes.

2008 Valencia Ponce (JPD) 001

La cualidad más positiva del toro de encaste Domcq es su excepcional fijeza. En la imagen, Ponce ante un toro de Juan Pedro, muy fijo en el engaño, en su primera corrida del año 2008 (Fotografía de Manu de Alba) 

 

Un toro que también tiene algún defecto aunque, el que señala el maestro, no sea siempre muy visible o importante para el público.

El defecto para mí del en­caste Domecq es, en general, que cuando roza la muleta a veces quiere puntear. Y ese cabezazo al final del muletazo es mo­lesto. Lo mejor es que ese defecto se pue­de ir puliendo. Hay toros de otros encas­tes que cuando rozan la muleta la empujan, se la llevan, y esa es una gran virtud.

 

2010 Sevilla Victorino Ferrera

Antonio Ferrera con un Victorino en Sevilla en 2010. Al contrario que el toro de encaste Domecq, el toro de Victorino cuando alcanza la muleta no suele puntear sino empujarla. Ya señalaba Victorino Martín hijo en otra entrada de este blog que sus toros tienen ese comportamiento incluso cuando cogen a los toreros, lo que explicaría las pocas cornadas que, relativamente y en proporción a las evidentes complicaciones que tiene su lidia, han dado.

(Continuará..)

9 comentarios:

francisco butler dijo...

Como siempre, muy interesante, ameno y didáctico.
Aplausos.

Jose Morente dijo...

francisco butler:

Muchas gracias por el comentario

Saludos.

Anónimo dijo...

Lo reconozco, Ponce fue mi "primer amor" (taurinamente, claro) ese que te cautiva por su belleza y que con el paso del tiempo, aun conociendo sus defectos, sigues acordándote de él, porque, sus muchísimas virtudes e incluso una especie de "cariño especial", tapan todos los defectos. Por suerte, los aficionados nos permitimos el lujo de tener varios "amores", pero sin olvidar los primeros.
Ponce es una enciclopedia taurina, cada palabra tiene un porqué y escucharlo hablar de toros es un lujo. Precisamente, me parece un torero muy apto para hablar de encastes (si no me falla la memoria, quizá le falte Pablo Romero y Veragua "puro", del resto ha toreado TODO) y de la evolución del toro y de las ganaderías, pues desde finales de los 80 hasta ahora, efectivamente ha habido un cambio significativo.
Espero la segunda parte, José. Un saludo y gracias.
Alberto Marcos Morante

Jim Verner dijo...

Estimado José:

Otra vez has dicho verdades que muchos aficionados, por buenos que se consideren, no llegan a entender.

Hay mucha ignorancia sobre como son los toros, aunque sean del mismo 'encaste' (palabra que no me gusta ya que la definición de ‘razas’ de toros de lidia esta en los primeros segundos de su infancia). Aunque las crías sean del mismo semental y de la misma vaca, hay mucha variación, pero demasiados aficionados se dejan llevar por los tópicos y hablan del mono-encaste ya que esto no requiere que analicen las cosas de cada toro.

No hay duda de que la selección de ganado bravo haya cambiado, o reducido, mejor dicho, la variedad de las características del ganado de lidia, pero aun estamos lejos de un mono-encaste de toros aburridos.

Lo aburrido viene de

a) Los empresarios y públicos que creen que kilos es trapío, y

b) los toreros que insistan, aunque sin éxito, dar faenas a todos los toros como si fueran nobles.

Un abrazo

Jose Morente dijo...

Alberto Marcos Morante:

En efceto, Ponce tiene algo especial que trasciende a sus posibles defectos. He destacado varias veces en la emtrada la elegancia de su toreo porque me resulta muy "natural" (ahora que esto de la naturalidad es un valor en alza) y nada impostada. Pero sobre todo su capacidad a la hora de entender a los toros es inmensa e inagotable.

El análisis que hace del toro de Domecq es magnífico y, no podía ser de otra forma, alejado de los tópicos al uso.

Su análisis de los diferentes encastes (segunda parte) es sencillamente deslumbrante. Igual que cuando analiza una faena suya concreta.

Ponce es torero para ver, eso es indudable, pero también para escuchar y aprender.

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Alberto Marcos Morante, de Veragua puro quizàs le falte, pero de Pablo Romero Ponce sì ha toreado algunos toros (en plazas de segunda). A Ponce tanto le gustaba esa ganaderia que a punto estuvo de comprarla cuando Jaime de Pablo Romero la quiso vender.
Tambien en su abanico de encastes tiene una de Miura (en Linares) aunque esa ganaderia no le convenciò nunca.
En fin, gracias José por publicar parte de esa gran entrevista. Creo que muchos toreros de hoy tendrian de aprender del magistral ejemplo de Ponce que ha toreado todo tipos de toros y de encastes, en qualquier plaza y con todos los toreros de estas ultimas 3 decadas (o màs, ya que no hay que olvidar que confirmò su alternativa en Madrid con Rafael de Paula...) Y eso a parte de gusto o de supuestos "defectos" (que seria interesante comparar a lo largo de la historia). Tambien ciertos aficionados (y criticos) deberian aprender de lo que dice y no faltarle el respeto minusvalorando sus incuestionables meritos, almenos para no quejarse luego de que las figuras de hoy solo matan 5 ganaderias y que se encierran en un circuito.
Estoy a la espera de la siguiente parte de esta bonita entrada.
Un saludo,

paolo

Jose Morente dijo...

Paolo

En efecto, Ponce también ha matado corridas de Pablo Romero y con cierto éxito, creo.

Está claro que cuando reprochamos a los toreros punteros no torear diversidad de encastes, no nos estamos refiriendo en absoluto a este diestro.

estoy de acuerdo con usted en lo que respecta a valorar cada torero en función de sus virtudes y defectos reales. Y digo reales porque si partimos de la hipótesis "lalandista" de que desde Manolete acá sólo se practica el "destoreo", mal vamos (no por nada si no porque acabaremos por no entender nada)

Un cordial saludo

Sebastián dijo...

Buenos días.

Yo hecho de menos que esa defensa de la diversidad de encastes, que en realidad es la defensa de toros con diferente morfología y comportamiento procedan de donde procedan y por lo tanto sacar la fiesta de la monotonía, no se la inculque al resto de sus compañeros, que son los que realmente tiene la fuerza para cambiarlo.

Es decir si ahora hay menos diversidad es porque los toreros quieren.

Estamos continuamente machacando al público que cree que sólo hay una única forma correcta de torear pero damos por bueno que los toreros tengan un único estilo y no cambien ni una coma, por lo que les justificamos que maten siempre lo mismo.

A los mandones de la fiesta es a los que hay que exigirles y pedirles cuentas de lo que sale y se hace en la plaza, porque sale y se hace lo que ellos quieren.

Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Gracias Paolo por el apunte sobre lo de Pablo Romero, lo desconocía. (imperdonable para mi, que pensaba que conocía bastante bien la carrera de Ponce) Estoy de acuerdo con usted totalmente, pero por puntualizar, desde mi perspectiva, qué tipo de toros le "han ido mejor", (aunque Ponce destaca precisamente por lo contrario, es él el que se adapta)creo que la rama de Atanasio (Sepúlveda, Atanasio, El Puerto, Valdefresno) o los Parladé de Samuel Flores, es el encaste con el que "marcaba diferencias", para mi. No sé que opináis. Yo deduzco que por su concepto del toreo de "ir haciando" a los animales, estos encastes son o fueron sus predilectos.
Un saludo para todos.
Alberto Marcos Morante