Por Jose Morente
16 de agosto del fatídico 1947. Matías Prat entrevista a Manolete en el callejón de la plaza de toros de San Sebastián |
- ¡Que ganas tengo de que llegue octubre!
Eso le decía un hastiado y agotado Manolete a Matías Prat, en el callejón de la plaza de San Sebastián el 16 de agosto de 1947, tan sólo unos días antes de lo de Linares.
Manolete había estado sensacional en su primer toro, bravo y noble, cuajando una gran faena, de la que destacaba una tanda de cinco naturales rematados con un sensacional pase de pecho. Pero su segundo había sido manso y como el decía en otra entrevista ese mismo verano:
- Lo más probable es que el año que viene no me vista de torero en España. Y a lo peor al siguiente tampoco (...) Estoy disgustado, amargado,... El público está cada vez más exigente conmigo. Y yo hago todo lo humanamente posible para quedar bien. En las corridas del norte he podido comprobar cómo la gente que cuando ve a un torero apurado porque su toro no se presta al lucimiento, se limita a decir: "¡Mátalo!", a mí me silba. Créame usted que si no fuera porque ya están firmados los contratos, y parecería una deslealtad o una cobardía no cumplir los compromisos pactados..., ahora mismito lo dejaba todo y no volvía a vestirme más de torero.
Manolete, agotado y exhausto tras la lidia de sus toros. Gijón, 24 de agosto. |
El caso es que el verano del 47 fue un verano muy incómodo para Manolete. El público chillón le exigía cada vez más y más, la mayor parte de las veces sin motivo. Una campaña de prensa orquestada en su descrédito iba consolidando un ambiente hostil en contra de unos de los toreros más honrados que ha dado la historia. La primera piedra la había lanzado Corrochano cuando en una corrida de feria de Sevilla a la que acudió Manolo de espectador dijo que parecía un banquero más que un torero.
No solo don Gregorio. Hubo otros muchos críticos que secundaron a Corrochano poniendo al público en contra del maestro cordobés. Y consiguiendo que, como decía Manolete, "la gente está más pendiente de lo que gano que de lo que hago".
Un buen ejemplo es el de este artículo aparecido en el Ruedo el 28 de agosto, precisamente el mismo día que Islero cogía mortalmente en Linares a Manuel Rodríguez Manolete.
La muerte de Manolete en la plaza de Linares acalló las injustificadas críticas contra su figura. De hecho, solo una semana después del artículo antes citado, en el número extraordinario que el semanario el Ruedo dedicó a su muerte, se reconocía sin matices la grandeza e importancia de Manolete en la historia del toreo.
Una tregua en la guerra contra Manolete que, por desgracia, solo sería temporal.
4 comentarios:
Gracias José por recordar el aniversario de la cogida mortal del torero que marcó el rumbo de la tauromaquia contemporánea.
Su último año en España fue un acoso y derribo orquestado por la prensa, familias y clanes taurinos y un público convencido de que estaba ante un estafador... Un estafador que dio la vida por el toreo.
Poco antes de Linares, Manolete declaró que para él nunca hubo eso que llaman palmas de simpatía.
Enhorabuena por este blog que es una referencia para los aficionados sin prejuicios ni dogmatizados por los tópicos históricos que encorsetan la historia del toreo.
Que bien Escribía Corrochano y qué poco entendía de toros. Siempre estaba a por uvas.
Antonio Luis Aguilera:
Efectivamente el último año de Manolete fue de traca. Pero no cambiamos, ahora les toca a otros toreros incluso a aquellos más comprometidos con la fiesta.
Gracias por su comentario y gracias, sobre todo, por su blog https://plazadelalagunilla.blogspot.com/ mucho más constante que el mío.
Un fuerte abrazo
Anónimo:
Exacto. Corrochano escribía muy bien y aunque sabía de toros, erraba el tiro muchas veces por su dogmatismo y protagonismo.
Un saludo.
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