Manolete en un muletazo mirando al tendido. Un pase que algunos aficionados se atrevieron a calificar de “truco barato”
“Truco es una apariencia engañosa hecha con arte y habilidad, y al parecer sin riesgo.
Creo que nos hemos excedido en denominar truco en el toreo a aquello que desde el tendido nos parece fácil, sin riesgo, y que no debe tomarse en consideración.
Estas licencias que se toma el torero no siempre son trucos en el sentido peyorativo de la palabra. Unas, son suertes de adorno más o menos fáciles y más o menos peligrosas; otras, son suertes tan viejas como el toreo, que al prodigarse hoy, se han desvalorizado.
Incluso llegamos a rechazar como suertes de ventaja –trucos-, recursos técnicos. definidos, recomendados y practicados en las tauromaquias como indispensables para la ejecución de las suertes en determinados toros (…)
Advierto que no defiendo los trucos, ni los baratos ni los caros, reales o supuestos, ni las suertes excesivas de adorno –tan aplaudidas-, en sustitución de los fundamentos de la lidia, en sus tres tercios. Esto lo rechazo, lo rechacé y lo rechazaré siempre. Pero, líbreme Dios de llamar “truco barato” a nada de lo que se haga o se intente con un toro, me guste o no me guste, porque en el solo intento de a suerte del toreo, está el valor y la vida de un hombre”
Gregorio Corrochano. Cuando suena el clarín (1ª ed., Madrid, Revista de Occidente, 1961, págs. 15-19)
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