lunes, 6 de junio de 2011

¿Que diantres cantaba Juan Breva?

Breva Lucena
Juan Breva (Antonio Ortega Escalona)

Mi aproximación al mundo del Flamenco

Mi llegada al flamenco es mucho más tardía que mi afición a los toros. A estos empecé a ir desde muy pequeño y al flamenco en cambio, sólo en mis años de Universidad. Antes consideraba este arte cosa folklórica y no fue hasta iniciar mis estudios en Madrid cuando en un proceso de afirmación, pelín regionalista, empecé a interesarme por cantaores y guitarristas.

O sea, que el acercamiento a los toros fue como un juego infantil y totalmente intuitivo y espontáneo, mientras que el del flamenco fue, por el contrario, pura reflexión intelectual. Por eso, al margen de escuchar cante grabado y en directo (dentro del tiempo disponible por los estudios que no era mucho), le dediqué cierta atención a la lectura de libros sobre el tema y eso que sobre flamenco la bibliografía existente (con alguna notable salvedad) no es para tirar cohetes.


La bibliografía del Flamenco

Se han escrito biografías y libros de anécdotas. También hay recopilaciones de coplas o letras. Libros de partituras y algún tratadito técnico. Pero análisis de los cantes y explicación de los mismos, muy poco.
Además, los autores de estos libros cuando explicaban un cante daban la letra, pero al no decir la grabación, a la que correspondía esa letra, no había forma de saber cual era su melodía. Situación que no cambio hasta la publicación del imprescindible libro de Luís y Ramón Soler sobre “Antonio Mairena en el mundo de la Siguiriya y la Soleá” de1992.

Seguiriya y soleares Soler (Portada) 001
El libro de Luís y Ramón Soler, supuso un vuelco en la forma de escribir sobre el flamenco. Por primera vez en la historia del cantes, alguien se tomaba la molestia de sistematizar dos palos como la Seguiriya y la Soleá indicando las referencias de las grabaciones (Casa Discográfica, año, matriz o número de catálogo, etc.) que se comentaban. Lo dicho, una verdadera revolución cultural.


Años más tarde (estamos ya en 1998) llegarían el libro del francés Pierre Lefranc,El Cante Jondo. De los territorios a los repertorios” que además de esos dos palos incluía también el estudio de las Tonás y el libro de Jorge Martín Salazar, “Las malagueñas y los cantes de su entorno”, este último centrado en los cantes del ámbito malagueño.

El cante jondo Lefranc 001

Dos magníficos trabajos en la misma senda iniciada por el libro de los Soler y, por tanto, con la buena técnica ya señalada de indicar las grabaciones que corresponden a los estilos o cantes de los que se habla, lo que permite identificarlos sin duda alguna.

La malagueña Jorge martin Salazar (Portada) 001


Una tesis curiosa: Juan Breva no cantaba malagueñas

Precisamente, sobre el tema de las malagueñas, uno de los primeros libros que leí fue el de José Luque Navajas, Málaga en el cante (1ª ed.,1965). Un libro muy delicioso y muy instructivo por su claridad y sencillez.

Sin embargo, una de las cosas que más me llamó la atención de ese texto fue que en los comentarios que hacía sobre Juan Breva, el genial cantaor de Vélez-Málaga, se aseguraba (según el autor “no ofrece dudas”) que Juan Breva no había cantado nunca malagueñas:
“A veces he oído decir: malagueñas de Juan Breva. Error; no es de buen aficionado llamar malagueñas al cante de Juan Breva. La malagueña, en su sentido flamenco estricto, como más adelante veremos, es un cante lento, triste, de gran flexibilidad en su estructura melódica, así como en el acompañamiento de guitarra, que es libérrimo. No puede bailarse”

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José Luque Navajas

Pero claro, aparece la duda porque si lo que cantó Juan Breva no eran malagueñas ¿Que cantes podrían ser?

Luque Navajas decía que esos cantes eran las bandolás de Vélez-Málaga, que Juan Breva recreó y que desde entonces fueron –y deben- ser conocidas como Cantes de Juan Breva.
Según Luque Navajas, Juan Breva partió de una bandolá corta (que canto con la letra: “Ni el canario más sonoro”), de otra larga (“Tienes tan malas entrañas”) y del Verdial de Vélez (“En la Cala hay una fiesta”).

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Málaga en el cante, el magnífico libro de Luque Navajas (Portada de la reedición de 1988 de Ediciones la Farola).

Años después, Gonzalo Rojo repetiría literalmente estos mismos argumentos y criterios en su libro “Juan Breva. Vida y obra” y en el artículo sobre los cantes de Málaga en la “Historia del Flamenco” de Editorial Tartessos.

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Gonzalo Rojo

Antes, para acabar de enredar la cuestión, el flamencólogo Pepe Navarro, aunque juzgaba inadecuado el término bandolá, tampoco consideraba que Juan Breva cantara malagueñas, pues ponía su origen en Álora.

A mí esto de que, en Málaga, las malagueñas de Juan Breva no fueran malagueñas, sino cantes de Juan Breva (igual que los tangos del Piyayo no son, en Málaga, tangos sino Cantes del Piyayo) me resultaba curioso, porque lo de la bandolá sonaba algo extraño y trasladar el origen de la malagueña a Álora parecía operación de barrido para casa, como vulgarmente se dice.

Es cierto que en los años que se producían estas reflexiones, el estudio del flamenco estaba en mantillas y estas disquisiciones tenían su gracia y su interés. Hoy, a la vista de los datos disponibles, están plenamente superadas.

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Juan Breva con otros venerables flamencos de la época.

Dos conferencias y un libro

No sería hasta años después, cuando cayeron en mis manos los textos de dos conferencias de Luís Soler y un libro de Jorge Martín Salazar, que proponían unas hipótesis, en mi opinión, más creíbles y razonables, cuando se empiezan a aclarar mis dudas sobre estos temas.

Las conferencias de Luís Soler eran:
  • La malagueña. Expresión y formas”. Conferencia en el Ateneo de Málaga, 6 de octubre de 2005
  • Aproximación a los cantes de Juan Breva”. Conferencia en la Peña Juan Breva. Málaga, 3 de junio de 2008

Según Luís Soler, no se puede hablar de cante abandolao en el caso de los cantes que grabó Juan Breva. Primero, por las carátulas de los discos antiguos de pizarra que hablan de malagueñas y en las que la palabra bandolá no aparece ni una sola vez (Ver también el Apéndice del Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco de Blas Vega) y segundo, porque la bandolá no existe como cante (Otra cosa es el toque de guitarra abandolao, definición que sirve para entendernos) y, por ello y por otras razones que omito, lo que Juan Breva cantaba tenían que ser necesariamente malagueñas.

Jorge Martín Salazar denomina malagueñas viejas, a aquellas que siendo ya cantes libres, están montadas todavía sobre un toque de guitarra acompasado (que es el que hemos llamado toque abandolao y que según él, se utiliza para los fandangos bailables del oriente andaluz, especialmente en Málaga)
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Monumento a Juan Breva en su tierra, Vélez-Málaga.

Posteriormente, también el toque se libraría de ese compás abandolao y nacerían las malagueñas nuevas (Las del Mellizo y Chacón, fundamentalmente), previa una etapa de transición.

Jorge Martín además entra al trapo del debate y señala que la denominación tradicional de los cantes del Breva era el de malagueñas y que debería haberse mantenido (y no haber entrado en la confusión actual cambiando los nombres de los estilos de cante que hacía este cantaor) sin que sirva de argumento la diferencia entre las malagueñas viejas y las nuevas, porque -como señala- más diferencias hay entre el Fandango cané de Alosno y el fandango de Caracol y a nadie se le ha ocurrido cambiar el nombre de estos cantes.

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La Vida de Juan Breva, de Miguel Berjillos, con dibujos de Paco Hernández (Málaga, 1976)

Juan Breva cantó malagueñas

Creo que debemos aceptar la importante innovación propuesta por Pepe Navarro y Luque Navajas de denominar abandolao a un cierto toque de guitarra (pues es término que sirve para identificar de forma inequívoca ese toque y suscita amplío consenso), pero que debemos desechar la curiosa denominación propuesta para los Cantes del Breva y aceptar sencillamente lo que parece ser más correcto: Juan Breva si cantó malagueñas.

Malagueñas con acompañamiento abandolao que se convertirían en nuevas por mor del Mellizo y Chacón. Malagueñas viejas por tanto, pero nada más y nada menos que malagueñas: Las malagueñas de Juan Breva.

Que a los tangos aguajirados del Piyayo les llamemos Cantes del Piyayo pase (aunque, en rigor, deberíamos llamarles Cantes por tangos del Piyayo) pero que a las malagueñas del Breva, les llamemos en Málaga hoy todavía, Cantes de Juan Breva, para mí, no tiene pies ni cabeza.

Breva, maestro Jonjana y Paco de Lucena Heraldo 1916 (Gazapera)
Esta foto se publicó en la Gazapera y antes (en 1916) en “El Heraldo”. Juan Breva está acompañado de las guitarras del maestro Jonjana y (de pie) Paco de Lucena.

AUDICIONES

Conocemos y distinguimos (según Pepe Luque Navajas, Jorge Martín Salazar y Luís Soler), tres estilos distintos para los cantes malagueños de Juan Breva entre los que dejó grabados en los viejos discos de pizarra.

Los dos primeros son dos estilos diferentes de malagueñas. Que le oímos con las letras “Tienes tan malas entrañas” y “Ni el canario más sonoro”.

El tercer estilo es su fandango. El fandango de Juan Breva (aquel de la conocida letra “En la Cala hay una fiesta”), que es un cante de cierre, que Luque Navaja identifica como “Verdial de Vélez” y del que deriva claramente el Fandango de Frasquito Yerbabuena. Lo oímos con las letras “Sólo al oírme nombrar” y “No me quiero acordar”.

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Audición 1


Tienes tan malas entrañas-Malagueñas de Juan Breva (Zonophone. 1911) Juan Breva-Guitarra: Ramón Montoya

En este corte, Juan Breva hace el primer estilo de su malagueña y su fandango para remate. Enlaza ambos cantes con el Fandango de Lucena, en una de sus letras más características (“A visitarte he venío”).
Tienes tan malas entrañas /que gozas en mi agonía /pero un día ha de llegar/ que llorando noche y día /me has de venir a buscar
A visitarte he venío/ madre mía de Araceli /a visitarte he venio/ tú que tanto poder tienes/ dame lo que te pío/ y ya verás quien te quiere.
Sólo el oírme nombrar/ el cielo y la tierra tiemblan/ solo el oírme nombrar/ que repiquen las campanas/ muera el que mal pago da/ muera el que mal pago da.
 




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Audición 2



Ni el canario más sonoro-Malagueñas de Juan Breva (Zonophone. 1911) Juan Breva-Guitarra: Ramón Montoya

Oímos su segundo estilo de malagueñas, seguido del fandango de remate.
Ni el canario mas sonoro/ ni la fuente mas risueña/ ni el canario mas sonoro/ ni la tórtola en la breña/ han de llorar como yo lloro/ gotas de sangre por ella.
Y no me quiero acordar/ yo vi a mi madre morir/ y no me quiero acordar/ y fui tanto lo que sufrí/ que en vez de echarme a llorar/ mi llanto rompió a reír.

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La última foto de Juan Breva, ya ciego (De la Peña Juan Breva)

2 comentarios:

Vicente dijo...

Precisa entrada con dos asuntos interesantes:

1). Por un lado, la débil presencia de una bibliografía analítica en el flamenco o al menos no tan florida como en otras artes. Poco a poco, y quizás de forma sorprendente por lo tiempos que nos está tocando vivir en el flamenco, algo va apareciendo, aunque quizás las nuevas tecnologías puedan ir cubriendo puntualmente ciertos huecos como por ejemplo este extraordinario blog.

2). La disyuntiva que surge al asignar un nombre a unos cantes concretos. Siendo interesante la versión que usted aporta, además de bien argumentada, creo que concita mayor consenso el término "abandolao" para el toque que acompaña a estos tres cantes de Juan Breva, y que por tanto proximidad se pueda nombrar acertadamente "bandolás" a esos cantes, más que malagueña.

Su estructura rítmica y conceptual, en mi opinión, está más cerca del tronco común inicial del verdial que, en su proceso de pérdida de arcaismo y su aumento de abigarramiento del cantaor, fue derivando en cantes de diversa factura en los que se aprecia esta influencia abandolá, más lenta en ritmo y más larga en melismas, pero no absolutamente desligada de ese matiz precursor bailable.

Otra cosa es lo que se le pueda asignar topónimamente a estos cantes el término de malagueñas. Es totalmente lícito y adecuado, y como he dicho al principio, creo que usted lo ha argumentado muy bien. Pero estoy quizás más cerca de concederle el término "bandolá", con las matizaciones oportunas.

Por cierto, un debate interesante este asunto de la ambigüedad en los nombres de los cantes, que quizás en algunos momentos puedan haber complicado el acercamiento del aficionado novel e incluso de crear cierto desconcierto en el más "preparado". Me interesa su opinión.

PD: Sigue siendo una delicia encontrarse espacios como el suyo en la red. Gracias una vez más.

Jose Morente dijo...

Vicente:

En primer lugar, gracias y en segundo, decirle que creo que ha captado usted perfectamente el objeto de esta entrada que no era otro que planetar el debate sobre la denominación de los cantes de Juan Breva.

Parece que hoy día, hay consenso en el uso del término "abandolao" para un cierto toque de guitarra e incluso para un conjunto de cantes (aunque en este caso, sería un término bastante impreciso). Más discutible es el término "bandolá", desconocido hasta los años 60.

Personalmente, es sólo una opinión, prefiero el nombre de malagueñas para los cantes que hacía el Breva. Por razones geográficas, por ser la denominación usual tradicional en las placas de pizarra y la que se utilizaba en su época y por responder a la línea melódica de la malagueña actual, de la que creo, es origen.

Pero como digo, lo que me interesaba era propiciar el debate y recordar, a modo de pequeño homenaje, la figura de Juan Breva cantaor que sólo se recuerda hoy gracias a su Peña y a algunos pocos aficionados más.

Un abrazo