domingo, 3 de septiembre de 2017

Cuaderno de notas (CXXVI) Refutación del toreo de frente

Por Guillermo Sureda Molina

Manolo Vázquez recuperó para el toreo el cite más clásico, el de las viejas Tauromaquias, el cite de frente, un cite de honda emoción dramática (Fotografía del libro "El toreo de frente" de Andrés Amorós)

Nota de LRI:
Recuperar y reinterpretar viejas suertes o modos de torear, enriquece al toreo. Por eso cuando Manolo Vázquez recuperó el viejo cite de frente. el cite clásico de las primeras Tauromaquias según recordaba el eslogan de la propaganda que se le hizo, los viejos aficionados y los críticos lo recibieron con júbilo y alborozo.
El cite de frente de Manolo Vázquez tenía y tiene su sitio y oportunidad, sobre todo en los inicios de faena cuando juegan las inercias y en los finales cuando el toro pierde gas y sus arrancadas se acortan. Sin embargo, planteado como alternativa al cite de perfil que había traído Manolete, resulta insostenible.
Y es que esos viejos aficionados y escritores taurinos no supieron entender que el cite de perfil era un eslabón más en la necesaria evolución técnico-histórica del toreo pues venía a resolver los problemas que planteaba el antiguo cite de frente en orden a conseguir una más perfecta ligazón de los muletazos.
Un joven escritor taurino de la época, Guillermo Sureda Molina, se atrevió a discutir la postura de esos viejos aficionados. Su tesis no iba contra la apuesta de Manolo Vázquez  sino que tenía por objeto encuadrar histórica y técnicamente el cite de frente y evidenciar las limitaciones y carencias que presentaba en orden a propiciar un adecuado remate del muletazo y, por consiguiente, en orden a posibilitar un correcto toreo ligado en redondo. Un toreo en redondo que ya entonces resultaba imparable
Hoy, cuando todavía existen muchos aficionados aferrados a los tópicos más trasnochados y que siguen anteponiendo sistemáticamente el toreo de frente al de perfil, no está de más rescatar este brillante y clarividente texto de Guillermo Sureda Molina que- repito- no va contra un torero sino contra una visión dogmática del toreo. Rescatar y reinterpretar suertes del toreo antiguo como hizo Manolo Vázquez siempre será positivo y elogiable. Negar la evolución del toreo es absurdo y supone condenarlo a su pronta desaparición.

"El toreo de perfil constituye, como digo, una técnica y es pura consecuencia de la evolución histórica del toreo, mientras que el toreo de frente de Manolo Vázquez quiere ser, por el contrario, una vuelta al pasado.

En el toreo de perfil se puede parar, se puede mandar y se puede templar, como han venido a demostrar, por ejemplo, Manolete, Luis Miguel, Parrita, Pepín Martín Vázquez, Arruza, y tantos otros toreros. En cambio, esto no puede hacerse en el toreo de frente, porque para que el torero pare, temple y mande, es decir, para que toree, es imprescindible que vea todo el pase que está realizando, desde su inicio hasta su remate.

En esta forma de torear, al pasar la muleta el plano del hombro del torero, este pierde de vista al toro y, por lo tanto no puede ni mandarle, ni mucho menos templarle. Ha de limitarse a seguir moviendo la muleta, al mismo ritmo hasta donde le permite la forzada extensión de su brazo, tenso hacia atrás como un arco de ballesta. Solo en ciertas ocasiones, cuando el toro lleve a lo largo del pase, el mismo ritmo, la misma velocidad, puede resultar hecho el pase aunque esto es cosa insólita.

La longitud del muletazo y la trayectoria del brazo de torear, son totalmente distintos en el toreo de frente y en el toreo de perfil. En el toreo de perfil, el brazo describe una trayectoria larga y entera, desde el plano de la pierna contraria hasta que la mano queda sesgada con el trozo de espalda del lado contrario al que se ha iniciado el pase.

En el toreo de frente, esta trayectoria es cortísima y va de delante a atrás, forzada y recta, de tal modo, que la enmienda es forzada y la ligazón de los pases, imposible. En esta postura el toreo no mira nunca las astas de su oponente sino su trasero, su cola. Y pongan una u donde hay una o y una o donde hay una a y sabrán Vds. con toda exactitud lo que mira el torero." 

SUREDA MOLINA, Guillermo. El toreo contemporáneo 1947-1954 
(1ª ed., Palma de Mallorca, s.e., 1955. Págs. 162-163)



El hermano menor de Pepe Luis en un magnífico muletazo de frente. Manolo Vázquez rescató y revalorizó una forma de citar que se estaba perdiendo (Fotografía de El Ruedo)

Aunque resulta innegable la "honda emoción dramática" del toreo de frente al natural, en ese modo de citar -según Guillermo Sureda Molinano puede haber mando ni tampoco ligazón, por la evidente falta de control del muletazo en su remate, un remate que siempre resulta demasiado forzado.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy en contra de Sureda,decir que el toreo de frente,no puede ser templado, es una falacia,el temple lo lleva el torero en las palmas de las manos y en el corazón o concepto,afortunadamente,todos los toreros que menciona,Luis Miguel,Arruza,Manolete o Pepín,si vemos una foto de espaldas, podemos distinguirlos perfectamente, esa era la grandeza del toreo de aquel tiempo, cogían la técnica de Manolete, adaptada a su propia personalidad,o ¿como se entiende entonces,que un muletazo de Dutrús Llapisera, se convierta en la Manoletina para siempre?, saludos, Manuel Vázquez

Jose Morente dijo...

Manuel Vázquez:

A Sureda hay que cogerle con lupa. Pues, en efecto, tiene aciertos indudables así como errores innegables. El caso, es que me pensé mucho antes de poner o no poner ese texto porque aunque hay algo que comparto (la dificultad que tiene el remate en el muletazo citando de frente y el carácter anti-histórico de la crítica al cite de perfil) hay otras muchas que no le entiendo y en las que no coincido con él.

De hecho, he estado a punto de publicar el texto pero suprimiendo la referencia concreta a Manolo Vázquez. Al final no lo he hecho porque me parecía falsear su verdad (la de Guillermo Sureda) aunque no la comparta.

He optado por dos cosas. Primero, escribir una introducción al artículo de Sureda intentando poner en sus justos términos lo que dice (aunque no se si lo habré conseguido) y segundo, redactar un artículo -este ya mío- sobre el cite de frente de Manolo Vázquez, analizando con la objetividad que da la distancia pero con el apasionamiento de quien como yo es partidario confeso de los toreros de esa casa y de esa saga, ese tipo de cite.

Al final, lo publiqué sólo porque me parece absurdo ese empeño de tantos aficionados de reivindicar lo que les gusta (el cite de frente) pero a costa de menospreciar lo que no (el cite de perfil). Una polémica que todavía persiste. Bien está el elogio y entusiasmo por el cite de frente pero que no sea a costa del cite de perfil. Es ese planteamiento (el tener que criticar algo para potenciar lo contrario) el que ni entiendo ni comparto. Y creo que usted tampoco.

Bien está el cite de frente, igual que bien está el de perfil. Dejemos a los toreros que hagan lo que a ellos les plazca. Disfrutemos con lo que nos ofrecen y obviemos lo que no nos convenza bien porque no nos guste o, lo más habitual, porque seamos incapaces de entenderlo.

En cualquier caso, sus aportaciones y comentarios (siempre medidos y ajustados) son un verdadero lujo para este blog

Muchas gracias y un fuerte abrazo

PD: Interesante tema el que señala de la personalidad de los toreros. Habrá que volver sobre él. Creo que puede merecer la pena.

Jose Morente dijo...

Manolo Vázquez:

Y se me olvidaba. Vi a Manolo Vázquez en su reaparición. Conozco sus primeros años solo por películas. A la vista de ellas, entiendo en cierto modo (si las películas son fieles) el reparo de Sureda. El Manolo Vázquez de su primera etapa torea más tenso, más crispado, más dramático que el de la última etapa antes de retirarse.

Si Sureda hubiera vista a Manolo Vázquez en su reaparición, creo que no hubiera podido decir que en ese cite frontal es imposible templar...Más suave y templado es imposible torear.

No quería que esto se me quedara en el tintero

Otro abrazo

Jim Verner dijo...

Templar y rematar dependen de los brazos y se pueden lograr independiente de la posicion del cuerpo y los pies. Lo que si afectan la posicion del cuerpo y los pies es la distancia de la suerte.
Saludos,
Jim Verner

Anónimo dijo...

Gracias José por la consideración, no pensaba contestar, pues no me gustan las polémicas,pero si puntualizar algunos escritos, creo que has dado en el clavo, cuando se pondera una forma de torear,para menospreciar a otra. Esta publicidad sobre Manolo Vázquez, fue en la revista, El ruedo, para decir el toreo estaba de perfil, el lo puso de frente,pudo ser idea del apoderado, concretamente Marcial,cada uno arrima ascua a su sardina, como se suele decir, abrazos Manuel Vázquez

Anónimo dijo...

El toreo de perfil permite torear al compás ligando los pases uno tras otro, dándole más ligazón y continuidad a la faena, Por eso se ha impuesto. De frente se hacen los pases uno a uno, lo cual ralentiza la faena y obliga al torero a volver a buscar el sitio y lo que es muy importante, la distancia. Por contra se luce más pues el diestro le da tiempo a coger aire. Si además el torero tiene el salero de Manolo Vázquez la faena gana en plasticidad y profundidad en esos ratos muertos que hombre y animal se miran cara a cara, cada uno en sus terrenos para encontrarse en la suerte. Los andares de Manolo Vázquez dando aire y distancias al toro valían por muchas faenas perfileras.

Jose Morente dijo...

Jim Verner:

Templar y rematar dependen no de la posición de los pies sino de los brazos, del mando de los brazos. Es cierto, Belmonte decían que paraba y, en sus películas se le ve en contínuo movimiento, movimiento si pero para posicionarse y pararse y mandar ¡ya si!, con los brazos.

Pero al final ni piernas ni brazos, el temple del toreo depende del temple del corazón del torero...Eso pienso

Un saludo cordialísimo

Jose Morente dijo...

Manuel Vázquez:

Me alegro que te hayas decidido a contestar (que no es lo mismo que polemizar) pues siempre aportas un matiz interesante a estos debates.

Un fuerte abrazo

Jose Morente dijo...

Anónimo:

Totalmente de acuerdo. Las faenas de Manolo Vázquez eran diferentes del resto tanto en su primera época como en su última reaparición. Ese contraste con lo que hacían los demás -que seguían todos un mismo esquema de faena- creo que es lo que le daba ese encanto singular y tan especial a su toreo.

Y es que la personalidad es, se diga lo que se diga, lo más importante tanto en el toreo y en la vida.

Un saludo

eldesjarretedeacho.blogspot.com dijo...


HOLA JOSÉ.

Si hoy le hacen al toro más cosas que nunca, es porque los toros escogidos de las llamadas figuras lo permiteN. Se ha llegado a una “perfección” de la embestida del toro, se ha buscado más que un natural oponente al cual someter a un colaborador, al punto que el toro ha perdido esa agresividad, que era lo que hacía que se pudiera LIDIAR a ese toro quebrándolo, rompiéndolo, obligándolo, emocionando, como en la foto de Emilio Muñoz, a la que se refiere Sureda.

Saludos

POCHO

Jose Morente dijo...

Pocho Paccini Bustos:

Sin perjuicio de lo impactante (en fotos) que nos resulte el cite de frente, yo, personalmente, no llamaría "lidiar" a esa forma de torear. Para mi "lidiar" es torear en función de las condiciones del toro, adaptando el toreo a las características del animal, no imponer al toro, como hace Muñoz y usted bien explica, una determinada forma de torear (por muy emocionante que esa sea).

Por lo que respecta al toreo actual, es evidente lo que comenta. Si el toro tiene más calidad en su embestida o sea más bravura y nobleza, el torero puede intentar más cosas. Entre otras, puede intentar torear mejor. Si el toro se viene a los pechos, con sentido, de forma agresiva y sin calidad de embestida, el torero se limitará a defenderse o, como decía, Luis Francisco Esplá cuando le tocaba encerrarse con alguna ganadería de las llamadas duras, a "desaprender" el toreo.

Saludos.