Parecidos razonables (I): Fernando el Gallo - Joselito el Gallo

Fernando el Gallo (1880)

Una sagaz lectora de este blog (todos los seguidores de est blog están resultando bastante sagaces) incluía hoy un comentario sobre una de las fotografías taurinas publicadas ayer y que reproducimos encima de estas líneas. Se trata de un recorte con el capote a una mano dado por Fernando el Gallo (padre de Joselito y Rafael) en la vieja plaza de Madrid. La fotografía la hizo Jean Laurent en 1880 y la tituló “Un quite del Gallo”.

Pues bien, señala nuestra lectora-seguidora que:

La foto de Fernando el Gallo recortando al toro, creo que se parece mucho a otra de su hijo Joselito, que si no me equivoco son casi iguales. 

Efectivamente, yo recordaba vagamente la existencia de la fotografía de Joselito, que hemos podido localizar y que incluimos. Dicha fotografía está realizada por Manuel Cervera, la tarde de la presentación de Joselito como novillero en Madrid, el 13 de junio de 1912. Esta es la foto:

Joselito el Gallo (1912)

El parecido es evidente. No en balde, Joselito fue, como también veíamos ayer, discípulo de su padre en la placita de Gelves.

Es curioso también que el toro de José, siendo un novillo, tiene hechuras y trapío de toro. La explicación la da Gregorio Corrochano quien cuenta los entre bastidores de la presentación de Joselito como novillero en Madrid. Dice don Gregorio en su libro ¿Que es torear?-Introducción a la Tauromaquia de Joselito:

"José Gómez (Gallito) hace su presentación de novillero en Madrid en 1912. Va a los corrales de la plaza, ve los toros y les parecen chicos. La empresa trata de hacerle comprender que no son chicos. El insiste y pide una corrida mayor, concretamente, una corrida de toros –no de novillos- de Olea que tenía la empresa. No se le puede convencer de que lo que pide es una corrida dispuesta para matadores de toros, y ante su decisión irrevocable, hay que echarle la corrida de Olea. No es de este lugar reseñar el éxito que tuvo. Ya se encontrará en el curso de esta obra. Aquí es suficiente registrar la conducta escrupulosa y ejemplar del torero; lo que en el argot taurino se llama gesto (No hay que confundir los gestos con las muecas). 

Joselito toma la alternativa en Sevilla aquel mismo año por feria de San Miguel, a los diez y siete años de edad".

Como no queremos omitir ningún dato, hay que recordar que, en 2005, se publicó un curioso librito -muy documentado- de José Mª Moreno Bermejo, titulado “José Gómez Ortega “Gallito III” debuta en Madrid”, donde se mantiene la tesis contraria a Corrochano y se pretende demostrar que la anécdota de la presentación de Joselito en Madrid no es cierta. Sin embargo, la distancia en el tiempo y las fotografías existentes de la corrida ponen -quizás- en cuarentena lo que se afirma.

En cualquier caso, el detalle es como un novillero con proyección de futuro que se presenta en Madrid, cambia la novillada elegida por la empresa por otras reses (toros o novillos, da igual) de mayor presencia.

Por lo que respecta al objeto de esta entrada del blog, la comparación entre las fotografías de Joselito y su padre, es obvio que el parecido resulta sorprendente:

 

Joselito el Gallo (1912)

La diferencia quizás sea que José sale paralelo al toro y más cerca de éste, mientras que la salida de Fernando el Gallo se produce más hacia las afueras. Pero por lo demás...

 Y para rematar, una frase del propio Fernando el Gallo, con rancio sabor de época:

 "Torero que no sabe torear a una mano, es torero de plaza de pueblo sin palcos"