domingo, 10 de abril de 2016

Morante evoca a Desperdicios

Por Jose Morente
Morante recibe con un farol a Amoscado-69 de Victoriano del Río.

Sevilla, 13 de mayo de 1855

El domingo 13 de mayo de 1855, tres años después de regresar de las Américas y dos antes de su gravísima cogida en el Puerto de Santa María, de la que quedaría tuerto, el diestro Manuel Domínguez conocido popularmente como Desperdicios, ejecutaba en Sevilla una suerte nueva de su invención.

Los toros de esa tarde, 5º de abono, eran de Miguel Martínez y con Desperdicios toreaban Antonio Sánchez "El Tato" y el popular Don Gil. En el 4º, de nombre Cucaracho,  retinto claro, de poder y libras, Dominguez ejecutó la nueva suerte a la que denominó "de farol". Una suerte que repetiría en la última del abono sevillano de ese mismo año, que se celebró "el día del que nos abrirá las Puertas del Cielo cuando de este mundo vayamos" según decía el revistero de "El Enano". Una suerte que acabó incorporándo a su repertorio y exhibiendola en el resto de las plazas.

He aquí la reseña de la lidia de ese toro Cucaracho, según el citado periódico:

Reseña de la lidia de Cucaracho (Publicada en el Enano, el 22 de mayo de ese año)

La suerte, que gustó mucho (lo novedoso siempre gusta a los públicos) se describía así en la Tauromaquia de Guerrita:
"Se ejecuta en su primera parte como la de la verónica, pero en el momento de sacar el capote de la cara del toro se hace un movimiento como si se fuera a colocar sobre los hombros, dando con él una vuelta en derredor de la cabeza del diestro, y volviéndolo a su primitiva posición si ha de repetirla, o dejándolo sobre los hombros si quiere terminar la suerte galleando"
Lo esencial de la suerte es ese gesto de pasar el engaño por encima de la cabeza, que da nombre a la familia de los lances denominados afarolados.

Capeo. Suerte de farol según una de las láminas de la serie "La Fiesta Española". La serie se publicaba en 1860, muy pocos años después de la invención del farol por el diestro Manuel Domínguez "Desperdicios"

Sevilla. 8 de abril de 2016

El pasado viernes en Sevilla, en la 7º de abono, Morante de la Puebla recibió a su segundo enemigo con un farol al estilo del  señor Manuel Domínguez, volviendo el capote a su posición original para instrumentar a continuación una tanda de verónicas que remató con una media de las suyas.

Una de las medias verónicas de remate que Morante dio esa tarde (Fotografía de M. Serrano-ABC)
Aunque estamos habituados a recordar a Chicuelo, en Sevilla y en todas las plazas, gracias a las sempiternas chicuelinas que nunca faltan, resulta sorprendente que se recuperen suertes tan poco al uso como ese farol del diestro sevillano nacido en Gelves, el mismo pueblo que Joselito el Gallo.

Pero el caso es que Morante parece últimamente empeñado en rescatar y desempolvar del baúl del toreo antiguo estas añejas suertes, como ya vimos -por partida triple- el pasado Domingo de Resurrección en Sevilla y que también glosábamos en este blog


El coleo de Dominguez a Cucaracho


El coleo más famoso de la historia del toreo: Machaquito (Grupo escultórico de Mariano Benlliure)
Por si fuera poco, ese mismo día en que Morante nos deleitaba recuperando el farol, el diestro de la Puebla tuvo que colear a uno de los toros de la tarde, concretamente al bravísimo Impuesto-14 que correspondía al Juli y que estuvo casi siete minutos empujando al caballo de Diego Ortíz, uno de los mejores picadores de nuestros tiempos.

Morante coleaba a Impuesto igual, exactamente igual, que hace más de siglo y medio, Manuel Domínguez, según recoge la reseña del Enano que hemos insertado, tenía que colear por dos veces a Cucaracho, el toro con el que había presentado al público sevillano la nueva suerte de farol,

Como entones no había petos, Cucaracho consiguió derribar y matar 6 caballos. Eran otros tiempos aunque yo, sinceramente y por muchos motivos, prefiero estos.

Morante coleando al bravísimo Impuesto, al igual que hace siglo y medio, en 1855, Domínguez tuviese que colear en Sevilla al bravo Cucaracho (Fotografía de Maurice Berho-Mundotoro)

1 comentario:

Luis Miguel López R. dijo...

¡Qué difícil definir torería! ¡Qué difícil definir a Morante! ¡Qué fácil definir ambas cosas!
Torería es Morante. Morante es torería.
El que tenga ojos que vea, y el que tenga corazón que sienta.
Magníficas entradas José.
Un fuerte abrazo.