sábado, 2 de abril de 2016

Cuaderno de notas (LXXVII) Antoñete en Logroño. Torear bien y matar muy mal

El año del toro blanco, Antoñete aunque sin mucha fortuna por las lesiones, toreó muy bien. En Logroño, lo hizo de forma excepcional aunque acabó llorando al no conseguir matar bien al astado (Antoñete con el famoso toro blanco en una foto de Botán)
[1966. Año del toro blanco]

"De allí a Logroño, donde hizo una faena de esas inolvidables y donde cambió infinitas orejas por incontables vueltas al ruedo. Su muñeca todavía se resentía, tenía tierna la fractura y así no había forma de matar. Pero como torearía Chenel que pese a que en esa feria riojana Ordoñez y Diego Puerta cortaron un porrón de orejas, se armó una trifulca tremenda a la hora de conceder el trofeo de la feria que daba la Viuda de Solano, firma propietaria de los caramelos de café con leche.

El jurado no consiguió entregar el premio ni a Ordoñez ni a Puerta, porque gran parte de sus miembros decían que el mejor había sido Antoñete, matara bien o no, cortara orejas o no.

Se armó tal guirigay que a la postre salieron todos tarifando y el trofeo de la Viuda ni se dio, ni se volvió a dar nunca.

Molés, Manuel (1966: 86-87) Antoñete. El maestro. Madrid, El País-Aguilar

En la Feria de Logroño de 1966, Ordoñez y Puerta se hartaron de cortar orejas mientras Antoñete oía  dos avisos, No obstante, suya fue la faena de la Feria.
Antoñete lloró en Logroño después de torear bien y matar muy mal pese a que el maestro fue siempre un buen matador (El Ruedo 11-10-1966)

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