"Los tormentos de mis negras duquelas,
no se los mando ni a mis enemigos.
Que yo soñaba con clavito y canela,
me despertaron pa´ darme castigo....
Romance de Juan de Osuna.
(León, Quintero y Quiroga)
Lloran los corazones...
Y Manzanares dijo ¡basta! Transformó el llanto en cante, el toreo se hizo carne y tanto estilismo y descrédito, lo ha convertido en arte.
De la amarga soledad, a los cuatro o cinco naturales, más hermosos y más naturales, que jamás antes pudo dar.
Ha llorado tanto este hombre, que le ha crecido el corazón. Pecho, cintura y compás. Y las camisas, que se parten de nuevo.
Cuando el toreo se hace con tanto arte, sufren hasta los ecos del cante.
Manzanares. Toreo de capote, muleta y estoque (Fotos de Mundotoro y Emilio Méndez -la segunda-) |
Detrás de una gran faena siempre hay un gran toro. Esta vez el toro elegido para que Manzanares volviera a la vida fue Dalia de Victoriano del Río; Su muerte propició la resurrección del alicantino.
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