Manolete torea de perfil como si no tuviera cuerpo... pero lo tenía |
Guerrita a finales del XIX y Manolete a mediados del siglo XX pusieron de perfil el toreo de capa y el de muleta, respectivamente. Mientras que, en el capote, la posición perfilada no ha planteado mayores problemas, el perfil en la muleta (el llamado, con tono despectivo, toreo perfilero) ha sido fuente de sempiternas y acaloradas denuncias por parte de algunos aficionados.
Ya hemos tratado en este blog, reiteradas veces, este mismo tema. Sin embargo, en todas las ocasiones lo hemos hecho desde el punto de vista de la técnica o sea, desde la mayor o menor eficacia que cada forma de citar pudiera tener respecto a las restantes.
No estaría mal (no lo está, desde luego) que, por una vez y, como se dice, sin que sirva de precedente, tratemos esta cuestión desde el punto de vista de la ética o sea, desde el punto de vista de las ventajas, reales o supuestas, que toma el torero respecto al toro en cada forma de citar.
Y es que circula entre los aficionados más radicales, la opinión generalizada de que el cite de frente implica mayores riesgos para el torero. Riesgos que, en el cite de perfil y según esa misma opinión, serían inexistentes o mínimos. Esa creencia ha generado una inquina permanente contra los diestros -Manolete a la cabeza- que han toreado y torean de perfil.
Indagar en cuales son las razones por las que muchos aficionados piensan eso y dilucidar si esa forma de pensar está realmente fundamentada y se ajusta o no a la realidad, serán las dos cuestiones a las que intentaremos dar respuesta en esta entrada.
Para algunos aficionados, el cite de frente tendría un riesgo inexistente en el cite de perfil (Sensacional derechazo de Emilio Muñoz en la Maestranza de Sevilla) |
Porqué se piensa lo que se piensa sobre el cite de perfil
La del menor riesgo del cite de perfil es una de esas reglas que -como tantas otras- los aficionados aceptamos como principio indiscutible sin analizarla ni cuestionarla en profundidad.
Quizás la razón principal por la que se piensa así sea por nuestra inveterada manía de conceder más valor a lo antiguo que a lo moderno. Y es que el aficionado a los toros es, en esencia, "tradicionalista" y valora siempre más el ayer que el hoy. La sempiterna enemiga de esos aficionados contra todo lo que "huela a nuevo" pueden explicar la inquina contra el cite de perfil.
Para Raúl Galindo, explica muy bien en su libro "El toreo, en teoría", las razones por la que a los aficionados nos encandila tanto el cite de frente.:
Quizás la razón principal por la que se piensa así sea por nuestra inveterada manía de conceder más valor a lo antiguo que a lo moderno. Y es que el aficionado a los toros es, en esencia, "tradicionalista" y valora siempre más el ayer que el hoy. La sempiterna enemiga de esos aficionados contra todo lo que "huela a nuevo" pueden explicar la inquina contra el cite de perfil.
Para Raúl Galindo, explica muy bien en su libro "El toreo, en teoría", las razones por la que a los aficionados nos encandila tanto el cite de frente.:
"En este sentido, lo primero que se nos viene a la memoria es esa ancestral identificación entre toreo puro y toreo de frente y, por otro lado, entre toreo de ventaja y toreo perfilero. Quizás sean estos prejuicios que provienen de la época en que la mera quietud era ya una osadía y mucho más si esta es una quietud que ofrece al toro el pecho en un alarde de entrega y confianza porque el torero parece renunciar a la posibilidad de rectificación o huida, aportándole al lance o muletazo una gran emoción que se sublima cuando el toro se arranca y pasa junto a él, que continúa inmóvil" (págs. 121-122)
Como señala con acierto Galindo, se atribuye menor riesgo al cite de perfil posiblemente porque, en el cite de frente, el torero se presenta al toro "ofreciéndole" las partes nobles de su anatomía (femorales, corazón, etc.) mientras que, de otra forma, citando de perfil, se presenta el costado.
La cuestión se agrava en el toreo actual en el que se cita, muchas veces, casi de espaldas (cite de nalgas señalan algunos aficionados). Una posición casi idónea -aparentemente- para iniciar la huida y abandonar la lucha.
El cite de perfil tiene también su mérito
Pero no es una lectura correcta. El torero se pone de perfil o casi de espaldas al toro, no para salir corriendo sino para todo lo contrario: para, partiendo de esa posición tan poco ventajosa, mantenerse quieto a lo largo de todo el muletazo.
Hemos dicho posición poco ventajosa y conviene que lo precisemos y justifiquemos. Citando de perfil y, sobre todo, de espaldas con las piernas atornilladas en la arena. el torero tiene una visión más sesgada del toro y menor movilidad en su cuerpo y en sus brazos para defenderse ante un extraño de este o una trayectoria que se salga de la prevista. Está, por decirlo claramente, en posición de desventaja respecto al animal en ese tramo inicial del muletazo.
Por el contrario, colocado de frente, el torero tiene más facilidad de movimientos del brazo para corregir cualquier extraño del animal. Tiene, por tanto, una posición relativamente más ventajosa en ese tramo inicial del muletazo. Digo relativamente, porque en el toreo la mayoría de las supuestas ventajas son siempre relativas.
Lo anterior explicaría el porque se suele citar de frente en los inicios de faena o en los primeros muletazos de cada tanda (cuando no se sabe muy bien como va a venir el toro) para ir buscando una posición más perfilada a medida que avanza la faena o la tanda.
Una colocación que tendría mucha lógica también cara al remate de cada muletazo. En efecto, si bien colocado de frente el torero estaría en posición menos ventajosa en el tramo final del muletazo, parece claro que, en los inicios de faena, eso quedaría compensado con las mayores inercias que todavía en esos momentos puede presentar la embestida del toro.
La situación se invierte en los tramos finales, cuando el toro por agotado, ralentiza su embestida. El torero que se coloca de perfil renuncia al mejor control que la posición de frente le permite en el inicio del muletazo a cambio de mejorar su posición al final del mismo que es cuando tiene que apurar la embestida del astado.
Otro dato que permite también valorar el mérito que tiene el cite de perfil es un aforismo que no por repetido deja de ser menos cierto. Dice así: "Al torero que se pone de frente el toro le pasa por un costado mientras que, por el contrario, al torero que se pone de costado, el toro le pasa por todo el frente".
Que los pitones del toro pasen primero delante de una de las piernas del torero y luego pasen por delante de la otra, que es lo que ocurre cuando se cita de perfil tal y como se puede comprobar en la foto de Manolete que encabeza este post, entraña un riesgo evidente que no podemos ni debemos obviar.
Llegados a este punto es el momento de que, usted lector, coja una toalla de su cuarto de baño (como hacía por ejemplo Picasso) y compruebe lo que decimos. Si después de esto sigue pensando que el cite de perfil no tiene mérito ni peligro, entonces tiene usted un problema. Pero no se preocupe demasiado, quizás lo único que le ocurre es que ha nacido usted cien años tarde.
Conclusiones
Como hemos visto, las dos formas de cite (de frente o de perfil) presentan sus ventajas y sus inconvenientes. Ventajas e inconvenientes que debe sopesar el torero a la hora de optar por una u otra y, sobre todo, ponerlas en relación con las cambiantes condiciones del astado que, en cada momento, tenga delante.
El cite de frente nos retrotrae a los primeros tiempos del toreo, cuando ponerse delante del toro era una hazaña. Hoy día lo sigue siendo. Por eso, ese cite sigue emocionando y gustando a los buenos aficionados.
Sin embargo, en nuestros días, el tramo del muletazo que más importa es el remate pues se exige que los muletazos sean largos, templados y ligados. Ahí, en esos muletazos largos, templados y ligados, es donde se escuchan los olés más largos y profundos.
Quizás por eso, por controlar el remate, los diestros han ido cambiando su posición a lo largo de la historia, buscando más el perfil e, incluso, citando casi de espaldas, aunque en este último caso, a costa de un menor control en el inicio del muletazo y una discutible estética (lo que no es poco y quizás debería reconsiderarse)
No obstante, los públicos que, en general, intuyen con acierto el mérito de lo que ven (aunque sin saber muy bien explicar el porqué) han acogido con agrado estas innovaciones. Por el contrario, los aficionado, más conocedores pero también siempre más atentos a lo que se hizo que a lo que vendrá, somos más reacios a aceptarlas.
Dice un cante flamenco que: "el conocimiento, la pasión no quita".
Digo yo que siempre debería ser así y que nuestro mayor conocimiento no nos debería impedir apasionarnos con todo el toreo. Incluso con aquello del toreo que no nos gusta o nos gusta menos pero que también tiene su mérito.
Como, por ejemplo, el cite de perfil.
La cuestión se agrava en el toreo actual en el que se cita, muchas veces, casi de espaldas (cite de nalgas señalan algunos aficionados). Una posición casi idónea -aparentemente- para iniciar la huida y abandonar la lucha.
El torero de espaldas al toro. "Espantá" de Rafael el Gallo. |
El cite de perfil tiene también su mérito
Pero no es una lectura correcta. El torero se pone de perfil o casi de espaldas al toro, no para salir corriendo sino para todo lo contrario: para, partiendo de esa posición tan poco ventajosa, mantenerse quieto a lo largo de todo el muletazo.
Hemos dicho posición poco ventajosa y conviene que lo precisemos y justifiquemos. Citando de perfil y, sobre todo, de espaldas con las piernas atornilladas en la arena. el torero tiene una visión más sesgada del toro y menor movilidad en su cuerpo y en sus brazos para defenderse ante un extraño de este o una trayectoria que se salga de la prevista. Está, por decirlo claramente, en posición de desventaja respecto al animal en ese tramo inicial del muletazo.
Por el contrario, colocado de frente, el torero tiene más facilidad de movimientos del brazo para corregir cualquier extraño del animal. Tiene, por tanto, una posición relativamente más ventajosa en ese tramo inicial del muletazo. Digo relativamente, porque en el toreo la mayoría de las supuestas ventajas son siempre relativas.
Lo anterior explicaría el porque se suele citar de frente en los inicios de faena o en los primeros muletazos de cada tanda (cuando no se sabe muy bien como va a venir el toro) para ir buscando una posición más perfilada a medida que avanza la faena o la tanda.
Una colocación que tendría mucha lógica también cara al remate de cada muletazo. En efecto, si bien colocado de frente el torero estaría en posición menos ventajosa en el tramo final del muletazo, parece claro que, en los inicios de faena, eso quedaría compensado con las mayores inercias que todavía en esos momentos puede presentar la embestida del toro.
La situación se invierte en los tramos finales, cuando el toro por agotado, ralentiza su embestida. El torero que se coloca de perfil renuncia al mejor control que la posición de frente le permite en el inicio del muletazo a cambio de mejorar su posición al final del mismo que es cuando tiene que apurar la embestida del astado.
Otro dato que permite también valorar el mérito que tiene el cite de perfil es un aforismo que no por repetido deja de ser menos cierto. Dice así: "Al torero que se pone de frente el toro le pasa por un costado mientras que, por el contrario, al torero que se pone de costado, el toro le pasa por todo el frente".
Que los pitones del toro pasen primero delante de una de las piernas del torero y luego pasen por delante de la otra, que es lo que ocurre cuando se cita de perfil tal y como se puede comprobar en la foto de Manolete que encabeza este post, entraña un riesgo evidente que no podemos ni debemos obviar.
Llegados a este punto es el momento de que, usted lector, coja una toalla de su cuarto de baño (como hacía por ejemplo Picasso) y compruebe lo que decimos. Si después de esto sigue pensando que el cite de perfil no tiene mérito ni peligro, entonces tiene usted un problema. Pero no se preocupe demasiado, quizás lo único que le ocurre es que ha nacido usted cien años tarde.
Picasso toreando de salón con una toalla y comprobando los matices de las diferentes formas de citar al toro, En la foto, está citando de frente y cargando la suerte. ¡Olé Don Pablo!. |
Conclusiones
Como hemos visto, las dos formas de cite (de frente o de perfil) presentan sus ventajas y sus inconvenientes. Ventajas e inconvenientes que debe sopesar el torero a la hora de optar por una u otra y, sobre todo, ponerlas en relación con las cambiantes condiciones del astado que, en cada momento, tenga delante.
El cite de frente nos retrotrae a los primeros tiempos del toreo, cuando ponerse delante del toro era una hazaña. Hoy día lo sigue siendo. Por eso, ese cite sigue emocionando y gustando a los buenos aficionados.
Sin embargo, en nuestros días, el tramo del muletazo que más importa es el remate pues se exige que los muletazos sean largos, templados y ligados. Ahí, en esos muletazos largos, templados y ligados, es donde se escuchan los olés más largos y profundos.
Quizás por eso, por controlar el remate, los diestros han ido cambiando su posición a lo largo de la historia, buscando más el perfil e, incluso, citando casi de espaldas, aunque en este último caso, a costa de un menor control en el inicio del muletazo y una discutible estética (lo que no es poco y quizás debería reconsiderarse)
No obstante, los públicos que, en general, intuyen con acierto el mérito de lo que ven (aunque sin saber muy bien explicar el porqué) han acogido con agrado estas innovaciones. Por el contrario, los aficionado, más conocedores pero también siempre más atentos a lo que se hizo que a lo que vendrá, somos más reacios a aceptarlas.
Dice un cante flamenco que: "el conocimiento, la pasión no quita".
Digo yo que siempre debería ser así y que nuestro mayor conocimiento no nos debería impedir apasionarnos con todo el toreo. Incluso con aquello del toreo que no nos gusta o nos gusta menos pero que también tiene su mérito.
Como, por ejemplo, el cite de perfil.
2 comentarios:
Enhorabuena Jose, magnífica entrada que nos hace valorar aún más la época actual en la que nos ha tocado vivir, y la que deberíamos saber disfrutar.
Aquí nada es absoluto, y como bien se resume en esta entrada, hace casi casi 80 años el toreo se puso por norma de perfil para de ve en cuando, hacer alardes de frente. Toreo de frente, que nos resulta un perfecto complemento al patrón de faena actual.
Repaso los toreros que me gustan y todos torean el 90% de las veces como bien describes en tu post. Un abrazo
Una entrada ponderada y con un sano espíritu didáctico. Francamente buena. Gracias.
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