Juli salió a hombros por la Puerta Grande |
Este sobresaliente es consciente de que no puede estar a la altura del titular. Ya lo dijimos ayer. También es consciente de su vagancia. Por eso, porque escribir como Juan Antonio Polo es tan complicado y el esfuerzo que nos exigiría a nosotros (no a él) desmesurado, hemos decidido cortar por lo sano. Y la mejor manera de hacerlo es acudir a quien de verdad entiende y sabe de esto. Póngase, por ejemplo, y sin ir más lejos, a Barquerito.
Publica sus crónicas el Diario de Navarra. Una, medida y precisa, sobre la corrida y otra, minuciosa y detallada sobre el comportamiento de los toros. Un lujo para los aficionados.
Sobre los toros de ayer dice el gran crítico
"De las 7 corridas de San Fermín vistas, la más desigual fue esta última de Garcigrande. La más desigual en punto a hechuras y escaparate de los toros. No hubo ni dos parecidos. Tres cinqueños y tres cuatreños (...)
Las ganaderías largas son las únicas que pueden permitirse el lujo de lidiar corridas parejas (...) En la línea más pura del encaste Juan Pedro Domecq, la de Garcigrande es la ganadería más larga, la más regular, la más premiada y la más solicitada. Equilibrar regularidad y largura es muy difícil. Tanto como mantenerse en el tiempo sin acusar los baches propios de la cría de bravo. Medir la vida activa de un semental es tan importante como saber elegirlo. Un error, solo uno, es capaz de dar al traste con el invento que sea.
Los Garcigrande se han ganado el respeto y la admiración de su gremio –de los criadores del encaste Domecq- justamente por su instinto: abierta de sementales y líneas, la ganadería no ha hecho más que ganar en calidades a pesar de ir creciendo y seguir haciéndolo en cantidad. Toros como el cuarto, el primero, el sexto y el tercero de ayer los firma cualquier ganadero. Solo que en Pamplona están mal vistas dos cosas: las corridas demasiado desiguales y los toros sin trapío ni cara, que fueron cuatro también".
El primero de la tarde. De Domingo Hernández (Foto Javier Arroyo-Aplausos) |
Y sobre los toreros, dice
"Padilla desplazó al toro por sistema, le perdió pasos, abusó de molinillos, reolinas y molinetes. Desplantes forzados o no, efímeros, sin convicción. Solo que ese toreo de artificio también fatiga. El efectismo es un tigre de papel".
Desplante de Padilla en el primero (Foto Javier Arroyo-Aplausos) |
"Perera estaba lanzado. Le había hecho al tercero la faena mejor de la corrida. Un toro despuntado y justo de respeto, pero bravo de verdad en el caballo. Sacó en la muleta ese puntito díscolo que a veces brota en Garcigrande. El toro díscolo empuja, aprieta y ataca. Nada que ver con el feliz son pastueño del primero. Perera lo toreó embraguetado, a suerte cargada, en muletazos largos, ligeramente abierto el compás, ni de perfil ni el medio pecho, lacios pero poderosos los brazos, temple mayor. Son caro con la diestra, pero el toro, por escobillado, no terminó de provocar a la gente. Contraste tremendo después de seis corridas sanfermineras de pavorosa artillería. A pies juntos, la trenza inverosímil de toreo cambiado. Ni un engachón.".
Perera en su faena al tercero (Foto Javier Arroyo-Aplausos) |
"Para El Juli fue el lote menos propicio y lucido. De una ganadería que conoce casi tan bien como el ganadero. Un segundo noblón pero de los que no terminan de romper. Tal vez porque Julián abusara del toreo de poder y por bajo casi desde el arranque. Para eso no tuvo fuelle el toro. El quinto se escobilló al rematar. Dos alcachofas en los pitones. No paró de claudicar. El Juli llegó a asentarlo tras un trasteo casi sin pausas, metódico pero machacón. De pronto, una lujosa tanda con la izquierda. La mejor de la tarde por esa mano. Fue más airosa la primera faena, tan de torero técnico como la otra. Pero contaron casi lo mismo".
El Juli remata una tanda (Foto Javier Arroyo-Aplausos) |
Y digo yo
Así copiando descaradamente a Barquerito, hemos hecho la crónica. Con dos ventajas: que el lector puede leer a un crítico que merece la pena y que nosotros nos ahorramos tener que leer a quien no lo merece...
Y no lo merecen, esos periodistas de la prensa nacional que han optado por asumir el estilo tuitero, asesinar la sintaxis, olvidar la buena educación, obviar los matices que presentan toros y toreros y caer de pleno en el lenguaje chabacano y barriobajero. Lo contrario, lo contrario de lo que hace Barquerito.
A ver si toman nota. Si no la toman, habrá que ir pensando en reabrir la Cárcel de Papel taurina para ellos y para sus seguidores.
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