Joselito es uno de los grandes ortodoxos de la historia. Sin embargo sus numerosas aportaciones, dentro y fuera de la plaza, y las de dentro seguidas por todos sus compañeros, hacen que gran parte de lo que es el toreo moderno se debe a él.
La heterodoxia otorga una prima a la personalidad. Es siempre más fácil lograr el acento personal en la disidencia que por si misma aísla y señala. En la anuencia, por el contrario, sólo una gran calidad o una acción muy vigorosa pueden distinguirnos entre la masa homogénea.
El heterodoxo -el separado- se deja ver por su sola colocación. El ortodoxo –el unido- sólo por su acción.
He aquí dos ejemplos del poder de la ortodoxia. A pesar de la literatura belmontista (que, de hecho, es contra Gallito) la figura de José emerge y se robustece cada día.
A pesar de la literatura antimanoletista (esta si, declarada) no se desdibuja el perfil de Manolete.
Ya que hemos juntado sus nombres, obsérvese la coincidencia: solamente cubrieron ocho temporadas cada uno. Gallito del 12 al 20. Manolete del 39 al 47. Mese más, meses menos, pues la temporada de la alternativa y la muerte son, en ambos, temporadas incompletas.
Corto tiempo para tan honda huella.
Jose Alameda. Los heterodoxos del toreo (1ª ed., México, Editorial Grijalbo, 1979. págs. 53 y 54)
Manolete fue otro torero de escuela, heredero de Joselito y Chicuelo en cuya fuente bebió. Sin embargo, su capacidad para innovar el toreo ha dejado también honda huella en la historia de este arte.
4 comentarios:
Me gusta mucho lo que expones y como lo haces; la Historia demuestra lo que cada uno en su tiempo hizo algo que sus contemporaneos no vieron o no quisieron vez, desde mi punto de vista. En mi opinión el toreo posterior representado hoy por José Tomas esta justificado por un circulo formado por José, Juan y Manolete. técnica, valor y cercanía creo?
Juanito:
Muchas gracias.
En estos cuadernos de notas, me limito a seleccionar textos generalmente antiguos que creo (como bien dices) que pueden ser representativos o ilustrar sobre las cosas que pasan hoy día.
En ese sentido, la analogía y la síntesis que propones me parece bastante acertada, quizás porque soy firme entusiasta del toreo de José Tomás, aunque por desgracia este diestro se nos prodigue tan poco en las plazas durante las últimas temporadas.
Un cordial saludo
Como siempre, José, artículos muy interesantes y que educan sobre los misterios del toreo.
Jim Verner
Jim:
Muchas gracias y un fuerte abrazo
Publicar un comentario