Manolo Martínez en un derechazo que refleja muy bien su forma de concebir el toreo y sobre el que merece la pena detenerse por sus detalles y matices.
Algunos quieren que yo toree como ellos se imaginan el toreo pero como te he dicho anteriormente, no saben nada de esto. Parecen jesuitas hablando del matrimonio. Algunos ni siquiera han tocado una muleta. No saben ni lo que pesa.
El toreo contemporáneo, desde hace más de 30 años, se hace en redondo (…) Al torear en redondo, es preciso colocar la pierna de salida en la dirección del viaje natural si se quiere mandar hacia dentro y ligar; es decir, adelantar la pierna de entrada para propiciar su giro en el segundo y subsecuentes pases.
Lo que se busca es no tener que enmendar, sino darle a la serie una continuidad armónica que prolongue el juego del toro para que alcance su ritmo, sin estorbos o quiebros innecesarios que rompan su son.
Echar la pierna de salida adelante, obliga a enmendar. Es una cuestión de mecánica. No tiene nada que ver con el peligro.
En la actualidad, lo que se hace es prolongar el encuentro en series de varios pases, donde hay que ir ajustando el empuje del toro constantemente. No se trata de obtener un pase bonito, que apenas sirve para una foto, sino de ligar, de prolongar el control del toro, rematando sólo al final de la serie.
Declaraciones de Manolo Martínez incluidas en el libro de Guillermo H. Cantú “Manolo Martínez-Un demonio de pasión” (1ª ed. México, Editorial Diana, 1990)
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