Por Jose Morente
Canorea. Con unas declaraciones suyas en una comida con la prensa empezó todo. Lo contaba Álvaro Acevedo en su blog de Cuadernos de Tauromaquia (Foto: Iván Matito)
Un conflicto importante
Se plantan los toreros punteros (G-5) y se encabritan los aficionados vocingleros. No lo hacen estos contra la empresa que –con sus malos modos y sus malas formas- ha propiciado todo el rifirrafe sino contra los diestros que sufren y soportan a esa empresa.
Para algunos aficionados, el tema mueve a regocijo y ya se relamen pensando en el vuelco al escalafón que supondría una feria de Sevilla de corridas toristas y toreros modestos.
Los carteles de Sevilla del próximo año podrían parecerse mucho a la mayoría de carteles del abono madrileño (Detalle de algunas corridas de San Isidro 2013).
Hace muchos años que, en la mayor parte de los carteles madrileños, es notoria la ausencia de los diestros punteros del escalafón, algo que devalúa la categoría de la plaza pero que le viene de perlas a la empresa pues, garantizada la asistencia de público, el abaratamiento de costes asegura grandes beneficios incluso en tiempos de crisis.
Festejos que no tendrían nada que ver con las aburridas (dicen estos aficionados) corridas de las figuras.
Pero se engañan y nos engañan pues lo que el público siempre ha querido ver (aquello que de verdad le motiva) es la otra fiesta, la denostada fiesta del toro bravo, del torero puntero y del gran toreo, la fiesta que no siempre aparece pero que, cuando lo hace, colma todas sus expectativas.
En cambio, el cartel de la Merced barcelonesa del 2011 (fecha del cierre de la plaza) colmaba las expectativas de los aficionados.
Algunas reflexiones
Partiendo de la dificultad que tiene intentar entender todo este conflicto dada la escasez de información fiable que se suele tener de las interioridades de este mundillo creo –no obstante- que podríamos plantear, a la vista de los datos y hechos que conocemos, las siguientes reflexiones:
Primero. La historia de la Fiesta es el resultado del equilibrio de fuerzas entre tres poderes: Empresarios, toreros y ganaderos. Como todos quieren ganar la partida, lo lógico es que surjan conflictos entre ellos
Segundo. No es bueno confundir los intereses de los aficionados con los del público pues es este último y no el minoritario sector de los primeros, el que mantiene económicamente el espectáculo.
Tercero. Si bien es verdad que a río revuelto ganancia de pescadores, sorprende la rara unanimidad que se produce, a la hora de descalificar a los toreros que ocupan los puestos de honor del escalafón, tanto por parte de la prensa escrita como por los participantes en las diferentes redes sociales.
Cuarto. La ausencia de las figuras en la Feria de Sevilla no perjudica tanto al aficionado o a la plaza como puede perjudicar, casi exclusivamente, a la Empresa.
Una plaza que se ha permitido el lujo de prescindir –en su momento- de Joselito el Gallo, de Antonio Ordoñez o de José Tomás, puede soportar perfectamente las ausencias de los mejores toreros de la actualidad.
Antonio Ordoñez se quedó fuera de la feria sevillana del 65 porque la empresa Canorea no quiso pagarle lo mismo que le pagaba al Cordobés.
Por lo que respecta al aficionado no debería salir tampoco perjudicado pues si las actuales figuras son tan malos toreros, como algunos nos dicen y nos repiten, no perderíamos nada de no verlos.
Quinto. Pese a lo que se ha repetido hasta la saciedad, la postura de los toreros no es nueva ni carece de precedentes. La novedad está en cómo han hecho llegar su opinión a los aficionados mediante el correspondiente comunicado.
La decisión de los toreros se hizo llegar al público a través de un comunicado publicado en los principales medios de comunicación (En la imagen, detalle de la página web del Diario de Sevilla del 12 de diciembre de 2013 con la noticia)
Un comunicado que ha provocado también bastantes e injustificadas críticas como si los toreros no tuvieran el mismo derecho que los demás a hacer públicas sus razones por el medio que consideren más conveniente.
Un absurdo tremendo pero recurrente pues al aficionado nunca le ha gustado el torero respondón (ni en la plaza ni fuera de ella). Gallito. Ignacio y Luis Miguel pueden servir de ejemplo: ¡A torear (no a dialogar)! ha sido la respuesta habitual del público ante los desplantes (la mayoría de las veces justificados) de estos toreros.
El público no suele aceptar lecciones de los toreros que saben más que ellos a los que tilda de pedantes. Luis Miguel Dominguín fue un magnífico ejemplo de ese tipo y carácter de gran torero.
Y recordemos que un torero que ya utilizó ese mismo mecanismo (pedir que quitaran al empresario) fue Manuel Benítez “El Cordobés” quien ante la inquina y tejemanejes del empresario de México, Dr. Gaona exigió que saliese de la empresa y se formase una nueva como condición para presentarse ante el público de la Monumental.
El Cordobés padre cortó un rabo en México en 1963 después de conseguir que se cambiara la empresa (Imagen extraída del blog “Del toro al infinito”)
Un antecedente ejemplar
A título ilustrativo, vamos a recordar otro antecedente directo de estos acontecimientos, elegido entre los muchos posibles que nos presenta la historia del toreo: el caso del G-2.
Para ello, nos tenemos que remontar a finales del año 1915.
Joselito se había entretenido durante su primer año de alternativa (1913) en echar de las plazas a Bombita y (sin intencionalidad pero como daño colateral) a Machaquito. El año 14, alternativa de Juan Belmonte, transcurrió en medio de una fuerte y dura competencia entre ambos toreros. El año 15, el año de los manos a mano, Belmonte pidió árnica y Jose se la dio.
Ese día nació el G-2 formado por Joselito y Belmonte. Desde entonces, sus actuaciones se convirtieron más en la escenificación de una competencia que en una lucha real y ambos empezaron a actuar desde entonces de común acuerdo.
Pese a lo que muchos han dicho, y aunque no sea lo habitual, no es la primera vez que los toreros defienden sus intereses en comandita. El caso de Joselito y Belmonte (EL G-2) es el más conocido y significativo. Pero, aunque fuese la primera vez tampoco tendría nada reprobable. Que otros toreros no hayan hecho lo mismo, tampoco descalificaría –per se- la entente conseguida.
Por eso cuando, a finales del mismo año, Juan se negó a torear en Madrid los toros de Veragua sustitutos de los rechazados de Vicente Martínez, fue Joselito el que acudió en su ayuda e intercedió ante los ganaderos (Miura el primero), consiguiendo que el veto a Belmonte se levantara.
En este conflicto fue cuando Juan le dijo a José: ¡Lo que tú hagas estará bien hecho! ¡Se hará lo que tú digas! Delegando en Joselito la toma de decisiones y mando del G-2.
Y es que José tenía muy claro (como lo tuvo, años más tarde, Camará apoderando a Manolete o El Cordobés apoderándose a sí mismo) que a los empresarios hay que atarlos en corto (si se puede).
Canorea en presencia del resto de empresarios taurinos importantes firmando la “almohada” del Cordobés (Fotografía de Ladis publicada en el blog de de “Veterinarios Taurinos de Andalucía”)
Cuando el Cordobés anunció que se retiraba a principios de 1967, los empresarios taurinos se echaron a temblar y fueron en peregrinación a Córdoba en busca del diestro de Palma del Río. Después de consultar con su “almohada” el diestro accedió a reaparecer. Todos quedaron la mar de contentos…
La postura del G-2
Cuenta Clarito que, enterado José que los empresarios de las principales plazas estaban reunidos en cierto Hotel de Madrid para bajarles los emolumentos a él y a Belmonte, se dirigió presto a la reunión y les dijo, tajante y autoritario, a los allí congregados:
-Voy a tomar café y vuelvo en cinco minutos, el que no se haya ido cuando yo haya vuelto que sepa que ni Juan ni yo vamos a torear este año en sus plazas.
La reunión se disolvió al momento, sin necesidad de “grises”, gracias a ese contundente “comunicado” del diestro de Gelves a los empresarios del momento y que sólo trascendería años después.
Que tampoco se diga…
Y, por cierto, que tampoco se diga que los amotinados deberían deponer su actitud por el bien del público sevillano. Es otro argumento inconsistente y demagógico. También hay antecedentes.
Joselito el año 15 se negó a torear en Bilbao importándole un bledo el interés del público bilbaíno en verle. El motivo –y no otro- fue que la empresa (la benéfica Junta Administrativa de la plaza de toros de Vista Alegre) había firmado antes el contrato de Belmonte que el suyo y Juan no quería –ni por asomo- enfrentarse con el de Gelves –como este pretendía- en la corrida de Miura en Bilbao.
En esas condiciones, Joselito decidió no torear ese año en esa plaza.
El cartel de la Feria de Bilbao de 1915 (Del libro de Ángel Sonseca Rojas “El cartel taurino, la sociedad y los toros.1820-1920”).
Belmonte, que fue el primer torero al que llamó ese año la Junta, contrató todas las corridas menos la de Miura. Joselito no quiso torear en Bilbao por dos motivos: para no ir de segundo plato y para no tener encima que pechar con los Miuras sin Juan.
La suerte de Joselito y Belmonte es que en aquella época no había redes sociales. Me apuesto lo que ustedes quieran a que los blogueros los hubiéramos descuartizado.
El G-2
13 comentarios:
Verdad que no hay nada nuevo bajo el sol. Que hubo un G2 (pero Joselito impulsó la Monumental de Sevilla). Que el Cordobés consiguió cambiar la empresa de la Mexico. Pero aqui se olvida que 5 toreros (5 grandes toreros de hoy) han pedido que cambien los gestores de una plaza cuyos proprietarios son una institución tan emblematica como antigua y que tiene un contrato privado muy peculiar con esos arrendatarios (que guste o no guste no puede cambiar). ¡Lo nunca visto! Los 5 puede que tengan sus motivos, pero se han metido en un callejón sin salida ya que la empresa Pagés no va a irse. ¿Recularán entonces los 5 o los aficionados sevillanos dejarán de verle torear en una de las plazas más importantes del mundo? De qualquier forma los 5 demonstrarán haberse equivocado
juanma
juanma:
En mi opinión si que las cosas pueden cambiar.
En efecto, puede cambiar la postura de los 5 toreros (¿o los 6?) como señala usted. Pero también puede cambiar la actitud de la empresa (lo que sería magnífico aunque no sé si ya es algo tarde) e, incluso (¿Por qué no?), puede cambiar la actitud de la propietaria de la plaza, la Real Maestranza (lo que sería una novedad).
Un cordial saludo.
Haber que nos dice la empresa,porque supongo que deberan sacar su comunicado y asi los aficionados podamos tener las dos versiones de una situacion que lo que es seguro es que no beneficia en nada a la tauromaquia en un momento tan delicado.
Después de imaginar, lo que puede ocurrir, no vendría mal para fiesta y mas en sevillla,refrescar el escalafón, ahora bien , mucho cuidado con el respetable y ganaderías, si hay toro, veremos con sasticfaccion de los que pueden y no los ponen.Por otro lado, las entradas deben ser mas económicas (50%)ya que no se paga el cache, si no al profesional o al maestro¡¡Con respecto a las ganaderías, no pueden faltar las clásicas y las exitosas, ausentes por canorea. Las figuras, ya a anunciaron que este año 14, la determinación de no torear con cartera grande y billete pequeño,(les sobra),buena decisión para la fiesta y respetable postura, apretaría a los toreros de segunda fila arañar el escalafón al tener mas oportunidades, en resumen estoy expectante y no contento con la decisión de la negocion de las retransmisiones, el año pasado nos quedamos sin Sevilla y este año se repite, el pasado era el cache de imagen de las figuras y este año el capricho de canorea?
Siempre ha habido ricos y pobres, pero todos AFICIONADOS¡¡
La postura de José en Bilbao, según las actas de la Junta Administrativa que Rafael Cabrera recabó en su libro "Joselito en Bilbao. La culminación del mérito", tienen más miga y otras interpretaciones que las recogidas en esta entrada. A mi parecer.
Saludos
domi:
No creo que se vaya a producir ningún comunicado más de la empresa, pues cada vez que el empresario ha hablado se han complicado más las cosas.
Delicada situación si los toreros mantienen el órdago y la Mestranza (como parece probable aunque ya veremos) no se pronuncia.
Un cordial saludo.
Félix:
En efecto, muchos aficionados sueñan con una feria sin figuras y con ganaderías de las denominadas duras. Estoy de acuerdo en que eso agradaría a más de uno pero me temo que el atractivo para el público decaería y, además, Sevilla no es Madrid.
No creo que esta plaza aguante una feria sin figuras como lleva aguantando las Ventas desde hace tantos años.
Otra cosa es que a rey muerto, reu puesto y el hueco que uno deja lo ocupa siempre otro.
Sin embargo, no estoy tan seguro (a priori) que salgamos ganando con los cambios. Pues al final el que se coloque acabará actuando como los toreros punteros han actuado desde los primeros días del toreo ¡no nos engañemos!
Y por otra parte, la sustitución es oportunidad pero no garantiza el resultado. Hemos visto a Escribano aprovechar la ocasión el año pasado y a otros toreros desaprovechar ocasiones (a veces, reiteradas) de situarse (y no hablo de estar más o menos lucido sino de demostra calidad como torero).
Un saludo
Vazqueño
Precisamente según las Actas publicadas en el magnífico libro de Rafael Cabrera, se deduce que Joselito se molestó (al menos eso manifiesta su apoderado) porque la Junta se puso ese año en contacto primero con Belmonte que con él y, sobre todo (era el año de los mano a mano, donde José pretendia acabar con Belmonte, lo que no pudo hacer) Joselito quería torear junto con Belmonte los Miura.
Sin embargo, Juan -muy cuco- ya había contratado toda la feria de Bilbao¡menos la corrida de Miura!.
Ante la tesitura, José (y pienso que lo que más le pesó fue lo de quedar como segundo plato) decidió no ir a Bilbao ese año.
Los años siguientes, la Junta se dirigía directa y primeramente a Joselito a la hora de contratar a los toreros (¡Por algo sería!)
En cualquier caso, si hubo otros motivos creo que tuvieron menos importancia que los dos que señalo.
El caso es que el diestro de Gelves, acertado o no, se plantó en defensa de sus intereses profesionales o lo que el entendía como sus intereses, su categoría y su dignidad como profesional igual que los toreros de ahora se plantan, acertados o no, en defensa de sus propios intereses, su categoría y su dignidad como profesionales.
Un cordial saludo.
Bien, estoy de acuerdo con las matizaciones que hace.
Solo decir que a mi entender no hubo agravio de la Junta a José porque desde el mismo día que terminó la feria de 1914 contactaron con el apoderado de Gallito, haciéndole saber el interés por ser contratado para la feria venidera. Se pusieron manos a la obra al caer el último toro de la feria.
Gallito no tenía inconveniente en aceptar la corrida de Miura que le ofrecían, siempre y cuando estuviera acartelado con él Belmonte. Y como no hubo forma de convencer a éste las cosas se torcieron y la Junta hubo de prescindir de los Gallos.
Gallito quería compartir cartel con su máximo rival el día de los toros más poderosos sí o sí, este para mí fue el motivo principal de su ausencia. Así que ¡gloria a Gallito!
Posiblemente fue un error de la Junta en el planteamiento del serial, a José le libraban de la de Pablo Romero y a Belmonte de la de Miura, las dos corridas más duras del ciclo. Pero José no toleraba estar anunciado con los Miura si Juan no compartía cartel con él. Y Juan no daba marcha atrás con lo que ya había acordado y firmado, Miura no entraba en el contrato. Y así quedó.
Un saludo.
Las ganaderías están contratadas ya, sería bueno refrescar el escalafón, pero,¿ se ha preocupado la empresa de Sevilla,sacando nuevos matadores del escalafón? la respuesta es no,no hay alternativas desde hace varios años,la fiesta está al revés,saludos
Manuel Vazquez
Hombre, José, lo que hay que hacer es huir de posiciones extremas como el "conmigo o contra mí" y de las verdades a medias, que bajo mi modesta opinión está plagado su comentario. Estoy en total desacuerdo por la iniciativa de los "cinco divinos" pero no por ello estoy encabritado ni me convierte en un aficionado vocinglero, entre otras cosas porque tampoco defiendo la posición de la empresa sevillana, a la que le fallaron las formas pero no tanto el fondo en la ya famosa comparecencia, o es que a alguien se le escapa que estos cinco señores viven en una burbuja.
No entiendo que ahora denuncien un supuesto mal trato por parte de esta empresa desde años atrás y no lo hayan denunciado antes, cuando se produjo y a título individual, sobre todo cuando uno de ellos ya ha reconocido que con él no hubo tal y que lo suyo es más una cuestión de solidaridad con sus compañeros (todavía no salgo de mi asombro), además les recuerdo que sin ir más lejos fueron estos mismos señores los que se fotografiaron con estos mismos empresarios a las puertas de la plaza sevillana el año pasado, solidaridad que no cuenta para otros diestros que no están en este selecto grupo de "los cinco divinos", en un ejercicio de "total" cordura.
Y no me diga que soy el único que se ha dado cuenta que en el trasfondo de todo este asunto lo que prevalece es un claro "golpe de estado" al trono de la plaza sevillana, "quítate tú que me ponga yo", ya lo intentaron con las presidencias de las plazas de toros con la brasa que dieron en cada una de sus declaraciones en cuanto les ponían un micrófono delante con el tan manido discurso de la falta de sensibilidad y la falta de conocimientos por parte de aquellos que presidian las corridas, ahora parece que todo aquello aparcado por un verdadero y decidido asalto al poder, que ya se sabe que cuando a uno le intentan tocar el bolsillo...
Y José, defender sus derechos, es lícito, pero hombre, hacer un chantaje en toda regla, ya no lo es tanto, pues no se trata de ningún plante si no de descabezar a quien dirige los designios de la Maestranza de Sevilla.
Por otra parte, basta ya de tópicos, "que si los aficionados cabemos en un autobús", "no hay afición" o "el público es el que sostiene este espectáculo", máxime cuando a la hora de la verdad, como ocurrió con la recogida de firmas para el congreso y la ILP, por poner un solo ejemplo, fuimos los aficionados los que nos movilizamos para conseguir ese objetivo, los públicos esos a los que usted tanto defiende, cuando no existan las corridas de toros ocuparán ese espacio en otro tipo de espectáculos sin echar la vista atrás. Sin dejar de lado al público en general cuidemos de todos esos aficionados que han desaparecido de los tendidos hartos de las corridas de toros sin toros. Porque esa es otra, hablan de respeto y dignidad pero demuestran un total desprecio al respeto y dignidad del principal protagonista de todo este tinglado que no es otro que el toro, a las pruebas me remito, solo hace falta ver el tipo de toro al que se han enfrentado (es una manera de hablar) en su gira americana. Por cierto, digo lo de principal protagonista, por eso que se dice "con toros y sin toreros hay corrida, sin toros y con toreros no la hay".
Por último, que me he alargado demasiado, con todos mis respetos, ser Figura del Toreo no es un tema baladí, hay que demostrarlo, no puede estar continuamente comparando a toreros de la talla de Joselito El Gallo, Manolete, Ordoñez o Luis Miguel, por citar a algunos, con las figuras actuales, pues aquellos, incluso con sus sainetes (que también son necesarios) dieron suficientes muestras de poder con todo tipo de toros, con los actuales eso está por ver, pues no hace falta recordar como salieron de escaldados Talavante en su única comparecencia con victorinos en Madrid y Manzanares con aquel otro victorino el día de su encerrona en Sevilla, ser Figura es serlo y no solo parecerlo.
Saludos.
Pablo Galán Espadas.
Vazqueño:
Pues eso mismo que usted dice es lo que pienso de ese enredo. La Junta contrató antes a Belmonte y ahí empezó el lío. Al año siguiente, empezaron contratando a Joselito primero que, a fin de cuentas, era el que hacía y deshacía en aquella época.
Un cordial saludo y gloria a Joselito
Pablo Galán:
Le agradezco, en primer lugar su extenso comentario. Me parece muy conveniente que se discutan posiciones y criterios pues esa es la forma, de evitar posturas extremas.
No pretendía en la entrada, ni pretendo ahora, darle (o quitarle) la razón a ninguna de las partes en disputa pero tampoco me gustan, como le sucede a usted, las verdades a medias y las opiniones basadas en datos parciales. Eso es precisamente lo que quiero denunciar en la entrada.
Vayamos por partes.
Primero. Reitero que (nos guste o no) los públicos son los que sostienen económicamente el espectáculo. El aficionado es minoría y esto no es un tópico sino algo que los propios aficionados venimos repitiendo (en son de queja) hasta la saciedad.
Segundo. La consideración de figuras se la dan a los toreros los públicos y la sociedad no la minoría de aficionados. Lo que no quita para que desde la postguerra a esta parte los aficionados vengamos considerando (acertada o desacertadamente, eso es otra cuestión) mejores toreros a diestros que no han alcanzado esa categoría. Los ejemplos abundan.
Tercero. El derecho de los toreros a pronunciarse, a denunciar lo que consideren conveniente e incluso a renunciar a torear en Sevilla mientras se mantenga la empresa actual, me parece incuestionable. Otra cosa es que compartamos o no esa postura. Usted ya ha tomado partido y dice que no la comparte. Yo prefiero reservarme mi opinión
Cuarto. Lo sucedido tiene muchos antecedentes (no sólo los que cito en el post). Recordar casos del pasado donde se han producido situaciones de conflicto, más o menos similares, protagonizadas por las figuras de antes me parece no sólo legítimo e instructivo sino (visto la opinión de algunos aficionados) necesario e higiénico. La novedad está en las formas (el famoso Comunicado conjunto del G-5) no en el hecho en sí.
Resumiendo, como he dicho en la entrada no disponemos de información directa y veraz sobre lo que se cuece en la trastienda del toreo. Sin embargo, es evidente (sólo hay que ver los medios de comunicación y las redes sociales para percatarse) que son bastantes los aficionados y periodistas que, pese a ello y de forma airada o no, acertada o no, han formulado “a priori” juicio sumarísimo y dictado sentencia inapelable contra los toreros punteros del escalafón.
No es la primera vez que esto ocurre. Me temo que no será la última.
Saludos
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