Entre la tremenda dureza del tercio de varas y el seco enfrentamiento del tercio de muerte, el tercio de banderillas aparece a nuestro ojos como un tercio airoso, alegre y grácil.
Incluso los espectadores más sensibles y menos curtidos en tauromaquia encuentran en esta fase de la corrida, más motivos de relajo y diversión que en el resto de la lidia.
Sin embargo, tras esa simpática apariencia se esconde un tercio de mucho riesgo, no siempre evidente, pero siempre cierto.
Enfrentarse a cuerpo limpio sin engaños al toro para ganarle la cara a la carrera o burlarle con un hábil quiebro ha resultado siempre algo sorprendente para los espectadores que agradecen esa rotura de la tensión que las banderillas encarnan.
Sin embargo, tras esa fachada brillante y entretenida, acecha el peligro. En todos los toros y todas las tardes (en el ruedo siempre hay peligro) aunque acostumbrados a él, al final acabamos por no darle importancia a algunas cosas que tienen mucha.
Vídeo 1. Un traspiés puede surgir en cualquier momento
Manolo Ortiz, maestro y primer referente de Juan José Trujillo, banderillea en Madrid con su habitual solvencia y poderío, pero tiene un traspiés a la salida del par, por fortuna sin resultar cogido.
Manolo Ortiz, maestro y primer referente de Juan José Trujillo, banderillea en Madrid con su habitual solvencia y poderío, pero tiene un traspiés a la salida del par, por fortuna sin resultar cogido.
Vídeo 2. Arruza en Sevilla. Cogida con fortuna
En la charla del pasado viernes, Juan José Trujillo, nos descubría los entresijos de la lidia y, entre ellos, esa sorpresa de que algunas ganaderías de las tenidas por fáciles (comerciales las llamamos algunas veces los aficionados) son muy duras y difíciles de banderillear. En concreto, citaba los toros del Pilar, Garcigrande y Victoriano del Río. A esta última, se refería por propia experiencia personal. Dura experiencia.
Carlos Arruza, torero valiente y poderoso donde los haya, sale cogido -sin consecuencias- de un par de banderillas en la plaza de Sevilla. Se levanta sin mirarse, pide otro par y se va hacia el toro... ¡Casta!
En la charla del pasado viernes, Juan José Trujillo, nos descubría los entresijos de la lidia y, entre ellos, esa sorpresa de que algunas ganaderías de las tenidas por fáciles (comerciales las llamamos algunas veces los aficionados) son muy duras y difíciles de banderillear. En concreto, citaba los toros del Pilar, Garcigrande y Victoriano del Río. A esta última, se refería por propia experiencia personal. Dura experiencia.
Y es que, a veces, muchas veces, las apariencias engañan...
Vídeo 3. Una cogida de gravísimas consecuencias
Vídeo 3. Una cogida de gravísimas consecuencias
En Sevilla, en el año 2013, un toro muy fiero y agresivo de Garcigrande coge e hiere de gravedad al Niño de Leganes en la suerte de banderillas. El torero tuvo que abandonar la profesión tras esa terrible cornada. Todavía hoy ver esas imágenes me pone la piel de gallina.
Vídeo 4. Ni en el callejón te libras
Tras un par en Murcia, un toro de Victoriano del Río persigue a Juan José Trujillo hasta la barrera, y cuando este la está saltando, el toro lo "atrapa", lo tira al ruedo intentando y, ahí, intenta cornearle con saña...
1 comentario:
Morente, como siempre gracias por esta nueva entrega. Y además celebro que no se incluya en la filmografía cogidas como las de Manolo Montoliu y otros queridos rehileteros que pagaron tan cara su profesión.
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