jueves, 12 de enero de 2017

Cuaderno de notas (CXI) Las normas objetivas del toreo


El toreo de muleta a principios del s. XIX (Detalle de lámina preparatoria para la Tauromaquia de Pepe-Hillo-Biblioteca Nacional de España)
La regla, la norma, tiene que ser objetiva, es decir, susceptible de aplicación por todos. Esto es elemental.

Por mucho que [Domingo] Ortega explique como se le anda al toro metido en su terreno, para dominarlo y cogerle el pitón al cuarto pase, no habrá quien pueda realizarlo como él. Dígame usted donde están los discípulos de Ortega, dónde sus seguidores, donde su escuela. Ni tampoco Paquiro podría explicar como saltarse a un toro desde el ras de la arena y a medio metro. Ni Belmonte su media verónica.

En cambio Cúchares, en un dos por tres, pasa de la muleta como medio a la muleta como fin. Y todos de inmediato lo comprenden y lo aprenden, y. lo que es mejor, lo practican y surgen los pases cambiados y los ayudados, y queda ya de uso común el toreo con la derecha, válido como el de la izquierda.

Y llega Cúchares y enseña que la muleta puede ser un medio y no sólo un fin (Foto: Laurent)
Y no digamos Guerrita. Rafael Guerra pone a la verónica de costado , para que pueda ceñirse y articularse e intensificarse en sus diversos tiempos, como nunca hubiera sido posible con la verónica de frente... Y todos lo pueden hacer, y lo hacen mejor que él, afinando y depurando el lance, generación tras generación...

Y con la muleta carga la suerte hacia un lado y aún en ocasiones ligeramente hacia atrás, para que pueda mantenerse la continuidad del toreo en redondo... Y aprenden los toreros a graduarlo y sensibilizarlo hasta conseguir en ocasiones la ligazón perfecta... Y otras cosas más que en este libro están y que Guerrita descubre y establece, no para sí, para todos.

Y aprenden los toreros del Guerra, hasta conseguir en ocasiones la ligazón perfecta (Fotografía de Morante en la México, el pasado diciembre)
Y cuando el toreo en redondo se ha perdido desde Pastor a Belmonte y desde Machaquito al Gallo, llega Joselito y lo redescubre, lo recrea, lo restablece y se lo pasa a Chicuelo y a Armillita... y a Manolete que todos en esa fuente bebieron.

Y cuando el toreo en redondo se ha perdido , llega Joselito -fuente de la que todos bebieron- y lo recrea (Pase natural de Joselito el Gallo en Madrid
PEPE ALAMEDA. "El hilo del toreo" 
(1ª ed., Madrid, Espasa-Calpe, 1988. Páginas 302-303)


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pareciera que el "perro faldero" que torea Morante, igual no importa para los palmeros de ambos lados del charco

Jose Morente dijo...

Anónimo:

Sólo un "animalista" puede confundir un toro de lidia con un perro faldero.

Creo que se ha equivocado de página.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Gracias por compartir este fragmento. Enriquecedor para la afición, como siempre en La Razón Incorpórea.
Un abrazo,
Pablito