A veces pienso que las "espantás" de Rafael el Gallo, tuvieron (quizá), en la historia del toreo, más importancia que el de una mera anécdota.
Me explico. Rafael y José no pueden comportarse como dos personas extrañas, cada uno en su mundo. Obligatoriamente, hablan, confrontan, analizan, sienten los éxitos y los fracasos del otro hermano con una intensidad más intensa que cualquier otra persona de su entorno.
Por eso, creo posible que José percibiera y entendiera que, con un toro, había cosas más profundas e importantes que limitarse a llevarlo y sacarlo del caballo, viendo a su hermano, pues el Divino Calvo por su manera de torear necesitaba un toro más "toreable", que no provocase esas "espantás".
Es posible que esa fuera, entre otras, la razón que convenció a José de que era necesaria una nueva orientación en la cría y selección del ganado. Con sus capacidades y conocimientos, José no necesitaba un toro diferente. El que lo pedía, era Rafael, cuya tauromaquia requería otros oponentes más adecuados, menos complicados
Mi visión personal me sugiere que José se entregó a reorientar la selección del toro bravo, pensando sobre todo en las actuaciones de Rafael, sus triunfos y sus espantás: "Hay muchas posibilidades artísticas con un toro, con condición de que salga diferente".
Addenda. Miércoles 5 de agosto
Recién publicada esta entrada, la investigadora italiana Silvia Caramella me facilita el enlace a un viejo documental "Amanecer en España" producido en 1938 por la CNT con fines propagandistas.
Lo más interesante es que, entre las imágenes de archivo, aparecen varias escenas taurinas. Una de ellas, congruente con esta entrada, recoge un fragmento de una faena de Rafael el Gallo con uno de esos torazos que, poderoso y temible, va empujando al torero madrileño hacia las tablas, ganándole la pelea. Uno de esos toros "determinantes" que sólo permitían, por raro acaso, ese toreo de arte tanto anhelaba practicar el Divino Calvo. Un toreo primoroso y estético del que, merced a otros toros ya "determinados", nosotros hemos podido disfrutar y gozar con mucha mayor frecuencia.
Vemos la faena del Gallo con este toro "determinante" y todavía "no determinado" del que hablaba Pepe Alameda.
"Espantá" de Rafael el Gallo (Fotografía publicada en el Ruedo en 1944) |
Addenda. Miércoles 5 de agosto
Recién publicada esta entrada, la investigadora italiana Silvia Caramella me facilita el enlace a un viejo documental "Amanecer en España" producido en 1938 por la CNT con fines propagandistas.
Lo más interesante es que, entre las imágenes de archivo, aparecen varias escenas taurinas. Una de ellas, congruente con esta entrada, recoge un fragmento de una faena de Rafael el Gallo con uno de esos torazos que, poderoso y temible, va empujando al torero madrileño hacia las tablas, ganándole la pelea. Uno de esos toros "determinantes" que sólo permitían, por raro acaso, ese toreo de arte tanto anhelaba practicar el Divino Calvo. Un toreo primoroso y estético del que, merced a otros toros ya "determinados", nosotros hemos podido disfrutar y gozar con mucha mayor frecuencia.
Vemos la faena del Gallo con este toro "determinante" y todavía "no determinado" del que hablaba Pepe Alameda.
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