Por Luis Miguel López-Rojas
Sorteo de toros ¿Porqué no de toreros?
Nota previa.
A principios de agosto, en anterior entrada de la razón incorpórea, Francisco Gallardo reivindicaba la figura del telonero lo que –en mi opinión- podría suponer un fuerte revulsivo para las arcaicas estructuras del toreo. La réplica (mejor decir, la continuación del debate) por Luis Miguel López-Rojas, al hilo del anterior artículo de Paco, puede ser… la bomba.
Ahí es nada. ¡Sorteo de toros y toreros!. Algo que Paco Gallardo, quien no conoce personalmente a Luis Miguel, también me había comentado como idea propia y soñadora en alguna ocasión.
Que los buenos aficionados -de lugares tan distantes y tan distintos- empiecen a plantear ideas nuevas significa primero: Que la fiesta está más viva de lo que parece o de lo que algunos quisieran y segundo: Que no obstante lo anterior, está necesitada de profundos cambios (los propuestos u otros distintos, eso da igual) para adaptarse al presente milenio que ya ha cumplido su primera década.
SORTEO DE TOROS y TOREROS por Luis Miguel López-Rojas
Muy sugerente el artículo de Francisco Gallardo en este mismo blog y original la apertura del debate sobre la figura del telonero en el mundo del toro.
Aunque alguno (tradicionalistas), se pueda rasgar las vestiduras y llevar las manos a la cabeza, ante la posibilidad de suprimir el orden de antigüedad en la lidia bajo discursos apocalípticos, creo que -lo mejor- es echar la vista atrás y consulta a nuestra mejor consejera. La historia (de la Tauromaquia, claro está).
Esta proposición, tiene cierto parangón y puede generar las mismas controversias que la acaecida a finales de siglo XIX. La implantación del sorteo de las reses. El 15 de agosto de 1896, en un mano a mano entre Luis Mazzantini y “Guerrita”, tiene lugar en San Sebastián, la primera corrida con sorteo de las reses. Hasta entonces, era el ganadero el que decidía, tanto el orden de lidia, como a los matadores que les correspondían las diferentes reses que conformaban el encierro.
Programa de mano de la feria de San Sebastián de 1895. El día 15 con Mazzantini y Guerrita en el cartel se celebró el primer sorteo de la Historia. Los toros eran de Saltillo curiosamente de uno de los ganaderos más opuestas al sorteo (Los programas de mano que reproducimos están obtenidos del libro “El cartel taurino, la sociedad y los toros. 1820-1920” de Ángel Sonseca Rojas).
Muy recomendable leer el capítulo II del libro de Santi Ortiz, “Lances que cambiaron la Fiesta” (Ed. Espasa Calpe. Colección La Tauromaquia nº 19), donde se describe este acontecimiento transcendental en la evolución de la tauromaquia.
Para el que no lo pueda hacer y a modo de síntesis, el ganadero elegía el orden que mejor consideraba para el lucimiento de la corrida.
Normalmente, el de más trapío para abrir plaza (para impresionar al respetable y por corresponder al primer espada más experimentado), el de menor presencia para el sexto (último lugar y espada más novel).
En el quinto lugar, el toro de mejor nota, por eso lo de “no hay quinto malo”. Por último se decidía el orden de lidia del resto con la norma de corresponder el otro mayor, al segundo espada.
Daniel Perea. El Enchiqueramiento (De la Lidia)
Esta situación de desigualdad, acrecentada por el mando de “Guerrita” y el favoritismo de los ganaderos hacia ciertos toreros, fue una de las principales luchas de Luis Mazzantini (principalmente) y Reverte (después), que desencadenaron la celebración del sorteo de las reses en la mencionada corrida.
Circunstancia que se generalizó a partir del año 1900 y que se llevó al reglamento en el 1917. Lo que en su momento, levantó ampollas, sobre todo en el sector ganadero y en algunos toreros (Guerrita y Bombita), hoy es tradición y no se cuestiona.
Rafael Guerra “Guerrita” y Ricardo Torres “Bombita”. El Guerra y el hermano mayor de Ricardo (Emilio “el Bomba”) fueron los dos últimos toreros que se opusieron al sorteo de los toros.
Volviendo al asunto del debate del “telonero” propuesto por Francisco Gallardo. Mi opinión personal es que crearía, no sin cierta lógica, críticas por la situación de ventaja del espada con mayor “mando” que figurase en el cartel. Sensación de “todo preparado”. Elige ganadería, orden de actuación, compañeros de cartel…
Por lo que siguiendo el consejo de nuestra consejera historia, propondría la implantación del sorteo tanto de reses, como de orden de lidia de los actuantes en el cartel.
Con esta solución nos cargamos de un plumazo las reticencias de los toreros con compañeros de cartel, por mero hecho de su antigüedad de alternativa que determina el orden de actuación. Tendría las mismas posibilidades de actuar en uno y otro lugar independientemente del cartel.
La suerte, al igual que ocurre con las reses, decidiría.
La suerte decidiría
Lo que hoy es polémica y novedad, mañana se puede convertir en tradición. Eso sí, mantendría la antigüedad para el orden de sustitución en caso de cogida.
Cogida de Marcial Lalanda (Foto Vaquero. Archivo Rangel)
Y ya que estamos de “sorteos”. Esta entrada, sería una buena oportunidad para debatir sobre el diseño de las ferias mediante sorteo. Bombo de toreros y bombo de toros.
Bombo de toros y toreros.
Si bien en este caso, soy menos partidario, puesto que el artista tiene que encontrar “el material” más adecuado para expresar su arte.
Sería absurdo dar a un pintor genial una piedra para hacer escultura, quitándole el lienzo sobre el que dar rienda suelta a su arte y viceversa. Del mismo modo que las características de los diferentes toros, pueden no adecuarse al concepto del toreo del artista. Toros a “contraestilo” que decimos.
Rafael el Gallo. Teorizante máximo del toro a contraestilo (Foto Vaquero. Archivo Rangel)
Pero podríamos optar por una situación intermedia.
No sorteo puro, sino “dirigido” igual que el sorteo de los mundiales. Toreros cabezas de serie (figuras), y diferentes bombos de ganaderías, de forma que se aseguraría una entre las predilectas, pero también le correspondería alguna de las menos “apetecibles”.
Y a los toreros no cabezas de serie, también podrían entrar con alguna de las ganadería de relumbrón (aunque tendrían menos posibilidades claro está).
El sorteo de los mundiales de futbol.
Estas novedades propuestas, “teloneros”, “sorteo orden de lidia”, “bombos en el diseño de ferias”…, que hoy pueden parecer un sacrilegio, traerían un aire fresco que podría aumentar el interés por la Tauromaquia. Mañana, se pueden convertir en tradición (lo que sería el mejor síntoma de que la fiesta sigue viva). Ya lo dice el refrán “RENOVARSE O…”
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