Por Juan Antonio Polo
Parafernalia pirata en la triunfal vuelta al ruedo de Padilla en Pamplona
La corrida de Fuenteymbro, de impecable –cuando no exagerada– presentación, adoleció de falta de fuerza y, en ocasiones, de casta, pero fue muy noble y, salvo el complicado segundo, se dejó torear y propició el triunfo de los dos primeros espadas.
Padilla siempre es Padilla y en Pamplona… mucho más. El caso es que Padilla desplegó frente a sus dos oponentes el catálogo completo de su particular tauromaquia, en especial con la capa y ¡como no! con las banderillas.
Su primer toro se paró muy pronto, por lo que Padilla tiró por la vía de los alardes facilones, desatando el entusiasmo de la multitud y cortando, tras un bajonazo, la primera oreja de la tarde. La faena del cuarto tuvo más entidad. Algunos de sus derechazos y naturales fueron irreprochables, pero el cotarro no se animó hasta que tornó a los desplantes y alardes de valor. Un espectacular estoconazo en segunda instancia enardeció a los espectadores, que lo aclamaron hasta el paroxismo mientras Padilla se recreaba en una lenta vuelta al ruedo con la segunda oreja en la mano entre el ondear de banderas piratas.
El contrapunto a la actuación de Padilla vino de la mano del debutante Pepe Moral, un torero con clase que si nada pudo hacer frente al complicado segundo, ante el blandengue quinto consiguió ligar un trasteo que según comentaban muchos espectadores al terminar el festejo puede ser el mejor de la feria. Fue una faena seria, sin alharacas, bien construida de principio a fin. Moral supo situarse frente al toro, medir las distancias, citar correctamente, correr la mano con limpieza y rematar atrás, dejando bien plantada la muleta para el siguiente pase. Un medido arrimón final y un limpio estoconazo dieron paso al corte de una oreja de auténtico peso. Y un consejo final: Moral debería despedir a su cuadrilla de a pié, Un desastre.
El medio arrimón que cerró la buena faena de Pepe Moral
En lo que respecta a Saúl Jiménez Fortes poco se puede decir. Sigue tan valiente como siempre, pero no progresa y mata muy mal. De su actuación apenas pueden destacarse los airosos muletazos con que inició la faena del sexto. Nada más.
PD: Adjunto la foto que obtuvieron con su teléfono “tres locos médicos valencianos” (así se definieron ellos). Unos tipos muy simpáticos que fueron a ver a Padilla con sus banderas y que, orgullosos de su foto, me la pasaron por whatsapp. Corresponde a uno de los escasos momentos de lucimiento de tu paisano Jiménez Fortes, ayer en Pamplona
1 comentario:
Un placer conocerte y compartir con el Sr Polo una magnífica tarde de toros. Un cordial saludo desde Valencia.
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