Por Fernando Cámara
Fernando Cámara, de novillero en Sevilla, en un ayudado por bajo cargando la suerte. Pero no porque tenga adelantada la pierna de salida sino porque “carga” todo el peso del cuerpo sobre la misma, lo que no impide que quiebre la cintura en barroca expresión. Fernando ha sido uno de los mejores cultivadores del toreo por bajo de los últimos años (Foto: Arjona)
Nota de LRI:
En la anterior entrada de este blog, Juan Antonio Polo nos devolvía el sentido primigenio de lo que significa “cargar la suerte”, concepto controvertido pues aun cuando dicha expresión se utiliza desde los albores del toreo su significado ha ido cambiando con el paso de los tiempos.
Así mientras, durante todo el siglo XIX, la suerte se cargaba con los brazos (quedando las piernas relegadas al mero papel de apoyo), hoy se identifica la cargazón con el acto de adelantar la pierna de salida. De forma más precisa, adelantarla en el preciso momento en que se arranca el toro. No antes.
Sin embargo, ni así se torea hoy ni, estoy por decir, se ha toreado así nunca (o casi nunca). Ni siquiera aquellos toreros que han defendido el acto de adelantar la pierna (la “pata ‘alante”) como piedra angular del toreo puro (Y a las pruebas cinematográficas me remito).
Sin embargo, lo cierto es que el concepto evoluciona y, como es lógico, incorpora matices nuevos. De estos nuevos matices, nos habla Fernando Cámara en esta entrada. Pero no nos adelantemos sus ideas,.lo mejor es leerlas.
CARGAR LA SUERTE (II) AYER Y HOY por FERNANDO CÁMARA
Concepto de cargar la suerte
Cargar: agravar, embarcar, echar, acumular, etc.
Suerte: encadenamiento de sucesos, circunstancia, azar, modo de hacer algo, etc.
Cargar la suerte, en el sentido literal, es agravar una circunstancia ya de por si adversa.
Cargar la suerte ayer y hoy
Habría que ver que sentido le daban los ortodoxos del toreo a cargar la suerte y es obvio que, cada actor, tenía una opinión sobre lo que se consideraba cargar la suerte.
En mi opinión, cargar la suerte en nuestros tiempos no se puede comparar con el concepto antiguo, puesto que antaño cargar la suerte, ante un toro poco formal en su embestida, suerte ya de por si expuesta por los toreros, era algo heroico. Aun más cuando el toreo se realizaba de forma muy movida de piernas, precisamente por la embestida descompuesta de los toros. Por tanto el peso del cuerpo se repartía entre las dos piernas al mismo tiempo con intervalos relativamente intermitentes.
Tal vez, cargar la suerte, para los taurinos de antaño era desviar la embestida del toro y siendo así, se podía realizar tanto con las piernas como con los brazos.
En el toreo antiguo, según Fernando Cámara, cargar la suerte era desviar la embestida informal del toro, lo que se podía hacer tanto con los brazos como con las piernas: En cuyo caso, el peso del cuerpo se repartía entre ambas. En la fotografía de Sol y Sombra, Antonio Reverte pasando de muleta, en la plaza de Bilbao, al toro Ecijano de la Viuda de Saltillo, en septiembre de 1897, toreando con Mazzantini y Guerrita. Su faena de muleta a ese toro gustó mucho al público bilbaíno (Fotografía facilitada por Rafael Pozo Barahona).
Pero en nuestros tiempos, cargar la suerte es agravar la exposición de los toreros ante un toro y además, de forma estética.
Esto se puede entender cuando se ajusta a la embestida del toro, cuya trayectoria la marca el propio torero, puesto que cambiar dicha trayectoria es relativamente fácil. Con la muleta por delante y con un toque hacia fuera o con un fuerte bamboleo se puede cambiar la trayectoria de la embestida de un toro con relativa facilidad, lo que no sería muy ortodoxo aunque los pies permanezcan quietos, ni tendría repercusión en los tendidos por su evidencia.
Por tanto, en mi opinión, cargar la suerte es cargar el peso del cuerpo primero sobre una pierna y luego sobre la otra, desde el inicio del pase acabando en el remate o, lo que es lo mismo, acompañar la embestida del toro durante el muletazo, pasando el peso del cuerpo de una pierna a la otra, aportando al pase temple y profundidad.
Cargar la suerte hoy, según Fernando Cámara, es cargar el peso del cuerpo primero sobre una pierna y luego sobre la otra. O, dicho de otro modo, acompañar la embestida del toro durante el muletazo. En la fotografía, el Juli, cargando la suerte al desplazar el peso del cuerpo sobre la pierna de salida lo que le lleva a levantar el talón de la otra. Detalle este último que Luís Bollaín consideraba evidencia de buen toreo.
Una segunda opción
Otra forma de cargar la suerte es cuando el torero marca la trayectoria al toro y la pierna más retrasada, sin modificar el viaje del toro, modifica su posición ligeramente antes de que el toro meta la cabeza. De esta forma el torero se acerca a dicha trayectoria, ajustando el espacio entre torero y toro y obligando a que el toro pase lo más cerca posible. El peso del cuerpo del torero debe estar prácticamente todo él sobre esa pierna, tanto en el inicio como después en el remate. Así la exposición es máxima.
No solía Antoñete adelantar la pierna de salida cuando toreaba de muleta en redondo pues –pese a lo que decía y decían- su técnica era heredera de la de Manolete pero en el Festival Nevado de Ruiz lo hizo ostensiblemente en algunos pases de inicio de las tandas.
Tentar la suerte
Esto difiere mucho a lo que exponían los antiguos, puesto que, con los brazos, en lugar de cambiar la trayectoria de la embestida, hoy se trata de acercarla al cuerpo. De este modo, cuando el peso del torero esta bien asentado sobre una sola pierna es muy difícil poder esquivar la embestida o retirarse de la posición elegida por el torero y la exposición es máxima.
Por lo tanto, tanto el concepto antiguo como el moderno son válidos y, a su vez, existen varias formas de cargar la suerte, siempre que se ejecute de forma ética y estética y sean además aceptadas por el público más exigente.
¡Cargar la suerte! o lo que es lo mismo, tentar la suerte utilizando el asentamiento evidente del peso del propio torero sobre una pierna, concretamente la que proporciona el remate de la muleta.
Con la misma técnica que el Juli, pero con otro cuerpo y otra estética, Morante de la Puebla carga la suerte en esta magnífica foto de Eduardo Porcuna. La pierna de salida no está adelantada pero el peso del cuerpo “se carga” sobre ella.
Selección y comentarios de fotografías: Jose Morente
18 comentarios:
Gracias por la promoción.
Julián y Roberto.
Extraordinaria entrada.
No conozco en persona ni a José Morente ni al maestro Fernando Cámara, pero sin duda, desde que les sigo, estoy abriendo bastante mi "mente taurina".
Espero como agua de mayo estas entradas, casi tanto como el aficionado anónimo e irónico del primer comentario.
Un saludo
Elucidativo post sobre um tema que tanta confusão cria na cabeça dos aficionados.
Na continuação do meu post anterior, diga-me, António Morente, se considera que no toureio a cavalo também se pode carregar a sorte. Pode parecer uma questão estranha, mas é discutida em Portugal, onde, como sabe, o toureiro a cavalo impera.
Obrigado
Perdão: José, e não António, Morente.
Muchas veces los toreros que torean con el compass abierto no adelantan la pierna de salida sino atrasan la pierna de entrada y con una foto no se sabe cual pierna se ha movido.
Efectivamente Don Alberto Franco, en el Toreo de a Caballo, imperante en Portugal, se puede y se debe "cargar la suerte". Desgraciadamente aparece en el Rejoneo en los últimos años, pero desde un concepto erróneo que es el qué ha convenido a la mayoría de los profesionales del Toreo Ecuestre.
Es por ello qué, no saldremos con facilidad del número del "caballito".
Saludos de Gil de O.
Obrigado pela sua explicação, amigo Gil de O.
Saudações aficionadas desde Portugal.
Dos cosas:
-la entrada es magistral:claridad total y la foto de Fernando Cámara es sencillamente soberbia.
-en los comentarios, se ha suscitado el "cargar la suerte" en el rejoneo. Al ser tan interesante el tema , creo viene bien una explicación más detenida.
Anónimo (Julián y Roberto)
Me complace su irónico comentario pues, como decía Boadella, nada hay más depresivo que estar a buenas con todo el mundo. El "buen rollo" estimula la mediocridad y el tedio.
Buscar enemigos no es una tarea fácil pero si acertamos, el divertimiento y la pasión están asegurados de por vida.
Saludos.
Alberto:
Muchas gracias por seguir este blog
Un abrazo
Alberto Franco:
Disculpe el retraso en contestar.
Creo efectivamente que, en el toreo a caballo, también se puede cargar la suerte (al menos es lo que siempre es oído decir) pero no estoy seguro. Doctores tiene la Iglesia y yo no estoy entre ellos.
Sin embargo, veo que ya le ha contestado uno de los lectores habituales del blog y buen amigo, Pepe Olid.
Vamos a ver si es posible preparar alguna entrada sobre el tema
Un cordial saludo
Jim:
Efectivamente. A veces el torero tiene que corregir su posición cuando el toro entra vencido. Algo muy habitual en los lances de recibo del toreo de capa y los primeros compases de la muleta.
En ese caso, en vez de adelantar una pierna se retrasa la otra. En la foto sin embargo es difícil por no decir imposible apreciarlo como usted comenta
Un fuerte abrazo
Francisco Butler:
Efectivamente, el texto de Fernando y la foto de inicio no tienen desperdicio.
Sobre "cargar la suerte" en el rejoneo me reitero; procuraremos incluir una entrada sobre el tema.
Un cordial saludo.
Voy a volver las dos entradas, de nuevo, que estoy un poco liado.
Un abrazo José.
A leerlas de nuevo, a ver si soy capaz de expresarme correctamente.
Por cierto, la teoría de Uno al Sesgo sobre cargar la suerte, no ha pensado rescatarla, creo recordar que aportaba conceptos interesantes.
Saludos
Vazqueño:
Normal. Yo también
Saludos
Vazqueño:
Me gustaría hacer una recopilación de las definiciones que se han hecho de cargar la suerte. Sobre todo, para saber en que momento se cambia el concepto y se confía esa acción al toreo de piernas, quizás de forma contradictoria cuando ya impera el toreo de brazos, pero hace falta un tiempo del que no sé si dispondré.
Saludos
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