El tumbo de Meléndez
En la anterior entrada, comentábamos el emocionante tercio de varas que, el día 21 de mayo, tuvo por protagonistas a Lana Virgen (un toro de Bañuelos) y a Nacho Meléndez (un picador mexicano).
Hablábamos de la bravura del toro (que no era tanta como vimos sino más bien fiereza) y quedábamos emplazados para comentar como se ejecutó la suerte de varas.
Pero sobre este tema más que la pureza de ejecución (que no la hubo) lo destacable fue la emoción que se vivió en la plaza. Sobre todo, a partir de la segunda vara y del brutal derribo que Lana Virgen propinó ahí a Nacho Meléndez.
En la tercera entrada al caballo, las Ventas rugió cuando el toro se arrancó de largo y con fuerza al piquero que presentaba el pecho de su cabalgadura y que clavó la vara en lo alto. Lana Virgen salió huyendo cual alma en pena (síntoma evidente de mansedumbre) pero ya a casi nadie le importaba.
Sin embargo, no vamos a comentar los matices de este tercio y como debe ejecutarse la suerte de varas, sino que nos vamos a detener en lo inusitado del derribo brutal de toro y picador.
Y es que antes, cuando no había peto la suerte de varas se reducía a un número de tres cifras. Por ejemplo, 6-4-2, que significaba que el toro había acudido seis veces al caballo, había propinado cuatro caídas y matado dos jacos (Los números de Lana Virgen, por ese sistema, serían 3-1-0. 3 varas, 1 caída y (lo mejor) ningún caballo muerto.
Vamos a hablar del 1, del segundo número de la serie. De la caída propinada, mejor aún de los posibles tipos de caída. Algo habitual cuando no había petos y bastante inusual en nuestros días.
El picador cae desmontado aunque se ve venir el derribo del caballo.
Definiciones
No me consta que, en los tiempos pretéritos, se haya efectuado clasificación alguna sobre las formas de derribo posibles. Más raro aún es hacerlo hoy día pero en la tertulia que, en Internet, mantenemos con Gastón Ramírez, Miguel Llanas y Andrés de Miguel, surgió el tema a raíz del tercio de varas comentado y se propuso la siguiente clasificación:
Desmontar.
Es cuando el picador cae o se baja del caballo sin que este sea inicialmente derribado.
Desmontar (Variante caída de latiguillo)
Una variante de desmontar es la temible caída de latiguillo en la que el picador es desmontado cayendo por la cabeza del caballo casi siempre en la cara del toro.
Derribar.
Cuando el toro envía al suelo al caballo y, por ende, al picador. Puede ser imputable al picador o no. El de la foto, está claro que no, antes al contrario (Por cierto, así se pica. Espectacular)
Tumbar.
Se dice así cuando el toro tumba (¿en horizontal?) a picador y caballo Generalmente no es imputable al picador sino a la fiereza del astado.
Tauroteca: Los tipos de caídas
En nuestra peculiar cinemateca taurina vamos a ver algunas películas antiguas, de cuando los caballos no llevaban peto o era exiguo, con los distintos tipos de caídas.
Imágenes muy duras para nuestra sensibilidad y no aptas para menores (O sea, de dos rombos).
Y para finalizar: El tumbo de Meléndez
Que ha sido para algunos (se ha dicho por escrito) el momento estelar de la Feria de San Isidro recién acabada.
PD: En Toros y Opinión, Andrés de Miguel uno de los integrantes de esa divertida tertulia Tertulia Taurina Cibernética ya citada, ha publicado un sustancioso artículo sobre el tercio de varas y sobre la (bautizada por él) suerte del funcionario. Merece la pena leerlo.
2 comentarios:
Sr. Morente:
¿Puede UD. poner el enlace para leer el artículo de Andrés de Miguel?. Porque no consigo encontrarlo.
Gracias.
-MiguelitoNews-
Miguelito news
Si, el enlace estaba puesto. Sólo hay que pinchar en la palabra "artículo" lo que ocurre es que el color del texto es muy parecido al resaltado del enlace y se confunden (lo arreglaré)
Le aseguro que va a disfrutar con el artículo de mi buen amigo Andrés, la definición de la suerte del funcionario hará furor (estoy convencido)
Un abrazo
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