El Juli recoge un premio taurino. El de la Maestranza de Sevilla.
En el mundo taurino abundan los premios concedidos por aficionados, peñas e instituciones a los personajes que intervienen en el espectáculo taurino como reconocimiento a sus méritos y habilidades.
Los premiados de la Maestranza, uno de los premios de más prestigio. Foto de los premiados.
Dichos premios abarcan una amplia gama de circunstancias y protagonistas. Se reconoce el mérito de presidentes, médicos, fotógrafos, periodistas, meros aficionados y cualquier otra persona con mayor o menor relación con lo que pasa en el ruedo.
Premios de todo tipo y en todos los sitios.
Tomás Campos premio del reciente Certamen de novilladas de Escuelas Taurinas de la Malagueta con Jacobo Florido, diputado provincial de asuntos taurinos. En Málaga, la Diputación es la propietaria de la plaza.
Se premia la bravura del toro en reconocimiento que puede llegar al indulto y se premia al ganadero que envía al toro más bravo o la corrida mejor en conjunto.
Ortega Cano y Velador (Belador) de Victorino Martín, único toro (este sí) indultado en las Ventas.
Arrojado, de Núñez del Cuvillo, indultado este año en la Maestranza. Un indulto que se puede considerar, por muchas causas ya analizadas en este blog, histórico.
También son reconocidos los méritos de los toreros de a pie y de a caballo que intervienen en la lidia. Se premia la labor con la capa, con las banderillas, con la vara de detener, con la muleta y el estoque.
Curro Javier un banderillero premiado muy frecuentemente con toda justicia
Gabin Rehabi, premio al mejor picador en la Concurso de Arlés.
Se premia la actuación lucida y que destaca sobre las demás, pero también se premia el conjunto de un diestro durante toda una feria. Se premia la mejor faena y la faena más artística. Se premian quites ya sean de arte o de salvamento. Se premia todo.
En la postguerra se premiaba largamente a los toreros, llegando a veces al mal gusto. Manolete con el trofeo de 2 orejas, rabo y dos patas. Hoy este derroche de casquería ha sido felizmente superado.
O mejor dicho, se premia casi todo. La Asociación de aficionados prácticos de Málaga parece que ha echado en falta el premio a la buena lidia. Si torear es un arte, su base es el toro. Y la lidia supone el reconocimiento de que lo que se hace en la plaza se hace en función del toro y sólo se justifica en base a las condiciones del toro.
Por otra parte, reconocen los miembros de la Asociación que si hay algún torero en la historia que tenga reconocida sin discusión capacidad lidiadora, ese sería el maestro José Gómez Ortega “Joselito el Gallo”, que además estuvo vinculado a Málaga en sus primeros años.
Joselito, muy joven, poco antes había vivido en Málaga.
Por todo ello, esta Asociación, que preside nuestro amigo Francisco Gallardo, en reconocimiento a la figura de Joselito y poniendo el acento en la necesidad de cuidar la lidia de los toros como uno de los bienes más preciados de la fiesta y en el convencimiento de que la justificación de la misma solo existe a partir del toro bravo, ha instituido el Premio Joselito el Gallo de la Feria de Málaga, para el matador que mejor y más adecuadamente lidie su toro.
Según las Bases del premio a las que hemos podido acceder y que se harán públicas próximamente mediante nota de prensa, el premio se concederá al matador de alternativa que mejor lidie su toro. Para ello se valorará:
-La dirección de lidia y, en particular la de los miembros de su cuadrilla
-La propia actuación del diestro y, en concreto, su actuación en los tres tercios que siempre debe estar dirigida a la buena lidia de su toro. Procurando que este no adquiera defectos en la plaza o corrigiendo los que ya trajese.
Verónica Rodríguez (torera con nombre de pila muy torero) pasea el trofeo tipo: la oreja del toro. La oreja era señal de la concesión del toro al torero. Por eso para Corrochano, la segunda oreja es una redundancia.
En consecuencia, se medirán exclusivamente los méritos propiamente lidiadores del diestro, y cualesquiera que sean los medios técnicos empleados (toreo sobre las piernas, elección de terrenos en la suerte de matar, quites y dirección de lidia, etc.), sin atención a los aspectos estéticos u otros valores que acredite, por muy altos que ellos sean. Los que incluso se valoraran negativamente en cuanto desvirtúen el fin último de la correcta lidia del toro.
Lo que se valora fundamentalmente es, por tanto, la adecuación de la actuación del torero y su cuadrilla a las condiciones del toro, sea cuales sean estas.
El Jurado se compondrá por los miembros de la Junta Directiva de la Asociación de Aficionados Prácticos de Andalucía. También formarán parte del Jurado los miembros de Honor de la Asociación (el torero Fernando Cámara y el ganadero Juan Manuel Pozo).
José Tomás con las dos orejas de un toro. El redundante premio que este año algunos Presidentes se están negando (injusta y redundantemente también) a concederle (Verbigracia, Valencia y Huelva).
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