Por Jose Morente
Triunfo de la justicia. Un ¿sarcástico? dibujo de Goya (Museo del Prado. nº de catálogo: D04084. 1812-14)
Cuando uno echa la vista atrás y repasa las letras flamencas contenidas en las recopilaciones de Balmaseda, Rodríguez Marín o Demófilo, destacan aquellas cuya temática es la denuncia de las injusticias sufridas por el pueblo andaluz ya fuera a título individual o colectivo.
En general, las quejas de las coplas flamencas suelen serlo a título individual. Pero, como ocurre tantas veces, la anécdota se convierte en categoría y los sufrimientos, penurias y padecimientos de los marginados, excluidos, postergados, arrinconados y discriminados andaluces, sean payos o gitanos, son generalizables y aplicables a enteras clases sociales de dentro y fuera de nuestra tierra.
La queja por la marginación se ha producido, en el flamenco, generalmente de forma individual pero el problema afecta a clases sociales completas.
No era la justicia en aquellas épocas de formación del cante, ejemplo de nada. Y, me temo, que salvo casos singulares y excepcionales, tampoco sigue siéndolo hoy día. La connivencia con el poder político y el desigual trato que reciben los que se enfrentan a ella en función de su situación económica, social o de sus influencias era, antes y ahora, público y notorio.
En el año 2007, la Universidad de Granada editó con un curioso y quizás contradictorio apoyo institucional, un magnífico libro titulado “Flamenco de Ley” donde su autor, Paco Espínola (acompañado de las firmas de Luis Eduardo Aute, Juan Luis Cano, Jesús Gª Calderón, Gran Woyming, Jose A. Lorente, Justi Navarro, J.L. Ortiz Nuevo y José Sacristán) reflexionaba y nos hacía reflexionar sobre las complicadas y secularmente malas relaciones de la justicia con los ciudadanos y, más concretamente, sobre la denuncia, contenida en las letras del flamenco, de toda aquellas injusticias que traían causa en las disfunciones del sistema político y social de la época en que se gestó este arte.
Portada de “Flamenco de Ley” de Paco Espínola (1ª ed,. Granada, Universidad de Granada, 2007). Un libro editado con apoyo de la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, al cumplirse los 10 años desde que la administración autonómica andaluza hubiera asumido las competencias en materia de justicia.
Lo surrealista es que muchas de la letras (viejas y nuevas) allí incluidas siguen teniendo hoy día absoluta validez. Y es que, aunque resulta evidente que algunas cosas han mejorado, sigue habiendo “mucha tela que cortar”.
Aún hoy día, las relaciones de las minorías con la justicia, el poder político o la policía son manifiestamente mejorables.
Como al libro le acompañaba un CD con el cante de Paco Moyano y la guitarra de Paco Jarana sobre la temática tratada, lo mejor es escuchar un par de esos cortes y que cada cual saque sus propias conclusiones
Paco Moyano y Paco Jarana en la presentación del Libro-disco de Paco Espínola “Flamenco de Ley”
Audición
Flamenco de Ley (Universidad de Granada, 2007)
Cante: Paco Moyano/Guitarra: Paco Jarana
María Dolores, Lola
mujer de gran resistencia
que hasta el reloj de la Audiencia
se para cuando te ve
A mí que me importa que un rey me culpe
si el pueblo es grande y me abona
Voz del pueblo, voz del cielo
que no hay más ley que son las obras
Tiran bombitas a la cabaña
si será el Rey de la Gran Bretaña
¿Que es lo que suena?
los presidiarios con sus cadenas
Van arrastrando
por un mar de suspiros
cante y quebranto
Hay un carril
desde Cádiz al Caribe
que hicieron las gales
y el bergantín.
El juicio (Bamberas y fandango)
Señor Alcalde del Crimen
señores oidores
estas penitas que mi cuerpo pasa
no le corresponden
Más mata una mala lengua
que las manos del verdugo
que el verdugo mata a un hombre
y una mala lengua a muchos
A la Audiencia van dos pleitos
uno verdad y otro no
la verdad perdió el juicio
porque el dinero ganó
Eché mano a mis tijeras
y el sombrero en la otra mano
“Si tu eres Juan Urbaneja
Yo soy Martín Farandango”
Que de qué me mantenía
el juez me preguntó
y le dije que robando
como se mantiene usía
pero yo no robo tanto.
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