Por Jose Morente
Don Eduardo Miura Fernández, nieto del ganadero del mismo nombre y apellidos, “don Eduardo el de las patillas”, padre de Antonio y Eduardo Miura Martínez, los actuales poseedores de la vacada. Como dijo José María de Sotomayor, un ganadero “respetable e intachable”.
Una ganadería romántica
En la anterior entrada de esta mini-serie recopilamos algunos de los libros más emblemáticos o accesibles que se habían publicado sobre el toro en el campo. Sobre los mecanismos de selección y reproducción y sobre el comportamiento en las dehesas de estos animales.
Ya decíamos que, la materia, aunque sumamente interesante, no había dado origen a una producción extensa y es que, si bien se ha escrito mucho sobre toreros, sobre el toro se ha escrito mucho menos.
Dentro de lo poco que se ha escrito sobre toros, un apartado más que curioso lo forman los libros dedicados a inventariar el historial de una determinada ganadería. Libros que merecen la pena pues, no hay dudas, esta profesión encierra, pese al inevitable mercantilismo que comporta cualquier actividad comercial y económica, unas dosis de romanticismo muy importantes.
Y ya puestos, si dentro de la cabaña de bravo hay una ganadería que pueda encarnar el espíritu de esa época romántica, esa ganadería es, sin lugar a dudas, la ganadería de Miura, fundada precisamente en pleno auge del movimiento del mismo nombre (concretamente, en 1842) y que se mantiene en manos de la misma familia desde sus orígenes. Ahí es nada: Ciento setenta años sosteniendo, a pulso y no sin dificultades, una tradición tan complicada como es la de criar toros bravos.
Faena de acoso en la ganadería de Miura. Cuadro de Joaquín Diez.
Los libros sobre los miuras
Y como corresponde a una ganadería tan singular, singular ha sido el trato recibido por parte de aficionados y escritores taurinos y varios han sido los libros que sobre los avatares y vicisitudes de esta ganadería se han escrito. Recordemos algunos de ellos.
El primero que hay que citar es el libro de Enrique Vila, “Miuras. Cien años de gloria y tragedia” (1ª ed., Sevilla, 1941) que, como su titulo indica, se publico al rafe de cumplirse el centenario de la ganadería que entonces estaba ya en manos de Don Eduardo Miura Fernández, aquel grandísimo ganadero tan buena gente, según todos los que le conocieron, que se convirtió en la excepción a la regla que dice que los toros se parecen a su dueño, pues los suyos, al contrario que él, han sido siempre reses arteras y de mucho sentido.
Portada de la primera edición del libro de Enrique Vila, Un diseño muy sobrio como corresponde a las penurias de la posguerra.
El libro de Vila tuvo bastante éxito, lo que motivó que se publicara una segunda edición (lo que, en esta materia, es toda una noticia) con el mismo titulo (Bueno, casi el mismo): Miuras. Más de 100 años de gloria y tragedia (Escacelier, Madrid, 1968). Donde se ampliaba el libro anterior, recogiendo la trayectoria con estas reses de la generación de toreros de la posguerra, generación encabezada por Manolete y Pepe Luis Vázquez y donde se dedicaba un capítulo muy especial a la muerte del Monstruo en Linares.
Portada (en colores) de la segunda edición (corregida y aumentada) del libro de Vila (publicada a finales de los sesenta). En la portada, el serio y fiero semblante de un Miura con muchos pitones. Algo muy poco usual en aquellos años en las otras ganaderías.
Muy recientemente, y dentro de la revista Tierras Taurinas, André Viard ha dedicado uno se sus opus (concretamente, el nº 7) a esta ganadería. Lleva por título, precioso título, el de Miura El Centinela y se publicó en marzo de 2011. Aunque se trata de una revista bimestral, lo cuidado de su edición, sus magníficas imágenes y su estudiado texto convierten a cada uno de estos ejemplares en un libro de consulta obligada para el aficionado que quiera profundizar en la materia.
Portada del opus nº 7 de Tierras Taurinas dedicado al “centinela” de las ganaderías,
Pero, el libro estrella de esta pequeña sección de nuestra biblioteca, el imprescindible para todo el que quiera conocer de verdad lo que fue, lo que es y lo que, apuesto a que sí, será la ganadería de Miura en el futuro, es el libro escrito por ese competente y elegante aficionado que se llama José María Sotomayor. Se titula “Miura. Siglo y medio de casta (1842-1992)” (1ª ed., Madrid, Espasa-Calpe, 1992) y se publicó –con el número 48- en la colección La Tauromaquia dirigida por Ricardo López de Uralde a quien los aficionados nunca le agradeceremos lo suficiente su aportación a la fiesta.
Joselito y don Eduardo el de las patillas en el campo, según el cuadro de Genaro Palau utilizado para la portada del imprescindible libro de José María Sotomayor.
No voy a extenderme más, pues sobre el toro de Miura y sobre su comportamiento dedicaremos (a partir del contenido de los libros citados) una próxima entrada en este blog ahora que se aproxima la, corrida de esta ganadería en la Feria de abril sevillana, corrida tan esperada este año pues cuenta con el aliciente (¡Ya era hora!) de la participación en el cartel de uno de los toreros punteros del escalafón.
Una foto muy difundida. Manolete ante un toro de Miura de gran alzada, en la plaza de Barcelona.
11 comentarios:
Enhorabuena José, como es habitual en este blog, has planteado un tema de gran interés en el momento oportuno, y que, además, nos deja con la miel en los labios esperando la próxima entrada, al leer esto:
"sobre el toro de Miura y sobre su comportamiento dedicaremos (a partir del contenido de los libros citados) una próxima entrada en este blog ahora que se aproxima la, corrida de esta ganadería en la Feria de abril sevillana"
Un interesante debate al que seguro que has dado muchas vueltas y que hace no mucho revivimos comentando un video resumen de la actuación de Javier Castaño en la pasada feria de Castellón.
Espero con ganas la siguiente entrada, que seguro que tendrá referencias de maestros que se las hayan visto con los miuras para sacar las conclusiones.
Una curiosidad: Reparen además que en la entrada para la del día 21 en Sevilla donde pone "tipo de festejo" no pone "corrida de toros", sino "Miura"
Un saludo.
Abel:
Me alegra que le guste la "oportunidad" del tema y sobre todo que espere la próxima entrega donde hablaremos del comportamiento de ese toro en la plaza.
Buen detalle, llamar la atención sobre lo singular del rótulo "Miura" en el boleto de la entrada a la plaza para los días de Miura, algo que viene siendo tradicional y que confirma que se trata de una corrida singular de una ganadería singular.
Un cordial saludo.
Amigo José. Te ha mandado un regalo de Miura, pero no se lo digas a nadie. Miura es una de mis debilidades. Un saludo.
Ignacio:
....Y de las mías, desde que mi abuelo y mi padre me llevaban todos los años a ver la corrida de Miura de la feria de Sevilla.
PD. Muchas gracias por el regalo.
Viva Belmonte.
Hace tiempo que son solamente un recuerdo.Matarlos no marcan ninguna diferencia.Una pena pero la verdad por delante.
Dribdever
Anónimo 5:
Yo aún diría más: ¡Viva San Juan Belmonte!
Dribdever:
Que la época esplendorosa de la ganadería pasó, parece evidente.
Pero no comparto su opinión de que los toros de Miura no marcan diferencias. Esta es la ganadería más singular y diferente de todas por muchos motivos entre los que no sólo están los que se refieren al comportamiento del toro en la plaza o al predicamento que le puedan conceder los públicos sino a la forma de hacer las cosas que tiene esta familia de ganaderos y donde la tradición pesa tanto.
Saludos.
Llevo varios días en Sevilla. Mañana estaré en Gelves con ustedes.
Saludos de Gil de O.
José: Creo que se puede agregar aquí una obra de don Luis Fernández Salcedo titulada "D. Antonio Miura y la novelesca ganadería que fundó, publicada en un librito por la Asociación El Toro de Madrid en el año de 1999 y que contiene una conferencia pronunciada por don Luis a propósito de este tema.
Saludos.
Ayer a las 14´20 nos despedíamos en la puerta del Museo del Prado de la Tauromaquia; y a las 15´18 me tropiezo de bruces con Don Eduardo Miura; tanto, que debido a la estrechez de las obras en la entrada desde El Arenal a la calle de Santas Patronas, tropezamos. Le pido una foto a lo que acede, y surge la conversacion: Me doy a conocer y el abrazo surgió inevitable; no le resultaba ajeno ni el apellido que llevo, ni las cosas de las que hablamos.
Me confesó a tenor de mis preguntas, que han logrado conseguir una subraza dentro de la de Bravo, que les va a permitir, sin refrescar, mantener sus sangre -la de Miura- sin degeneración genética, unas décadas pero siempre, sin descuidarse.
Con esto pretendo aportarte una prueba de que no es necesario ir a las emerotecas, no escudiñar en los archivos para conocer la verdad de las cosas ; y en esto del Toreo, aún menos.
Él llegó tarde para comer; y yo a mi autobús, de vuelta. Lo dí todo como válido y hermoso. La dimensión del valor humano de los que amamos la Fiesta, también pude disfrutarlo en Gelves, con todos ustedes.
Yo he perdido la cartera en varias ocasiones. Dime: ¿Encontraste la tuya?
Saludos de Gil de O.
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