Dedicado a todos l@s “caministas de hueso colorado”.
Valiente y bello cambio de muleta por la espalda al toro Serranito de Pablo Romero (Madrid, 29 de mayo de 1971). Un muletazo donde resulta más que acertada la opción del torero de cargar la suerte sobre la pierna de salida que avanza hacia el toro con lo que consigue desplazar, siquiera mínimamente, hacia afuera su embestida lo que le permite ganar al torero el espacio necesario para ejecutar el siguiente muletazo con limpieza. El toreo es, en el fondo, un problema de geometrías como muy bien señalara Ortega y Gasset.
Paco Camino. Torero valiente
Para terminar de perfilar el retrato del torero creo que es imprescindible recordar una virtud que Camino compartía con los grandes lidiadores y que siempre se olvida mencionar o reconocer a estos toreros técnicos y es su inmenso valor. Se hablaba mucho de valor de Diego Puerta y era verdad (aunque se obviaban, por cierto, otras cualidades). Y, sin embargo, no se mencionaba el valor de Paco Camino. Valor probado pues hay que ser muy valiente, cuando tan claras se ven las cosas, para quedarse en el sitio.
Para torear bien (sabiendo lo que sabía Camino) hace falta mucho valor. Aquí al contrario que en la anterior, el torero remata el lance a pies juntos imponiendo su verticalidad en contraste con la agresividad del toro.
Camino demostraba su valentía en su toreo y especialmente, en sus estocadas. Sus modelos en esta suerte eran Rafael Ortega, el Viti y Antonio Ordoñez, toreros que como Camino gustaban de ejecutar la suerte de matar con la máxima lentitud.
Esta fotografía de Ordoñez citando para la estocada es magnífica porque nos permite apreciar perfectamente la colocación del torero, muy enfrontilado, en el centro de la “cuna”. Así, decía Mazzantini, que hay que citar (aunque yo, personalmente, no lo tengo tan claro ya que citando en esa posición hay que mandar mucho al toro o salirse de la recta con riesgo de travesar la estocada como decían que le pasaba a Paquiro). Lo importante, en cualquier caso, venía después y era la lentitud con la que el rondeño ejecutaba –cuando quería- la suerte de matar.
Camino se colocaba también enfrontilado pero más al hilo del pitón, como lo hacía Joselito y como Joselito decía que había visto hacerlo (en fotografías) a Frascuelo, quien fue gente con el acero en la mano.
Aquí está citando al toro Novato (otra de sus cumbres mexicanas) ostensiblemente al hilo del pitón derecho.
Es verdad que el volapié clásico (“vuela pies”) es una estocada que debe darse con celeridad, pero no lo es menos que adquiere una belleza inusitada cuando se ejecuta con la lentitud y parsimonia con que hacían la suerte los toreros citados y con la que la hacía el diestro de Camas.
Respecto a sus estocadas, Camino decía que siempre le había gustado matar bien a los toros, lo que para él era:
“Hacer la suerte despacio, mirando el morrillo”.
Y además lo relacionaba con el valor:
“Yo no he perdido valor porque me cogieran los toros al entrar a matar […] en cambio, las [cornadas] que te pega el toro toreando las recuerdas más”
Una perfecta estocada de Paco Camino a un toro de Juan Pedro Domecq. Un detalle, la pierna derecha retrasada (prueba de valor según Carlos Abella) y el peso del cuerpo cargando sobre la pierna izquierda.
Las cogidas de Paco Camino
Y al hilo del tema del valor y la estocada y ya que Camino habla de cogidas, me resulta también sorprendente que se haya hablado tanto de la supuesta abulia del diestro de Camas y tan poco de las innumerables cogidas que sufrió. Cogidas que prueban también el valor que el torero derrochó en los ruedos (pues le sobraba a raudales) y del que no hizo alarde.
Para mí (dicho sea con toda la ironía posible) esta es la verdadera mandanga de Paco Camino: La lista de sus cogidas.
1959
15 de marzo. Barcelona. Fractura en la mano derecha al entrar a matar a su primer novillo. Esa tarde sufrió 6 volteretas.
12 de abril. Zaragoza. Herida leve que le impidió continuar la lidia.
26 de abril. Presentación en Sevilla. Varetazo y conmoción cerebral al entrar a matar al sexto de Hidalgo Rincón (Encaste Núñez)
15 de agosto. Sevilla. Novillo de Juan de Dios Pareja Obregón. Al pisarle le fisura el tobillo derecho
11 de septiembre. Alcañiz (Teruel). Bautismo de sangre. Herido por un novillo de González Carrasco. La cornada le disecó la vena safena.
De esa cornada Camino confesaba a Carlos Abella que le había asustado mucho ya que vio “la sangre salir a borbotones” aunque añade que en la clínica se dio cuenta de que eran gajes del oficio.
1960
13 de agosto. Palma de Mallorca. Herido de gravedad en el muslo izquierdo por un toro de Pilar Sánchez Cobaleda.
1 de noviembre. Lima. Cogido por su primer toro lo que le produjo una conmoción que no le impidió matar al sexto.
1961
19 de mayo. Madrid. Herida en la región parietal por el toro Girondino de Atanasio Fernández.
22 de agosto. Bilbao (Plaza de Vista Alegre). Cornada muy grave en el triángulo de Scarpa al entrar a matar. El toro también era de Atanasio. En la enfermería y ante la gravedad de la herida se le administró la Extremaunción.
Bilbao. 22 de agosto. El toro Cardiaco de Atanasio le coge al entrar a matar dándole una de las cornadas más graves de su vida torera.
14 de septiembre. Salamanca. Un toro de Garzón le pegó una paliza el día de su reaparición después del cornadón de Bilbao, que se tradujo en “varetazos varios y un puntazo”.
A estas alturas de su carrera, Camino había sufrido ya varias cornadas de importancia, se lo cuenta a Paco Malgesto en la televisión mexicana.
1964
11 de junio. Plaza de toros de Andalucía la Nueva de Marbella). El toro brocho le dio un puntazo en el escroto.
6 de agosto. Málaga. Cornada grave en el vientre (en la fosa ilíaca izquierda). Sobrero de Francisca Mora Figueroa
1968
15 de abril. Barcelona. Un toro de Mercedes Pérez-Tabernero le produce una rotura de escafoides en la mano derecha
13 de septiembre. Salamanca. Cornada en el muslo derecho al entrar a matar a un toro de Paco Galache.
1970
28 de agosto. Tarazona de Aragón (Zaragoza). Cornada grave en el muslo derecho al entrar a matar a un toro de Luís Albarrán.
1971
2 de enero. Cali (Colombia) Cornada grave en el muslo derecho por un sobrero de Félix Rodríguez al dar un pase de pecho.
Una de sus cogidas. Muy aparatosa
1973
Es un año fatídico ya que el toro Curioso de Atanasio Fernández infringe el 3 de junio una cornada mortal a su hermano Joaquín en la plaza de Barcelona. Fallecería dos días después.
1974
Diciembre. Colombia. Fractura en la mano izquierda.
1975
18 de abril. Sevilla. Se clava una banderilla cuando toreaba de muleta a un toro de Carlos Núñez.
El episodio de la banderilla tal y como lo recogió el Ruedo.
1980
30 de junio. Aranjuez. Un toro de los Herederos de Baltasar Ibán le derribó pegándole una cornada en la rodilla y en el suelo otra (gravísima) cornada en el cuello. Camino (que acababa de reaparecer) estuvo al borde de la muerte.
Aranjuez. Los dramáticos momentos después de la cogida en el cuello. Camino en el suelo. Paquirri, Esplá y las cuadrillas al quite. Parrita –su peón- se lleva al toro.
Después de lo de Aranjuez, siguió toreando
Después de lo de Aranjuez, todo el mundo pensó que abandonaría el toreo. Sin embargo, Paco Camino reapareció al año siguiente y siguió toreando dos temporadas más sólo para demostrar, a todos y a él mismo, que un toro no lo iba a quitar de torear (Luego volvería años después una única tarde para dar la alternativa en Nimes a su hijo Rafi)
Nimes. 26 de septiembre de 1987. Han pasado más de cuatro años desde su última corrida en Bogotá. Camino reapareció por un día para conceder la alternativa a su hijo Rafi en presencia de Miguel Báez Litri (quien esa misma tarde doctoraba también a su hijo Miki)
Pero antes, como decía en una entrevista con François Zumbiehl:
“Decidí torear tres años más para que viesen que no me daba miedo. Lo hice un poco por capricho mío. Pensaba ‘Ahora que me han pegado una cornada gravísima, se van a creer que me he rajado yo con treinta y ocho años en los lomos, ¡Ni hablar! Sigo toreando para que vean que no me importa’ Por eso estuve toreando unos dos años más”
Lo importante es que lo que Camino consideraba un simple capricho suyo, tiene -para mí- un nombre muy sencillo: Casta torera.
La actitud del diestro después de una cogida. Casta torera.
Epílogo. El concepto del toreo de Paco Camino resumido en 1/2 minuto.
El libro “Paco Camino el Mozart del toreo”, no sólo es un magnífico relato de la vida taurina del diestro sino se convierte en un pequeño tratado de su tauromaquia gracias al espléndido análisis del toreo del diestro de Camas que hace su autor, Carlos Abella. A lo que hay que añadir la entrevista que incluye con el torero y en la que éste explica muchas de las claves de su toreo, claves que hemos ido revisando a lo largo de estas tres entradas.
Del relato de su carrera taurina (que se contiene en el excepcional libro de Carlos Abella, “Paco Camino el Mozart del Toreo” editado en Madrid por Espasa Calpe en la Colección la Tauromaquia, número 54, en 1994) hemos ido entresacando parte de la información de estas entradas y la relación de las cogidas del diestro que se incluía más arriba.
Todo ello lo resumía Don Antonio (Antonio Abad Ojuel) en la siguiente frase:
“El toreo de Camino se construye sobre la fragilidad de su figura, la sencillez con la que burla al toro para que no le coja cuando parece que lo tiene que coger, la gracia con que quiebra la cintura en el largo natural o se echa el toro por delante en la variante majeza del pase de pecho”
Si a mí me pidieran que definiera en medio minuto como era el toreo de Paco Camino, cual su concepto del toreo, me limitaría (una imagen vale más que mil palabras) a poner las imágenes que vamos a ver a continuación. Paco Camino inicia su histórica faena al toro Traguito en México.
Se trata sólo de un detalle, nada más y nada menos que un pequeño detalle, con el que creo que sobra y basta para entender a este torero y a su toreo.
Resulta impactante su inteligencia que le permite tener muy claro lo que hacer con un manso huido. Primero, perseguirlo para cerrarle la salida y cuando el toro acosado no tiene más remedio que defenderse, presentarle la muleta por delante y muy baja, perdiendo terreno y andando hacia atrás pero, eso sí, templando una enormidad y encelando al toro.
Manera de actuar que nos habla muy claro de su concepto del toreo que no pretende imponerse al toro sino que, por contra, se basa en adaptarse a las condiciones del toro, para lo que se necesita el excepcional e intuitivo conocimiento de las reses que tenía Camino.
Quien además remata la jugada con un sensacional y vibrante pase de pecho en la línea del toreo natural, en su línea. Pase de pecho, de muy bella factura, en palpable demostración del conocimiento de las suertes que también poseía.
El final es aún más ejemplar. El torero se echa la muleta a la izquierda. Va a empezar el toreo al natural. Sigue la faena y vibra la Plaza. ¡Viva la Fiesta!
(Por cierto, del medio minuto me han sobrado cuatro segundos lo que me permite incluir el siguiente mini-epílogo).
Mini-epílogo
Paco Camino. Un caso de precocidad taurina y…
Un grandísimo torero. Su chicuelina ha quedado como modelo de buen hacer.
The last question
Ya he comentado como Rodolfo Gaona había dicho después de la faena al toro Novato de Mariano Ramírez (el primer gran éxito de Camino en México) que “no se podía torear mejor”. En la entrevista que al día siguiente le hizo en Televisión el periodista Paco Malgesto, el comentarista se deshace en elogios hablando de la faena y al final le hace la inevitable pregunta:
-¿Usted cree que lo puede hacer mejor?
Camino muy ufano, pero sin petulancia, le dice que sí. Que, por supuesto. El comentarista –lógicamente- disiente, lo ensalza y le repite la pregunta.
El tiempo se encargaría de dar la razón al torero. Después de Novato, Camino cuajó en México al inolvidable Catrín de Pastejé, a los berrendos de Santo Domingo (Gladiador y Traguito) y, ya en su segunda época en ese país y en una de sus plazas emblemáticas, Querétaro, al toro Navideño de Garfías. Una de las cumbres de su carrera (y que por cierto, se puede ver en you tube). Y eso sin contar los toros que inmortalizó en España.
No tenía razón el Califa de León de las Aldamas, puesto que si que se podía torear mejor.
Sólo que el único capaz de superar a Paco Camino era… el propio Paco Camino.
El maestro Paco Camino
Regalo de un (falso) sobrero. El toro Navideño de Garfías
Tal y como hacen aquellos diestros que topan con un toro excepcional y no quieren acabar la faena, me cuesta mucho rematar esta serie sobre Paco Camino.
Tanto que, después del epílogo, el mini-epílogo y la última pregunta (“the last question”), quiero hacer como hacía Camino en la México las tardes de responsabilidad en las que los toros del hierro titular no acaban de embestir o simplemente cuando le apetecía al torero.
Por ello, aquí viene el regalo del sobrero. Sobrero que, en este caso, no lo es tal pues se trata del toro Navideño de Garfías, con el que Paco Camino hizo la mejor faena de su segunda etapa mexicana (faena que brindó a Lorenzo Garza) y, quizás, una de las mejores –si no la mejor- de toda su carrera.
Camino, con ese toro, reinventó el toreo: Suavidad, temple, colocación, mando, poderío, cabeza, buen gusto… Todo lo que se diga es poco. Lo vemos.
2 comentarios:
¡Gracias!
Ciertamente, faena de cumbre; una de las más recordadas del diestro Camino, Camino fino (de las muchas que lidió). Torero y torería de época. Lo vi cuando era yo joven adolescente, apasionado de la fiesta brava y sin entender lo que entendía el maestro Gaona, Camino era uno de mis ídolos taurinos. GRACIAS por estas magníficas reseñas e imágenes de la carrera del sabio de Camas. Muy bien hecho. // Atte., Torotino.
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