El olvido
Hay muchas formas de olvido y de eso el flamenco sabe mucho. La más aparente es el caso de aquellos magníficos cantaores desconocidos para el gran público como son Isabelita de Jerez, Juanito Mojama, Tío Borrico, etcétera, lo que resulta imperdonable.
Pero hay otro tipo de olvido más sutil y es el de aquellos artistas cuyo nombre sigue sonando pero cuya imagen actual se presenta borrosa y distorsionada y no responda a la valía que realmente tuvieron.
Uno de los casos más flagrantes de este segundo tipo, es el de Porrina de Porrina de Badajoz, conocidísimo y reconocido en su tiempo, cuya discografía y su imagen sigue hoy relativamente presente en tiendas de turistas y gasolineras, pero al que no se da el reconocimiento que se merece y a quien quiero traer a las páginas de este blog al hilo de una reciente reunión donde el Álvarez le recordaba y “se acordaba”.
Porrina de Badajoz
Porrina de Badajoz, “el Marqués de Porrina” como gustaba llamarse y cuyo nombre real era el de José Sálazar Molina, fue un gitano extremeño de singular elegancia y estética rayana en lo kitsch, que nació en 1924 en Badajoz y falleció en Madrid en 1977.
Su nombre artístico (Porrina) le viene de su mentor Don José Porras, quien le ayudó en sus principios cuando Porrina era un gitanillo de Badajoz que se dedicaba al oficio de limpiabotas, lo que alternaba con el cante por cafetines y baretos.
Título nobiliario
Su personalidad era inconfundible, por su inteligencia para crearse una imagen propia y singular con su vestuario siempre impecable, gafas negras (“para ver lo que yo quiero”) y clavel en la solapa, que le daban un sello propio y único.
El título de Marqués se lo dieron en Madrid en una noche de juerga precisamente con otro Marqués también nombrado a dedo (pero con menos merecimientos que el extremeño), el de Villaverde, que fue quien le bautizó:
"Si esta noche cantas bien te vamos a hacer Marqués"
Porrina estuvo (dicen las crónicas) sensacional y como es habitual en este tipo de fiestas privadas, se le otorgó el título de Marqués de Porrina, que desde entonces ostentaría con orgullo y al que revistieron con toda seriedad de heráldica propia, con un escudo en el que aparece un telón, un as de bastos, el clavel, las gafas y la columna y el león en recuerdo a Badajoz, y donde debajo se puede leer una frase en latín
" Gladio Voceque Vivo".
El Marqués en Torremolinos
Sus cantes y su obra
Su voz tenía velocidad, limpieza, seguridad, musicalidad y un eco flamenquísimo, que lo hacían sonar distinto a los demás cantaores.
Su cante fue preciosista, gracias a una voz muy dulce de la que sacaba melismas y tonalidades de gran belleza. Zambrano le atribuye la creación de un fandango personal que se basa sobre todo en la voz singularísima del cantaor, "que igual rompe sin techo en los altos, que pica en unos inimitables tonos bajos a medio falsete que muy pocos artistas han poseído".
José Manuel Gamboa recuerda que Porrina grabó también su antología en plena “antologitis” y que en ella se anunciaba como “el gitano más ‘siñorial’ de todos los tiempos”, lo que creo que puede ser cierto.
Audición
He elegido su versión de una canción famosísima Ojos verdes precisamente por lo conocido y porque pese al gran número de versiones que circulan por ahí, pocas alcanzan el nivel musical de la que hizo este genial gitano extremeño.
El cante tiene unas subidas espectaculares con unos “mecíos” en las caídas que merecen de verdad la pena.
Ojos verdes (Bulerías)
Porrina de Badajoz-Guitarra: J. Salazar (Porrina hijo)
Y apoyá en el quicio de la mancebíaaaaa,
yo vi encenderse la noche de Mayo.
Pasaban los hombres
y tú sonreías,
hasta que en mi puerta paraste el caballo.
Serrana si tú me das candela
y yo te dije gaché.
Ay ven
y toma de mis labios
que más fuego te daré.
Paraste el caballo
viniste hacía mí
y fueron tus ojos dos verdes luceros de Mayo tus ojos pa' mí.
Ojos verdes,
verdes como,
la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón
Ojos verdes, verdes
con brillo de faca
que se han clavaito en mi corazón
Pa mí ya no hay soles,
lucero, ni luna,
No hay más que unos ojos que mi vida sooooon.
Ojos verdes, verdes como
la albahaca.
“Un dandy en el país del tocino y la envidia” dijeron de él
4 comentarios:
Amigo,con contando con su permiso me atrevo a entrar en su casa para decirle que ,como entusiasta de la Historia del Toreo y sus protagonistas, que es la que nos debe dar perspectiva para juzgar con cierta justicia el estado actual de la Tauromaquia, me he llevado una agradable sorpresa al encontrar éste rincón.
Pero, ese agrado ha subido muchos enteros al comprobar que aquí también se chanela de flamenco,otra de mis grandes pasiones.
Dicho todo lo cual,es obvio que me van a tener que echar de aquí con agua caliente.
Referente a Porrinas,el otro día bajé un documental interesantísimo sobre su figura, que emitió en su momento la Televisión de Extremadura.
Un cordial saludo de un nuevo seguidor de tan interesante Cuaderno.
Qué más quisera uno que entender de toros y de flamenco. Pero va uno aprendiendo gracias a cosas como las que publicas. Siento que Porrina estaba en la pureza del cante. Hay en él momentos de registros bajos, de registros negros, impresionantes. Y subidas de sobreagudos fundamentales. Como para oírle muy a menudo y seguir buscando una fusión entre el rock y el flamenco. Morente casi acertó con Lagartija Nick: OMEGA. Pero algo nos deben. No conozco tu edad ni tus obsesiones musicales, pero si te gusta -obviamente- la música, Jose, tienes que tener en un lugar muy especial a DEEP PURPLE. De hecho, Ian Gillan intentó flamenquerías sin éxito. Será cosa de raíces e idiosincracias ¿no? Decepcionante saber y oir que Morante llega a La Maestranza oyendo a Luis Miguel y/o a Alejandro Sanz. Habría que saber qué oye José Mari; bueno, quizá es mejor la ignorancia...
Franmartin:
Gracias por su comentario y por la referencia al documental de Porrina, verdaderamente sensacional
Habrá que volver sobre este genial cantaor
Un abrazo
Gastón Ramírez:
Las aficiones musicales de los toreros mejor ni saberlo, como bien dice. En cualquier caso, Luis Miguel creo que fue novillero y Alejandro Sanz es aficionado o sea que la cosa podría ser peor.
Algún día habrá que comentar las flamenquerías de DEER PURPLE o MILES DAVIS por poner un par de ejemplos. Puede que a alguno le sorprenda bastante lo que se hace por ahí.
Lo bueno, siempre será bueno. En Música y en toreo, sea cual sea el ropaje con el que se presente.
Un abrazo
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