lunes, 2 de mayo de 2022

Orejas y pinchazos

 Por Jose Morente

Sevilla, el pasado viernes 30 de abril, Ferrera resulta enganchado por un Victorino tras un pinchazo en hueso.

Que la afición a los toros se nutre de tópicos y no de argumentos, no es una hipótesis sino una evidencia.

Con la suerte de matar, por ejemplo, viene ocurriendo lo mismo que con la suerte de varas. Que tanto públicos como aficionados se han desentendido de ella, hasta no darle importancia. Decía Corrochano en su Introducción a la Tauromaquia de Joselito (Madrid, Revista de Occidente, 1953) que:

"Es corriente decir al enjuiciar a un torero: "perdió la oreja porque no tuvo suerte con la espada". No cabe mayor desdén por un momento tan difícil, peligroso y arrogante que achaca al azar, como lotería una suerte tan estudiada, calculada, precisa y descrita en todas las tauromaquias. Precisamente, lo más perfeccionado que nos legó el toreo, fueron las diversas maneras de matar a los toros según su estado y condiciones (...)

No tuvo suerte matando, se dice y nosotros preguntamos: ¿Pero es que lo intentó? Aun preguntaríamos: ¿Es que se le exige al matador que mate bien al toro? No;  lo más que se le exige es que le mate pronto. No admitimos más suerte o azar, que el pinchar o no en hueso, pero entrando a matar muy bien. Una suerte relativa porque un buen pinchazo en hueso e igual a una buena estocada y superior a una estocada mala."

Apostillemos a Corrochano: un buen pinchazo en hueso es igual a una buena estocada, aunque al público y al desatento aficionado de hoy, ese pinchazo le parezca demérito a la hora de valorar la faena. 

Para ampliar concepto remito a una anterior entrada de este blog sobre este mismo tema.

Hoy se pierden muchas orejas por pinchazos en hueso entrando como hay que entrar y, se ganan por contra -inmerecidamente- orejas por estocadas enteras entrando con cuarteo cuando no con alivio. Bien está que la facilidad tenga premio, pero lo que no es justo ni lógico es que tenga castigo quien se arroja a matar con valor, decisión y entrega.

Que el torero saque la taleguilla rota por tirarse a matar como hay que tirarse a matar y le reprochemos el mínimo desvío en la colocación de la espada o que el estoque coga hueso (lo que es puro azar) es un dislate en el que los aficionados no deberíamos caer. 

Que un buen pinchazo en hueso nos sirva como justificación para regatear el mérito de una gran faena causa sonrojo a quienes conozcan un poco, solo un poco, el toreo y su, ya larga y escrita, historia.






domingo, 17 de abril de 2022

Cuaderno de notas (CXLVII) Joselito el Gallo ¿saetero?

Artículo de Manuel Bohórquez, publicado en el Correo de Andalucía el pasado 15 de abril de 2022

José Gómez Ortega, Joselito el Gallo, era hijo de una gran bailaora de Cádiz, Gabriela Ortega Feria, una de las hijas del cantaor y matarife Enrique Ortega Díaz El Gordo. No es extraño que el genial torero amara el flamenco, así como su hermano Rafael. Joselito adoraba a la Niña de los Peines más allá del cante, también como mujer. En Semana Santa, como Gabriela salía poco a la calle, José llamaba a la gran cantaora gitana para que le cantara saetas en casa a la familia, en la calle Santa Ana, calle de flamencos.

Inauguración y bendición de la capilla dedicada a la Macarena en la casa de los Gallos (Palmas y Pitos 23.11.1913). 
La capilla se construyó tras la cogida de Joselito en San Sebastián. Un pitonazo del que le salvó una medalla de la Macarena que Joselito llevaba colgada al pecho.

Solía ir siempre Pastora acompañada por sus hermanos Arturo y Tomás, el también cantaor sanluqueño Diego Antúnez y la Moreno de Jerez. Gabriela tenía una capillita en su casa y era devota de la Macarena, como Pastora. Cuando llegaba la cantaora a la casa de los Gallo, José la recibía con los brazos abiertos y le solía decir: “Pastora, tengo hambre de tu cante. En la Semana Santa de 1915, el año de la muerte del padre de la Niña, El Paíti, Joselito la llamó a ella y a sus hermanos para que le cantasen saetas a su madre.

Se enturbecieron los cielos,
Hubo eclipse extraordinario...


Pastora Pavón Cruz fue la mejor cantaora de su tiempo, de todos los tiempos, y especialmente una descomunal saetera. Una noche del citado año los hermanos Pavón cantaron en la casa de Gabriela Ortega y todos se quedaron de piedra cuando Joselito se levantó y mirando a Pastora le cantó una saeta de Manuel Torres, Al son de roncas trompetas. Torres era el genio de la época, un artista gitano, sobrino del también cantaor jerezano Joaquín Lacherna, que revolucionó el cante, especialmente la saeta y la seguiriya. Era muy amigo de Joselito, quien apuntaba sus cantes cuando estaba a gusto en una fiesta.

El genio del toreo sevillano creció rodeado de cantaores. Todos los hermanos de su madre lo fueron, y muchos de sus primos hermanos, como Enrique el Almendro y José (sic) Ortega El del Bulto, el padre de Caracol. También Rita Ortega La Morala y su hermano José Ortega La Morala, el abuelo de Manzanita. Eran hijos de Enrique Ortega Feria, uno de los hermanos de Gabriela. No es raro, pues, que Joselito no tuviera solo el don del toreo de arte, sino el del cante, de ahí su amor por Pastora, Torres y Tomás.

Caracol el del Bulto el 15 de mayo del 18, en San Sebastián, ayudando a vestirse a su primo Joselito cuando era su mozo de estoques

Pastora la de los Peines solía decir que Gallito tenía su pellizquito gitano. Cuando lo mató Bailaor en la Plaza de Toros de la Talavera de la Reina, en 1920, la artista prohibió que le tocaran el pasodoble Gallito en los pueblos a los que iba a cantar. Sin saber, seguramente, que ese pasodoble, de Santiago López Gonzalo, no se compuso para Joselito sino para su hermano Fernando, Gallito Chico. En 1904, cuando Joselito aún no era torero.

Manuel Bohórquez
El pellizquito gitano de Gallito.
Su kikirikí parece un paso de baile flamenco.

Cuaderno de notas (CXLVI) De la playa las arenas

Artículo de Miguel Ángel Fernández Borrero, publicado el 3 de abril de 1922 en Huelva Información

1912. Una fiesta flamenca. Belmonte escucha con atención el cante de don Antonio Chacón. A la guitarra Javier Molina. En el extremo de la derecha, Ricardo Torres Bombita.

Juan Belmonte practicaba el flamenco con estilo. Su amigo Paco Sancha describía en La Voz los momentos en que estaba en el hotel concentrado, antes de vestirse para torear, tumbado sobre la cama con un batín de seda a cuadros, en silencio, porque era de muy poco hablar antes de la corrida, aunque con el cuarto siempre lleno de amigos.”¿Qué hora es, Antonio?, pregunta. “Vamos, Juan, vístete, hijo, que ya es hora”, le contesta su mozo de estoques. Comienza el ceremonial, con sus estampas de la Virgen, su pequeño santuario de religiosidad sobre la mesa… Y mientras le van poniendo la faja, canta a media voz: “De las playa las arenaaaas…”. El fandango de La Parrala, que ha aprendido de su amigo Tomás Pavón, que va mucho por Triana con Manolo de Huelva, a escuchar cantar a Cagancho, o se encuentran en fiestas privadas. Belmonte tiene buena relación de amistad con los Pavones. Ahora, concentrado antes de salir para la plaza, hace solo un esbozo de los primeros tercios del fandango que nunca llega a terminar.  Se escribió que Belmonte toreaba por soleares, soleares de su Triana: “Zapatitos blancos. Ni son tuyos ni son míos. De quién son estos zapatos”.  Luego, tanto al salir a la arena como al acabar su actuación, besaba la imagen de la Virgen en su marquito de piel. “Si vas a la mar y cuentas…” 


viernes, 31 de diciembre de 2021

Solución al Quiz 6: Le llamaban el inglés

 Por Jose Morente

Ángel Luis Bienvenida, la elegante torería

Le llamaban el inglés por su elegancia en la plaza y en la calle. Una elegancia natural y no impostada. Elegancia en los ademanes, pero sobre todo elegancia en su forma de comportarse. Ángel Luis Bienvenida fue (murió en 2007) de esas personas que pasan por la vida sin un mal gesto, sin un desaire. 

Ángel Luis Bienvenida. Dibujo de Roberto Domingo (Robertodomingo.com)

Era el cuarto hijo varón y torero del Papa Negro y Carmen Jiménez. Nació en Sevilla en 1924 y lo bautizaron junto a su hermano Antonio que ya tenía dos años de edad. Por esa época, sus hermanos Manolo y Pepe ya triunfaban como becerristas por lo que era inevitable que siguiera sus pasos. Y eso hizo ese Bienvenida VIII que debutó como becerrista en 1934, en un festival, y como novillero en 1941. Ese año no tuvo suerte, pero los siguientes fueron los más triunfales de su corta carrera.

Lo anuncian en Barcelona en 1942 y tiene tal éxito que torea seguidas nueve novilladas. Al año siguiente debuta de luces en las Ventas y, en una sola tarde, se convierte en un ídolo de la exigente afición madrileña. Cerró la temporada como triunfador de la novillería.

Toma la alternativa en Madrid, el 11 de mayo de 1944 de manos de Pepote y con Antonio de testigo. Pocos días después repiten cartel y Ángel Luis triunfa en el último toro.


En los dos años siguientes se apaga su estela y solo torea 3 tardes. Sin embargo, en 1947 y 1948 resurge toreando 10 tardes cada temporada. Se retira en 1951, aunque su última corrida fue en enero del 57 alternando con su hermano Antonio.

Ángel Luis fue un torero de clase exquisita que no alcanzó -en el toreo- el puesto que merecía, quizás porque como confesaba a François Zumbiehl, el toreo era para el una diversión y para ser figura hay que pasar muy malos ratos y sufrir mucho. Toreaba muy poco pero, por amor propio y dignidad, no estaba dispuesto a pordiosear corridas a nadie.  

Solución al Quiz 6.

Preguntábamos en anterior entrada quien era el autor de esta magnifica definición del toreo de Antonio Bienvenida:

"Antonio era mi debilidad. Ha sido un torero en una línea tan pura, tan clásica, tan auténtica...Porque Antonio tenía, además, un deje de suavidad, de temple, de una armonía suave. Ese torero era como una música agradable, una música que no tiene violencia. A Antonio le daba mucha rabia cuando los toros le enganchaban la muleta, porque tenía ese sentimiento de la delicadeza toreando. Creo que, de verdad, ha sido el torero más perfecto que he visto en mi vida, porque no tenía violencia, no tenía ni un movimiento brusco. Era todo suavidad, un torero con una elegancia, un temple, que me parece que ha sido un elegido en el toreo. Eso mismo lo transmitía como persona. Porque Antonio era así." 

Y, como podíamos suponer, el autor de la frase era su hermano Ángel Luis quien se lo decía a François Zumbiehl en una entrevista recogida en el libro "La voz del toreo" (Alianza editorial, Madrid, 2002, 1ª ed.).

El magnífico libro de entrevistas a toreros de François Zumbiehl.

Ángel Luis hablaba de manera encomiástica de su hermano Antonio, pero su relación fraternal no quita valor a lo dicho. Al contrario, pocos definiciones del toreo de Antonio ("una música sin violencia") han sido tan atinadas, tan precisas y tan justas.

Y no está mal que, hablando de Antonio, del toreo de Antonio, le dediquemos este pequeño, pero merecido, recuerdo a la memoria de ese miembro de la dinastía Bienvenida, manoletista confeso, de tan fugaz paso por el toreo, pero que derrochaba elegancia y torería, tanto en los ruedos como en la calle.



Si la torería fue el sello de todos los Bienvenidas, la elegancia personal fue distintivo y enseña de Ángel Luis Bienvenida.

martes, 28 de diciembre de 2021

Quiz 6: Antonio Bienvenida. Una música sin violencia

Por ¿¿¿???

Naturalidad (Foto: Los sabios del Toreo)

 ¿Quién dijo esta frase y en que año?

"Antonio era mi debilidad. Ha sido un torero en una línea tan pura, tan clásica, tan auténtica...Porque Antonio tenía, además, un deje de suavidad, de temple, de una armonía suave. Ese torero era como una música agradable, una música que no tiene violencia. A Antonio le daba mucha rabia cuando los toros le enganchaban la muleta, porque tenía ese sentimiento de la delicadeza toreando. Creo que, de verdad, ha sido el torero más perfecto que he visto en mi vida, porque no tenía violencia, no tenía ni un movimiento brusco. Era todo suavidad, un torero con una elegancia, un temple, que me parece que ha sido un elegido en el toreo. Eso mismo lo transmitía como persona. Porque Antonio era así." 

domingo, 26 de diciembre de 2021

Solución al Quiz V: No se te ocurra torear mirando al tendido

Por Jose Morente

Manolete en un muletazo mirando al tendido en la plaza de las Ventas (Dibujo de Antonio Casero publicado en el Ruedo el 11 de julio de 1944)

En anterior entrada, preguntábamos quien dijo aquello de: 

"No se te ocurra, muchacho, mirar al público mientras el toro está pasando por delante de tu cuerpo, porque esto es lo que hacían todos los días Charlot y Llapisera, pero eso no es el arte de torear. Cuando un hombre está compenetrado con un toro en su sensibilidad, es imposible que de la sensación de que se está riendo de él.

Señores, bien entendido que no digo esto para molestar a nadie que lo practique hoy, sino para que puedan dar ustedes un consejo a los muchachos que quieran ser toreros mañana."

Un ataque a toda regla contra Manuel Rodríguez Manolete que fue quien popularizó e hizo enseña de su toreo aquello de torear mirando, no al toro, sino al tendido. Un ataque injusto por muchas razones. Primero, porque de ser cierto que el lance lo hicieron antes Charlot y Llapisera, no es lo mismo apartar la mirada cuando lo que pasa por debajo de nosotros es un becerro que cuando lo que pasa es un toro. Y lo segundo, porque para poder torear mirando al tendido hay que llevar al toro muy dominado y muy toreado.

Cierto que se le puede quitar importancia al astado, pero peor -en mi opinión- es darle al toro una importancia que no tiene, simular una dificultad que no existe, que eso es lo que, a veces -demasiadas veces-, hacía el autor de la frase, quien utilizaba un toreo de pelea, viniese o no viniese a cuento, cualquiera que fuesen las condiciones de las reses. 

Manolete miró al tendido por primera vez en Barcelona un 6 de septiembre de 1942, con un toro de Vicente Charro protestado por chico. Manolete no le quitó importancia al toro, eso lo hacen los espectadores que confunden tamaño con peligro, sino que le dio importancia al toreo. Lo explicaba muy bien el propio diestro en declaraciones a Quiroga Abarca y lo recogíamos nosotros en esta antigua entrada de este blog.

Manolete en Barcelona, el 6 de septiembre de 1942, mirando al tendido

Y vamos a lo que ahora nos interesa: descubrir al autor de la frasecita. Mi amigo Luis Miguel López Rojas, gran aficionado, que sabe darle a cada lance del toreo la importancia que realmente tienen, es quien ha acertado el nombre del interfecto. Copio su respuesta a la pregunta (¿Quién lo dijo y en que año?) que hacíamos en este blog:

"Estas palabras fueron pronunciadas por Domingo Ortega en la conferencia dada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en la primavera de 1960, bajo el título “La bravura del toro”. Publicada originalmente en la Revista Occidente en 1961, aunque yo la he leído en el libro “Domingo Ortega: El arte del toreo y la bravura del toro” (3ª edición). Publicado por la Peña Taurina “El trapío” de Toledo y editado por la Excma. Diputación de Toledo. Se recoge en la página 48 de dicho libro.

Bajo dicha afirmación iba se ocultaba una crítica feroz al toreo de Manuel Rodríguez “Manolete”. Torero que vino a implantar definitivamente el toreo ligado en redondo (aquel que esbozó Joselito, el Rey de los Toreros, que en algunas ocasiones desarrollo Manuel Jiménez “Chicuelo” (en Méjico y al toro “Corchaíto” en 1928), y que consolidó el IV Califa cordobés, pues se lo hizo a todos los toros y todas las tardes. Muy distinto al toreo cambiado (o en “ochos”), toreo antiguo que practicaba el maestro de Borox.

Aunque la plaza y el público dictó sentencia y se decantó por el toreo de Manuel Rodríguez. Domingo Ortega trató de ganar la pelea que perdió en el ruedo, ya con Manolete muerto, bajo estas dos conferencias, que se han convertido en “santo y seña” de “algunos críticos y la mayoría de aficionados auténticos que saben más que los toreros” parafraseando a Joaquín Vidal y que según mi opinión ha provocado un “cacao” considerable que hace que en muchas ocasiones no entendamos el toreo de hoy en día."

Recorte de la revista El Ruedo (25.02.1960) dando noticia de la Conferencia pronunciada, en el Círculo de Bellas Artes dentro del ciclo organizado por la Peña "Los de José y Juan", por Domingo Ortega el día 22.02.1960 (y no en la primavera de ese año, como se indica en el libro de la Revista de Occidente donde se publicó) sobre "La Bravura del toro". En la foto, Ortega con Corrochano y el notario Amorós.

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Más sobre el muletazo mirando al tendido. 

Conviene recordar que el muletazo mirando al tendido no lo trajo a los ruedos Manolete, sino Ángel Luís Bienvenida en Barcelona, en una faena, magnífica y completa, al novillo "Matutero" de Muriel el 23 de julio de 1942. La faena y el muletazo causaron un enorme revuelo y muchos comentarios. Por eso, cuando Manolete unos días después vio la reacción del público al bravo pero chico toro de Vicente Charro no tuvo mejor recurso que instrumentarle ese lance que había dado, unos meses antes, en esa misma plaza el novillero Ángel Luís.

Barcelona, 23 de julio de 1942. Ángel Luis Bienvenida sonriente y confiado "inventa" el muletazo mirando al tendido

Pero tampoco Ángel Luís copiaba a Charlot y Llapisera, pues, además de lo dicho, conviene recordar que mucho años antes, en 1897 nada menos, Minuto, confiado y seguro, ya citaba de muleta mirando al tendido. Lo cuenta Cándido en la Lidia:

Reseña de la corrida celebrada en Madrid el 18.07.1897. Minuto cita mirando al tendido (La Lidia 19 de julio de 1897)

Manolete fue quien popularizó el muletazo mirando al tendido y, cada vez que lo daba, alborotaba hasta límites increíbles al público de la época (ahí están las películas para quien quiera comprobarlo).

Y lo comprobamos... Vemos a Manolete, en México en 1946, en la  famosa tarde de los toros de Coaxamalucan con Pepe Luis y Procuna . El diestro de Córdoba torea mirando al tendido, no en un muletazo sino en varios ligados en redondo. El gesto eufórico del empleado de la plaza que está en el callejón lo dice todo (Imagen extraída de la filmación de esa corrida)

No obstante, el muletazo mirando al tendido no pasa de ser una anécdota o, si se quiere, un "tour de force". Lo importante es que Manolete dominaba a los toros a base de tandas de toreo en redondo, sin necesidad de doblarse con ellos al estilo de los lidiadores antiguos, lidiadores antiguos entre los que se encontraba Domingo Ortega. Como le dijo un día Manolete a Ortega: "Maestro, mientras usted se dobla con el toro, yo ya le he dado 4 ó 5 naturales". 

Una frase que el de Borox nunca le perdonó.

 

Este año de 2021, en Palencia, Roca Rey daba este sensacional muletazo mirando al tendido. El toro no va toreado sino toreadísimo (Foto BMP Toros)

viernes, 24 de diciembre de 2021

Villancicos flamencos (XXIX) En el portal de Triana

 Por Jose Morente

La Pastora de Triana en el tradicional Belén de la Iglesia de Santa Ana de este año (Fotografía del blog gentedepaz)

Si ayer cantábamos por sevillanas y hace unos días por alegrías, hoy lo hacemos por tangos. Si ayer escuchábamos al alcalareño Bernardo el de los Lobitos, hoy celebramos la noche de Nochebuena con la trianera Esperanza Fernández, la hija del señor Curro. Una de las voces más racialmente gitanas y más flamencas del flamenco de los últimos años y ya lleva unos cuantos en esto del cante.

La grabación corresponde al volumen XXII (2004) de la Colección "Así canta nuestra tierra por Navidad" editada por la Caja de Ahorros de San Fernando.

Esperanza nos alegra la Nochebuena con un villancico muy alegre y muy marchoso por tangos con un precioso final en alarde de su buena voz. Le acompaña a la guitarra Parrilla de Jerez. Disfrútenlos.



Poropo-poropopon (Villancico)
Así canta nuestra tierra en Navidad. Vol. XXII (2004)
Canta: Esperanza Fernández
Guitarra: Parrilla de Jerez

Poropo, poropopon 
Poropo, poropopon
poropo, poropo, poropo,....

Pastor que si al monte vas
Pastor que si al monte vas 
deja solo al ganaíto
si tienes miedo
que nadie luego
que nadie luego
te robará

Y vente corriendo pronto
pronto corriendo
a ver que el Niño
está durmiendo
en un Portal

Poropo, poropopon 
Poropo, poropopon
poropo, poropo, poropo,....

Velero que va hacia el mar 
Velero que va hacia el mar 
que el viento sople tu vela
mientras navegas
si tienes miedo 
si tienes miedo
de naufragar

Y venga ese marinero
pronto corriendo
a ver que el Niño
está durmiendo
en un Portal

Poropo, poropopon 
Poropo, poropopon
poropo, poropo, poropo,....

La Virgen durmiendo está
La Virgen durmiendo está
y al Niño que está en la cuna
mientras la luna 
mientras la luna 
mientras la luna 
besa su faz

y al son de las campanitas
que la mulita
que la mulita
que la mulita
tocando está

Que lindo duerme
que lindo sueña aaay,ayyy,aaa
la Virgen Mare
su sueño vela

Poropo, poropopon 
Poropo, poropopon
poropo, poropo, poropo,....

Esperanza Fernández en el homenaje a su padre en 2014 (Deflamenco.com)