El imprescindible número 16 de Tierra Taurinas (septiembre de 2012), la revista redactada y editada por André Viard. ¡Merci, André!
Un contexto complicado
La propuesta de la Razón Incorpórea de pintar, este año, el ojo de la cerradura en una corrida cualquiera de la Feria de Málaga (¡Bueno, no tan cualquiera!) con objeto de ver realizar la suerte de varas al estilo de las Corridas Concurso o sea, al estilo en que habría que realizarla todas las tardes, se inscribe en un contexto más amplío de reflexión sobre el momento actual de la Fiesta de los toros. Reflexión que abarca desde la recuperación de la lidia completa con el necesario equilibrio entre los tres tercios hasta el posible modelo de fiesta que se necesitaría cara al futuro.
Son muchos los problemas de la fiesta (internos y externos) y muchas las posibles soluciones por lo que el debate entre todos los intereses contrapuestos es imprescindible. Sin embargo, ese debate se presenta más que complicado.
Por lo que hace a los aficionados, la radical beligerancia de una parte minoritaria pero muy significativa y ruidosa (en la plaza y en la blogesfera) de la afición, aquella constituida por los aficionados autodenominados “integristas” o “toristas”, no facilita el debate sosegado y reflexivo con los restantes grupos pues parten estos aficionados (“apocalípticos” en la terminología de Umberto Eco) de una serie de conceptos “fetiche” que pretenden convertir en verdades indiscutibles, imponiéndolas a los demás.
En ese sentido, “cargar la suerte” o “nada tiene importancia si no hay toro” pasarían de ser criterios personales, respetables pero por supuesto discutibles o, como mínimo, matizables, a convertirse en dogmas de fe con contenido cuasi-sagrado.
En el bando contrario, los toreristas o esteticistas (los “integrados” en el sistema según las denominaciones propuestas por Eco) parecen carecer de capacidad de crítica, y estar preocupados solo por los aspectos más formalistas del toreo, ignorando al toro salvo como necesario colaborador del torero (mejor, por tanto, mientras más facilite la labor de este) y para los cuales, la visión global e histórica del espectáculo, carece de toda importancia.
Es decir, que mientras unos sólo miran al pasado, los apocalípticos, los otros, los integrados, se encuentran instalados en un cómodo presente.
Siendo imposible el debate (pues ninguno de estos sectores parece estar dispuesto a aceptar puntos de vista diferentes a los suyos) proponíamos, en la entrada anterior, fijar nuestra atención en aquellos otros que, en vez de adoptar la negativa postura de criticar todo lo que no encaja en sus gustos personales, se dedican a realizar propuestas concretas, y en positivo, cara al futuro, como el francés Alain Bonijol, quien con su espectacular cuadra de caballos (que este año, gracias a la empresa Casa Chopera, hemos podido disfrutar también en Málaga), trae revolucionado al orbe taurino.
La cuadra de picar del francés Bonijol en Málaga en la pasada feria de agosto (Foto del Diario Sur).
Y es que Francia, se convierte, por obra y gracia del interés del público francés hacia la suerte de varas y las iniciativas de aficionados y profesionales de aquel país, en referente (pese a lo que puedan decir algunos) para el resto del mundo taurino. No sólo por el espectacular desarrollo de este tercio, que allí gusta tanto, sino -lo más importante- porque en el debate sobre esta añeja suerte creo que se centra el debate del modelo de fiesta del futuro.
Un sonriente Gómez-.Angulo afirma ufano, en el número de agosto de la revista Taurodelta, “que no nos vengan a decir que los franceses nos pueden dar lecciones”. El caso es que, frente al inmovilismo taurino español, las mejores lecciones, de como se pueden cambiar las cosas, la están dando los aficionados del país vecino.
Y es que en Francia hace tiempo que todo se hace de otra forma. En la imagen, el placer de ver arrancarse a un toro al caballo. Tito Sandoval, montando a Quasimodo, cita a un toro de Moreno Silva que se arranca muy de largo en Ceret este mismo año (Fotografía del número 16 de Tierras Taurinas).
Tierras Taurinas de André Viard
André Viard, el editor (entre otras muchas ocupaciones) de la excepcional revista Tierras Taurinas.
Uno de los personajes más interesantes del actual planeta taurino es, el también francés, André Viard quien se define a sí mismo como universitario, pintor, escritor, periodista, caricaturista, fotógrafo... y matador de toros. Es, además, creador y Presidente del Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas de Francia. En resumen, todo un personaje y un apasionado de los toros.
Viard viene editando, primero en Francia y luego (desde 2010) en España, una magnífica revista llamada Tierras Taurinas (Terres Taurines) de tanta calidad que cada número se convierte en un pequeño libro mágico sobre el toreo.
La web de Terres taurines una de las mejores revistas de toros de la historia. Su presentación es cuidadísima pero sus contenidos tienen aún más enjundia.
La edición española, más reciente pues data de 2010 y sólo lleva 15 números, se dedica, al contrario que la francesa, exclusivamente a ganaderías y encastes. Mejor sería decir se dedicaba pues Viard acaba de dar un viraje espectacular (siquiera sea puntual) y el ejemplar de septiembre (cuya portada es la reproducida al inicio de esta entrada) se dedica íntegro a la suerte de varas.
Lo importante no es que el autor dedique el número a esta suerte tan necesitada hoy de reflexión. Lo importante es lo que dice y las tesis que sostiene.
Sostiene Viard
Si bien el discurso torista impregna y es el punto de partida de los planteamientos de André Viard (hasta el punto que los blogs de esta cuerda ya han reproducido y destacado los párrafos más radicales de ese número de su revista), lo cierto es que el gran erudito y aficionado francés no se queda ahí sino que da un paso adelante y propone cosas muy concretas sobre la suerte de varas como punto de encuentro de las tesis toristas y toreristas.
El magnífico blog Toro, torero y afición ha recogido en varias entradas las tesis más “ortodoxas” de André Viard sobre la suerte de varas. Se trata de uno de los blogs que mejor explicitan (por la calidad de sus presentaciones siempre muy directas y didácticas) su ideología taurina radicalmente torista.
Sostiene Viard que, al presente, coexisten dos tipos de espectáculos:
El “moderno” con sus largas faenas durante las cuales la nobleza del toro permite al torero ejecutar docenas de pases, cada vez más ajustados, casi siempre estéticos.
Y el que algunos denominan ya “arcaico”, con sus tercios de varas duros y a veces espectaculares, y sus faenas a veces reducidas a algunos pases furtivos y un espadazo a paso de banderillas.
Sostiene Viard que “se producen más heridas en las corridas comerciales que en las duras”. Paradoja fácil de explicar, según él, pues en las primeras los toreros arriesgan más, se confían más, mientras que, en las segundas, ocurre todo lo contrario.
Sostiene Viard que, frente a la tauromaquia actual y mayoritaria, existen plazas que aún rinden culto al pasado como Ceret y Vic-Fezensac en Francia o las Ventas (durante su semana torista) en España. La convivencia de esas dos tauromaquias (la moderna y mayoritaria y la selecta pero arcaica) supone una riqueza que se debería, según él, cultivar y fomentar. Algo parecido a lo que ocurre en el cine donde junto a los multi-cines destinadas a las superproducciones americanas se encuentran (o, mejor dicho, se encontraban) las pequeñas salas de arte y ensayo para un público de élite.
El Palladium, emblemático cine de arte y ensayo
Sostiene Viard que no parece razonable que ese público minoritario imponga sus criterios a la mayoría pero que tampoco parece adecuado abogar por la total desaparición de la tauromaquia que ellos defienden.
Sostiene Viard (sabia y lúcidamente) que, lo lógico, no es volver atrás sino “preparar el futuro tratando de perder la menor parte posible del pasado”.
Sostiene Viard, finalmente, que por lo que respecta al tercio de varas, clave para resolver adecuadamente el problema planteado, hay que establecer reglas comunes que sirvan para cualquier tipo de toro. Y con soluciones que resuelvan los casos extremos. Esto es, una suerte de varas que permita castigar a los toros más fieros y duros pero también ahormar y preservar a los nobles de menor fuerza.
Puyazo de Gabin Rehabi, el picador francés de moda, en Nimes (de la web Corrida France)
Las reglas que propone André Viard
Las importantes y amplias reflexiones que sobre el tercio de varas se hacen en ese número de Tierras Taurinas se concretan por su propio autor en las siguientes cuatro reglas que, en el fondo, son objetivos a conseguir con paciencia y sentido común:
Regla primera. Del caballo y sus protecciones
El caballo debe aligerarse para alcanzar un peso que esté por debajo de 600 Kilos. El peto será ligero y sólo el ojo derecho se vendará con anteojeras.
El peto ideado por Bonijol de 25 kilos de peso más 15 de los manguitos fabricado en Kevlar (Fotografía de Tierras Taurinas, nº 16)
Cuando en España no había petos, en Francia ya se usaban aunque mucho más ligeros, como los que ahora se pretenden. Paseíllo en Bordeaux en 1899. Al frente de las cuadrillas, el Algabeño y Guerrerito. Entre los picadores, el Calesero y el Pinche.El cronista de Sol y Sombra dice que se picó mal pues se notó la ausencia de Badila y Cantares (Fotografía de Mr. Chambón publicada en Sol y Sombra).
Una vara de Trecalés en el tercio, fuera del amparo de las tablas. Beziers, 29 de abril de 1900 (Fotografía de Sol y Sombra)
Hoy podemos volver a ver otra vez este tipo de espectaculares varas gracias a la ligereza de caballos y petos franceses (en la foto Juan José Esquivel ante un toro de Coimbra en Ceret en 2010 y en la esquina derecha la vara de Trescalés de 1900) .
Regla segunda. De la puya
A corto plazo se debe generalizar la puya andaluza (más pequeña que la usada en el resto del país). A largo plazo se debe reemplazar por la francesa inventada por Bonijol (menos dañina al carecer de tope de hierro y encordelado). Después del primer puyazo podría utilizarse en cualquier momento la puya de tentadero.
Y es que, a menos puya, menos lesiones y mayor número de puyazos.
Modelo de puya francesa diseñado por Alain Bonijol. Esta puya causa menos daños al toro, como ya se ha comprobado en Francia.
Fotografía de una vara del Calesero de la misma corrida de Bordeaux de la que reproducíamos el paseíllo. La puya es la de limoncillo pero (como dice Viard) exprimido. El encordelado se adelgazó tanto, en esa época de fin de siglo, que no era infrecuente que el palo entrase varias cuartas en el cuerpo del toro. De hecho, en la corrida de la foto, el Calesero destrozó a uno de los toros de “un puyazo innoble” según el crítico: El eterno problema de las puyas.
Las consecuencias de exprimir el limón. Sólo un mes después, en Marseille, una vara quedó envainada (lo que también era muy frecuente) en el lomo del segundo de la tarde (de la ganadería de don Juan Muriel de Castroverde). Como la empresa no había obligado a los picadores a utilizar puyas reglamentarias, fue multada con 200 francos “para los pobres”. Por enfermedad de Montes, Quinito mató ese día, en el que se inauguraba la nueva plaza, los seis toros.
Regla tercera. De las rayas
La distancia entre ambas líneas debe pasar de 3 a 6 metros para que la suerte se ejecute a estilo de tentadero o corrida concurso, colocando al toro de largo, favoreciendo el impacto dinámico, en lugar del empuje en corto tan brutal y destructor.
En los tentaderos, las reses se colocan más de largo que en la plaza para comprobar su bravura (foto de Veterinarios Taurinos de Andalucía)
Regla cuarta. Del desarrollo y ejecución de la suerte.
Lo mejor viene en la regla cuarta. Viard propone citar, en la primera vara, con el caballo parado y el toro a 6 metros (distancia que propone entre las dos rayas). Si tras varias llamadas del picador, el toro no se arrancara, aquel adelantará el caballo acercándose al toro y volviendo a citarlo. Así se irá haciendo repetidamente, acortando la distancia, hasta que el toro se arranque.
Personalmente, me parece genial. En vez de acercar al toro, si no arranca, con nuevos capotazos, será el picador el que se desplace hacia el toro. La distancia, a la que se arranque finalmente el astado, dará la medida de su bravura.
El modo de interpretar los espectadores el papel de las dos rayas reglamentarias, hoy día, no parece muy sensato pues el público protesta sin fundamento cada vez que el caballo pisa la primera raya lo que impide que hoy se puedan ver escenas como esta. En la foto, el picador Zurito cita, fuera de la barrera, a un toro de Saltiilo, de escasa presencia, en Nimes un 24 de septiembre de 1899, en corrida en la que alternaban Guerrita con Lagartijillo, que sustituía a Mazzantini cogido en la Coruña.
Este intercambio de papeles permitiría ponderar la casta o bravura del toro pero también la pericia y habilidad del picador y la doma (buena o mala) se su caballo.
Es importante (como también proponíamos nosotros en Málaga) que el quite se haga de inmediato para poder aumentar el número de puyazos, (y no reducirlos como han hecho los más recientes reglamentos). Se trata (reivindicamos el derecho a soñar) que el toro vaya tres veces al caballo como mínimo en todas las plazas.
Un atentísimo Joselito pendiente del toro y del caballo para entrar presto al quite (Madrid. 14 de mayo del año 14). Antes por necesidad y hoy día por ética, el quite debería ser siempre inmediato a la entrada del toro al caballo.
Dejemos constancia de estas bienintencionadas y más que sensatas (aunque no fáciles) propuestas para reflexión de los lectores de este blog.
Y mientras reflexionamos, que mejor que contemplar este espectacular y emocionante cite del picador Gabin Rehabi a un toro de Escolar en Ceret el día de la encerrona triunfal de Fernando Robleño en esa plaza (Encerrona reseñada magistralmente por Vazqueño en Dominguillos).
Veamos el video del cite colgado en youtube por daviddiez10.
Lo más curioso es que el toro se arranca sólo cuando el caballo de Gabin pisa la segunda raya…¡Como nos propone André Viard!
Conclusión final
Son muchas las razones que aporta André Viard y que aconsejan que el picador vuelva a recuperar parte del prestigio que tuvo en el pasado. Una de las más importantes es que, restaurar de modo adecuado la suerte de varas, puede ser la clave de futuro para nuestra fiesta.
En la foto, “El terrible picador Agujetas”, postal francesa de finales del XIX o principios del XX
(Continuará…)
30 comentarios:
Me sigue pareciendo inexplicable que se haya olvidado el fin, el propósito original de las rayas, el cual era proteger al caballo y a su jinete. Mientras más se aleja de tablas, más arriesga el montado. ¡Y los villamelones pitan (en Francia, España y México) cuando el varilarguero se pasa de los círculos porque piensan que abusa del toro!
Felicidades por el artículo, el cual está lleno de una lógica aplastante. Pero rindámonos a la evidencia, la suerte de varas no cambiará, no dejará de ser abusiva, mientras los picadores como Gabin Rehabi y Alberto Sandoval sean la excepción, y mientras el grueso de la gente siga sin saber de toros.
Un abrazo de Gastón.
Gastón
Coincido con usted y es que tesulta cuando menos curioso, sino inexplicable que la raya que se puso a instancias de los picadores para no tener que aventurarse muy lejos de la barrera, la perciba el público como límite infranqueable.
Es la problemática de los reglamentos y el reglamentarismo. Necesarios quizás pero al final siempre resultan restrictivos para la imaginación y la creatividad.
Por lo que respecta al futuro, no soy tan pesimista o, por lo menos, me gustaría dejar una puerta abierta a la esperanza. Que en Málaga, plaza torerista donde las haya, siquiera tenga una afición muy ponderada, se haya realizado la suerte de varas como mandan los cánones y que los caballos de picar los traiga la empresa ¡desde Francia! indica que algo está cambiando.
Si en Francia es posible, porque no lo va a ser en España, México o Perú...
Un abrazo
Tengo la esperanza de poder debatir algún día con usted personalmente.
Sus constantes lineas de criterio partiendo de aseveraciones erróneas, me obligan a ello.
La Fiesta real, la de los Cánones, la de los Dogmas, la de la Verdad no se puede permitir el lujo de desprenderse de José Morente; quién necesita un pequeño repasillo, pero repaso al fin y a la postre.
Se equivoca con lo de integrismo, apocalípsis, torismo y fetichismo, usado en tono peyorativo, tratando de colocar un arco triunfal a moderno "destoreo".
Hoy le ha prestado atención a la Suerte de Varas, mojándose pero sin atajarla de raiz. Ejemplo: Las puyas de Bonijol son puntas de ballesta; las ví nefastas desde el primer momento. Otra cosa es que el encordelado tradicional, que tenía su finalidad, haya sido prostituido, dejándolo en mero testimonio, lo que le ha servido al Sr. Alan para taparse.
Recapitule en que la nobleza que en el Toro bravo, no parte de la fiereza dominada no me interesa ya que no es nobleza de bravura; ello sería tonteza enfermiza, generalmente de manso.
Si me lo permite continuaremos hablando, posiblemente el día del homenaje a "José" en Sevilla.
Saludos de Gil de O.
Gil de O.
La expresión aficionado apocalíptico no es peyorativa sino descriptiva responde a la terminología empleada por Umberto Eco y se adecua muy bien al carácter del aficionado defensor de cánones y verdades para quien el toreo moderno (o la cultura de masas, que tanto monta) no tiene más que defectos sin virtud alguna.
De igual modo, la utilización de conceptos fetiche que señala Eco (tópicos en lenguaje taurino) es sintomática en ese tipo de aficionados.
No se niega aquí, pues sería absurdo, la validez que puedan tener algunos de esos conceptos (cargar la suerte, muleta adelantada, toreo con las bambas, etc) lo que si niego es que puedan servir como único referente universal (dogmas) para valorar el toreo de antes y el de ahora y, desde luego, lo que tengo claro, en mi opinión por supuesto, es que aplicando esos conceptos al toreo actual este ni se entiende ni se consigue explicar, pero no porque sea erróneo ese toreo actual (como sostienen los aficionados integristas aquí es donde disentimos) sino porque el toreo de ahora responde a planteamientos y objetivos distintos que el toreo decimonónico.
Mi tesis, correcta o no, es que las cosas deben analizarse en su contexto histórico, de acuerdo a sus hipótesis de partida y a sus propios objetivos. Enjuiciar el toreo moderno desde presupuestos del toreo antiguo puede estar bien desde el punto de vista del mero aficionado (con sus filias y sus fobias siempre respetables) pero no desde el punto de vista del historiador o analista de la fiesta obligado a algo más.
Saludos
PD Por supuesto estaré encantando de debatir con usted sobre toros cuando nos encontremos aunque el 29 creo que nos centraremos más en el toreo de Joselito.
El historiador como testigo, el historiador como analista, el historiador recopilador, bien hará en transcribir olvidándose de su yo. En el caso del Toreo no debe ser la opinión del historiador la apropiada para construir los hechos de futuro.
El aficionado tiene un compromiso total, superior al del historidor para con la defensa de la Fiesta a raíz de su comerialización, a raíz de la pérdida de José (el Guerra había sido nefasto) y a raíz de la aberrante implantación de los petos, asi como de la creación de la Unión de Criadores por esa mismas calendas.
Ni tan siquiera los periodistas defendieron la ofensiva en contra de lo que se preveía podía suceder y está sucediendo, ahora con mayor contundencia que nunca, en contra de la base de la Fiesta, el Toro Bravo.
Mientras aparece de la sensibilidad de Félix Rodríguez el TEMPLE, al que muchos de ustedes, cuando no unos, otros, han calificado de "emplasto" tratando de aplicarlo y convertirlo en condición útil para el toreo de la Mentira, de un toro (con minúsculas) noble-tonto falto de fuerza.
Las rayas hay que borrarlas ¡ya mismo!
Con José habría respuestas para todo ésto. Así que hablando de José...
Saludos de Gil de O.
Gil de O.:
Efectivamente, el historiador o analista tiene la obligación de poner a un lado sus personales criterios subjetivos.
Gracias por su comentario y por leernos.
Saludos.
Hola José.
Nos decantamos en la línea de Gil de O.
El toreo de siempre encuentra su fundamento en los cánones fundacionales de la tauromaquia.
El toreo actual, con sus protagonistas (toro bobo, colaborador o artista,toreros monótonos vastos de repertorio y faenas preconcebidas),necesariamente tienen que plantear "nuevas"formas de tauromaquia ligh para justificar su penosa existencia.
Me pregunto qué pasaría si Joselito levantara la cabeza.
Saludos,
Pocho Paccini
Pocho:
Primer mandamiento gallista:¡No invocaras el nombre de Joselito en vano!
Segundo. Sobre los "canones fundacionales".
Si estuviesemos hablando de pintura o literatura seguro que no habría discusión pues todo el mundo estaría de acuerdo en que hoy no tiene sentido pintar como pintaban Velázquez o Goya aunque todavía a algunos nos sigan pareciendo los dos mejores pintores que conocemos.
Sin embargo, en tauromaquia pretendemos que se siga toreando con el modelo ("canon") de Belmonte (en realidad del que "dicen" seguía Belmonte. Como realmente toreaba es otra cosa) o de Domingo Ortega.
Creo que es un argumento para reflexionar.
Un abrazo
Recuerdo como mi abuelo me enseñaba a quererlo, a entenderlo, a comprenderlo, a sentirlo y a copiarlo; en presentarla, en colocarse, en andarle, en gallearlos, en cruzarse y en correrlos; y sobre todo en ese liar la muleta cuando de verdad se quiere dar un pase de pecho.
No he va el nombre de José en el párrafo, pero...¿A qué se nota de quién se trata?. No hay que invocarlo en mano, so pena de incurrir en sacrilegio.
Saludos de Gil de O.
Gil de o.:
¡Oléeeeeeeeeee!
Saludos
Lo de mejorar la suerte de varas es importante, pero tampoco hay que creer que este es el nuevo "manà" del desierto. Si no hay bravura y si no hay Toro (y si no hay Toreros), no hay mejora de la suerte de varas que sirva.
Modestamente creo que màs que eso seria necesario que los aficionados exigieran a las Figuras ser mas completas y que no solo esten anunciadas en todas las ferias de la temporada taurina (cosa imprescindible), sino con varios tipos de encastes. Como bien dice Andres Viard hoy, los aficionados no quieren ver "tourneè" de toreros matando siempre lo mismo con los mismos 10 (y no hablamos de Josè Tomàs...). Hay que ampliar las ganaderias que matan: en estas ultimas temporadas han habido varias que daban muchas posibilidades: Fuente Ymbro, Alcurrucen o Torrestrella (de las "comerciales") que ninguino del G10 matò (salvo Ponce con Alcurrucen). Para no hablar de ciertas corridas duras que muchas veces salen complicadas pero "toreables" (Escolar Gil, Cebada Gago, Victorinos), si bien es verdad que el malo de esas es "mu malo".
Para que eso ocurra hace falta un publico (no solo aficionados) que tome cociencia de eso: por eso me molesta cuando veo a buenos aficionados ningunear a la trayectoria de Ponce, que podrà gustar o no, pero que ha matado de todo y lo sigue haciendo con la debida proporcion de su momento actual sin el debido reconocimiento (perdonarme si insisto, pero siguo sin ver este "detalle" reflexionado en las interesantes entradas de este blog)
Ampliar este abanico creo seria aùn màs importante que las mejoras de la suerte de varas (que serian necesarias aunque mucho ya se ha hecho en las ultimas decadas) porque harìa que los aficionados no se vayan polarizando en bandos extremos (toristas-toreristas), que se valoricen màs encastes (siempre que se lo merezcan) y que la Fiesta sea màs completa.
Enhorabuena por vuestros esfuerzos en Malaga y estas entradas como siempre magistrales!
Saludos,
Paolo
Paolo:
Gracias por los elogios y por lo que respecta al rapapolvos y su perseverancia sólo se me ocurre decir que si todos los toreros tuvieran partidarios tan buenos aficionados y tan entusiastas como usted lo es de Ponce (y de unos cuantos más) las discusiones entre aficionados (sobre los toreros) tendrían el mismo calor que las discusiones que hoy día se producen entre toreristas y toristas.
Sobre POnce le reitero lo que ya dije. Si este blog se estuviera escribiendo hace 6 ó 7 años, esté seguro que no hablaríamos de Juli y si de "su" torero. Pero, como se habrá dado cuenta, me gusta hablar siempre en positivo y respetar lo que considero la etapa final de Enrique Ponce. Su magnífica trayectoria no merece que se analice su forma actual de torear, muy lejos de la de sus mejores años. Cuestión distinta es que, en el descanso invernal, recuperems algunas de sus grandes faenas y analicemos su capacidad de entender a los toros pues, para mí, su conocimiento de las reses has uperdao siempre (pese a su innata elegancia) al de las suertes ya que, respecto a esto último siempre le vi más habilidad que entrega.
Dicho de otro modo, conseguirá usted que hablemos de Ponce, se lo aseguro.
Un abrazo y gracias otra vez
PD: Sobre la conveniencia de que las figuras abran los encastes que lidian estoy de acuerdo con sus palabras.
Gracias Josè,
pero no es mi interés especial o mi obsesiòn que se "hable de Ponce" aquì.
Solo he tenido que volver a referirme a él porque de las Figuras actuales en activo es la unica que haya mantenido una trayectoria modelica (para mi) y "global". Y que lo sigue haciendo.
Si el Juli (y Morante y Manzanares y Talavante y Perera y otros que tienen muchisimas capacitades que aveces no utilizan lo suficiente) quisieran seguir ese camino y matar victorinos, samueles, dolores, cebadas (o Fuenteymbro, Alcurrucen, Torrestrella o Escolar, Adolfo...) compitiendo con todos, la Fiesta hoy serìa màs viva que nunca (no me estoy volviendo pesimista ni integrista, pero este algo que hace falta hoy en dia, en mi modesta opiniòn).
Pero insisto que a pesar de mis inclinaciones para unos toreros (que defiendo a "capa y espada") este comentario no era una queja ya que este blog siempre me ha parecido ecuanime, justo y respetuoso con todos.
Y lo segyurà siendo independientemente de que se hable o no de uno de mis preferidos.
Un abrazo,
Paolo
Lo complicado seria que existan bandos de toreristas .Complicadísimo porque de espaldas todos son igualitos y en el ruedo todos destorcerán igual.
Pepe Luis V.G.
Pepe Luis V.G.
¿Iguales? ¿Morante, Tomás, Juli....?
Saludos
En opinión mía lo que los hace iguales es su falta de vergüenza torera y el tipo de toros a los que se enfrentan. Cero gestas y gestos.
En el otro bando y venidos de otra galaxia están D. Urdiales, J. Castaño, F.Robleño, A.Aguilar que sí se parecen bastante a lo que es ser un TORERO
Besos toreristas
Pepe Luis V.G.
Pepe Luis V.G.
Usted mismo...
Recuperar la Suerte de Varas de "raiz" es prioritario. Ahora bien, si no va emparejada con la recuperación del Toro, no se habrá hecho absolutamente nada.
Las modificaciones puntuales introducidas en las últimas décadas no han servido ni para tapar goteras, qué a su vez han traído males mayores, como es el caso de la cruceta con lo que se le ha dado carta blanca a la supresión encubierta del encordelado (limoncillo exprimido) y sobre todo a la imposibilidad de "tirar el palo" (Cánon inamovible) dándole entrada a "la caña de pescar".
Maestro Garcés, lleva usted toda la razón. Desde el respeto, admita que le apostille que además de iguales son una "maná de parejos". Como paso inmediato se hace necesaria la presencia de un Segundo Circuito con esos Toreros que usted ha apuntado y TOROS. Los ganaderos excluídos tendrían oportunidad.
Saludos de Gil de O.
Gil de O.
El debate sobre la suerte de varas oscila entra la opinion de los que consideran prioritario o importante modificar la suerte de varas y las de quienes propugnan incluso su desparición como medio de "dulcificar" la fiesta.
Creo que sería interesante conocer la opinión al respecto de los profesionales (tanto de los toreros a pie como de a caballo).
Saludos.
No seamos ilusos. Tanto los de a pie como los de a caballo, nos están dando su indolente opinión a diario con sus actuaciones.
En su poder está la llave; es por ello que la Fiesta ha cogido la linea de declive imparable, que ya presumíamos, desde hace unos años con los criterios y comportamientos de Ponce y Juan Pedro.
La crisis ha venido a agudizarla y acelerarla.
Como esa llave no está operativa, los aficionados debemos de asumir la responsabilidad. Tengo fe ciega en la instauración del Segundo Circuito. Nuevamente...
Saludos de Gil de O.
El torero no puede ser juez y parte.
Pepe Luis V.G.
Gil de O:
Evidentemente, la llegada de nuevos valores (el segundo circuito como usted lo llama) es siempre beneficioso para la fiesta, pues obliga a los que ya están a "apretarse" los machos.
Saludos
Pepe Luis V. G;
No se trata de que sean juez y parte sino de conocer su opinión.
Cuando los ingenieros de la fórmula I están ajustando un vehículo en pruebas, al primero que piden opinión es al propio torero.
Saludos.
Aún no he tenido tiempo de leer el último Opus, me han parecido muy interesantes las propuestas que Viard plantea, con sus pros y sus contras, pero a la postre, mejorarían notablemente la calidad del espectáculo.
Ahora bien, habría que hacer un notable cambio en la filosofía de crianza que predomina, sabemos que la mayoría de los toros no se arrancarán tres veces al caballo desde mínimo seis metros de distancia. Aunque, pensándolo bien, esto también ha ocurrido en todas las épocas y para eso existía el recurso de salir a buscar el toro, los aficionados obligaban a los picadores a salir del abrigo de las tablas, cosa que muchos hacían a regañadientes pues la indefensión y el peligro era aún mayor. He ahí una de las causas principales de la primera raya.
Me parece estupendo que los picadores salgan a buscar a los toros, resultaría muy espectacular por el compromiso de los terrenos, pero la idea de seis metros de distancia quizás es un poco excesiva aun utilizando el recurso de salir a buscarlos.
Sobre la primera propuesta, si mal no recuerdo, creo que no hay mucha diferencia con respecto al Reglamento español, según mi memoria 600 kilos máximo el caballo y 30 para el peto.
¿Qué opinarán los picadores de todo esto? ¿Y los toreros?
Un abrazo. Genial la entrada. Las fotos, una vez más, todo un regalo. La de José presto al quite es tremenda.
Pd. Cuando empecé a leer la entrada, en los primeros párrafos, esbocé una sonrisa irremediablemente. La entrada parece que habla de la movida que ha montado Juli con Viard y eso que se escribió antes de que sucediera.
Vazqueño:
Muchas gracias por sus comentarios.
Empiezo por el final.
Efectivamente, cuando inserté la entrada con el resumen de las tesis más positivas de Viard en el nº 16 de Tierras Taurinas no se me hubiera ocurrido nunca que sólo pocas horas más tarde Viard iba a ser noticia. Y es que si la noticia salta primero posiblemente no hubiera publicado la entrada pues lo que menos me gusta es ser (o parecer) oportunista.
De hecho, he preparado otra sobre el Juli. Para compensar y por eso de la equidistancia pero estoy dudando si sacarlo o no. Dado que la red es mayoritariamente afecta al "apostol francés", como ya le llaman sus seguidores, no quiero hacer nada que se pueda entender como provocación contra nadie. Pero el caso es me quedo con las ganas.
Sobre la suerte de varas estamos de acuerdo. 6 metros es mucha distancia pero 3 me parece, tal y ocmo se hace la suerte, poco. Y que salga el picador a buscar al toro creo que es la parte genial de la propuesta. por lo menos eso es lo que a mí me parece.
El Reglamento propone 600 kilos pero la mayoría de los caballos pesan casi 800. Sin embargo, parece (sostiene Viard) que se admiten certificados de los veterinarios de las cuadras y estos pesados caballos pasan todos los reconocimientos. En cambio a los caballos de Bonijol los rechazaban al principio por pasar 40 kilos del máximo. Solución: un par de días sin comer y ya daban el peso reglamentario (¡ojala yo pudiera adelgazar al mismo ritmo!)
La opinión de los picadores sobre estas innovaciones parece ser que es buena. He hablado con varios cuando preparaba lo del ojo de la cerradura en Málaga y creo que están encantados sobre todo porque en Francia los premios son en metálico y su trabajo se valora.
Los toreros emergentes (Castaño, Robleño, Aguilar) se están beneficiando de esta nueva suerte. Pienso que las figuras también hubieran llegado a aceptar estos planteamientos pero el trato que se viene dispensando a Juli en las plazas "toristas" ha radicalizado quizás el tema, por lo que veo dificil que hoy por hoy entren al trapo de Viard.
Y que no se olvide que el discurso de Viard tiene un lado oscuro. Su negación sistemática del toreo en redondo. Del toreo moderno. Algo en lo que le acompañan muchos aficionados radicales. Le llevo detectados muchos eufemismos cuando tienen que nombrar el pico, los toques, la pierna retrasada y similares. Ilógico en un personaje que antes de cocinero ha sido fraile pero...la audiencia tiene sus exigencias.
En fin, le vuelvo a agradecer sus comentarios y este otro buen rato de intercambio cibernetico de reflexiones taurinas que venimos manteniendo desde hace ya algún tiempo.
Un abrazo
Don José Morente del Monte:
Confieso la preocupación que me origina la tentación de atraerle hacia criterios más consecuentes con la realidad del Toreo de la Verdad.
A veces pienso- no quiera Dios- que usted pudiera ser componente del Cinturón de Acero, tomando como referencia los síntomas que presenta a favor de la negación del Toreo, por cierto bastante evidentes.
Confunde el toreo periférico con el Toreo en Redondo, lo que usted desde su capacidad de analítica está obligado a distinguir para no caer en el error. Es fácil contrastarlo al observar la construcción de la ligazón que de forma muy aislada vemos a veces (tiene muy cerca a Jimenez Fortes)
dejándose ver dando el semidefrente, templando para mandar -imposible sin este Cánon-, cargando cuando hay espacio ya que en ocasiones se está tan dentro de ella que ya no es posible cargarla más, so pena de entrar en el "ojedismo" y ahogar la suerte; o, dejarla con el piquito puestecita y aunque ligando -se liga en el destoreo- vueltcita y carioca, donde no se debe confundir puesto que lo que se hace cual fuerza centrífuga es marcarle la salida al toro (o lo que sea). Como verá ésto no tiene nada que ver con el Toreo en Redondo, al que quisiera aproximar a los nuevos aficionados.
A usted también.
Mi expresión de Segundo Circuito, excluye a todos los componentes del Cinturón de Acero, los que deben continuar con la "praxis" de su forma de entender la fiesta (minúsculas) siguiendo el camino trazado, lo que serviría de referencia a los que tuvieran valor, técnica, arte, gusto y dineros -elemento imprescindible- para crearlo como frente de oposición a la maquinaria desleal para con la Fiesta que se tienen montada los del citado Cinturón.
Viard, por otra parte no me tiene convencido. Usted en todos los párrafos abiertos con la expresión "Sostiene" da la sensación de ir en su linea. Cierto que tanto él como usted, exponen sus ideas con bastante claridad, pero se repara claramente qué tienen demasiada connotación con el toreo de "pitiminí". No me gustan los toreros-críticos-periodistas.
Saludos de Gil de O.
p/d le pido disculpas por mis continuados comentarios; no pretendo capitalizar mi presencia. Perdón, les ruego.
Gil de O.:
Pienso que aceptar que puede haber multiples y diferentes maneras de entender y hacer el toreo (todas válidas) es lo que nos permite alejarnos del dogmatismo.
Y es que tengo el firme convencimiento de que en el toreo puede haber reglas prácticas deducidas de la experiencia, pero que en el momento que se convierten en canon el toreo corre riesgo de fosilizarse.
No niego, no lo he hecho en ningún momento, que cargar la suerte, sean un concepto que no tenga validez incluso en nuestro días pero "según y como".
El "según y como" son las condiciones de las reses y el tipo de toreo ("de pitón a pitón" o "en redondo") que se pretenda. En unos casos será lo indicado; en otros, lo indicado será el toreo en redondo que, por supuesto no debemos confundir con torear por las afueras (algo que tiene más que ver con la colocación de la muleta que de la pierna contrario, en mi opinión)
Sobre Viard y dada la popularidad alcanzada habrá que volver. En esta entrada me he limitado a recoger aquellas de sus opiniones sobre el tercio de varas que me parecían más interesantes de difundir y con muy pocas apostillas por mi parte. La expresión "Sostiene Viard" no significa que comulgue o acepte sus tesis. Es una mera referencia al título de una novela de Antonio Tabucchi de 1994 (titulada "Sostiene Pereira") de la cual se hizo una magnífica película en 1996.
Saludos.
Publique la entrada sobre Juli. El toreo es pasión, si hay que discutir discutiremos, siempre que se haga con respeto aunque haya personas que lo pierdan porque no tengan otros argumentos (es fácil obviarlas).
Este es un blog de toros en el más amplio sentido de la expresión; de lo más didáctico que hay en la blogosfera, así que públique esa entrada que aunque no me gusta como torea Juli normalemente y hay bastantes cosas que reprocharle, seguro que hay muchos puntos en los que lleva razón y aprendemos cosas nuevas.
El peso de los caballos es una incognita, aunque podría preguntar a algún amigo que está haciendo el curso de presidentes y han hecho prácticas en Las Ventas. Los mozos de las caballerizas, cuando he pasado por allí, me juran y me perjuran que no rebasan los 600 kilos, no sé no sé... He cogido los petos y sí que parece que estén dentro de lo permitido.
Me alegra que los profesionales vean bien esta propuesta con la salvedad de Juli que tras el choque no creo que atienda ninguna demanda de Viard (risas).
Ya veo que coincidimos sobre el recurso de salir al tercio, incluso a los medios, a picar el toro. La suerte de la uva que decía Salcedo. Como usted dice, sería una genialidad, qué estampa y cuánto riesto a asumir.
Es cierto, leyendo los textos de Viard, a veces he notado un discurso un tanto demagogico. Pero el trabajo que está haciendo no deja de ser loable en extremo.
Saludos!
Perdón; suerte de la aceituna quería decir, por acudir al toro a picarlo igual que pinchamos las aceitunas en la barra de la taberna.
Un abrazo
Vazqueño
No está tan mal pergeñado esto de la suerte de la uva, pues estamos en plena vendimia. Así que..
Respecto ael peso de los caballos, y pese a lo que afirma Viard, es posible que no pasen del reglamentario. También algún picador me ha comentado que los caballos franceses pesan lo mismo que los españoles, siquiera sean más esbeltos y tengan mejor doma. Ahí y no en el peso es donde podría radicar la diferencia. Y conste que en España empieza a haber muy buenas cuadras de caballo. Nada que ver con los años 80.
Con lo del Juli, no me tiente que no está el horno para bollos, anda la fiesta demasiado revuelta. Esperemos que sea para bien…
Un abrazo
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