jueves, 31 de marzo de 2011

El toreo de Belmonte (IV) Su aportación técnica–1ª parte

 

Juan Belmonte retrato 001Juan Belmonte. En la frente la cicatriz de la cornada del Arahal

Comentaba en la primera  entrada de esta serie dedicada al toreo de Juan Belmonte que me parecía indiscutible que Juan renovó el toreo de su época desde el punto de vista técnico y, sobre todo, desde el punto de vista estético.

Sin embargo, quedaba en el aire pendiente comentar o reflexionar sobre cual fue realmente su aportación técnica al toreo de su época. Vamos por partes.

Belmonte Molinete 001El molinete de Juan Belmonte. Un pase marca de la casa

Parar, templar y mandar

Se ha dicho que la técnica del toreo de Belmonte se podría resumir en la famosa  trilogía belmontina del “parar, templar y mandar”.

Yo pienso que no es cierto. No porque estos conceptos no sean aplicables al toreo de Juan Belmonte (lo son y en grado sumo), sino porque son aspectos que tienen más que ver con su actitud ante el toro, que puede ser común a la de otros toreros (Lo que llamaba en la anterior entrada los pilares de su toreo: valor, estilo y concepto),  que con la concreta técnica empleada.

Belmonte Ayudado Festival 001Sentimiento y pasión. La trilogía belmontina (Parar, templar y mandar) tiene más que ver con el acento personal del trianero que con su técnica como torero.

Un ejemplo. Nadie podrá negar (y es opinión expresada por los más destacados belmontistas) que a Manolete se pueden aplicar también sin rubor los preceptos de la trilogía belmontista. Manolete, paró, templó y mando, como pocos. Sin embargo, nadie más alejado técnica y estéticamente del trianero que el diestro de Córdoba.

Manolete (Visto por Roberto Domingo 2)Manolete, visto por Roberto Domingo 

¿Cuales son, por tanto, los mecanismos técnicos que distinguen el toreo de Juan Belmonte y que le caracterizan? En mi opinión, los aspectos técnicos que realmente definen el toreo de Belmonte serían: Su forma de citar (al pitón contrario), su forma de ejecutar los pases (toreo de cambio o expulsión) y su forma de ligar los pases o construir la faena (toreo en “ochos” y no en redondo).  Vamos a ver hoy los dos primeros.

 

El cite. El pitón contrario. 

El cite es quizás uno de los aspectos que mejor definen a un torero o a un sistema de toreo (Ver entrada del blog sobre el cite de Manolete)

En Belmonte su colocación ante la cara del toro es clave. Para mi una de las razones (la otra el temple) del impacto que su toreo causó en los públicos. A la vista de cualquier fotografía de Juan Belmonte es evidente que su colocación en el cite es muy cruzado con el toro, lo que se denomina ir al pitón contrario (yo diría mejor, matizando mucho, al ojo contrario).

El Cite Belmonte 2

La técnica que Juan utiliza, el irse al pitón contrario, lo habían hecho otros toreros antes, por lo que no constituía novedad.

El Cite Antonio Fuentes 2

El Cite Guerrita

El Cite LagartijoCitando al pitón contrario. Fuentes, Guerrita y, más antiguamente, Lagartijo.

La novedad o la diferencia es que Belmonte se coloca mucho más cerca del toro al citar (Por eso decían que los toros le cogían pero no le calaban) y además, una vez colocado en el sitio Juan no se quita. Rompe con el aforismo de Lagartijo (“Viene el toro, te quitas tú. No te quitas tú, te coge el toro”).

El Cite Belmonte 3Difícil encontrar un torero citando más cerca y más cruzado.  

Este mecanismo del cite al pitón contrario, lo explicaba muy bien (cartesianismo francés) Claude Popelin en “Los toros desde la barrera” (2ª ed., Ediciones Rialp, Madrid, 1964)

Los toros desde la barrera 001

“Los animales al embestir aumentan progresivamente su velocidad… Pero una vez embalados, su peso les impide rectificar la dirección y, por tanto, no consiguen alcanzar al enemigo que se aparta de ellos en diagonal. Desde jóvenes adquieren la costumbre de observar el punto al cual se desplaza su adversario, con objeto de embestirle cortándole el camino.

Claude Popelin Figura 001

Comprendido esto es fácil entender la figura número 2, relativa al pase natural del que estamos hablando: si el torero avanza hacia el punto A revela al toro su verdadera salida y será cogido irremisiblemente. Al contrario, si camina hacia el B, hace creer al animal que es esa la dirección que va a seguir y le orienta hacia un punto al que no llegará puesto que se parará antes. Esta técnica básica, el famoso ir al pitón contrario, no debe iniciarse demasiado pronto, ya que si se hace así da una ventaja demasiado grande al hombre y al mismo tiempo perjudica la precisión del pase. Debe reservarse para un efecto de última hora. El eje que hay que tomar inicialmente es entonces el intermedio, o sea el llamado de la rectitud

Ir al pitón contrario no debe ser considerado, pese a lo dicho, una ventaja, sino recurso técnicamente válido.

 

Toreo cambiado o de expulsión

Coherente con su forma de citar, Belmonte es un torero que practica el toreo cambiado, el toreo de expulsión.

Lo explicaba Pepe Alameda en “El Hilo del Toreo”. Hay pases y toreo natural, cuando al toro se le da la salida por el mismo lado que se torea y toreo o pases cambiados cuando se le da la salida por el lado contrario al del cite. Habrá, en principio dos tipos de toreros, unos que tiendan o sientan mejor el toreo natural (Toreo de reunión) y otros que sientan más el toreo cambiado (Toreo de expulsión). Joselito sería torero del primer tipo y Belmonte del segundo.

  Toreo natural 001

Toreo cambiado 002 Toreo natural y contrario del libro de Pepe Alameda “Historia verdadera de la evolución del toreo”

Lo que está bien en uno de los modos de torear, por ejemplo cargar la suerte en el toreo cambiado, no está bien o no será lo más adecuado técnicamente en el otro tipo de toreo.

Sentado este esquema (sobre el que habrá que volver), Belmonte sería un torero de toreo cambiado, de toreo de expulsión. Su toreo se basaría en los pases cambiados (de pecho, trinchera, molinete, etc.) y, necesariamente, desplazando al toro, para lo que se precisa o es conveniente cargar la suerte abriendo el compás. Domingo Ortega también sería torero de este corte. 

Belmonte De pecho 001

Apostilla Alameda que Belmonte tenía tan asumido su concepto del toreo que incluso cuando ejecutaba el pase natural lo hacía muy sesgado y hacia afuera y su contextura era de la un pase cambiado, la de un trincherazo:

Natural de Belmonte Pepe Alameda 001Natural de Belmonte Pepe Alameda 002El natural de Belmonte. Según Pepe Alameda con la contextura de un pase cambiado, de un trincherazo (De Historia verdadera de la evolución del toreo. Bibliófilos taurinos de México.1ª edición, México, D.F., 1985. Páginas 76 y 77)

  (Continuará…)

miércoles, 30 de marzo de 2011

El toreo de Belmonte (III) Los pilares de su toreo

 
Juan Belmonte paisano
En mi opinión los elementos que caracterizan y sustentan el toreo de Juan Belmonte son: el valor, el temple, el toreo de brazos y no de piernas, la estética o el acento emocional que trascendía de su figura y su excepcional toreo de capa.
El valor
No quiero parecer reiterativo pero la clave de todo gran torero empieza en el valor. Ese tipo de valor sereno que –lo decía Juan- permite estar y pensar en la cara del toro como si no hubiera toro. Clarito en sus Memorias (pág. 129) apostilla:
“El valor que es la médula de la fiesta y la forja primigenia del arte torero; su cuna y su sostén, porque de él nació y sin él no vive; su asiento milenario y su ánima y su esencia. Sin la compañía y aliento del valor ni la sabiduría impera ni el arte resplandece. Cuando se discriminan las virtudes y méritos de las figuras señeras de la historia, aparece, sobreponiéndose  a la fama de su capacidad o de su arte, la verdad de su valor
Belmonte de rodillas al toroUn alarde del “otro” valor. Desplante de rodillas de espaldas al toro
Valor, además, que en el Belmonte  de la primera época, adquiriría tintes de heroísmo por su concepto del toreo intentando imponer su modo de torear fuese como fuese el toro. 
Belmonte CogidoBelmonte en sus primeras temporadas se hartó de rodar por los morrillos de los toros.
El temple
Uno de los puntos fuertes del toreo de Juan. Sin embargo, no me vale la explicación de alguno de sus panegiristas (y quizás del propio Juan) de que el temple en Belmonte es producto de un milagro taurino, ya que conseguiría reducir la velocidad del toro sin ardid técnico alguno, en virtud de un misterioso poder personal. 
Lo vimos en su día, el temple del toreo depende del temple del toro que, a su vez, depende del temple del palo (de la vara del picador) y sobre todo de la técnica del toreo (llevar al toro humillado y en recorrido curvo).
Lo cierto es que, con Belmonte, será cuando se empieza a hablar en serio del temple y se empiece a considerar como un mérito del torero torear lo más despacio posible al toro.
Belmonte Media veronica 001La muy templada media verónica de Belmonte, parando el tiempo y al toro.
Toreo de brazos que no de piernas
Aconsejaba Belmonte en un tentadero a un chaval al que reconocía posibilidades:
¡Suelta los brazos y torea como si no tuvieras piernas!
Lo decía el propio Juan:
“En los tiempos en que vestí mis primeros trajes de luces, dominaba el toreo de piernas y yo puse en ejecución el toreo de brazos”.
“Recuerdo a este propósito una frase mía que se hizo muy popular. Varios amigos vista la debilidad de mis piernas me animaban a que me pusiera en tratamiento con el fin -me decían ellos- de que adquiriese la fuerza necesaria para correr por el ruedo. Entonces fue cuando dije: ¡Ah, ¿pero es que yo tengo que correr? Yo creía que el único que tenía que correr en la plaza es el toro!”
Sobran los comentarios.
Belmonte natural 003No se puede llevar al toro más lejos a base exclusivamente de brazos y muñecas
El sentimiento o acento personal. Patetismo 
Era una de las claves de su toreo y de su personalidad. Sólo llega al público quien “siente” lo que esta haciendo. Juan Belmonte introduce nuevas expresiones, insólitas antes de él: “El toreo es una caricia suave”; “Se torea como se es”; “Para torear hay que olvidar que se tiene cuerpo”…
Lo explicaba el propio Juan a Luís Bollaín en “La Tauromaquia de Juan Belmonte”:
“Yo siempre he toreado a impulso de mi sentimiento y sin usar la cabeza….”
Añadiendo Bollaín que Belmonte sólo comprendía el toreo cuando  este estaba bañado en sentimiento y pasión. Acento personal que constituye otra de las novedades que el trianero aporta a la Fiesta.
Belmonte Der pecho derecha Festival 001Esta foto de Belmonte dando un pase de pecho por la derecha en un Festival sintetiza todo el sentimiento y la pasión del toreo del trianero.
Excepcional toreo de capa.
Pocos toreros en la historia resistirían la comparación con el toreo de capa de Juan Belmonte. Desde luego muy pocos de los posteriores y casi ninguno de los anteriores.
Belmonte Veronica 001El toreo de capa de Juan Belmonte
Sus seguidores (Cagancho, Curro Puya) darán verónicas aisladas de gran calidad, quizás mejores que las de Juan, pero sin la ligazón característica del toreo de capa del trianero.
 Veronicas Belmonte Marquez Gitanillo 003Gitanillo de Triana. El genial Curro Puya
Pepe Alameda asegura que en los tentaderos le vio dar la vuelta completa al toro sin que abandonase los vuelos del capotillo y sólo a base de un juego de muñecas prodigioso.
Posiblemente, el único torero que pueda parangonarse a él, sea el rondeño Antonio Ordoñez, uno de los grandes de la historia del toreo.
 Antonio Ordoñez Veronica 001Antonio Ordoñez
Por contra,  en la muleta y comparado con la magnitud de su toreo de capa bajaba el nivel,  según Alameda, quien sigue diciendo que el público lo que deseaba era que la faena finalizase pronto para darle el homenaje que merecía su toreo de capa. Lo cierto es que el toreo de muleta actual bebe más en las fuentes de Joselito y Chicuelo que en las del diestro de Triana, que rara vez  toreó en redondo.
Joselito en Madrid mayo 1916 002
Joselito Madrid mayo 1916Naturales de Joselito el Gallo en Madrid (Mayo de 1916). En la ligazón de estos naturales empieza la faena moderna. Obsérvese el remate atrás con el toro enroscado en el cuerpo del torero.
(Continuará…)

lunes, 28 de marzo de 2011

El toreo de Belmonte (II) Debut con picadores en Sevilla.


Los genio de cerca- Belmonte-Bollaín (portada)
Los genios de cerca-Belmonte visto por un belmontista. El libro de vivencias belmntianas de Luís Bollaín

Juan Belmonte toreó varias veces en Sevilla, sin picadores, con desigual fortuna. En una de sus actuaciones salía a hombros ….

Belmonte a hombros novillero 001

Pero en otra, le habían echado al corral uno de sus toros.

Belmonte Sevilla becerrista corral 001“Cuando me echaron el becerro al corral me puse de rodillas ante el toro pidiéndole que me matara”.


De Sevilla fue a Valencia donde triunfó clamorosamente para, de vuelta otra vez a la capital del Betis, presentarse con una cierta expectación que no quedaría defraudada. De esa tarde, de su regreso a Sevilla, dio fe Chaves Nogales en su magnífico libro.


Belmonte novillero Valencia 1912 001Debut de Belmonte como novillero en Valencia

Vamos a revisar ahora lo que pasó la tarde de su presentación con picadores en Sevilla, pero contado, no por Chaves Nogales, sino por el propio Juan a Don Luís Bollaín, el notario de Madrid y máximo partidario suyo quien transcribió esa conversación en su libro “Los genios de cerca-Belmonte visto por un belmontista” (Madrid, 1ª ed., 1957. Ilustraciones de Ándres Martínez de León).

El relato es largo pero merece la pena:
Venía yo de Valencia, de torear aquellas dos novilladas sin caballos que fueron mi revelación. Y con unas ansías locas de rehabilitarme ante la afición de Sevilla, hice el paseo en la Maestranza entre dos novilleros de postín. Con Larita y Curro Posada de compañeros de terna.
LARITA_(_TORERO)Matías Lara “Larita” de Málaga, rutilante y postinero según Juan Belmonte
Entre los dos toreritos postineros, con rutilantes trajes de luces y con cartel, aquel desgraciado y desconocido Juan Belmonte, vestido de mamarracho y con cara de hambre y traza desgarbada y enfermiza era la nota discordante y molesta de la corrida.
Empezó la fiesta y mis primeras intervenciones vinieron a dar la razón a los agoreros. Ocurrió que, tras de una serie de apretadas verónicas de Larita y después de dos aplaudidos quites a cargo de mis compañeros, entré yo en turno, cité y el novillo me quitó limpiamente el capote. Yo, me resigné ante la desgracia del instante, pero no me di por vencido.
Pero salió el segundo de la tarde: Posada veroniqueó muy bien y quitó mejor. Y cuando me tocó a mí hacer el quite se reprodujo la escena del novillo primero un derrote fuerte y mis manos … vacías; con la agravante de que esta segunda vez, el capote quedó enganchado en los cuernos del toro. Imagínese usted la escena: el toro quieto y fijo en mí, enarbolando como pendón de victoria el capote que mi poca destreza torera no había sabido conservar y el público cada vez más firme en su juicio de primera impresión, riendo a carcajadas o vociferando contra la ineptitud “de aquel chalao” .

Los genio de cerca- Belmonte-Bollaín 001

Para mayor escarnio, Larita puso fin a tan lamentable escena metiéndose a cuerpo limpio entre el toro y yo quitando de los cuernos mi capote y poniéndolo en mis manos.
Hasta que salió el tercer novillo de la tarde. ¡Era el mío! Cuando me puse ante él, ví con gozo emocionado que ya no se me iba de las manos el capote, ¡ni el toro!. El público viéndome torear trocó la burla, en asombro; después, en angustia y, por último, en delirio. Enterrado ya el infortunio de aquellos dos tercios de quites de los primeros toros, fui hacia arriba en el éxito de manera arrolladora.

Los genio de cerca- Belmonte-Bollaín 002

Toreé con el capote y la muleta de una forma que causó sensación. Hice en la plaza y ante el público lo mismo que había realizado tantas noches sólo y a la luz de la luna.

Belmonte novillero Sevilla 1912 Media verónica 001

Sin embargo, la apoteosis de aquella tarde culminó en el último tercio del sexto novillo. 
Ninguna de mis actuaciones ha ganado a ésta en pasión y entrega. Por eso, es por lo que yo nunca vi un público de toros tan delirante, tan despeñado en el paroxismo de la locura como lo estuvo aquel de la Maestranza que unos minutos antes, me había hecho víctima de la burla más cruel.

Los genio de cerca- Belmonte-Bollaín 003

Al rodar a mis pies el novillo, me vi alzado en hombros de aquella muchedumbre enfervorizada. Cuando el cortejo enfiló la Puerta del Príncipe en busca de mi casa trianera, y en el esquinazo que hace el callejón que conduce a la puerta, con la barrera del tendido uno, estaba en pie un viejo de aspecto venerable, con un gran pañuelo, para enjugar el sudor, puesto sobre su cabeza y sujeto con el sombrero de ala ancha. 

Los genio de cerca- Belmonte-Bollaín 004

Al pasar a su lado vi sus ojos llenos de lágrimas que, alternativamente y de una manera inefable, se fijaban en mí y se elevaban al cielo, mientras sus brazos se abrían desmesuradamente hacía lo alto en actitud de asombro y fervor  casi religioso. 
Han pasado muchos años desde aquellos, pero todavía aún conservando muy vivos todos los recuerdos de esa tarde es, sin duda, el del viejo el que para mí ocupa el primer plano en punto a emotividad. 
Yo creo que porque aquel hombre, con sus brazos hacia el infinito, con su mirada en las alturas, con sus ojos arrasados por el llanto, con su impresionante estampa evangélica, venía a ser algo así como el testigo simbólico de lo que luego se llamo “milagro belmontino”.

Belmonte vivienda Triana 001
Corral de la calle Pureza donde (primera puerta de la izquierda) vivía Belmonte

Creo que es suficiente con lo relatado. La anécdota magnífica y sobre todo la forma de contarla revela el impacto y el lógico estupor del público ante aquella forma “nueva” de torear (El “así no se puede torear” de Guerrita que decíamos ayer) donde predominaba el temple en cotas posiblemente desconocidas hasta entonces y que se sustentaba, como no podía ser de otra forma, en ese tipo de valor que es privativo de los grandes toreros y que le permitía pararse de verdad ante los toros y mandar en ellos.

Pero también revela como ese estupor y asombro del público se trocó desde el inicio en devoción religiosa ante la figura del trianero.


1913_THE_KON_LECHE_4_MAYO_2
Belmonte  “bajo palio”. Del The Kon Leche (Del Blog Triana en la Red)

Sentimiento del que (sarcástico e irónico siempre consigo mismo) no participará Juan Belmonte.

Sólo excepcionalmente, Belmonte ejercería de belmontista. Lo hará, por ejemplo, poco antes de su muerte. Lo cuenta Luís Bollaín en otro libro suyo: “La Tauromaquia de Juan Belmonte”:

 La Tauromaquia de Juan Belmonte pag. 73 001La Tauromaquia de Juan Belmonte. Luís Bollaín. Madrid, 1ª ed., 1963. Pág. 73

(Continuará …)

domingo, 27 de marzo de 2011

El toreo de Belmonte (I)

Juan Belmonte (Estudio sentado) 001

Parece indiscutible que uno de los momentos en que la Fiesta alcanza mayor interés es con la irrupción en los ruedos de Juan Belmonte y su nueva forma de torear.

Asombro y estupor en los públicos

El toreo de Belmonte causó el asombro y estupor de los espectadores por lo novedoso. Le llamaron por ello, Cataclismo y Terremoto. ¡Así no se puede torear! sentenció Guerrita (y resulta que después sólo se pudo torear así).

Juan Belmonte Salida a hombros 001Las caras del público sacando a hombros a Belmonte (a la silla de la Reina, mejor dicho)

Gregorio Corrochano decía que fue de tal magnitud el impacto que su toreó causó en los públicos que a la tauromaquia de Goya sólo le falto la cara de las multitudes viendo torear al Pasmo de Triana.

Los toros de Burdeos. Lámina II Dibersión de España. Goya 001 -DETALLELos Toros de Burdeos. Lámina II Dibersión de España. Goya (Detalle)

Buena prensa

El apoyo de los públicos se continuó con el apoyo que al toreo de Juan Belmonte dispensaron críticos, escritores y artistas.

Belmonte. Sebastian Miranda. Perez de Ayala. Claridades 001Belmonte en Gómez Cardeña con Sebastián Miranda, Ramón Pérez de Ayala y Claridades

Los ditirambos y los elogios desmedidos por parte de la crítica taurina van a ser habituales en las reseñas de las corridas que toree Juan. Si a eso se añade el apoyo de los intelectuales y artistas, se explica la repercusión mediática que alcanzó en su momento su toreo. Repercusión que llegó a tener tintes místicos y casi religiosos.

1914_THE_KON_LECHIE_27_JULIOEntronización de Belmonte y su toreo. Esta imagen (de la revista Palmas y Pitos) está incluida en el interesante blog “Triana en la red”, cuyo link es: http://trianaenlared.blogspot.com/search/label/TAUROMAQUIA

¡Juanito! ¡Sólo te falta morir en la plaza! le diría un día don Ramón del Valle-Inclán. La respuesta sarcástica y genial del trianero (¡Se hará lo que se pueda, Don Ramón!) es de todos conocida y refleja muy bien el carácter y personalidad del torero.

Valle Inclan (f. Alfonso) 001Valle Inclán (Fotografía de Alfonso)

Su aportación técnica

Lo que si es indudable es que Belmonte renovó el toreo desde el punto de vista técnico y, sobre todo, desde el punto de vista estético. Otra cuestión (quizás no resuelta) es si esa renovación tuvo alcance de revolución (como se dijo en sus primeros momentos) o de restauración de las normas clásicas, las de Pedro Romero (como han señalado otros escritores).

Juan Belmonte 001La verónica inmensa de Juan Belmonte

Pervivencia de su toreo

En cualquier caso, lo que ya resulta más sorprendente -por lo menos a mí- es la pervivencia de su toreo en el tiempo o, mejor dicho, la importancia concedida aún hoy a su forma de torear (la famosa trilogía de parar, templar y mandar), que se reputa por algunos como la única forma correcta de torear y que, sin perjuicio de su validez actual que la tiene, ha devenido en el canon o norma única, desplazando cualquier otro modo o concepto del toreo, lo que entiendo es más que discutible. Como reconoce Francisco de Cossío (Los Toros. Tomo 9. Madrid, Espasa Calpe. Página 844):

“Hizo posible que se impusiera una nueva concepción del toreo, que hoy nos parece la única forma de conjugar el dominio con el arte frente a un toro de lidia”

Rafael de PaulaPervivencia de la estética belmontista: Rafael de Paula

¿Como toreaba realmente Juan Belmonte?

Sin embargo, a mí se me plantea una interrogante. Cuando hoy se defiende el canon Belmontista como único legítimo (Joaquín Vidal sería el crítico reciente más representativo de esta tendencia) ¿se está realmente defendiendo el toreo de Belmonte, la estética o la técnica belmontista, o por el contrario, la imagen que -inventada o imaginada- tenemos del mito?.

Dicho de otro modo ¿Toreaba Belmonte realmente como nos dicen hoy, algunos críticos y escritores, que toreaba o no?

Juan Belmonte Toreo por bajoJuan toreando al estilo de José

Cuestión importante, en mi opinión, de aclarar ya que en nombre de ese supuesto canon -y sin más razones- se sigue hoy día anatematizando o infravalorando a más de un torero, lo que no me parece de recibo.

Juan Belmonte 01Un típico desplante de Juan Belmonte quien los prodigaba casi todas las tardes

(Continuará…)