Por Jose Morente
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Manolete torea de perfil como si no tuviera cuerpo... pero lo tenía
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Guerrita a finales del XIX y
Manolete a mediados del siglo XX pusieron
de perfil el toreo de
capa y el de
muleta, respectivamente. Mientras que, en el
capote, la posición
perfilada no ha planteado mayores problemas, el perfil en la
muleta (el llamado, con tono despectivo, toreo
perfilero)
ha sido fuente de
sempiternas y acaloradas denuncias por parte de algunos aficionados.
Ya hemos
tratado en este blog, reiteradas veces, este
mismo tema. Sin embargo, en todas las ocasiones lo hemos hecho desde el punto de vista de la
técnica o sea, desde la mayor o menor
eficacia que cada forma de citar pudiera tener respecto a las restantes.
No estaría mal (no lo está, desde luego) que, por una vez y, como se dice, sin que sirva de precedente, tratemos esta cuestión desde el punto de vista de la ética o sea, desde el punto de vista de las ventajas, reales o supuestas, que toma el torero respecto al toro en cada forma de citar.
Y es que circula entre los aficionados más radicales, la opinión generalizada de que el cite de frente implica mayores riesgos para el torero. Riesgos que, en el cite de perfil y según esa misma opinión, serían inexistentes o mínimos. Esa creencia ha generado una inquina permanente contra los diestros -Manolete a la cabeza- que han toreado y torean de perfil.
Indagar en cuales son las
razones por las que muchos aficionados
piensan eso y dilucidar si esa forma de pensar está realmente
fundamentada y se ajusta o no a la
realidad, serán las
dos cuestiones a las que intentaremos dar respuesta en esta entrada.
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Para algunos aficionados, el cite de frente tendría un riesgo inexistente en el cite de perfil (Sensacional derechazo de Emilio Muñoz en la Maestranza de Sevilla)
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Porqué se piensa lo que se piensa sobre el cite de perfil
La del menor riesgo del cite de perfil es una de esas reglas que -como tantas otras- los aficionados aceptamos como principio indiscutible sin analizarla ni cuestionarla en profundidad.
Quizás la razón principal por la que se piensa así sea por nuestra inveterada manía de conceder más valor a lo antiguo que a lo moderno. Y es que el aficionado a los toros es, en esencia, "tradicionalista" y valora siempre más el ayer que el hoy. La sempiterna enemiga de esos aficionados contra todo lo que "huela a nuevo" pueden explicar la inquina contra el cite de perfil.
Para Raúl Galindo, explica muy bien en su libro "El toreo, en teoría", las razones por la que a los aficionados nos encandila tanto el cite de frente.:
"En este sentido, lo primero que se nos viene a la memoria es esa ancestral identificación entre toreo puro y toreo de frente y, por otro lado, entre toreo de ventaja y toreo perfilero. Quizás sean estos prejuicios que provienen de la época en que la mera quietud era ya una osadía y mucho más si esta es una quietud que ofrece al toro el pecho en un alarde de entrega y confianza porque el torero parece renunciar a la posibilidad de rectificación o huida, aportándole al lance o muletazo una gran emoción que se sublima cuando el toro se arranca y pasa junto a él, que continúa inmóvil" (págs. 121-122)
Como señala con acierto
Galindo, se atribuye
menor riesgo al cite
de perfil posiblemente porque, en el cite
de frente, el torero
se presenta al toro "
ofreciéndole" las partes
nobles de su anatomía (femorales, corazón, etc.) mientras que, de otra forma, citando
de perfil, se presenta
el costado.
La cuestión se
agrava en el toreo actual en el que se cita, muchas veces,
casi de espaldas (cite
de nalgas señalan algunos aficionados). Una posición casi idónea -aparentemente- para iniciar la
huida y
abandonar la lucha.
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El torero de espaldas al toro. "Espantá" de Rafael el Gallo. |
El cite de perfil tiene también su mérito
Pero
no es una lectura
correcta. El torero se pone
de perfil o casi de espaldas al toro,
no para salir corriendo sino para todo lo contrario: para, partiendo de esa posición
tan poco ventajosa, mantenerse quieto a lo largo de todo el muletazo.
Hemos dicho posición
poco ventajosa y conviene que lo
precisemos y
justifiquemos. Citando
de perfil y, sobre todo, de espaldas con las piernas
atornilladas en la arena. el torero tiene
una visión más sesgada del toro y
menor movilidad en su cuerpo y en sus brazos para defenderse ante un extraño de este o una trayectoria que se salga de la prevista. Está, por decirlo claramente, en posición de
desventaja respecto al animal en ese
tramo inicial del muletazo.
Por el contrario, colocado
de frente, el torero tiene más
facilidad de movimientos del brazo para corregir cualquier extraño del animal. Tiene, por tanto, una posición relativamente más
ventajosa en ese
tramo inicial del muletazo. Digo relativamente, porque en el toreo la mayoría de las supuestas ventajas son siempre
relativas.
Lo anterior explicaría el porque se suele citar
de frente en los
inicios de faena o en los primeros muletazos de cada tanda (cuando no se sabe muy bien como va a venir el toro) para ir buscando una posición
más perfilada a medida que
avanza la faena o la tanda.
Una
colocación que tendría mucha
lógica también cara al remate de cada muletazo. En efecto, si bien colocado
de frente el torero estaría en posición
menos ventajosa en el tramo
final del muletazo, parece claro que, en los
inicios de faena, eso quedaría
compensado con las
mayores inercias que todavía en esos momentos puede presentar la embestida del toro.
La situación se invierte en los tramos finales, cuando el toro por agotado,
ralentiza su embestida. El torero que se coloca
de perfil renuncia al mejor control que la posición de frente le permite en el inicio del muletazo a cambio de
mejorar su posición al final del mismo que es cuando tiene que apurar la embestida del astado.
Otro dato que permite también valorar el mérito que tiene el cite
de perfil es un aforismo que no por repetido deja de ser menos
cierto. Dice así: "Al torero que se pone de
frente el toro le pasa
por un costado mientras que, por el contrario, al torero que se pone
de costado, el toro le pasa
por todo el frente".
Que los pitones del toro pasen primero delante de una de las piernas del torero y luego pasen por delante de la otra, que es lo que ocurre cuando se cita de perfil tal y como se puede
comprobar en la foto de
Manolete que encabeza este post, entraña un
riesgo evidente que no podemos ni debemos obviar.
Llegados a este punto es el momento de que, usted lector, coja una toalla de su cuarto de baño (como hacía por ejemplo
Picasso) y
compruebe lo que decimos. Si
después de esto
sigue pensando que el cite
de perfil no tiene mérito ni peligro, entonces tiene usted un problema. Pero no se preocupe demasiado, quizás lo único que le ocurre es que ha nacido usted
cien años tarde.
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Picasso toreando de salón con una toalla y comprobando los matices de las diferentes formas de citar al toro, En la foto, está citando de frente y cargando la suerte. ¡Olé Don Pablo!.
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Conclusiones
Como hemos visto, las
dos formas de cite (de frente o de perfil) presentan sus
ventajas y sus
inconvenientes. Ventajas e inconvenientes que debe
sopesar el torero a la hora de optar por una u otra y, sobre todo, ponerlas en relación con las cambiantes
condiciones del astado que, en cada momento, tenga delante.
El cite
de frente nos retrotrae a los
primeros tiempos del toreo, cuando ponerse delante del toro era una
hazaña. Hoy día lo sigue siendo. Por eso, ese cite sigue
emocionando y gustando a los buenos aficionados.
Sin embargo, en nuestros días, el tramo del muletazo que más
importa es el
remate pues se exige que los muletazos sean
largos, templados y ligados. Ahí, en esos muletazos
largos, templados y ligados, es donde se escuchan los olés
más largos y profundos.
Quizás por eso, por
controlar el remate, los diestros han ido
cambiando su posición a lo largo de la historia, buscando más
el perfil e, incluso,
citando casi de espaldas, aunque en este último caso, a costa de un
menor control en el inicio del muletazo y una discutible estética (lo que no es poco y quizás debería reconsiderarse)
No obstante, los públicos que, en general,
intuyen con acierto el
mérito de lo que ven (aunque sin saber muy bien explicar el
porqué) han acogido
con agrado estas innovaciones. Por el contrario, los aficionado, más
conocedores pero también siempre más
atentos a lo que
se hizo que a lo que vendrá, somos más
reacios a aceptarlas.
Dice un cante flamenco que: "
el conocimiento, la pasión no quita".
Digo yo que siempre
debería ser así y que nuestro
mayor conocimiento no nos debería impedir
apasionarnos con todo el toreo. Incluso con aquello del toreo que no nos gusta o
nos gusta menos pero que también
tiene su mérito.
Como, por ejemplo, el cite
de perfil.