Por Clarito
Plaza de toros de Málaga. Del sábado 6 al martes 9 de agosto de 2011
VI Certamen de escuelas taurinas de Málaga
Se ha celebrado estos días en la plaza de toros de Málaga, el VI Certamen Internacional de Escuelas Taurinas "La Malagueta" donde han participado dieciocho becerristas de las distintas Escuelas Taurinas de España, Francia y México.
En la final que tuvo lugar ayer martes, torearon los alumnos clasificados días anteriores: Tomás Campos (E.T. Badajoz), Francisco de Asís Lama de Góngora (E.T. Sevilla), y David Fernández (E.T. Murcia). Resultando ganador del certamen el primero de ellos, Tomás Campos.
Tomás Campos de la Escuela de Badajoz un digno y justo ganador del certamen.
No voy a entrar en lo que pasó en la tarde de la final y en las anteriores tardes, ahí están las reseñas para quien quiera conocer el detalle. pero si me gustaría hacer dos reflexiones.
La primera, sobre la presentación del ganado.
Es muy interesante destacar la incidencia que las condiciones del ganado han tenido en los resultados. Así, se han clasificado dos de los actuantes del primer día (Lama de Góngora de Sevilla y David Fernández), cuando se lidiaron reses de Hnos. Garzón Murillo. El tercer clasificado -a pesar del ganado, en ese caso más complicado- ha sido Tomás Campos de Badajoz, el más sobrado de todos, que toreó la segunda tarde. No se ha clasificado ninguno de los novilleros que actuaron el tercer día.
A Luís Rivera le toco abrir plaza el primer día. Un puesto y una corrida complicada. Pese a ello dejo muestras de su sobrada solvencia. Fue la suya una de las actuaciones más serias de las tres tardes. Se le ha concedido el premio al mejor novillero malagueño.
Todas las novilladas han estado muy bien presentadas, como corresponde a plaza de primera. Esto unido a tratarse de festejo sin picadores nos ha hecho recordar los tiempos de antes del peto, cuando los toros llegaban muy crudos a la muleta y por tanto, con capacidad para desarrollar lo que tuvieran dentro que, en el peor de los casos, ha sido mucho sentido en algunas de las reses, por lo que la actuación de TODOS los alumnos ha tenido mucho mérito e incluso en algunos de los casos, por ejemplo el lunes con los toros de los Millares, carácter épico.
Los toros de los Millares lidiados la 3º tarde (lunes) tuvieron muchísima presencia y complicaciones. En la foto un remate del mexicano Rafael Reynoso, muy valiente pese a su poca experiencia.
Precisamente esa corrida de los Millares o la del día anterior de los Guateles debieron quizás haberse dejado para la final, la tarde en que la terna, por componerse de los finalistas, podía tener a priori, mejores recursos técnicos para resolver los problemas que planteó. Problemas que desbordaron a algunos de los novilleros que actuaron ese día al carecer de experiencia.
Curro Marquez iniciando por bajo la faena de muleta al tercer novillo de los Guateles. Ese principio de faena y el modo con que recibió de capa al novillo fue lo mejor de su actuación.
La segunda reflexión, el excesivo número de pases de las faenas, sobre todo el día de la final. El ansía de triunfo de los novilleros y sus ganas de torear, lleva a estos a alargar excesivamente las faenas, lo que trae como consecuencia la descomposición de los novillos y los consiguientes achuchones al final que deslucen algo la labor de los novilleros. A los toros, aunque sean novillos, hay que matarlos (como sabían muy bien los matadores antiguos) en su momento. Cuando se pasa ese momento, es más complicada realizar con limpieza la suerte.
Otro de los que pechó con la dura novillada de los Millares pero con la que estuvo fenomenal fue Román Collado de la escuela de Valencia.
Dicho esto hay que señala que los toreros –en general- estuvieron bien. Yo diría que muy bien, con los lógicos fallos de los novilleros y atropellando la razón en algunos momentos, pero por encima de los toros que les cupieron en suerte.
Tomás Angulo derrochó valor ante un complicado burel de los Millares que se lo echó a los lomos varias veces. Volvió a la cara sin arredrarse para torear así de bien
En resumen que a la vista del buen oficio de la terna finalista y, en general, del demostrado por todos los participantes del certamen habría que estar esperanzados en su futuro y en el de la fiesta en general. Sin embargo, esta esperanza puede desvanecerse fácilmente y el futuro volverse muy complicado para estos toreros, no por falta de capacidades propias sino por las pocas oportunidades de torear que van a encontrar cuando decidan dar el salto a las novilladas con picadores, debido al escaso número de festejos de este tipo que se vienen celebrando en toda España.
Escasean las novilladas con picadores.
Los carteles de la Feria de Málaga de 2011. Aparte del reparto de puestos entre novilleros con y sin picadores y matadores de alternativa, sorprenden las buenas combinaciones de la pre-feria.
Y es que no hay más que repasar los carteles de la feria de Málaga de este año y repasar el número de actuantes: Excluidos rejoneadores, van a actuar en Málaga, 18 novilleros sin picadores; 28 matadores de toros y sólo 5 novilleros con picadores.
La desproporción –resulta evidente- es brutal. Dicho de otra forma, un chaval que quiere ser torero va a tener muchas oportunidades de vestirse de luces cuando es becerrista y se encuentre en el seno de una Escuela Taurina y, más o menos, tendrá también bastantes oportunidades (cierto que más desigual e injustamente repartidas) si consigue llegar a la alternativa, pero, lo que está claro, es que va a tener muy pocas ocasiones de torear novillos con picadores.
Antonio Santana, toreó el primer día a un novillo con muchas complicaciones (quizás el más difícil de la tarde). Estuvo muy por encima del astado.
Ello ocasiona un importante problema que sólo se puede resolver (siempre por supuesto que uno no sea torero de dinastía) bien buscando alguien que te financie un número suficiente de novilladas, (pagando por torear, dicho a lo castizo) o, si lo anterior no es factible, tomando la alternativa lo más pronto posible, antes de tiempo, para evitar estar en el dique seco y sin torear.
Joselito, otro torero de escuela y uno de los diestros que tuvo que tomar la alternativa quizás prematuramente. Pese a ello (y no gracias a ello) ha sido un grandísimo torero. Lo habitual, por desgracia es lo contrario, que se malogre el torero por anticipar su paso al escalafón superior.
Encontrar quien financie a un novillero no es fácil. O bien la familia dispone de dinero y/o está dispuesta a empeñarse hasta las trancas o bien el torero suscita el interés de un trust empresarial que le garantice una exclusiva, lo que dada el tradicional miedo al riesgo del mundo empresarial (taurino y no taurino) es bastante inusual.
La otra posibilidad, adelantar la alternativa es garantía casi absoluta de fracaso, por la enorme competencia que existe al nivel de matadores de toros y tener que alternar prematuramente con toreros muy rodados y muy puestos.
Hoy por hoy, por tanto y en cualquier caso, parece que es un mal asunto y un verdadero problema ser novillero con picadores.
También Espartaco acusó el paso de novillero a matador. Cuando le llegó el triunfo, años después, estaba a punto de hacerse banderillero.
Posibles alternativas. La solución decimonónica
Ante esta tesitura, pocas alternativas (aparte de la propia alternativa, valga el juego de palabras) pueden encontrar hoy los novilleros para un problema que ha existido siempre.
En el siglo XIX, la solución consistía en incorporar a los futuros matadores dentro de las cuadrillas de los matadores de alternativa, en las que actuaban como banderilleros.
Estoy releyendo estos días la biografía de Guerrita que escribiera Antonio Peña y Goñi cuando corría el año de 1894 y el gran diestro cordobés se encontraba aún en activo y en pleno apogeo de su carrera.
Guerrita citando a banderillas en 1899 ya matador. Su aprendizaje lo había hecho mucho antes como banderillero en las cuadrillas del Lavi, Fernando el Gallo y Rafael Molina Lagartijo.
El caso de Guerrita es paradigmático del proceso que se seguía entonces para formar un matador de alternativa. Para llegar a la alternativa. Guerrita estuvo de novillero muy joven un par de temporadas, ingresando a continuación en la cuadrilla de Lavi (el torero gitano más directo antecedente de Rafael el Gallo). Precisamente, en la cuadrilla de Fernando el Gallo, padre de Rafael sería donde ingresaría el Guerra poco tiempo después cubriendo la vacante que dejara en ella Cuatrodedos.
Incorporado a dicha cuadrilla debutó en Madrid con gran éxito, tanto que gran parte de las contratas del señor Fernando el Gallo se debieron al interés de los públicos por ver parear a Guerrita. Por desavenencias con su maestro Fernando el Gallo, el Guerra pasó después a la cuadrilla de su paisano Lagartijo.
Fernando el Gallo, padre de Joselito y Rafael. Gracias a la incorporación de Guerrita a su cuadrilla aumentó considerablemente el número de contratas.
Como era lo habitual entonces Guerra, antes de la alternativa, mató –tanto en la cuadrilla de Fernando el Gallo, como sobre todo en la de Lagartijo- bastantes toros ya que era habitual entonces que el matador cediese de vez en cuando, a instancias de los públicos y previo permiso de la autoridad competente, la muerte de sus últimos toros a uno de sus banderilleros, lo que llegó a convertirse en abuso que atentaba contra los intereses y derechos de los espectadores.
También era frecuente que dichos toreros en ciernes, simultaneasen su actuación en las cuadrillas de tronío con su participación en las novilladas.
Cuando el matador de prestigio consideraba que el discípulo estaba preparado para enfrentarse a reses de respeto, le concedía la alternativa. Que es lo que en el caso de Guerrita hizo Lagartijo, no sin cierto desafecto final entre ambos por razones que no vienen al caso.
Esta imagen ya la insertábamos en anterior entrada del blog. Merece la pena repetirse aquí, ya que se trata de la cuadrilla de Lagartijo donde falta la foto precisamente de Guerrita, posiblemente arrancada por un partidario acérrimo del I Califa. La deserción del Guerra de esta cuadrilla le granjeó numerosas enemistades.
Sin embargo, hoy día, esta solución no es viable. El nivel técnico que ha adquirido el toreo de hoy, que se realiza y discurre con una precisión y rigor tremendos, hace casi imposible que en la lidia de los toros de los primeros espadas pudiera intervenir un novillero en funciones de peón. No creo que ninguna figura deje la lidia de sus toros a un joven inexperto.
En la foto, la cuadrilla de Manzanares. Sería muy difícil que un novillero encontrara acomodo en una cuadrilla de categoría similar a la de ésta.
Una alternativa. Las escuelas taurinas.
Por tanto hay que buscar soluciones alternativas. Y, me parece la más evidente, una de ellas sería que la dirección de la carrera de los novilleros se mantuviese en la órbita de las Escuelas Taurinas hasta que el torero estuviese en condiciones de tomar la alternativa.
Se trataría de mantener el actual sistema, dividendo el paso por la Escuela en dos grados o niveles, según el novillero actúe o no con picadores y así hasta llegar a la alternativa.
Las Escuelas taurinas como la de la Diputación de Málaga, pueden ser la solución –por su buen funcionamiento- al problema de la falta de novilladas con picadores.
Ello permitiría garantizar un número suficiente de actuaciones en la categoría intermedia con lo que los novilleros llegarían a la alternativa más rodados y con los suficientes recursos profesionales y además, dando ese paso sólo cuando estuviesen adecuadamente preparados sin necesidad de anticipar el pase a matador de toros por razones extra-taurinas.
Está constatado el buen papel de las escuelas en la formación de toreros, sólo habría que mantenerlas funcionando así hasta la alternativa de los toreros ¿Porqué no hacerlo? Creo que el único problema real para poder adoptar esta solución es el económico y este no debería ser el problema.
En mi opinión, siendo el toreo patrimonio cultural de nuestra nación, que lo es y así debería reconocerse, la administración puede y debe subvencionar la formación de toreros como, en nuestras universidades públicas, se subvenciona la formación de médicos, abogados o arquitectos.
28 de septiembre de 1912. Joselito toma la alternativa en la Maestranza de Sevilla de manos de su hermano Rafael. Los toreros de dinastía no suelen tener problemas para torear de novilleros.
Fotografías del Certamen de la Malagueta de Pablo Cobos
6 comentarios:
“Clarito” no vuelve a deleitar con esta nueva entrada referente al VI Certamen Internacional de Escuelas Taurinas de Málaga. Enlaza con el análisis de la problemática que encuentran los novilleros cuando dan el salto para actuar con “los del castoreño”, lo que hace que esta entrada sea realmente interesante.
En cuanto al certamen sólo manifestar mi más sincera felicitación, tanto a los organizadores, como a los actuantes. Por lo que me centraré en dar mi opinión sobre el “y luego…qué”.
Como el comentario es largo lo divido en varios para no tener problemas de inserción.
La celebración de novilladas picadas, actualmente se encuentra en un punto crítico. Desde mi punto de vista, es el eslabón más débil de la cadena. Por dos razones fundamentalmente: El alto presupuesto del festejo y a escasez de público asistente. Consecuencia: Sólo en escasas ocasiones es económicamente rentable.
Las novilladas picadas están pagando los “excesos de la época de vacas gordas”. Me explico. Por una parte, en la época de bonanza, se han multiplicado el número de festejos de forma artificial, muy por encima de la demanda. Pero lo más perjudicial, en mi opinión fue, que la categoría del festejo, no iba acorde con el nivel de la plaza. “Corrida de figuras en pueblos”. El público, que no la afición, se ha acostumbrado a ver un tipo de espectáculo que ahora en época de crisis, no se le puede ofrecer. Si a esto le sumas las dificultades económicas del país en general. Cuando se ha intentado volver a la lógica, celebración de novilladas, con o sin picadores, en los pueblos, el público no acude.
Continúa...
No obstante, durante “las vacas gordas”, aunque se daban muchos festejos mayores, también se daban muchas novilladas picadas. Proliferó, y de qué manera, la figura del ponedor. Con el dinero, sobre todo procedente de la construcción, nuevos personajes entraron en el mundo del toro. Unos como nuevos ganaderos. Otros para “financiar” la carrera de alguna joven promesa, con la ambición de ser el “promotor” de una figura del toreo. También los hubo que combinaron ambas cosas.
Los puestos novilleriles se repartían entre: los apoderados por “ponedores” (o que directamente montaban la novillada), “amigos de… (alcaldes, políticos, ganaderos…” y los “dinásticos”, quedando muy pocos huecos para los de los “méritos en la cara del novillo”. Sea como fuera, los novilleros con caballos toreaban y podían coger experiencia de cara actuaciones en plazas de relevancia. Sobre todas ellas, Madrid. Regla: “torear en los pueblos para ir a Madrid”.
Cuando esta época acabó. Los ponedores desaparecieron. El nº de festejos con caballos se ha
reducido drásticamente. En el escaso número de festejos, su mayor parte quedan para los “amigos de…”. Se torea muy poco y se busca ir a Madrid para catapultar su carrera. Al final se ha invertido el orden lógico. “Torear en Madrid para ir a los pueblos”. El mundo al revés. Pero con el novillo-toro que sale en Madrid y la escasa experiencia éstos. Esta oportunidad tiene las mismas probabilidades que el “euromillón”.
Conclusión, en novillero que debuta con los del castoreño, se encuentra con un panorama desolador, que justifica el título de la entrada “y ahora…qué”.
De la desproporción de festejos y las consecuencias de una precipitada alternativa no hay que añadir ni un punto ni una coma a lo expuesto por “Clarito”
Propuesta de soluciones en el próximo comentario…
Las alternativas propuestas por “Clarito” son muy aprovechables, aunque yo matizaría un poco ambas.
Fundamental la dirección o la gestión de los novilleros bajo la tutela de las escuelas taurinas. Ya se ha demostrado que está funcionando muy bien con las sin caballos, por lo que habría que crear el segundo nivel de con caballos.
Se debería crear una gran liga de novilladas picadas (copia de la idea “Camino hacia el Toreo”, de la que se podría hablar en otra entrada), coordinada por una “federación de escuelas taurinas”. En ella, se debería ir puntuando a los novilleros (por zonas, plazas,…) y que fueran entrando en festejos de forma paulatina según su experiencia, plaza, ganado… En esta liga deberían estar en la parte superior ferias de novilladas tan consolidadas como Arnedo, Arganda, Algemesí, Villaseca de la Sagra, Casasviejas… y desembocar en las novilladas de las grandes ferias, Bilbao, Sevilla,… siendo el cúspide de la pirámide Madrid (máximo nivel de exigencia). Racionalizaría este escalafón y aumentaría interés del público por las novilladas.
En cuanto a la financiación, creo que no es momento de pedir un esfuerzo a las administraciones públicas. Yo propondría que fueran los propios novilleros, si se han formado parte de esta organización (universidad), los que una vez que lleguen al escalafón superior, les retengan obligatoriamente un porcentaje de sus honorarios para financiar esta nueva estructura. Se elimina el pagar por torear, pero si llegan a “algo”, revertirá económicamente en la estructura que le ayudó a formarse. Para ello resultaría vital la colaboración de la nueva “Unión de Toreros” y el cumplimiento de compromiso de su presidente, J.Mª. Manzanares, de “ayudar a los más débiles”. ¿Se imaginan la cantidad que supone un 2, 3 ó 5% de los honorarios de una figura de toreo a lo largo de su carrera para destinar a financiar esta propuesta?
De la alternativa “decimonónica” que nos documenta históricamente “Clarito”. Integrantes de cuadrillas de matadores, para coger experiencia. Coincido con él, en que hoy en día es inviable. Pero podíamos optar por una solución intermedia, siempre dentro del ámbito de esa “liga de novilladas”. Cada novillero llevaría en su cuadrilla un subalterno con experiencia y otros dos, primero y tercero, aspirantes novilleros. El subalterno con experiencia se haría cargo de la lidia de novillos con dificultades o por cualquier problema que pudiera surgir en la misma, para dejar a los aspirantes (que harían de subalternos) bregar/banderillear con novillos más fáciles. Esto también se podría aplicar a los picadores, como escuela de picadores. Con ello conseguiríamos, por una parte reducir los costes de la novilladas picadas, lo que resulta fundamental (pasaríamos de 15 integrantes de la cuadrillas profesionales (9 subalternos y 6 picadores), a 6 profesionales (3 subalternos+3picadores) y 9 aspirantes (6 novilleros+3 picadores aspirantes)). Y por otra parte, que los novilleros aspirantes aprenderían el oficio sin que les cueste (aunque no cobrarían por su actuación, no tendrían que pagar por torear).
De todas formas, de esta “alternativa” no querrán ni oír hablar los “profesionales”, por la reducción drástica de puestos que supone. Pero si tienen perspectiva, deben saber que la gran mayoría de los novilleros que no abandonen el ejercicio de esta profesión, acabarán como subalternos.
Lo que ven todos los días los alumnos de la escuela de Madrid: “Ser torero es casi imposible. Ser figura un milagro”, no duden que se cumple.
Por lo que también lo deben considerar como su “universidad”.
Continúa...
P.D.: Esta semana en 6Toros6 en la sección “Faenas de Puerta del Príncipe”, cita el debut con caballos del novillero Rafel Torres, 6 de octubre del 1968, en la Maestranza sevillana. Pasó de ser un desconocido, a ganarse dos repeticiones, en la primera de las cuales colgó el “no hay billetes” (y a finales de octubre). Es muy difícil volver a esos tiempos en cuanto a la generación de interés en las novilladas picadas, pero es a lo que debemos aspirar. Para ello, fundamental la labor de los empresarios. Premisa: IMAGINACIÓN. Este año en las novilladas nocturnas de Madrid, a 5 € general, entradas de 10-12.000 espectadores. Buen horario+buen precio= Gran entrada para novilladas fuera de abono. Estos festejos a las 6 de la tarde en julio-agosto a precios caros, 1000 personas con 500 turistas. Se demuestra que la falta de interés por las novilladas es cuanto menos “relativa”.
Por último destacar el papel de las novilladas con y sin caballos en Francia. Por ejemplo en Biezers y Dax todas las mañanas de feria se dan estos festejos. Deberíamos tomar nota.
Gracias a “Clarito” por su entrada, que nos sirve para debatir sobre la situación de las novilladas picadas. Un saludo a todos lo seguidores del blog.
Luis Miguel:
Magnifico comentario con categoría de entrada. Por lo tanto, nada que añadir.
Solo recordar la anecdota que cuenta Rafaelillo Torres en el 6Toros6 que cita y que se refiere a su decisión de dejar el toreo el día que saliera por la Puerta del Príncipe. Como el decía, le llegó el triunfo tan pronto (el día de su debú) que no tuvo más remedio que "seguir toreando".
Un abrazo
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