Por Jose Morente
Antonio Bienvenida acaricia la embestida del toro con la muleta en la mano derecha (Foto: Dinastía Bienvenida)
Es esta quizás una de las fotos de Don Antonio Bienvenida que más me ha fascinado desde siempre y eso que no es de sus fotos más conocidas o difundidas..
No será de las más conocidas pero me subyugan esas dos miradas tan fijas que no se ven pero que se intuyen: la del toro en la muleta y la del torero en los intuida mirada del toro. En su mirada que no en sus pitones.
Pero la foto enseña más, mucho más. Y es que la relajada postura del torero tiene de todo: Elegancia, concentración, displicencia, señorío, suavidad, templanza, enjundia, arte, naturalidad….
¿Para qué seguir? Basta con decir toreo y está dicho todo.
3 comentarios:
Estoy de acuerdo con todo menos una cosa. Bienvenida no puede ver los ojos del toro porque con la cabeza baja, tan humillada en este momento, yo creo que no se pueden ver los ojos del toro. Si creo que el torero mira los ojos del toro al citar y los mira cuando el toro esta llegando al engano, pero en este momento de la suerte, creo que lo que se mira son los pitons y la cabaza para poder guiar y templar la embistida.
Jim Verner
Jim Verner:
Creo que lo importante del toro en su embestida no son sus pitones sino sus ojos su mirada. Lo que ve y lo que no ve el toro es lo que determina hacia donde embestirá.
Es cierto que cuando el toro pasa cuando su cabeza rebasa el cuerpo del torero esté (evidentemente) ya no puede ver sus ojos pero si puede intuir o adivinar a donde se dirige su mirada por la posición de la cabeza.
Eso es lo que me interesaba destacar de la foto. La mirada del toro fija en la muleta y la mirada del torero concentrada en la mirada (precisemos que intuida) del toro
Gracias por su precisión tan atinada y un abrazo
Jim Verner:
En cualquier caso y de acuerdo a su sugerencia sustituyo ojos por mirada. Se mantiene el sentido de la entrada y el texto resulta más preciso.
Gracias de nuevo
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