sábado, 17 de agosto de 2019

La "patadita" de Morante

Por José Morente


La "patadita" de Morante

Buena se ha liado con la patadita (sólo se puede calificar así) que Morante le propinó al sexto toro de la corrida re-inaugural de la Malagueta. Un hecho circunstancial se ha tomado como pretexto para poner en solfa la impecable labor del torero de la Puebla al toro de Juan Pedro.

La cosa tiene bemoles porque en estos estúpidos tiempos que vivimos (sólo puedo calificarlos así) se magnífica un incidente menor y se oculta, omite u olvida lo que de verdad tuvo importancia: la importante faena que nos regaló ese genio del toreo.

Es posible que solo sean una minoría quienes se entretienen en buscarle cuatro pies al gato, pero si así fuera la responsabilidad es de todos pues las redes sociales (donde participamos todos) se han encargado de magnificar algo tan nimio.

Lo que no se dice (¡bueno fuera!) es que esto de la patadita no es un invento de Morante y que habría que remontarse al toreo decimonónico (por ahí andaba Curro Cúchares) buscando antecedentes. Pero Cúchares, también genial, fue un torero maldito y odiado por los ortodoxos, por lo que su ejemplo no nos vale (¿O sí?).

Un antiguo ejemplo entre muchos. Un artículo de don Jerónimo en La Lidia publicado el 28 de mayo de 1888. La patada al hocico era algo frecuente en aquellos lejanos años. El caso es que -de creer al articulista- los públicos de entonces gustaban y aplaudían esas monerías.
Yendo lejos, pero no tan lejos, no está de más recatar esta imagen de ese autoproclamado guardián de la ortodoxia que fue Domingo Ortega. Aquí está el de Borox pegando una patada en el hocico (y con mucho peor estilo y descaro que Morante, todo sea dicho) a uno de sus toros. Fue en Madrid en el año 33 y la foto se publicó en Mundo Gráfico y luego -años después- en El Ruedo.

La patadita del purista Domingo Ortega. Una patada mucho menos airosa y más antiestética que la de Morante de la Puebla.
Concluyendo, este artículo no pretende justificar la patadita de Morante, pues nada hay que justificar a la vista de la historia del toreo. A mi, personalmente, la patadita no me gusta pero tampoco me molesta. En cualquier caso, no es ninguna falta de respeto al toro, como proclaman los listos de hoy, sino suerte menor, muy menor, recurso antiguo, todo lo  antiestético que se quiera, eso sí, pero más viejo que un hilo negro (como ha dicho en twitter Pepe Luis Trujillo del Real) y utilizado por muchos toreros de antes, incluso por aquellos tenidos por más ortodoxos como Domingo Ortega o Rodolfo Gaona y tantos otros aunque, por supuesto, con menos "ángel" que nuestro coetáneo. 

Patada de un torero tenido (y lo era) por muy elegante: Gaona

La verdadera falta de respeto -al toreo- la cometen quienes desconocen su historia y quieren reinventarla o reinterpretarla como están haciendo los catalanes con la suya (que es la nuestra). 

Y que no nos digan que en todo tiempo hubo abusos, porque ese argumento -visto lo visto- tampoco se sostiene.

Otra patada de Ortega publicada en Crónica en 1936. Fea postura, aunque lo sorprendente es el comentario elogioso del pie de foto: "ya no es posible hacer más". Por suerte, luego vino Manolete y demostró que si era posible hacer más, mucho más, toreando de verdad.

8 comentarios:

  1. Buen articulo y muy explícito. Enhorabuena José.

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  2. Acertado comentario, José. Qué alegría asomarse de nuevo a LA RAZÓN INCORPÓREA y ver de forma regular tus opiniones, esas de gran aficionado que desarman a ignorantes y enseñan a los que quieren seguir aprendiendo del arte del toreo.
    Un abrazo

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  3. Dar una patada a un toro debe ser algo parecido a darle una estocada a un balón.
    Apuntemos para la historia ,que el genio Morante la da mucho mejor que Domingo Ortega,no se nos ha comunicado la comparación con la de Joselito y eso nos desasosiega.
    Amigos José y Antonio Luis,no perdamos la perspectiva.Una patada a un toro es una ordinariez y una falta (más) de respeto a ese animal la dé quien la dé.
    Opinemos de toros,pleiteemos,discutamos.Pero hay cosas que no es necesario explicar.
    Un saludo a ambos.

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  4. franmartín:

    Disiento cariñosamente en lo de la falta de respeto. Como decía Corrochano en el toreo no cabe hablar de falta de respeto (el hablaba de los supuestos trucos baratos de Manolete) porque en todo lo que se haga a un toro está en juego la vida de un hombre

    Un fuerte abrazo

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  5. Querido José, me alegra leerte de nuevo en tu Cuaderno.
    Corrochano, crítico consentido como dicen por allá,caprichoso ,poco decente ( y tú sabes mejor que yo el porqué),no es nadie para decir que en el toreo no existe la falta de respeto,porque él se lo faltó y gravemente, al REY.
    Y yo,modestísimo aficionado,Paco Morales, me permito decir que una patada es una patada y a quien se la den se sentirá ofendido y falto de respeto,aunque sea a un torete moribundo de los que salen a diario, a los que el Fandi con el aninalejo echado para morir, se le sienta encima y poco le faltó para fumarse un cigarro.
    O Cayetano que en idéntica situación, le hace un casi suicida desplante de rodillas al animalito.
    Eso es falta de respeto diga lo que diga Corrochano o su porquero.
    Naturalmente que en el toreo como en cualquier otra actividad ,existe y debe existir el respeto.¡ Faltaría más!.
    Y la prueba está en el poco que se tiene con el pagano con lo que sale por los chiqueros,los bailes de corrales, los Presidentes bizcochables, los puyazos asesinos con carioca incluída, mulilleros parapléjicos sin meternos en más honduras .
    Y sobre todo, que no se tiene conocimiento de sanciones ante este tipo de faltas de respeto por no llamarlas tropelías.Creo que no cabe más falta de respeto.
    ¡Por otra parte, la patada por fina sutil y elegante que sea (y mira que hay cosas bonitas ,elegantes y bizarras que hacer ante el toro antes que eso), no está incluida hasta ahora entre las suertes del toreo!.
    Dejando claro por supuesto, que eso a un toro con dos….cuernos no se atreverían a hacérselo ni el andarín de Borox ni el pellizcador de La Puebla.
    La Fiesta de los Toros ,cuando hay toros, son una cosa muy seria.Cuando no ,nos tenemos que entretener con estas cosas.
    Aunque discrepemos sabes que cuentas con mi amistad y respeto a pesar de lo que dijese Corrochano.
    Disculpas porque se me ha hecho un poco largo el discurso.
    Un abrazo amigo.

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  6. Excelentes todos tus artículos José. Es siempre un placer entrar en este blog. Objetivo y gran conocerdor de la historia. Que sigan viniendo :)

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  7. franmartín:

    Corrochano era lo que era (como bien sabemos) pero a veces acertaba, como cuando afirmó aquello de que no hay trucos baratos porque en todo lo que se hace en el ruedo está en juego la vida de un hombre.

    Con lo del respeto me parece que ocurre lo mismo.

    ¿No será que esas actitudes que criticamos, en realidad nos molestan a nosotros y las vemos como falta de respeto, sí, pero no al toro, sino a nuestra forma de entender la fiesta? No lo sé pero creo que por ahí pueden andar los tiros. Y eso sin entrar en esa obsesión tan de los tiempos que corren de ponernos antes de parte del animal que de parte del torero.

    Un cordial saludo.

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