lunes, 26 de agosto de 2019

Cuaderno de notas (CXXXVII) La gran tarde de Ureña en Bilbao

Por Barquerito

A toro de terciopelo; toreo aterciopelado. Una versión de Ureña vertical y de brazo suelto muy acorde con los nuevos tiempos que corren

"Los dos toros de mejor nota de la corrida fueron tercero y sexto. Los dos, con el hierro de Vegahermosa y no el de su matriz Jandilla. Licencia textil: el uno fue de terciopelo; el otro, de algodón. Más terciado el tercero que el sexto, el de más serio escaparate de todos. Engatillado el tercero, algo ensillado el sexto, abierto de cuerna, las palas grises, bien afiladas las puntas. Los dos rodaron sin puntilla y se arrastraron sin las orejas (...)

No fueron `protagonistas visibles los toros, sino quien los tuvo delante y se fajó con ellos en muletazos de alto voltaje por su ajuste, y quien los hizo rodar sin puntilla. Paco Ureña, sembrado, entregado, desatado, arropado por tal clamor que cuesta recordar nada parecido en Bilbao. Con un hilo común de fondo –la verticalidad, el encaje sin renuncios, la soltura de brazos-, las dos faenas, celebradas y subrayadas como acontecimientos singulares, fueron bastante distintas. De rango y razón mayores la del toro de terciopelo, de frondosas embestidas. Más aparatosa y hasta teatral la del sexto, de otro nivel, menor categoría (...)"

Barquerito

El Ureña de siempre, muy encajado en un derechazo con mucho mando

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