lunes, 14 de mayo de 2012

Una soleá que llaman de Charamusco

 
1975-00-00 Charamusco
José Loreto Romero “Charamusco” (Jerez, 1903-1970)
El aficionado al flamenco conoce de sobra la historia de esta soleá que hemos dado en llamar soleá de Charamusco pero, para el no demasiado versado en estos intríngulis de los estilos de los cantes flamencos, la cosa puede tener su interés.
Esta es, por tanto, la historia de una soleá que es, también, la historia de cómo se crean o, mejor dicho, recrean los cantes y, sobre todo de cómo se transmiten.
 
El extenso mundo de las soleares
El primer dato que puede sorprender es la cantidad de estilos diferenciados de soleares que se podrían catalogar.
Nada más y nada menos que noventa y cinco (95) estilos de soleares son los censados por Luis y Ramón Soler en su enciclopédica obra “Antonio Mairena en el mundo de la siguiriya y la soleá
Seguiriya-y-soleares-Soler-Portada-0[1]
El libro de Luis y Ramón Soler. Nunca se había realizado en la historia del flamenco un análisis tan exhaustivo y documentado sobre un cantaor.
De entre estos estilos el grupo más numeroso es, sin duda, el formado por las soleares de Triana que se caracterizan por su riqueza melódica y por sus juegos de tonos altos y bajos (“De sima a cima”).
De Triana es la soleá conocida como “Soleá de Charamusco” por su atribución a este cantaor jerezano de nombre José Loreto Romero (1903-1970).
 
Una soleá trianera que viene de Jerez
La soleá de Charamusco –una variante de soleá apolá- ha estado rodeada de polémica desde que Antonio Mairena la rescatase del olvido y la diera a conocer (1983). Aunque esto último, lo de darla a conocer, hay que matizarlo, en primer lugar porque está soleá la grabó Enrique Morente antes que Mairena (concretamente en 1977) y segundo porque además de esa versión (la de Mairena que grabó Morente) hay otra de Pepe Marchena más antigua (1963).
Desde luego las versiones de Marchena y Mairena son muy diferentes como diferentes son los conceptos que sobre el cante tenían Pepe Tejada y Antonio Cruz. En todo caso, lo más probable es que ambos conocieran esta soleá en Jerez, por vía del Tío Parrilla y de Charamusco, quien la aprendería de Juanichi el Manijero y este, a su vez de Frijones. Un cante parecido se podría oír también en la Triana de los años 40 por el Pancho o por cualquier otro cantaor trianero de la época.
1945-00-00 Familia de Juanichi
Juanichi el Manijero, cadena de transmisión de muchos cantes jerezanos
Sea como sea, el caso es que, a partir de la grabación del último disco de Antonio Mairena donde tituló a una amplía tanda de soleares como “Mis recuerdos de Charamusco” hemos convenido en darle a este estilo (el que cantaran Marchena, Morente y Mairena) ese nombre.
 
Una soleá polémica
Y de aquí, de la grabación del último disco de Antonio Mairena, es de donde parte la polémica pues no en balde todo lo de este artista ha sido mirado con lupa, ya sea para ensalzarle y aprender de él o, en caso contrario, para denigrarle, esto último, en general, sin mucho fundamento.
El crítico más agrio de Mairena, Agustín Gómez, decía que Mairena había puesto en tonos fáciles las difíciles soleares apolás trianeras con lo que a partir de ese momento ya las podía cantar todo el mundo. Agustín Gómez añadía que la soleá de Charamusco era creación de Enrique Morente y que Mairena la habría aprendido de él sin citarlo.
En fin, demasiado revuelo para una cuestión de menor trascendencia.
AGUSTN~1
Agustín Gómez quien, a raíz de la publicación del disco último de Mairena, polemizó agriamente con algunos flamencólogos y, en especial, con Manuel Martín Martín.

La verdad de la historia
La verdad del proceso de recuperación y divulgación de esta soleá nos viene del testimonio del gran aficionado y amigo personal de Antonio Mairena, Juan Antonio Muñoz Pacheco, quien tuvo la fortuna de poder oírle cantar (y acompañarle a la guitarra) en su casa del barrio de Vallecas en Madrid en numerosas veladas.
Antonio con JA Muñoz Pacheco
Mairena en casa de Juan Antonio Muñoz Pacheco quien grabó muchas horas del cante de Antonio durante esas reuniones privadas. Gracias a esas grabaciones, algunas de ellas ya publicadas, hoy podemos escuchar a un Antonio Mairena intimista y genial, cantando a media voz y sin la presión de las grabaciones discográficas en las que Mairena se marcaba a si mismo niveles de exigencia altísimos (Fotografía del libro de Luis y Ramón Soler “Los cantes de Antonio Mairena”)
Por suerte para nosotros, Juan Antonio Muñoz grabó en directo muchas de esas reuniones privadas, las cuales se han empezado a editar en disco gracias a su afición y a la generosidad del sobrino y heredero de Mairena, Antonio Cruz.
Aparte de esos cantes privados inéditos, Juan Antonio nos ha regalado también a los aficionados parte de sus vivencias con el maestro, recogidas en su libro-disco “Mis recuerdos de Antonio Mairena” (que parafrasea el título del cante que aquí comentamos).
Mis recuerdos de Antonio Mairena-JA Muñoz Pacheco (Portada) 001
Portada del libro de Juan Antonio Muñoz Pacheco titulado “Mis recuerdos de Antonio Mairena” (1ª ed., Madrid, 2007). Al libro le acompaña un magnífico CD “50 años de luz y cante” (editado por el Flamenco Vive) que incluye grabaciones privadas del maestro. Tanto el libro, que recoge las vivencias personales de Juan Antonio Muñoz con su amigo Antonio Mairena, como el disco, donde este último canta muy relajado y a media voz y liberado de las presiones de as grabaciones profesionales, son imprescindibles. 
En este libro, y sobre la soleá de Charamusco, Juan Antonio aclara (con lo que debe quedar zanjada la discusión) que esa soleá se grabó por primera vez en su casa, en 1976. Luego Juan Antonio prestó la cinta a Enrique Morente quien andaba siempre a la búsqueda de novedades y que la incluyó en un LP antes que lo hiciera Mairena.
Antonio Mairena cuando salió publicado el disco de Morente, llamó a Juan Antonio para decirle que sabía que le había facilitado las grabaciones al cantaor granadino pero que no había problema porque pensaba cantarlas de otra forma cuando las grabase.
Por su parte, Enrique Morente no tuvo nunca empacho en reconocer públicamente que ese cante lo había aprendido de una grabación de Mairena con lo que se deshacía todo el batiburrillo formado por el crítico cordobés que citábamos al principio.
 
000272 Mairena con Morente
Enrique Morente con Antonio Mairena. Aunque Morente pudo escuchar en numerosas ocasiones a Antonio, la soleá de Charamusco le llegó a través de una grabación de Juan Antonio Muñoz Pacheco
Vamos a escuchar las versiones de Charamusco a las que hemos hecho referencia
 
Audición 1
Perendengue y el Dengue (Soleá grande)-BELTER 12717 (1963)

Pepe Marchena-Guit.: Paquito Simón

MARCHENA, PEPE- Memorias antológicas del cante flamenco- Frontal

Marchena canta la soleá de Charamusco en las dos primeras coplas (la última, “Que la lleven a la imprenta”, no tiene, según Luís y Ramón Soler, estilo reconocible). Si bien los primeros tercios se mantienen en el aire de Triana, luego el cantaor se deja llevar por los juegos melódicos propios de su garganta. Aunque es la primera vez que se grabó esta soleá, es tal la impronta personal del cantaor de Marchena, que su cante no puede servir de referente a otros cantaores.
Es significativo que Marchena atribuye el cante a Yllanda (En la grabación se le oye decir: “Cante Grande. Andújar. José Yllanda”)
 

Reniego de los rosales

reniego de los rosales

no reniego de la rosa

no reniego de la rosa auy

que me regaló tu madre


reniego de las espinas

de las espinas reniego auy

pero no de los rosales


 

Y en la primera chosilla

(Voz: “Calidad del cante... pa' los buenos aficionaos...Blas)

Y en la primera chocilla

que pa' perendengue y el dengue auy

y mirasielo y barajilla

que pa' perendengue y el dengue auy

y mirasielo y barajilla


 

Que la lleven a la imprenta

que lo lleven a la imprenta

pa' que s'entere la gente

que lo que tú querer me cuesta eh

el querer de esta serrana eh

que lo lleven a la imprenta.


 

Audición 2

Tú vienes vendiendo flores (Soleá)-CBS (1977)

Enrique Morente-Guit.: Pepe Habichuela

Enrique Morente 6.- DESPEGANDO 1977- frontal
Enrique Morente grabó en 1977 en su disco Despegando con la guitarra de Pepe Habichuela está bella soleá que había escuchado en grabación de Antonio Mairena en casa de Juan Antonio Muñoz Pacheco.
La interpretación de Morente es muy interesante por el juego entre el grito desgarrado y seco del primer verso que se repite tres veces y la melodía de bajos de los últimos.

Tú vienes vendiendo flores

Tú vienes vendiendo flores

Tú vienes vendiendo flores

Las mías son amarillas

Las tuyas de dos colores

Lamías son amarillas

Las tuyas de dos colores

 

Y hasta que la noche llegue

Hasta que la noche llegue

Hasta que la noche llegue

Yo he visto mañanas tristes

Tener las tardes alegres

Nadie habla mal de día

Hasta que la noche llegue


 

Se lo pío

Se lo pío a un debé

Yo se lo pido a undebel

Si es que me daba a mi licencia

pa’ yo volverte a querer

Si es que licencia me daba

pa’ yo volverte a querer

 

A la verde oliva

Que me esta dando

Dobles fatigas

 
Audición 3
Mis recuerdos de Charamusco (Soleares)- Pasarela PRD 92 EC (1983)

Antonio Mairena-Guit.: Pedro Peña

image
Respecto a la versión de Morente, las similitudes son muchas, no en vano, Morente había bebido en la fuente inagotable del maestro de los Alcores. Sin embargo, el contraste entre la subida del primer tercio y los bajos del final se realiza en el caso de Mairena, de forma más matizada, con mucha musicalidad y flamenquería.
Si la comparamos con la grabación de Pepe Marchena hay similitudes en los primeros tercios aunque –en el caso de Mairena- con otro peso, con otra densidad jonda, con “otro empaque”, según Luis y Ramón Soler, quienes añaden que la diferencia se encuentra, sobre todo, en la “caída” de esta soleá que Mairena hace ajustándose a los aires propios de Triana, mientras que Marchena remataba en su personal forma. Precisan estos autores que, en todo caso, este cante es una “obra maestra” del mejor Antonio Mairena, valoración que compartimos plenamente.
Una peculiaridad es que Mairena repite esta soleá cuatro veces. Las letras son alusivas al día que conoció a Charamusco y a la juerga que corrieron, de ahí el título. Antes canta para entrar en materia la soleá grande de Silverio con una letra de innegable simbolismo.

Subí a una alta montaña

Buscando leña pa’ el fuego;

Como no la encontraba

Al valle abajé de nuevo.

 

Charamusco, Charamusco,

Cambiamos nuestros sombreros:

Tu sombrero estaba roto

Y mi sombrero estaba nuevo.

 

¿Qué tengo yo en mi memoria, primo,

Que a mi años recordar?

A un gitano Charamusco

Y su cante por soleá;

Qué locura y qué momento

Y yo no lo pueo explicar.


 

Cuando yo a ti te conocí, primo,

Y era por la marugá,

Yo me partí mi camisa

Escuchándote cantar,

En Jerez de la Frontera,

Era por la marugá.



 

Y qué bendición de horas,

Que yo no sabía ni adónde estaba,

Me tomé cuatro carretes

Y del sentío prevelicaba,

Hasta que amaneció el día

Y me fui borracho a la cama.


 

Dichoso el mozuelo

Que le da planta

A su sombrero.



Antonio con JA Muñoz Pacheco (Osuna)
Juan Antonio Muñoz Pacheco acompaña a Antonio Mairena en un recital en Osuna (Del libro “Los cantes de Antonio Mairena”)

6 comentarios:

  1. Se olvida usted de don Juan Valderrama que grabó esa soleá mucho antes que Marchena y, por supuesto, que Morente y Mairena.

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  2. Muy buen artículo, como todos los de éste blog, que me gusta mucho y lo tomo de cierta referencia......... Solo quiero hacer la acotación de que el Maestro Morente también hizo la ´´copla de las flores´´ del Charamusco también la hace esplendidamente y con gran perfección en el disco más revolucionario del flamenco, Omega, precisamente casi al final de canción homónima.

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  3. Andrés Raya:

    No conozco la versión de Valderrama que cita pero si la de Marchena en efecto que canta la misma soleá que Mairena aunque con otro "aire"

    Saludos.

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  4. Andrés Raya:

    No conozco la versión de Valderrama que cita pero si la de Marchena en efecto que canta la misma soleá que Mairena aunque con otro "aire"

    Saludos.

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  5. Arturo León:

    Muchas gracias. En efecto, también Morente grabó esta soleá antes que Mairena pero reconociendo siempre que la había aprendido de Mairena de una cinta de una grabación privada de Mairena que le había pasado Juan Antonio Muñoz. Su versión es una variante de la de Antonio Mairena.

    Un cordial saludo

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  6. También es posible que el tas charamusco este, muy conocido en su casa, la aprendiera de José Illanda en uno de los viajes que el maestro de Andujar hizo a Jerez. Luego, el santurrón Mairena, tan aficionado a arrimar el ascua a la sardina de su raza, la atribuyera al tal gitano charamusco y, como la palabra de Mairena fue un tiempo la biblia de la religión que quiso hacer del flamenco, pues todo el mundo la dio por buena. Pero eso es una cosa y otra todas las ocurrencias de Mairena tuvieran un mínimo de rigor histórico.
    Mairena pretendió hacer del arte flamenco propiedad exclusiva de la raza gitana, siendo patrimonio del pueblo andaluz.
    Yo no he visto un gitano que cante ni baile flamenco, ni en Hungria, ni en Grecia ni en Italia.

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