Un lienzo vuelto, una última voz –toro-,
un gesto esquivo, un golpe seco, un grito,
y un arroyo de sangre –arenas de oro-
que se lleva –ay, espuma- a Joselito
Portada y contraportada del número extraordinario de The Times del domingo, 23 de mayo de 1920.
Fragmento, seleccionado por Esther Antolín, de la poesía “Elegía a Joselito” de Gerardo Diego (1926)
"Y esa gracia impalpable de Sevilla
ResponderEliminarte ungió en la cuna y te cubrió de besos
y te elevó a las cimas de la gloria
y te lloró con dulce llanto eterno.
Que todas las campanas que se alzan
colgadas en las torres de los pueblos
redoblen al llegar la primavera
mirando hacia el anillo de los ruedos.
Y en la tarde al caer, cuando las gradas
se quedan vacías y en silencio,
en poética oración a tu memoria,
píen, formando corona los vencejos.
Y los claveles y rosas blancas
con que las sevillanas te cubrieron
cuando tu cuerpo navegó cual góndola
gloriosa por las calles de tu pueblo,
retoñen, cada mayo florecido,
cabe la fosa de tu mausoleo,
y te cubran al sol de oro, terciado
en perenne capote de paseo".
Nueva elegía a Joselito (Lamentos del viejo aficionado). Antonio Zoido Díaz.
¡VIVA JOSELITO!
...no te olvidarán jamás.
ResponderEliminarHola, soy un seguidor de tu blog; sinceramente, como aficionado y taurino (no profesional)os doy la enhorabuena porque sus entradas no tienen desperdicio. Entramos de lleno en la vorágine de San Isidro y me gustaría que dierais vuestra opinión (hablo en plural pues he visto magníficos comentarios del maestro Fernando Cámara) del festejo del jueves 17 de mayo. Creo que fue una corrida de toros para analizar: comportamiento de los toros planteamientos de los matadores, actitud de los mismos, exigencia del público..) Perdonar el atrevimiento pero creo que sería importante desmenuzar ciertos conceptos para que todos aprendiésemos un poco más. Un saludo; Alberto Marcos
ResponderEliminarAlberto:
ResponderEliminarMuchas gracias tanto por lo que me toca que por lo que corresponde al maestro Fernando Cámara, cuyos comentarios unen el interés del conocimiento profesional a su calidad de gran aficionado.
Como usted señala, la corrida del día 17 fue de los espectaculos más interesantes de analizar que imagar uno pudiera. Primero, por el comportamiento de los toros. Segundo, por los planteamientos con los que encararon sus toros cada uno de los tres toreros y finalmente por la actitud del público madrileño.
Mi amigo José Ramón Márquez se niega (puede que con buen criterio) a comentar u opinar sobre un espéctaculo que no ha visto en directo (como me ocurre a mi con esta corrida) pues sostiene que lo que gustó en la plaza se ve diferente en video (entre otros sensatos argumentos)
Mi postura no es tan radical. Pero creo que hay que ser cautos con las corridas vistas a través de la televisión ya que si bien los aspectos técnicos son inobjetables, el toreo (como decía Orts y Ramos) es, para el espectador, algo más o, mejor dicho, algo distinto y no sólo técnica. El ambiente emotivo de la plaza, la sorpresa ante las propuestas de los toreros,... son cosas complicadas de apreciar desde el salón de casa.
Un ejemplo sobre esta corrida. Al día siguiente remití un mail medio en serio medio en broma a un amplío grupo de amigos todos buenos aficionados sobre el comportamiento de una parte de la plaza con Manzanares. A los que habíamos visto el festejo en TV la actitud del público nos parecía, en general, inaceptable. Por el contrario, entre los que lo vieron en directo la mayoría (no todos)no le dieron a esos pitos previos a cada tanda tanta importancia. No sé si porque los pitantes eran minoría o porque los aficionados madrileños ya se han acostumbrado a ese acompañamiento "musical".
En todo caso, y sin perjuicio de analizar esta corrida más adelante, podemos seguir esta conversaión si le apetece enviándome un mail al correo que aparece en esta página
Un abrazo y gracias
Muchas gracias. Le mandaré el mail. Un saludo
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