lunes, 14 de noviembre de 2016

Manolete. La culminación de un sueño (II) De Guerrita a Manolete (2ª parte)

Por Jose Morente


Un Guerrita joven (Fotografía de Matarrodona)



La línea clásica del toreo

Decíamos en la entrada anterior de este blog que Manolete era torero de la más pura escuela clásica y que su concepto del toreo era el mismo que el de Chicuelo, Gallito o Guerrita. Un concepto muy alejado del toreo cambiado y en ochos que practican los toreros cuyo duro aprendizaje se ha producido en las noches de las dehesas o en las polvorientas tardes de las capeas, tales como un Belmonte o un Domingo Ortega.

Las afirmaciones dogmáticas les podrán parecer válidas a muchos aficionados pero nosotros nos hemos propuesto demostrar con pruebas documentales, siempre que podamos, nuestros propios asertos y eso es lo que vamos a intentar en esta entrada.

Vamos a rescatar algunas viejas películas de los toreros citados y vamos a comprobar como toreaban realmente. Un toreo que no tiene mucho que ver con lo que han contado los revisteros taurinos o los libros de historia del toreo.

La historia del toreo que cuentan los libros tiene algo que ver, pero no mucho que ver, con la verdadera historia del toreo, la del toreo por dentro (En la imagen, portada del Gran Diccionario Taurómaco de Sánchez de Neira)

Guerrita, el precursor

Empezaremos por Guerrita, el precursor de esta bonita historia del toreo de línea natural, el toreo en redondo

En puridad, y si pretendemos ser rigurosos, nuestra historia debería comenzar mucho antes. Como me apuntaban en Córdoba, el toreo en redondo tiene un antecedente lejano y probado en Cayetano Sanz. Del mismo Lagartijo tenemos datos fiables y suficientes para suponer que se encuadra también en esa escuela. Sin embargo, la carencia de películas de los diestros anteriores al Guerra nos aconsejan empezar nuestro relato con él.

Del Guerra se ha dicho que era un torero ventajista y que mangoneaba en la elección del ganado. Se añade que era un torero técnico que no emocionaba

Sin embargo, Guerrita es uno de los toreros más interesantes de toda la historia de la fiesta. Su mala prensa oculta a un torero genial cuya intervención en la evolución del toreo resulta capital.


Las aportaciones de Guerrita. El perfil en el capote y la pierna escondida en la muleta.

Guerrita es el primero que intuye que el toro tiene que evolucionar tanto en su apariencia como en su comportamiento. Por eso, frente a las destartaladas reses de la época de Lagartijo y Frascuelo impone cabezas más armoniosas y recogidas. También incita a sus picadores a aumentar el castigo en varas pues Guerrita, estoqueador sólo eficaz, va a tener su fuerte en la muleta (y no ya en la suerte suprema como Frascuelo o Mazzantini). Y para poder trabajar de muleta con un mínimo de garantías, es fundamental que las reses lleguen convenientemente ahormadas al último tercio,

Estampa con sabor de época de un torero de culto: el madrileño Cayetano Sanz (Fotografía publicada en Pan y Toros)
Pero las aportaciones importantes de Guerrita son de mucho mayor calado y afectan al toreo de capa y al de muleta.

Por ejemplo, en el capote, Guerrita pone, a la verónica, de perfil, como se acredita en su propia Tauromaquia. Una innovación que permitirá ligar los lances de capa correctamente y que será aceptada de forma unánime.

Un documento impagable. Guerrita toreando de capa en el campo en un tentadero el año 14. Guerrita puso la verónica de perfil como se comprueba en la imagen. Las manos van todavía muy altas pero el del tren inferior (con esa pierna de salida adelantada como corresponde al toreo en ochos) es plenamente moderno (Fotografía de Nuevo Mundo)
En la muleta, y aunque sigue citando de frente, atrasa en el natural la pierna de salida. Este importante dato lo conocemos de un escritor que nos merece absoluto crédito, F. Bleu, quien añade que, con ello, no se consigue ventaja pero si una posición idónea cuando, después del natural, el torero quiere engendrar otro natural o sea, torear en redondoGuerrita sería, por tanto, el inventor de la denostada pierna escondida.

A la vista de todo esto, resulta que la tauromaquia 2.0 no es tanto un invento de los toreros de ahora sino del Guerra y los diestros que siguieron su estela. Una invención, además, aceptada de buen grado por los aficionados más conspicuos e integristas de la época ¡Me encantaría ver la cara que ponen algunos ante estos datos! (Aunque lo más probable es que sigan la táctica habitual de ignorar todo aquello que pueda contradecir sus "brillantes" teorías)

Guerrita en Madrid citando de muleta para un natural. El cite clásico de toda la vida con la muleta en la izquierda, el estoque en la derecha y el corazón en el centro. Hay mucha verdad y mucha ética en esa forma de citar.
Dos detalles importantes: Uno, la muleta a la altura del cuerpo, sin adelantar y dos, el torero al hilo, sin enfrontilarse totalmente.. 
Por cierto, cualquiera convence hoy a un aficionado neo.moderno que lo clásico es precisamente eso: citar así con la muleta retrasada y al hilo del pitón. Pero así es. Así, precisamente así, citaba Manolete con la única mejora de colocar el cuerpo de perfil, no de frente, para poder ligar los muletazos, toreando en redondo (Fotografía de Sol y Sombra de una corrida  de Guerrita en Madrid, en marzo de 1898)

¿Como toreaba Guerrita de muleta?

Sin embargo, y por lo que sabemos, el toreo en redondo (que entonces se llamaba "pase en redondo" y que se componía de tres naturales ligados) no debía ser demasiado frecuente en esas últimas décadas del siglo XIX.

Lo habitual era que, de muleta, el torero torease situado en los terrenos de adentro (entre el toro y la barrera) y dejando al toro los suyos (las afueras). Al natural le seguía un pase cambiado y así sucesivamente,

Esto de alternar pitones tiene su enjundia y su lógica. Pues repetir el mismo lance varias veces, se consideraba entonces osadía temeraria. Cuando Belmonte engarza cuatro o cinco verónicas sin enmendarse, se monta un verdadero lío. Igual que cuando Gallito quiebra a un toro en Madrid, cuatro veces por el mismo pitón. Repetir lances se considera proeza que. cuando se hacía además por el mismo pitón del toro, alcanzaba caracteres de epopeya). Y es que los toros aprenden y se orientan (incluso en nuestros días es frecuente encontrar astados a los que no se les pueden ligar más de dos o tres naturales o derechazos seguidos sin que el toro se quede corto y empiece a puntear engaños y buscar el bulto).

Por eso, el toreo antiguo se hacía generalmente en ochos y alternando pitones. Que es, precisamente lo que vamos a ver hacer al Guerra en Beziers (en 1898) pero con una particularidad que, en vez de darle al toro un pase cambiado o de pecho después de un natural, Guerrita se cambiará la muleta de mano y le dará un pase por alto con la derecha, respetando el viaje natural del astado, sin cambiarle los terrenos.

No en balde, el Guerra es torero de esa cuerda, la de la línea natural. Sólo, en el primer muletazo (un ayudado), el toro pasa por el terreno de adentro y eso porque lo cita o distrae un banderillero.




La secuencia de la película. Primer muletazo por dentro (posiblemente por el cite de un banderillero. El segundo por alto con la derecha, el tercero, un natural. Guerrita torea alternando los pitones. Pero en el cuarto muletazo, cambiará la muleta de mano para mantener al toro en su terreno (Imágenes extraídas de la película de los hermanos Lumiére)
Por desgracia, en el resto de la faena, diestro y toro salen de cuadro sin que el operador de la casa Lumiére, sea capaz de corregir sobre la marcha el encuadre de la cámara pero ¡eso es lo que hay! Puede que poco pero, para mí, suficiente para saber como toreaba el Guerra: 

Erguido o encorvado (a Guerrita se le reprochó muchas veces torear demasiado encorvado, igual que se le reprochó a Joselito pero pisando la arena con mucha seguridad y poderío.

La seguridad y el poderío que dan el conocimiento.



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