Por Jose Morente
Talavante toreó al natural de forma excelente. Sin retorcerse. Tal y como había anunciado hace unas semanas (Foto de Javier Arroyo para Aplausos)
La magnífica faena de Alejandro Talavante al toro Saqueador, cinqueño, de Montalvo fue muy celebrada por la plaza. Sin embargo una estocada mal colocada (media, algo caída y atravesada) privó al diestro de los más que merecidos trofeos.
La vuelta al ruedo parecía indiscutible pero, en esta plaza, nada es indiscutible pues todo se discute y nunca se sabe lo que va a pasar y las protestas de un sector del público (igual que ocurriera con Alberto Aguilar el pasado año) hicieron al diestro desistir del empeño, por lo que todo quedó en división de opiniones.
División de opiniones en Madrid suele querer decir que cuatro gritan mientras la mayoría aplaude.
La única justificación posible a la protesta se encuentra en la pésima colocación del estoque. No hay otra. Por ello tiene cierto interés indagar porqué el estoque quedó colocado donde quedó colocado.
Repasemos la teoría. Para las estocadas atravesadas puede haber generalmente dos causas, además de un posible extraño del toro:
- Que el diestro se eche fuera
- Que le de mucha salida al toro con la muleta.
Primera hipótesis. Que el diestro se eche fuera
Que el diestro se eche fuera, por jindama, es muy habitual.
Ese era el caso de ese gran artista que se llamaba Curro Romero. Lo curioso es que cuando Curro se echaba fuera, muchas estocadas le quedaban en lo alto. Como decía un buen amigo mí, Curro había dado un magnífico “bajonazo en todo lo alto”
Segunda hipótesis. Que toque con la muleta hacia afuera
La otra opción es que el espada atraviese al toro por marcarle mucho la salida con la muleta, por darle un toque brusco hacia afuera con el engaño.
Este era el caso de ese grandioso torero que se llamó Francisco Montes Paquiro, el Napoleón de los toreros, el Joselito el Gallo del siglo XIX. Paquiro, maestro de maestros, atravesaba los toros por el defecto señalado (darles mucha salida). Paquiro como todos los maestros verdaderos que en el mundo del toreo han sido, nunca mató bien a sus toros. Al contrario que el Chiclanero, que fue un excepcional estoqueador pero que nunca pudo alcanzar el magisterio de Montes.
Una tercera posibilidad. Un extraño del toro
Viendo el video (en la retransmisión de Canal+) de la estocada de Talavante, se observa que ni el diestro se echa fuera, ni le marca excesiva salida con la muleta.
Queda la posibilidad de un extraño del toro.
Y, en efecto, la explicación de la estocada caída y atravesada de Talavante, nos la da Emilio Muñoz quien en la repetición (pues estas cosas son muy difíciles de ver en la plaza lo que disculpa en parte, pero sólo en parte, a los protestantes) descubre y nos descubre que es el toro el que se abre en la suerte… al buscar su querencia a tablas.
Algo de lo que Talavante no tuvo la culpa.
Lo vemos
Un buen ejemplo de como los aficionados que se fijan en los arboles no pueden ver el bosque, o como decimos en ingles: they give more importance to the window dressing than to the merchandise in the store (algo como 'dan mas importancia a lo que esta en el escaparate que a la mercancia en la tienda')
ResponderEliminarJim Verner
Jim Verner:
ResponderEliminarEn efecto, Jim.
Aunque, en este caso, cabe la disculpa de que estas cosas son muy difíciles de apreciar en la plaza, si que deberían hacernos recapacitar y pensárnoslo dos veces antes de protestar lo que ocurre en el ruedo...
Un cordial saludo
Sobre todo en las estocadas, y particularmente este, en la cual los movimientos fueron complejos : si miramos imagen por imagen, vemos que Talavante está (muy) de perfil cuando se arranca hacia el toro; (consecuencia?) el punto de impacto de la espada está caído; cuando el toro siente el dolor de la punta, hace un salto hacia las tablas; la espada que tiene Talavante y que sigue penetrando se va atravesada por este salto lateral; después, el toro vuelve a su trayectora inicial. Admiro los que consiguen ver todo lo que ocurre en una estocada!
ResponderEliminarJack
ResponderEliminarEn efecto, ver en la plaza exactamente lo que pasa es muy complicado. Uno se queda con una cierta visión del conjunto y algún detalle que, muchas veces, podemos ver de forma equívoca.
¡Es lo que hay!
E invita a una cierta cautela a la hora de juzgar
Un abrazo
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