Por el Divino Calvo
El primer decepcionado la tarde del sábado fue el propio diestro. La corrida había despertado una enorme expectación pero lo que ocurrió en el ruedo decepcionó también al público. Ni los toros, ni el viento, ayudaron a un torero que fue desanimándose a medida que avanzaba la tarde (Foto Mundotoro)
Nota de LRI: “La Técnica no puede ahogar la sensibilidad”
La técnica puede ser imprescindible para el torero y muy interesante para que nosotros discutamos sobre ella pero, como decía en los años 20, “Uno al sesgo” (un aficionado con el que nos hubiera encantado coincidir), y como dice, en este principio de siglo XXI, Enrique Martín,(un aficionado con el que ya coincidiremos), lo verdaderamente importante no es entender tanto de técnica sino tener sensibilidad para saber ver y escuchar el toreo. Y de eso, en este texto del “Divino Calvo” van servidos varios quintales.
Si la técnica nos permite apreciar detalles que, en otro caso, se nos escaparían, bienvenida sea. Pero si la queremos, sólo y exclusivamente, para utilizarla, cuando convenga, como arma arrojadiza, contra los toreros que no son de nuestro agrado, mal asunto.
Muchos reproches técnicos (merecidos algunos como nos recuerda “El Divino Calvo” en esta entrada) se le han hecho a Alejandro Talavante. Es lógico pues el resultado de la encerrona (¡que feas palabrejas"!) del pasado sábado, decepcionó a todos, empezando por el propio torero a quien acabó pesándole mucho la corrida.
Lo que ya no es tan lógico, es que se desate la caja de los truenos contra un torero que se atrevió a anunciarse con estos siempre difíciles toros (y más de 6 en 6) y, sobre todo, que se omitan datos importantes como el fuerte viento reinante toda la tarde, olvidando que el viento es el peor enemigo del toreo.
Tampoco es lógico, que se obvie el deslucido juego de los toros de Albaserrada, al que algunos han querido poner sordina. No fue buena la corrida de Victorino pues, entre el bravo y la alimaña, el ganadero parece querer optar, en los últimos años, por el toro complicado y problemático que pone en jaque a los toreros pero sin que el peligro trascienda al público. Algo parecido ocurrió en la de Escolar por lo que, así planteadas las cosas, siempre salen perdiendo los toreros ya se trate de figuras, con poca costumbre de lidiar esos encastes, o de los especialistas más avezados en ellos.
En resumen, ni los toros ni el torero, este muy perjudicado por el viento repito, respondieron.a la gran expectativa que había generado la corrida. El “Divino Calvo” encuadra con rigor, pero sin acritud, lo que pasó esa tarde. Y pone a todos en su sitio.
El, todavía, esperanzador inicio de la corrida. Luego, después de los dos primeros y muy complicados toros, ásperos y deslucidos, y, sobre todo, del tercero, donde el diestro no pudo redondear una faena que tuvo momentos de interés, el torero acabaría tirando la toalla (Foto EFE)
Madrid 10ª de abono. 18 de mayo de 2013. Crónica de “El Divino Calvo”
Ya lo dijo José Tomás en el discurso del premio Paquiro,
“Seis toros son demasiados”.
Eso mismo debió pensar Talavante, al que le están lloviendo las críticas por lo que pudo ser y no fue, desde que terminó su tarde.
Por lo que viví en la plaza, creo que es necesario poner “los puntos sobre las íes”.
La corrida de Victorino
Su presentación desató la iras del sector intransigente desde el primer toro. A la salida del tercero, ya estaban gritando “¡Victorino esto es una novillada!” y a Talavante: “¡Hay que venir con toros!”.
El tercero de la tarde en el apartado. Algunos espectadores lo motejaron de novillo a su salida a la plaza (Foto: Juan Pelegrin-Las Ventas)
En mi opinión, la corrida estaba correctamente presentada. Un poco desigual con dos toros que subían en peso. En honor a la verdad, he visto corridas mucho más fuertes de Victorino en Madrid, pero esto no quiere decir que estuviera mal presentada. La corrida era baja y bien hecha en Santa Coloma (¿Estamos o no dispuesto a aceptar la diversidad de encastes?). Supongo que el público esperaba que fuera más asaltillada y sobre todo más veleta, porque si las protestas eran porque querían más remate en carnes… ¡mal vamos!.
El problema no estuvo en la presentación sino en el comportamiento. La corrida fue en términos generales muy sosa. Le faltó lo que se presupone en una corrida de Victorino: Emoción.
Potable el tercero, donde Talavante alcanzó las cotas más lucidas de la tarde y, sobre todo, a mi me gustó mucho el quinto (me acordé del “no hay quinto malo” y que Victorino debería haber elegido el orden a la antigua usanza). Hizo desde salida cosas de “victorino bueno”, humillando con el hocico por el suelo y yendo hasta el final (me recordó a Borgoñés).
En el tercero (“Matacanas” nº 91 de 01/09. cárdeno) fue donde Talavante se pareció más a Talavante. En la foto de Mundotoro, el torero cita con su personal y peculiar estética.
Pensé que podía pasar como la tarde de Capea. Pero, a este toro se le dio muy mala lidia. Además, en esto punto de la tarde, Talavante ya estaba vencido y, para mí, fue el final de la historia. Tampoco salió ese toro duro/peligroso (“alimaña” que llaman cuando es del hierro de la A coronada) para jugársela y dar muestras de la disposición real del torero.
El quinto hizo cosas muy buenas de salida. por un momento parecía que iba a re-editarse la tarde del Capeo. Luego, todo quedó en nada (Foto: Juan Pelegrín-Las Ventas)
Talavante pudo estar mejor
¿Qué Talavante pudo estar mejor? Evidentemente. Pero estuviera como estuviera, no creo que hubiera podido cambiar el signo de la tarde.
Otro hándicap añadido a una corrida de seis toros de Victorino, es que el capote en tarde en solitario, es fundamental para aportar variedad y solidez al conjunto. Pero el toro de Victorino es un toro que no se presta al toreo de capote por lo que sólo se vio un quite por chicuelinas. Lo cual no es óbice para decir que, quizás por carencias técnicas, no estuvo fino en el manejo del percal como lidiador. Ni eficaz, que es lo mínimo que se debería exigir.
Talavante no estuvo fino toreando de capote, entre otras cosa porque estos toros no suelen dejarse torear de salida (Foto: Juan Pelegrín-Las Ventas).
Otro problema, esta vez achacable al torero es que no es buen estoqueador.
Talavante no mató bien. Quizás la posición en el cite (tan enfrontilado) que le obliga a un excesivo cuarteo, explique las estocadas atravesadas que dio (Foto: Mundotoro)
Por tanto, la corrida se veía abocada al mismo guión que la encerrona de Capea: Esperar que salga ese toro de triunfo en la muleta. Al final, ni salió ese toro, ni el torero tuvo la fe necesaria…
“6 toros son demasiados”, dijo José Tomás. Manzanares en Sevilla y, ahora, Talavante en Madrid, lo pueden corroborar.
Mi aplauso al gesto
Dicho esto, en el momento de la bronca de despedida a Talavante, me puse en pie para aplaudir. Aplaudí, el gesto y la apuesta de Talavante. Porque los aficionados llevamos mucho tiempo pidiendo que las figuras tengan estos gestos y que se apunten a corridas duras o a otros encastes. En eso, la apuesta no pudo ser mayor.
Porque este es el camino a seguir. Grandes acontecimientos y salir de la monotonía de los carteles de los últimos tiempos para recuperar la pasión de otras épocas. Si no valoramos esto (“¡Hay que venir con toros Talavante!”), poco podremos exigir (ya le pasó al Juli en 2006 cuando también mató Miuras y otros hierros y no se lo valoraron).
Las nubes del resultado de la tarde no deben ocultar el sol de la apuesta. La realidad es que fue una tarde de ilusiones rotas. Para el público, para el ganadero y sobre todo para el torero, que con tanto esmero lo preparó (tienta, anuncio publicitario, mentalización…).
¡Una pena!
Un Talavante bastante decepcionado fue abroncado a la salida de la plaza por parte del decepcionado público (Foto: Mundotoro)
MAS PUNTOS Y MAS IES.
ResponderEliminarSeis toros ¿demasiado?. Medio Kg. de gambas ¿demasiado?...habrá quien comida la mitad esté ahito y quien terminado el plato pida otro. Cuestión de capacidad. Por otra parte, el autor de la frase carece de autoridad moral:tres corriditas al año...Es probable que para él sea demasiado.
La corrida no era la habitual(en presentación) de este ganadero en Madrid, mas bién la de Olivenza. Además fué mala.
La lidia de todos los toros horrorosa, culpa de unas cuadrillas mal elegidas, responsable: el matador.El cual, aparte de fatalmente vestido, estuvo ausente desde el paseillo. Parecía que estuviera allí por compromiso ó que la cosa no iba con él. Pudo estar mejor, y sobre todo con otra actitud, hubiera podido cambiar el sesgo de la tarde.
De acuerdo en los aspectos positivos: la publicidad, el planteamiento, el gesto. Pero todo fué previo, en el ruedo nada de nada.
A pesar de todo, equipararlo con Manzanares en Sevilla me parece un disparate, aquello fué de vergüenza ajena ¡qué torillos!.
De todas formas me hubiera gustado que Talavante triunfara. Por él y por el espectáculo. Pero era muy dificil. (Continuará)
Enrique:
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Para cierto corte de toreros, 6 toros es demasiado.
Juan Belmonte (con ser quien era) ni lo intentó nunca. Gallito toreaba los 6 y muchas tardes (lo hizo muchas veces) se quedaba con ganas de gambas y pedía postre (el sobrero).
Para torear 6 toros hay que estar preparado físicamente, mentalmente y, además, tener repertorio variado y recursos de lidiador para no aburrir. Lo que no abunda tanto.
El planteamiento de muchos diestros (Capea incluido) de esperar el toro que permita "expresarse" no me parece el más correcto.
Sin embargo dicho esto, coincido con el Divino Calvo y con usted, chapeau a Talavante por el gesto...pese a todos los pesares.
Un abrazo
Hubo un momento en que me dió la impresión de que Talavante estaba allí como de paso, salir del compromiso e incluso, como ausente. Falta de mentalización total la consecuencia.
ResponderEliminarDe lo que ya no es simple impresión es de qué, como asegura Cabrera Bonet, el primero se lo comió desde los lances de recibo; a lo que yo vengo a asegurar que no solamente se lo comió para con ese Toro, sino que para toda la tarde -como sin sitio- y puede que para lo que resta de temporada.
Alguien me ha preguntado por el mejor Toro en lo que va de San Isídro. No he tenido dudas, y esta fue la respuesta: "Apartando los Escolares, el mejor ha sido el primero de Talavante".
Recuerdo como Antonio Corbacho con cierta frecuencia sometía a Alejandro Talavante -tildado de loco por los padres y el abuelo, mi amigo Don Pedro, de Alejandro- a terapias de concentración. Se ha hablado estos días de diferencias entre la Empresa, los Choperitas y el propio Manolo Martinez -grandes diferencias- en la mañana de la Corrida.
Saludos de Gil de O.
Una pena la verdad, porque el gesto es valiente e importante para la fiesta. Un "figura" se sale del "monoencaste" e intenta romper con la monotonía. ¡Cuanta falta hace! En general toros por encima de torero y de cuadrilla. Probablmente no hay diestro hoy capaz de salir airoso de una corrida así.
ResponderEliminarDespués del "triunfo", muchos seguiran llamandole figura.
ResponderEliminarHoy día a cualquier vulgar pegapases se le llama figura...
Qué poquitas figuras de verdad han visto estos pseudoaficionados postmodernos.
Saludos
Un torero no debería intentar una encerrona para volverse figura sino porque es figura.
ResponderEliminarJCoursier
Totalmente de acuerdo con el Sr. Coursier. Las corridas de un solo espada tienen que ser una culminación, nunca una rampa de lanzamiento.
ResponderEliminarAmplío comentario en mi blog:
Amigo Pepe: afirmas que Belmonte no intentó nunca corridas en solitario. Creo recordar haber leido que el 20 de febrero de 1921, Belmonte mató una corrida en solitario en la plaza "El Toreo" de Mexico. Plaza que entoces era conocida como "El Toreo de la condesa" y cuya estructura fué traslada a Mexico DF, pasando a llamrse "El Toreo de cuatro caminos".
ResponderEliminarDicho sea sin animo de crítica y pensando solamente en que todos seamos mas conocedores de la historia de la tauromaquia.
Un abrazo.
Mi blog se llama:
ResponderEliminar"paseillodelujo.blogspot.com". En mi comentario anterior lo cité, pero no aparece...por si le interesa a alguien.
Gil de O,:
ResponderEliminarSi, la sensación de que la corrida le desbordaba me la dio también a mí. Aunque no en el primer toro sino al acabar de matar al segundo. Dos toros, muy exigentes y, en mi opinión, con pocas opciones de lucimiento del torero (y no hablo sólo del toreo bonito).
Cuando salió el tercero parecía que el diestro se venía arriba. Al no matarlo, todo se acabó allí.
Posibles presiones de apoderados o no (es probable), el caso es que Talavante tiene aprobada con nota alta la asignatura de "la épica en el toreo". Es menester que se aplique en las restantes materias.
Un abrazo.
Cepo gordo:
ResponderEliminarEfectivamente, una pena pues la apuesta de los toreros punteros por este tipo de corridas y, sobre todo por estos encastes, arriesgada y difícil, como se vio, merece mayor recompensa.
Y de acuerdo con los toros por encima de los toreros. Sin embargo, creo que no está mal que se insista otra vez, no como disculpa sino como explicación, en el factor "viento". Mucho más importante de lo que el aficionado piensa.
Hay que señalar que en algunas reseñas no se hace mención a esta circunstancia o se la hace de soslayo. Craso error.
Un cordial saludo.
Malagueto:
ResponderEliminarEl caché de figura, por suerte, no lo damos usted y yo, que lógicamente nos guiaríamos por nuestros propios gustos, muy respetables pero totalmente personales.
La consideración de figuras la dan afortunadamente, los públicos lo que es una garantía de cierta imparcialidad aunque los gustos del público repito no tengan nada que ver con los gustos de los aficionados.
Nuestra valoración, la de los aficionados, coincide unas veces con la de los públicos y, otras, no. Quizás por eso, hablamos de "figuras" y no de "grandes toreros" o "toreros de época",etc.
A mi personalmente, aunque en ocasiones utilice el término de figura prefiero utilizar el de "torero puntero".
Saludos.
Jack Coursier/Enrique Piriz:
ResponderEliminarCreo que los dos planteamientos son correctos.
Un torero reconocido como grande se presenta en una plaza importante a torear seis toros y demostrar que es quien es: Paco Camino en la Beneficencia de Madrid. Una figura se encierra en solitario porque es figura.
Pero cabe también, en mi opinión, otra legítima posibilidad. Un torero joven, ambicioso, y con una enorme capacidad se presenta en Madrid para coger el cetro del toreo y no soltarlo en toda su carrera: Joselito el Gallo. Un torero que todavía no es figura, torea en solitario para encumbrarse y convertirse en el "amo" del toreo.
Un abrazo a amabos
Enrique Piriz:
ResponderEliminarEs cierto. Imperdonable error por el que me acabo de auto-imponer el castigo de una semana en la cárcel de papel de este blog.
En todo caso, la excepcionalidad del hecho no contradice la tesis sino que la corrobora.
En Belmonte, encerrarse en solitario fue algo extraordinario y que hizo una sola vez; mientras que, en Joselito, era lo habitual.
Igual que en Belmonte era extraordinario ligar los naturales en serie y en Joselito algo que hacía todas o casi todas las tardes, según nos cuenta Cossío.
Un abrazo y quede hecha la rectificación.