Por Fernando Cámara
Toreo por abajo. El Juli en Madrid
Nota de la Razón incorpórea
Parte del encanto del toreo se encuentra en su terminología taurina muy rica en giros y muy antigua pues se ha ido formando a lo largo del tiempo y en momentos históricos muy diversos.
No obstante, ese vocabulario taurino permanece estancado ya que no se ha renovado en los últimos años y cuando lo ha hecho el resultado no ha sido muy afortunado. Las nuevas expresiones son –aunque expresivas- de una absoluta vulgaridad (Tócalo. Crúzate. Pónsela. Piérdele los pasos, etc.), sobre todo comparadas con la riqueza de matices de los antiguos términos.
Además, pese a que el toreo ha sufrido en los últimos 30 años una evolución técnica tremenda, lo cierto es que todos los matices que han aparecido a la hora de ejecutar las suertes, sobre todo las de muleta, no han tenido reflejo en el léxico empleado.
El presente artículo de Fernando Cámara supone el primer intento serio que conozco de renovar el lenguaje taurino incorporando las sutilezas de la nueva tauromaquia, lo que se explica por tratarse de un torero con una sensibilidad especial para entender la técnica del toreo y, sobre todo, lo que es más raro, con capacidad para enseñarla. No en balde, Fernando es director artístico de la Escuela Taurina Diputación de Málaga. Su vocación de enseñante está pues contrastada.
Fernando Cámara teoriza y matiza sobre el toreo por abajo o por arriba, que no debe confundirse con el toreo por bajo y por alto. El artículo que sigue (otro lujo para este blog) es un verdadero primer ensayo de revisión de la terminología taurina.
POR DEBAJO DEL HOCICO por Fernando Cámara
El toreo es un ejercicio de expresión en el que las formas, los tiempos, las distancias y terrenos intervienen de forma definitiva en la ejecución de la lidia.
El toreo por abajo -que no por bajo- cuando se puede realizar llena de mando, solidez y rotundidad la lidia. Lo que no tiene por qué ser mejor ni más meritorio que hacerlo por arriba. Todo va en consonancia del toro al que se enfrente el torero.
“El toreo por abajo llena de mando, solidez y rotundidad la lidia”.
A cualquier toro (noble o dificultoso) se le puede torear por arriba, pero no a todos, se puede por abajo y es criticable que los toreros utilicen el toreo por arriba por sistema. Lo que es meritorio es hacerlo cuando lo requiere el antagonista. Hay toreros en los que el toreo a media altura es un rasgo importante de su estilo. Tal vez, por eso de "máximo rendimiento, mínimo esfuerzo".
“El toreo por arriba es meritorio cuando lo requiere el toro”.
El torero que practica la lidia a media altura pierde, ciertamente, el arrebato y la rotundidad. Asumiendo así, el riesgo de llevar volados los trastos. Con lo que es, además, más dificultoso que aparezca el temple.
“Por arriba es más difícil que aparezca el temple”.
Uno de sus mayores exponentes en la actualidad del toreo por abajo es El Juli. El toreo por abajo aparece cuando los vuelos de la muleta acucharan el hocico del toro. Obligándole a buscar la muleta colocando la cara y los pitones hacia abajo en dirección al albero.
Para ello, la muleta arrastra por el suelo lo justo para no ser alcanzada por los pitones ni las pezuñas del toro. Cuando se realiza este tipo de toreo, el trazo del muletazo describe una línea más redondeada alrededor del cuerpo del torero que cuando se hace a media altura.
“Por abajo, los vuelos de la muleta acucharan el hocico del toro”.
El manejo de la muleta es más sencillo, puesto que al arrastrarla es más fácil mantener una forma estética de la misma. Lo movimientos de muñeca son prácticamente los mismos, pero mucho menos pronunciados. Sobretodo los muñecazos de remate que, en este caso, son menos pronunciados. El giro de muñeca debe ser el justo para no dejar salir al toro de la muleta.
“Por abajo, el manejo de la muleta es más fácil”
Para realizar este toreo, se necesita un toro colaborador y encastado, cuya embestida sea humillada, la cual da una sensación de bravura y agresividad mucho más evidente que cuando lo hace con la cara alta.
De ahí que a los toros que embisten con la cara alta, haya que torearlos generalmente a su altura, intentando que la muleta se vea baja. Y a los que humillan, solo se entiende una lidia acertada y meritoria, cuando se realiza por abajo.
Es muy importante saber que el toro que se queda corto en el recorrido, jamás se puede torear por abajo. Se torea a media altura para alargar la embestida y se torea por bajo cuando además es brusco o agresivo y no tiene nobleza
“A los toros que embisten con la cara alta hay que torearlos a su altura”
Sobre la terminología taurina
Por alto.
La muleta no torea ni describe un trazo, solo deja pasar al toro acariciándole los lomos con los vuelos. Se realiza a toros sin recorrido que llevan a su vez la cara alta.
Por arriba
los trastos describen un trazo a una altura moderada por lo que que, cuando llega al remate, los vuelos de la muleta pasan por arriba de los pitones sin dejar prácticamente hueco y vaciando la embestida con un movimiento envolvente de la muñeca alrededor de la cara del toro.
Por bajo.
Movimientos de muleta en modo de "toques" que castigan por bajo sin gran recorrido ni trazo, con el fin de obligar en el más puro sentido de la lidia antigua. Se realiza a toros bruscos en la embestida.
Por abajo
Muletazos que imprimen trazo y recorrido largo en forma de enganche, es decir, el toro sigue la muleta dando la sensación de ser enganchado por debajo del hocico con la muleta describiendo un viaje en posición oblicua con respecto al albero.
Por abajo.
Espero que sean ilustrativos estos conceptos.
Nota final. Sobre las fotografías que ilustran este artículo.
Para ilustrar los conceptos que propone Fernando Cámara podría fácilmente haber recurrido (como es habitual en este blog) a fotografías de los viejos maestros Joselito y Belmonte. O de Manolete. O de Ordoñez y Luís Miguel. O de Bienvenida. O, más recientemente, de Paco Camino y el Viti.
Hubiera sido muy fácil, pues cada uno de estos toreros podía ejemplificar muy bien alguno de los conceptos a que hace referencia el maestro Fernando Cámara en su texto. Baste pensar en el toreo por arriba del Viti, magistral en la lidia de los toros que así lo requerían.
No lo he hecho. Tenemos a mano y está en activo, uno de los toreros que, en toda la historia del toreo, con mayor precisión, sutileza y sobre todo variedad es capaz de manejar los engaños: Julián López “El Juli”.
El Juli propone, en cada tarde y de entre todos y cada uno de los matices de los que habla Fernando Cámara, sólo los más adecuados a las cambiantes condiciones de sus toros. Lecciones de tauromaquia. Por tanto, nadie mejor que él para demostrar como se torea por alto, por arriba, por bajo y por abajo. Para explicar en imágenes lo que tan cabalmente nos explica con palabras Fernando Cámara.
Entre catedráticos anda el juego.
Jose Morente.
MATICES TRADICIONALES
El toreo por bajo
El toreo por alto
MATICES ACTUALES
Magnifica lección del toreo adecuado a cada toro.
ResponderEliminarFelicidades a ambos, a Morente por la iniciativa y a Fernando por darnos esta clase taurina.
Un cordial saludo.
Juanito:
ResponderEliminarMuchas gracias, en mi nombre y en el de Fernando
Muy bien Fernando Cámara.
ResponderEliminarAdemás de ser un buen torero, escribe de maravilla y lo que es mejor, se le entiende perfectamente.
Saludos
Verdiales:
ResponderEliminarMe alegra que -esta vez- coincidamos (comparto plenamente su opinión sobre FC), así como que visite de nuevo este blog.
Un abrazo
Amigo José. Me permito sugerir que se ejemplifiquen cada uno de estos pases con los lidiadores citados y haciendo incapie en la variedad de encastes que lidiaban. Creo modestamente que hay años luz de diferencia con "toreo" que practica Julian López frente al monoencaste predominante al que se enfrenta.
ResponderEliminarAtentamente
POCHO PACCINI BUSTOS
Lima - Perú
Estimado Pocho:
ResponderEliminarLe agradezco su sugerencia de ilustrar el texto de Fernando Cámara con imágenes de Joselito, Belmonte, Manolete, etc., etc. Tengo que confesar que, como dije en mi nota al artículo de FC, la primera idea era esa precisamente: Ilustrar esos "matices" con imágenes de las grandes figuras de la historia del toreo de los que citaba a algunos de ellos.
Sin embargo, los matices que se comentan en el artículo son matices del toreo actual, del toreo de nuestros días y, más concretamente, del toreo que se hace a partir y desde JT (cuya importancia no está sólo en su enorme valor y su pureza sino también en su capacidad técnica para haber hecho evolucionar el toreo de su época).
Por ello y como consecuencia de lo anterior, estos matices son más difíciles de encontrar en los toreros "antiguos" cuyo toreo adaptado al toro de su momento sigue unos mecanismos distintos y de algunos de los cuales (cite, cargar la suerte, etc.) hemos venido hablando ya en anteriores entradas de este blog, ya que creo que resulta evidente el interés personal que tenemos en el toreo de antes.
A la vista de lo anterior tenía que ser un torero actual el elegido para ilustrar el texto. Y digo torero y no toreros, porque al ser todas las fotografías del mismo diestro creo que ello permite apreciar mucho mejor las diferencias de las que se habla en el texto sin quedar mediatizados por el diferente estilo de cada uno.
En este caso, uno de los toreros actuales que mejor "matizan" el toreo de muleta es, en mi opinión, el Juli, precisamente al único al que se citaba en el artículo de FC, por lo que la elección parecía clara. Además -y eso me parecía interesante y necesario- la elección del Juli, permitía poner de manifiesto la versatilidad de este torero frente a la opinión de un sector importante de la afición que se niega a reconocerle el pan y la sal.
En mi opinión (sujeta a mejor parecer, como es lógico) tanto mérito encierra el toreo de Joselito y Belmonte con el toro de su época, como el de Manolete en la suya, el de Antoñete hace no tanto o el de Tomás y el Juli hoy día con el toro de ahora. Cuestión distinta es que personalmente prefiramos unos u otros. Esa diversidad de propuestas y la distinta valoración de las mismas que podemos hacer los aficionados es la que creo constituye la sal de la fiesta.
No obstante, de por seguro que seguiremos intercalando imágenes del toreo de ahora con el de antes, ya que sin el pasado es muy dificil -por no decir imposible- entender el presente. Y por supuesto no se debe idealizar aquel y denigrar este... Ni al contrario.
Un muy fuerte abrazo desde Málaga
PD: Queda anotado -y pendiente- el tema de la diversidad de comportamiento del toro actual bajo la "aparente" uniformidad del monoencaste. Volveremos sobre ello.
JOSE
ResponderEliminarTe agradesco por el comentario y felicitaciones por tu excelente blog.
Pocho:
ResponderEliminarAl contrario, el agradecido soy yo por su sugerencia y su participación.
Un fuerte abrazo