Manuel Torre, por Capuletti
Por los rincones
Comentaba en anterior entrada de este blog, la importancia de las seguiriyas de Manuel Torre y el impacto que causó su interpretación de la seguiriya de inicio de Manuel Molina “A clavito y canela” cuando se publicó en disco de pizarra.
Hace unos años, Luís Soler le dedicó a Manuel Torre (“el cantaor con más cultura en la sangre”, que diría Federico García Lorca) un sentido Soneto. Escrito, precisamente el 21 de julio de 2003 (día del setenta aniversario de la muerte del jerezano) en homenaje a su caudal seguiriyero.
A MANUEL TORRE
por LUÍS SOLER
El milagro de tu cante hecho duende
depositaste en muchos corazones,
con tus siguiriyas, por los rincones,
grito enrabiado que tu pecho pende.
En ese Jerez, donde bien se aprende,
desgranaste los más profundos sones,
contagiaste un mundo de sensaciones
resplandor de fuego que al alma prende.
Cantaste a la pena con sentimiento,
fundiste la copla con tus latíos,
tu cante hecho trozo del sufrimiento.
Tu eco rancio, tu singular quejío,
tu temple amargo, con tu agrio lamento,
jamás se borrarán de mi sentío
Son muy interesantes estos magníficos versos. Sobre todo, por la multitud de alusiones que contiene como, por ejemplo, esa cita de “por los rincones” que hace referencia a otra de las seguiriyas emblemáticas de Manuel (quizás la que podemos considerar más emblemática de todas) y que es el cante de “Siempre por los rincones”.
Verdadero buque insignia del cante de Manuel y del flamenco todo, como con acierto señalaba también Luís en otra ocasión.
En 2009, la Palma de Plata de Algeciras de ese año tuvo como objeto un merecido homenaje a Luís Soler por su total dedicación al Flamenco.
La letra del “Siempre por los rincones”
La letra más usual de este impresionante cante seguiriyero (hay pequeñas variantes) es la siguiente:
“Siempre por lo rincones
te encuentro llorando
que yo no tenga libertad en mi vida
si te doy mal pago”
“Por los rincones”
Lo que está claro es que esa letra es “por antonomasia, la letra más grabada en un mismo palo”, como dice Luís Soler, quien añade que cree que no hay otra que la supere en número de grabaciones.
Manuel Torre la grabó varias veces. Concretamente en los años 1922, 1928 y 1930.
Luego la grabaron multitud de cantaores “casi siempre –según Luís- en los estilos de Manuel Torre, menos en las formas de Manuel Molina y muy pocas en los aires del Loco Mateo”.
La lista impresionante de los cantaores que grabaron esta letra, facilitada también por Luís Soler, es la siguiente:
El Diana (1907); Niña de los Peines (1912 y 1914); Don Antonio Chacón (1913); Niño de Cabra (1913); Niño Medina (1914); Niño de Marchena (1928 y 1929); Niño Gloria (1929); Curro la Nora (1930); Niño de la Huerta (1932); Valderrama (1946); Pepe de la Matrona (1947); Rafael Farina (1954) y Antonio Mairena (1966, 1970 y 1972).
También la grabaron (aunque no tenemos las fechas a mano):
Carlos Cruz, Jarrito, Niño de Utrera, José de la Tomasa, Pepa de Benito, El Funi, El Boquerón, Mayte Martín, Tomás Torre, El Cabrero, El Chocolate (creo que dos veces), Sordera de Jerez, Morente, Bernarda de Utrera, Manuel Agujetas, Fernando Terremoto y Agustín Flores.
Enrique Morente también grabó esta letra. Este cantaor es el mejor ejemplo de como para innovar hay antes que conocer muy bien la tradición.
La música
Este cante parece ser que le llegó a Manuel Torre a través de su tío Joaquín Lacherna (ó La Serna) y, por tanto, antiguamente se le atribuía a este cantaor (Así hicieron Ricardo Molina y Antonio Mairena en Mundos y Formas del Cante Flamenco, un libro primordial en la historia de la Flamencología).
La música de esta seguiriya es, en realidad, un arreglo del “A clavito y canela” de Manuel Molina, que Joaquín Lacherna transmite y enseña a su sobrino Manuel Torre y que éste, al pasarla por su propio tamiz, engrandece, reelabora y recrea dándole un nuevo cuño y haciéndolo suyo. Por eso, hoy día, la opinión más extendida corrige la anterior y atribuye este cante al propio Manuel.
La mejor descripción es la que hacen Molina y Mairena quienes dicen, en el libro citado, que este cante:
“pudiera asumir muy bien la representación clásica de la seguiriya, porque es, sin lugar a dudas, la que canta la mayoría de los aficionados. Su desarrollo es horizontal; es un cante plañidero con dejos de llanto y dolor de herida que, irrestañable, se desangra…”
Sin embargo, para Blas Vega, lo que hizo Manuel Torre fue “empequeñecer las seguiriyas, cantándolas más sencillas, lentas, con descansos, sin incidencias ni riesgos”.
José Blas Vega defiende, en Vida y Cante de Don Antonio Chacón (otro jerezano genial), el genio de este cantaor contraponiéndolo a Manuel Torre. Nunca he acabado de entender porque es necesario denigrar a nadie para ensalzar a quien nos gusta.
Opinión que no podemos compartir porque la versión de Manuel puede perder en complejidad, pero gana en rajo y profundidad. En fuerza expresiva (como señalan Luís y Ramón Soler).
Pero que más da. Sobre el cante de Manuel Torre, uno de los más grandes seguiriyeros de la historia, no hace falta hablar. Lo verdaderamente interesante es escucharle. Lo hacemos
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AUDICIONES
Escuchamos este cante (el cante de inicio de Manuel Torre con la letra “Siempre por los rincones”) en la primera grabación de Manuel en 1922 con Salvador, hijo del ciego. Luego repite el mismo estilo pero con otra letra (“Grandes eran mis penas”).
También oímos la versión del Gloria (1929) que hace después el cante del Marrurro (“Siéntate tú a mi vera”) y la de Antonio Mairena (1970) que lo completa con los cantes de Francisco la Perla (“Que latío más grande”) y con el “Santiago y Santa Ana” del mismo Manuel pero con una letra propia (“Era una noche de invierno oscura”)
He aquí tres versiones de la misma seguiriya, cantadas por tres seguiriyeros de tronío.
Audición 1.
Siempre por los rincones- Seguiriyas (1922)
Manuel Torre-Guitarra: Salvador, hijo del ciego
Siempre por los rincones
te veo llorando
que yo no tenga libertad en mi vida
si te doy mal pago
Grandes eran mis penas
que no caben más
que yo me muero sin calor de nadie
en el hospital
estoy muriendo sin calor de nadie
en el hospital
Audición 2.
Por los rincones- Seguiriyas (1929)
El Niño Gloria-Guitarra: Manolo de Badajoz
Por los rincones, madre
te encuentro llorando
que yo no tenga libertad en mi vida
si te doy mal pago
Ay, siéntate tú a mi vera
ay, siéntate a mi vera
hermano de mi alma
siéntate tú a mi vera
que con tu aliento, hermano de mi alma, ay
quizás yo no muera
que con tu aliento, hermano de mi alma, ay
quizás yo no muera
Audición 3.
Madre no llores-Seguiriyas (LP-Mis recuerdos de Manuel Torre-1970)
Antonio Mairena-Guitarra: Melchor de Marchena
Tiritiritiri, ayyyyyy
Por los rincones, madre
te encuentro llorando
Que libertad no tenga yo en mi vida
si te doy mal pago
Que latío más grande
da mi corazón
Que latío más grande
da mi corazón
Porque yo veo que se muere mi mare
de mi corazón
Que latío más grande
da mi corazón
Era una noche
de invierno oscura ayyyyyyyyyy
oscura y de invierno ayyyyyyyyyyyyyyy
Los campanilleros con el ruido de sus campanillitas
me quitan el sueño
Hola, otra vez felicidades por el blog y gracias por las informaciones... Solo quiero agregar algo: También canta esta letra la insigne Tía Ana (o Anica) La Piriñaca, con esa letra inicia la grabación donde termina cantando la colosal seguiriya del Cuco.
ResponderEliminarTambién Tía Ana La Piriñaca, hace, en la misma grabación, la segunda parte de las que grabó El Niño de Jerez, pero con variante, las hace así:
ResponderEliminar"Que no caben más
que pena era la mía
me muero solito rabiando
en un hospital".
Arturo León:
ResponderEliminarEn efecto Tia Anica la Piriñaca (esa gran cantaora que sentenció lo que es el cante por seguiriyas cuando dijo aquello de "cuando canto a gusto me sabe la boca a sangre") grabó la seguiriya "siempre por los rincones" por los aires de Manuel Torre que hemos comentado en esta entrada.
Quede constancia del dato y mi agradecimiento a usted por esa precisión y por leernos
Un cordial saludo