Por Clarito
Málaga, 11ª de abono. Sábado, 20 de agosto de 2011 (Por la tarde)
Salvador Vega, torero del mejor corte, convenció en Málaga
Los toreros que están en la parte media y baja del escalafón no suelen tener muchas oportunidades de torear en carteles de figura y con toros de buenas ganaderías.
Si, además, le conceden alguna oportunidad aparece luego el factor suerte y los mil imponderables que rodean una corrida de toros, que hacen muy difícil el triunfo.
Para colmo, el público valora sólo las faenas de relumbrón. El resultado. Consecuencia, que un torero puede estar sensacional en un toro complicado pero las orejas se cortan con el toro que sale bueno, aunque esa faena no tenga ni la calidad ni el mérito de la otra.
Ayer Salvador Vega estuvo bien, muy bien con un buen toro algo tardo de Santiago Domecq al que cortó la oreja y estuvo mejor, mucho mejor con un toro manso y complicado de la misma ganadería del que no le concedieron los trofeos.
Yo me quedo y me llevo en el recuerdo la faena a ese toro del que no cortó trofeos. Le regalo al público la otra faena. Con lo que no pierde el público pues se lleva una faena magnífica, ni pierdo yo pues me llevo a casa la faena de más mérito por las dificultades que tuvo el toro y que Salvador supo resolver en todo momento.
Los toros de Santiago Domecq
Salvador Vega, entró en cartel de figuras con Enrique Ponce y Alejandro Talavante y con un desigual (viene siendo costumbre) encierro de Santiago Domecq en el que hubo de todo y, sobre todo, una desesperante falta de fuerzas en algunos toros que, pese a todo, evidenciaron clase y nobleza.
El segundo bis de la tarde (primero de Salvador Vega) tenía un pitón derecho exagerado.
Ponce pasó de puntillas y sin comprometerse
El primero se paró en la muleta de Ponce quien tuvo que recurrir al zapatillazo y a la voz para que se le arrancara. Como el toro no estaba para brusquedades, Ponce –siempre elegante- suavizo y suprimió el toque hacia afuera, del que usa y abusa, con lo que los pases ganaron en suavidad. El toro, no obstante, se le echó a mitad de faena. Lo mató, previo pinchazo, de una estocada buena.
La estocada de Ponce al primero.
Su segundo, se paró mucho. Quizás por la falta de fuerzas de la corrida, quizás también por un puyazo no muy escandaloso ni largo, pero que le hizo sangrar en demasía. Una barbaridad. Lógicamente, el toro se paró agonizante. Agonía del toro y de la fiesta. ¿Para cuando el cambio de puyas?
Ponce ayer no apretó. Queda dicho como eran sus toros y es su disculpa, pero le falto el acicate que tuvo el miércoles con Manzanares.
Ponce ayer, estuvo bien, pero no muy bien. Entendió a su primero al que empezó tocando hacia afuera (en la foto) pero acabó toreando con suavidad y sin desplazarlo.
Talavante no tuvo su tarde ni sus toros.
El primero de Talavante fue muy flojo, estaba en el límite de fuerzas. Parecía no obstante un muy buen toro. Hubo un tercio de varas muy complejo, probando al toro. Se veía que al Presidente (ayer con criterio de buen aficionado) le había gustado el astado y no quería devolverlo por devolverlo. No se si hizo bien o mal. Para el público mal, pues se le recriminó. Como también el torero que hizo un inapropiado gesto al cerrar la faena (Gesto que parecía querer decir que “con esto no se puede hacer nada”).
Para mí, que he visto devolver tanto toro bravo sustituidos por sobreros infumables por corraleados, acertado el criterio presidencial aunque al final el toro no sirviera. Cuestión de puntos de vista.
Su flojo primero. Talavante lo lleva muy suave y le sube la mano para que no le caiga.
Su último toro fue complicado, con unas hechuras menos rematadas que el resto, salvo el quinto al que se asemejaba. Era manso con poder y le pegaron mucho. Talavante no hizo nada pero lo intentó. Cuando sale un toro que no admite el toreo en redondo, el torero primero lo intenta, luego se queda perplejo y finalmente desiste. El público lo justifica. Nosotros, no. Nosotros nos preguntamos si esos toros tienen lidia. Si se les puede torear de otra forma. ¿Sobre las piernas, por ejemplo? Por ahora ninguno, ni Juli el más capaz, ha sido capaz de responder a esta pregunta de examen taurino (La lidia es un examen). Suspenden todos.
En el manso segundo de su lote, por el contrario, el torero le baja la mano y le torea con más firmeza, para someter al toro.
Salvador Vega. Punto y aparte.
Si hay un torero que tendría capacidad de responder hoy a esa pregunta y que podría sacar nota de sobresaliente en ese examen es Salvador Vega. Y eso que Salvador atesora fama de torero artista y elegante, no de lidiador, pero a fe mía que lo es. Vega posee una cabeza y una capacidad técnica que comparte con muy pocos toreros de hoy día. Sólo necesita creérselo el mismo.
Su situación en la fiesta, no se corresponde en absoluto a sus méritos ni a sus posibilidades. Ayer se vio.
Salvador Vega. Capacidad lidiadora. Un bien escaso hoy día.
Para un torero que torea poco y que se juega siempre todo a una carta, tiene que ser desesperante que se le devuelva al corral un toro como su primero. Bajo, muy bien hecho, con unas hechuras impecables. Lo que en argot taurino se llama una “zapatilla”. El toro además salió a la plaza con muchos pies y mucha codicia. Tanta que se destroncó, se tronchó, en el primer burladero al que llegó por intentar seguir los toques bruscos de dos capotes de los peones de la cuadrilla del torero.
Un accidente, que nos privó de disfrutar del juego de este buen toro y del toreo que le hubiera hecho Salvador Vega.
El sustituto también de Santiago Domecq, fue un toro bonito aunque afeado por la conformación de pitones, muy desiguales. Exagerado el pitón derecho.
Como se ha dicho siempre el mejor director de lidia es el toro. Este era bueno y tenía fijeza. La cuadrilla de Salvador estuvo muy bien, tanto los de a caballo como los de a pie. Mucho orden en la plaza. Muy buen toreo en los dos primeros tercios.
Primeros compases. El toro va muy toreado
La faena estuvo muy bien planteada. En los medios, con la muleta muy bien colocada aunque, como el toro sacó el defecto de no repetir (el único defecto que le anotamos), los pases fueran necesariamente de uno en uno. Pero repito, muy buena colocación en la distancia del torero al toro y en la forma de poner la muleta y muy buena la ejecución del pase.
¿Perfecto? Sí, perfecto el cite
Salvador Vega entendió muy bien a su primer toro. Los pases no fueron ligados ni muy largos (el toro no lo permitía) pero tuvieron mucha calidad y mucho mando.
La estocada fue sensacional. Ejecutando la suerte muy despacio. A cámara lenta. Los jurados tendrán que aquilatar matices pero, para mí, candidata a estocada de la feria con las de Manzanares.
El momento de la verdad. La estocada es de libro. El torero se vuelca en el morrillo. La mano derecha toca pelo, la izquierda, muy baja, hace la cruz y obliga a humillar al toro y descubrir el morrillo. Perfecta la ejecución.
El quinto, segundo de su lote, era un toro alto y zancudo. Nada que ver con el que le devolvieron. Lo recibió con el capote por verónicas rodilla en tierra. Con remate doble.
No uno, sino todos los lances de salida fueron rodillas en tierra. Salvador se acordó de nuestro paisano el rondeño Antonio Ordoñez.
El toro tomó, entrando de largo, dos buenas varas con el palo arriba, en lo alto. En banderillas descubrió sus intenciones pues fue un manso encastado. Un toro muy violento y muy bronco.
Salvador fenomenal. Muy valiente aguantando mucho y muy cerca. Tanto se fajó, que le desfajó. El toro le arrancó la faja de un derrote. Se dobló muy bien con el toro que defendía su querencia de tablas cerrado en la raya de picadores.
Hubo mucho mando y mucho poderío en la muleta del torero de Manilva.
Pese a lo cual, el toro de Santiago Domecq se defendía con la cabeza alta. Una embestida muy descompuesta.
Lo mató como se mata a estos toros que no dejan pasar. Con media estocada que además de buena (entró muy bien) fue muy efectiva.
Le dieron la oportunidad y la aprovechó con nota. Mereció mayor premio. Desde luego lo que si que merece son más oportunidades. Lo digo por él y, sobre todo, por nosotros que andamos escasos de toreros de este corte.
Salvador Vega aúna técnica y arte. Exquisitez y cabeza. Cualidades que no es fácil encontrar juntas en el mismo torero.
Propina. Secuencia de la estocada de Salvador Vega al segundo de la tarde.
Esto es la fiesta. Un gran torero. Una gran estocada algo contraria (Lo que NO es defecto, sino virtud). Alborozo y celebración del triunfo del torero sobre el toro.
Fotos de Joaquín Bueno y Burladero.com. Imágenes extraídas de Feria TV.
No hay comentarios:
Publicar un comentario