Por Clarito
Málaga, 7ª de abono. Miércoles, 17 de agosto de 2011
Juan Pedro Domecq. Un gran ganadero y aficionado
Los toros de Juan Pedro lucen divisa negra.
Los toros de Juan Pedro (así se había anunciado en los altavoces) lucieron en Málaga –como lo llevan haciendo en todas las plazas- divisa negra en señal de luto por su criador, el ganadero jerezano fallecido este mismo año.
Me parece importante, en una sociedad tecnológica y consumista, este tipo de detalles que nos retrotraen a épocas pasadas. Y es que en este mundo de los toros las formas todavía tienen su importancia. No sé si por eso, por la responsabilidad de la divisa negra que lucían, los toros de Juan Pedro quisieron hacer honores a su ganadero y embistieron como no siempre en los últimos años han embestido los toros de esta ganadería.
La emoción de la suerte de varas. Los toros de Juan Pedro no solo embistieron sino que su comportamiento en varas fue más que correcto.
La corrida (capricho de veterinarios y Presidente que se va convirtiendo ya en excesivo) se remendó (después del consabido baile de corrales) con un toro de Luís Algarra –noble pero soso- que se lidió en primer lugar. Los de Juan Pedro tuvieron presencia y trapío y, sobre todo, propiciaron -con sus buenas embestidas- el buen toreo de Manzanares y Ponce, cada uno en su estilo.
El toro de Juan Pedro que le toco a Javier Conde en primer lugar embestía así de bien.
Javier Conde
No sé las causas, pero Conde no estuvo a la altura de las circunstancias. Cierto que su primero era un toro muy parado y que el jabonero quinto, no andaba sobrado de fuerzas lo que dificultaba torearlos. Además, Javier no es torero al que podamos pedir técnica exquisita ni desgarro al torear. Lo suyo es la chispa, el alarde sorprendente, fruto de su singular personalidad. Por ello, su toreo se debate generalmente entre la genialidad y la chapucería fruto del riesgo creativo que el asume conscientemente. Ayer, sin embargo, no tuvo su tarde y no estuvo ni bien ni mal. Eso si, su labor en su primero destacó por la suavidad extrema en el manejo de los engaños. El público que espera (o desespera) de él otras cosas, acabó silbándole más por desencanto que por otra razón. En resumen, gris actuación del torero de Málaga al que aún le queda otra tarde.
Si bien faltaron muchas cosas en la faena de Javier Conde, aquí hay desmayo y suavidad
Como su doblete en la Feria ha sido bastante criticado, no le queda otra opción que apretarse los machos, aunque sabemos no es torero de pelea sino de esperar su toro. Complicado escenario. En cualquier caso, se le desea suerte.
Javier es torero de estética y personalidad diferenciadas. Ayer sin embargo se le vieron pocos detalles de los suyos.
Enrique Ponce
Enrique Ponce estuvo bien en su primer toro (de Algarra), que tenía bastantes complicaciones, por su tendencia a pararse y su querencia a tablas. Ponce, que tiene una cabeza privilegiada (lo que nadie niega) se fue haciendo con el toro a base de colocación y de manejar los engaños con la inteligencia que le caracteriza. Sin embargo, el toque hacia afuera del que abusó deslució –en mi opinión- una faena suave y elegante que no acabó de calar en el público.
Ponce toreó con el capote con mucha elegancia y suavidad.
Lo mató -como mataría a su segundo toro- con habilidad pero no con pureza. Tapando la cara y echando la carta al buzón, como se decía antes.
Estocada de Ponce. Tapando la cara y echando la carta al buzón, como vulgarmente se dice
Lo del segundo es otra cosa. A Ponce se le veía enrabietado o más bien motivado por el contundente triunfo de Manzanares en el toro anterior.
Ponce salió en el cuarto con muchas ganas y dispuesto a no dejarse ganar la pelea como corresponde a su trayectoria en la Fiesta.
Sin embargo, técnicamente la faena no fue buena (o por lo menos todo lo buena que se espera de torero de esta categoría) ni por los terrenos que eligió (cerca de las tablas), ni por el desarrollo de la misma. Como además el toro se quedaba algo corto (le habían pegado mucho en varas) los pases no tuvieron la longitud ni la profundidad que levanta chispas en los tendidos. Lo que hacía difícil el triunfo.
Un buen toro que probablemente hubiera lucido más en las afueras.
Sin embargo, torear no es sólo entender y sacar partido al toro para después jugársela, sino también conectar con el tendido. Por ello, el toreo que se hace en el campo no es el mismo que el que se hace en una Plaza de Toros, ya que aquí el público es determinante. No voy a decir que el torero, además del toro, tiene que torear al público, pero si que debe conseguir su beneplácito.
Y en eso, en conseguir el beneplácito del público (que no necesariamente del aficionado) Ponce es maestro.
Pocos toreros manejan tan bien los tiempos muertos de la faena, los movimientos ante la cara del toro, mientras éste se repone entre tanda y tanda. Bien mirado, reloj en mano, en general es mucho mayor el tiempo que el torero está delante del toro sin torear que el tiempo que está toreando. Máxime con el grandón y parado toro de hoy día.
Ponce maneja muy bien los tiempos muertos.
La elegancia de Ponce, su manera de estar ante la cara del toro, sus gestos consiguen mantener el interés del público que se enardece y reacciona, a veces, ante sus desplantes y detalles con más fervor que ante sus pases.
El toreo desmayado de Ponce en los remates tuvo usía. Aquí es donde sus faenas ganan enteros.
Y con ello, no quiero decir que no toreara. Algunos pasajes tuvieron enjundia. Su colocación y su entendimiento del toro se dan por hecho. Pero la longitud y trazo de sus pases y, por tanto, el riesgo que el torero está dispuesto a asumir a estas alturas de su carrera es mínimo.
El público (incluidos algunos aficionados) se le entregó y le sacaron a hombros.
Curiosa forma de celebrar el triunfo tan buscado
José María Manzanares
José María Manzanares reeditó el éxito del lunes pasado. Quizás no con faena tan contundente ya que la raza del tercer toro de Santa Coloma del lunes se sustituyó por las largas, nobles (y bonancibles) embestidas del toro de Juan Pedro que lidió en primer lugar.
La embestidas largas, nobles pero no exentas de picante del tercero de la tarde. Un gran toro.
Si al toro de Santa Coloma del lunes lo toreó al hilo (que es lo indicado en ese encaste), al toro de Juan Pedro lo toreó mucho más cruzado, provocando la embestida como corresponde al encaste Parladé. Eso sí, siempre con los vuelos de la muleta, lo que no debe confundirse con el pico de esta.
El toreo embiste a los vuelos de la muleta.
El toro era muy repetidor, pero con el ritmo de los toros nobles que dejan reponer al torero. Además embestía con largura lo que Manzanares aprovechó al máximo. Embestida del toro que traía causa en lo poco que le pegaron en varas.
Un detalle. Manzanares anda con mucha confianza en la plaza y, en consecuencia, empieza a gustar de dejarse crudos sus toros. No llega en ello a tanto como el Juli (que es torero de vuelta y vuelta) pero por ahí le anda. Ayer se vio en sus dos toros. Consecuencia, los toros se le empiezan a parar menos que a los otros toreros (a Ponce por ejemplo. Aunque este suple con el temple de la muleta la falta de codicia del toro).
Manzanares encajando mucho la cintura en el pase. Así es como, según algunos buenos aficionados, se debe torear.
Matando bien. Yo diría que muy bien. Ejecutó la suerte con pureza y enterró el estoque (literal y milimétricamente) en el hoyo de las agujas. Es una de las estocadas de más perfecta colocación que hemos podido ver en nuestros años de aficionado. El toro salió muerto de la estocada. Triunfo clamoroso, por lo que convenció (esta vez, sí) hasta al Presidente.
También mató muy bien de estocada entera, al último de la tarde. Toro que se le paró y tuvo más complicaciones. Lo toreó bien, pero el toro se defendía y cabeceaba. Muy valiente en éste como en el otro, se pasó a los dos muy cerca lo que da mucha emoción a su toreo y lo que marca también las diferencias con otros diestros.
La estocada en el hoyo de las agujas. La mano izquierda aunque va algo alta no llega a tapar la cara del toro lo que hubiera sido defecto.
Conviene anotar el dato. Manzanares se está pasando los toros muy cerca. Se encuentra con tal seguridad en la plaza que no le importa que los toros le lleguen vencidos al cuerpo. Es detalle que se nota mucho en la muleta, pero también en los capotazos de salida. En la voluntad y disposición del torero de este y otros detalles (recordemos sus estocadas recibiendo, ya habituales) se nota que quiere llegar a ser torero de época.
Al Manzanares de este año no le importa que los toros le pasen muy cerca de las piernas.
Merecido triunfo, por tanto, aunque algunos aficionados se cuestionaban, después de la corrida, si estuvo o no mejor que el lunes. Cuestión de baremos. La clave, creo que está en el toro.
En cualquier caso, visto lo visto está clara su capacidad para adaptarse a toros de distinta condición. Manzanares no sólo es torero de toros buenos o excelentes. Puede también con el toro complicado, con el que resuelve no tanto por sus recursos técnicos (Aunque sorprenda a algunos, creo que es un torero que todavía puede mejorar) sino por casta y por ambición. Un gran torero.
La prestancia de Manzanares también le ayuda a llenar tiempos muertos.
El toro artista de Juan Pedro
Mucho se arrepintió Juan Pedro de su definición del toro artista y mucho le penalizó por ello el aficionado y la crítica toristas. Sin abdicar de sus convicciones, en los últimos años andaba además convencido de que al toro había que echarle más casta.
Que iba por el camino correcto se vio ayer. La apuesta de Juan Pedro ganó clamorosamente en el ruedo de la Malagueta. Sus toros fueron ovacionados en el arrastre y propiciaron (nunca mejor dicho) el triunfo de los toreros. Pero, que nadie crea que fue corrida facilona, había que saber torearla como hicieron ayer, cada uno a su forma, Ponce y Manzanares.
Pasó además algo parecido a lo que ocurre con Núñez del Cuvillo. Torero que no se encuentra en forma o no está en su momento, no triunfa con esos toros, que no son tan fáciles de torear (como se torea hoy) como algunos están empeñados en hacernos creer. Ayer le pasó a Javier Conde.
Ayer, Javier Conde no acabó de encontrar su sitio en la plaza.
El debate pues sobre la evolución de la Fiesta sigue abierto. Para mi es actualmente el tema de fondo. El público, los toreros y la mayoría de los ganaderos tienen claro el tipo de toro que se quiere y que es el que definió el ganadero jerezano. Por otra parte, un sector de la afición (muy cualificado y reducido pero también el más ruidoso) mantiene el criterio contrario: demanda un toro más fiero, no gusta de los derroteros que está tomando la fiesta y augura su desaparición.
En cualquier caso, lo que resulta evidente es (cualquiera que sea el futuro) que el toro ha evolucionado mucho en tipo y comportamiento en los últimos 30 años. También me resulta evidente la enorme capacidad de los toreros (José Tomás y Juli a la cabeza) para adaptar la forma de torear y encontrar recursos técnicos adecuados a las características del toro que se lidia hoy.
El toro ha cambiado y la forma de torear (la técnica del toreo) ha experimentado también un cambio tremendo en estos años. No creo que Juan Pedro sea un visionario, sino un adelantado a su época. El tiempo le dará o no la razón.
Manzanares y Ponce salieron a hombros.
TODAS las fotos de Manzanares y Conde cantan la gallina...
ResponderEliminarSi éso es torear, que paren!!!YO ME BAJO...
Anonimo:
ResponderEliminarEquipara usted el toreo de Javier Conde al de Manzanares, lo que quizas exigiria una mayor explicacion.
Por otra parte, tambien parece excluir a Enrique Ponce de su critica al toreo actual, lo que tambien mereceria explicarse.
Saludos.
El pie de foto donde dice que Conde torea al de Algarra es falso.Ese toro sale primero y le corresponde a Ponce.
ResponderEliminarTienen uds un concepto muy peculiar del toreo. Yo después de leerles algunas crónicas, les diría que son muy poco aficionados al buen toreo.
Sois partidarios del destoreo, del torito artísta y del camelo actual.
Os respeto como exijo que me respeten a mi, pero creo que pasaré poco por aquí.
Es una lastima la proliferación de aficionados como uds, que estan matando la fiesta.
No les gustaría sentir emoción con un toro bravo, con transmición, con peligro y con pitones intactos??
Que lo toreros hicieran más o menos lo que hace José Tomás, poner los pelos de punta y no lo que hacen ahora esas falsas figuritas que torean a toros inofensivos, afeitados la mayoría y que son bobos.
Efusiones
Las visiones de este señor en buscar el toro borrego lo esta pagando y bien la fiesta , que esta como la bolsa.
ResponderEliminarAhora tiran los precios de sus corridas, algunas casi regaladas, para quitar todo ese ganado almacenado .
Anonimo:
ResponderEliminarCuando habla de las visiones de "este señor" creo que se refiere a Juan Pedro Domecq. A quien ademas acusa de buscar el toro borrego.
No creo que la bajada de precios del ganado tengan nada que ver con ese concepto de bravura sino con la crisis que afecta a la totalidad de nuestra economia y no solo al mundo de los toros.
Por otro lado, no creo que ninguno de nosotros pueda anticipar el futuro y adivinar si esos cambios van a ser o no negativos para la fiesta como usted augura.
Puede que quizas lo sean para el modo en que entiende la fiesta el sector mas torista de la aficion, pero no olvide que no todo el mundo comparte necesariamente esos criterios.
Creo que el momento de la fiesta es (por otras razones) bastante complicado y que todos (y me incluyo)estamos obligados a entender que existen visiones del toreo no siempre coincidentes con nuestros criterios que -en mi opinion- no deberian ser tan excluyentes.
Saludos.
Verdiales:
ResponderEliminarSobre el pie de foto de JC, tiene usted en parte razon. El toro de Algarra le correspondio a Enrique Ponce. En consecuencia, procedemos a corregir el error por usted detectado. Gracias
Sobre su calificacion de los criterios y del concepto del toreo que se defiende en este blog, disiento -por supuesto- de sus opiniones. Creo que se equivoca al calificarnos.
Por otro lado, no creo que usted (ni nadie) sea quien para repartir carnes de buen aficionado. No entiendo que solo pueda ser buen aficionado quien piense como usted. Curioso criterio el suyo.
Y ello, sin negar, no obstante, su derecho a exponer lo que piense sobre este blog.
En cualquier caso, preferiria que hubiera expuesto algun argumento en defensa de su postura (lo que hubiera permitido el debate sobre los mismos que este seguro me hubiera encantando mantener con usted) en vez de emitir lo que (en mi opinion y disculpe si me equivoco) creo que son solo meros lugares comunes.
Saludos