domingo, 4 de junio de 2023

Un lujo que los aficionados no podemos permitirnos

 Por Jose Morente y David Bracho (fotografías)


Son muy complejas y complicadas las corridas de un solo matador. Como decía Corrochano fue norma de los maestros en Tauromaquía "con clase y recurso para ello" encerrarse con seis toros en solitario. De manera esporádica u ocasional y con objeto de medir sus fuerzas, por hacerse valer o por un, muy taurino, sentimiento de superioridad.

En cualquier caso, la prueba no ha sido nunca empresa corriente ni siquiera tratándose de muy buenos toreros. Muchos grandes diestros (Belmonte, por ejemplo) nunca la hicieron. Lo que prueba lo difícil del empeño.

El resultado de estas corridas no se mide por el corte de orejas, ni debe medirse por la faena excepcional que, si viene, bienvenida sea, sino por el conjunto, por la variedad y por el repertorio. Por la sensación de poderío que transmita el torero, maestro, y por su capacidad de resolver las cambiantes condiciones de la lidia de cada toro pues cada toro es diferente, máxime si al alarde se añade la complejidad de elegir astados de diferentes categorías, en una especie de tour de force de estas complicadas corridas.

Remataba Corrochano diciendo que lo principal es, por tanto, la variedad, el repertorio amplio que evita la monotonía, peligro de estas fiestas, el conocimiento de las reses y de las suertes, los recursos empleados.

Ayer Saúl Jiménez Fortes se encerró en Antequeraen solitario  -otra vez más- con seis toros de distintas ganaderías (Blazquez, El PIlar, Julio de la Puerta, Victorino, Valdefresno y Garcigrande).

Sin tener que recurrir a la épica (aunque la verdad y pureza en la ejecución de las estocadas a todos los toros merecen destacarse), la tarde se fundamentó en el conocimiento de las reses (pues todas las lidias fueron exactas y diferentes) y en el conocimiento de las suertes (pues todos los lances tuvieron el sabor de la pureza verdadera). Los dos conceptos fundamentales del toreo.


Cortó 5 orejas y salió a hombros, pero, por esta vez (y solo por esta vez), estoy de acuerdo con mi amigo Javier Sanz y el balance de las orejas cortadas no me sirven para medir la importancia de la tarde. Cuajó al toro de Julio de la Puerta, pero estuvo cumbre toreando de muleta y bregando (llevó el peso de la lidia) toda la tarde y en todos los toros y muy especialmente en el encastado pero complejo toro de Victorino Martín. Me encantó la lidia de ese toro.

Eso de la brega y la lidia merecen comentario aparte pues, a Fortes, el valor se le supone y la pureza en la ejecución de la suertes también. Sin embargo, lo verdaderamente destacable, lo llamativo en la tarde de ayer fue el recital de maestría que dió este torero bregando y lidiando. Dando a cada toro lo que el toro pedía, tanto en terrenos y distancias como en el trazo de los engaños. ¡Que suavidad y sutileza en los toques! ¡Que templado en el toreo de capa y muleta! ¡Que capacidad para resolver los problemas (ahora les dicen teclas) de cada toro!


Un recital de maestría y como maestro sale consagrado Saúl de la tarde de ayer en la plaza de Antequera. Y todo eso en su primera actuación de esta temporada. Un dato sorprendente e inexplicable que pone en solfa a todo el sistema y al sistema todo.

Que Fortes no esté toreando todas las tardes es un lujo que los aficionados no podemos permitirnos.



7 comentarios:

  1. Se merece estar en muchas ferias enhorabuena torero

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  2. El valor de Fortes es acojonante

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  3. Lastima de que el gran público no valore y las cuatro empresas importantes lo tengan tapado.

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  4. Anónimo

    Si pero no solo valor sino una tecnica enorme puesta al servicio de un concepto muy puro del toreo

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  5. Peña taurina motrileña

    Exacto. Un verdadero despropósito

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