sábado, 8 de julio de 2017

Y después de Fuentes ¿Nadie?

Por Jose Morente



Los aficionados a los toros somos más "orejeros" (en el sentido de "oidores") que lectores. De siempre, el aficionado ha construido su afición oyendo a otros aficionados antes que leyendo textos taurinos.

Bien está siempre que se sepa elegir a quien "oír" y a quien no conviene leer pues la mayoría de los textos taurinos (salvemos sólo a los autores de las dos primeras Tauromaquias, a Uno al Sesgo y a Pepe Alameda y poco más) sólo sirven para introducir confusión en nuestras mentes.

Y es que, en general, quienes escriben de toros lo hacen desde su propio punto de vista, desde sus convicciones. Unas convicciones elaboradas a partir de lo que han oído y, a partir de las cuales, construyen una teoría del toreo, del modo en el que se debe torear, casi siempre muy alejada de lo real, de lo que ocurre en los ruedos, pues olvidan que el toreo es un arte pragmático y no especulativo, tal y como nos enseñara Pepe-Hillo. 

Nada de eso, le ocurre a Nicolás Sampedro, cuyos planteamientos en los dos libros que lleva publicados podrán ser discutidos por algunos (la discusión es la sal de nuestra afición) pero cuyo rigor es innegable. Nicolás ha sido torero (o sea que parte de la experiencia práctica) y, además de buen "oidor" es sobre todo sagaz lector y analista de lo que otros han dicho. Siendo capaz de poner orden donde antes sólo había confusión.



El pasado día 14 de junio, presentó en Málaga, acompañado por el maestro Fernando Cámara y por quien esto escribe, su segundo libro de toros, hace poco publicado: "Y después de Fuentes ¿nadie?". Una interesante reflexión sobre las claves vitales del arte de torear.

En la presentación se habló de ese libro (de las tesis de ese libro) y también del primero que escribió Nicolás, un tratado mucho más técnico y que aborda el enjundioso (y polémico) tema de "Cargar la suerte". Un libro con el sugestivo subtítulo de "Interpretación de un misterio taurómaco"



Cargando la suerte con los brazos (con la estilográfica o el teclado de ordenador en la mano), Nicolás Sampedro Arrubla nos acerca un poco más a esa verdad del toreo que sólo está en los ruedos, como el muy bien sabe y conoce, pero a la que todos los aficionados queremos acercarnos un poco más cada día desde nuestra afición.

Un acercamiento para el que resultan cruciales, libros como estos dos que glosamos: "Cargar la suerte" y el reciente "Y después de Fuentes ¿nadie?"


Nicolás Sampedro durante la presentación del libro "Y después de Fuentes ¿nadie?" en la Sala Oyarzábal de la Diputación Provincial de Málaga

TAUROTECA. Por cierto que, para acercarnos a la figura de Fuentes, nada mejor que este fragmento de uno de los videos de la UNAM, colección dirigida por el maestro José Francisco Coello Ugalde, que me facilita Nicolás y en el que aparecen dos toreros emblemáticos por su elegancia: Antonio Fuentes y el mexicano Rodolfo Gaona.

De fondo musical, hemos elegido (no podía ser de otro modo) la canción "Fina Estampa". 



2 comentarios:

  1. Antonio L. Aguilera9 de julio de 2017, 13:10

    Gracias, José, por brindarnos la oportunidad de ver estas extraordinarias imágenes de Rodolfo Gaona que dicen tanto.
    La elegante torería del Califa de León, verdadera figura del toreo en su época, nos muestra cómo se toreaba en su tiempo y cómo cambió definitivamente el toreo desde Manolete a nuestros días. En un periodo de tiempo relativamente corto: treinta años.
    De la expulsión a la reunión, de las manos altas llevando la embestida hacia afuera, a las manos bajas conduciéndola hacia atrás y hacia adentro.
    La condensación de la torería de Guerrita, Joselito, Belmonte, Chicuelo y Manolete, que fue quien lo implantó definitivamente, como soporte técnico del toreo ligado en redondo, como canon para expresar cualquier manifestación artística.
    Enhorabuena por la entrada.

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  2. Antonio L. Aguilera:

    En efecto, son muchos los toreros que hacen alguna aportación a la evolución el toreo y a la creación de la faena moderna. Por lo que respecta a la elegancia algo casi desconocido en el toro antiguo), Fuentes y Gaona serán de capital importancia.

    Gracias y un abrazo

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